De no tener acomodo
siempre te queda el Senado,
do juntos desde el estrado
trabajan codo con codo.
Fue Curbelo, de algún modo,
adalid de tal quehacer,
pues no tuvo, al parecer,
descanso en varios mandatos
y curró todos los ratos,
salvo aquel del raro afer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario