viernes, 30 de noviembre de 2018

Presupuesto municipal realejero (y 3)

Me alegro de que se hayan dado cuenta de que no parece muy lógico que tuviesen asignados 150.000 euros para reformas y mantenimiento de todos los colegios del pueblo, mientras los cargos y gabinetes nos suponen la friolera de 645.771,75 euros. Y se cabrean si los llamamos los bien pagados. Y por ello aceptaron la enmienda socialista para que se duplicara dicha cantidad. Porque miles de alumnos merecen mejor atención que la veintena de privilegiados. Aunque sigan a menos de la mitad, pero el PP entiende así los repartos. Para mí la mejor parte y luego ya se verá. Bueno, Dios dirá, que ellos son muy religiosos de puertas afuera, que de puertas adentro…
También aceptaron otras migajas: 4000 euros para una campaña contra el acoso y maltrato escolar (bullying) y 6000 para colocar algunos puntos de recarga para coches eléctricos. El resto (45), a la basura. El montante económico supondría acabar con prebendas, y a eso no están dispuestos. Reducir liberados y suprimir las supuestas reuniones, ni de coña. Que espere el precitado Cine Viera, los baños públicos de La Cruz Santa (y de más lugares, añadiría yo), las marquesinas para las paradas de guaguas, más plazas de agentes de policía, casa natal de Viera y Clavijo…
Eso sí, se persiste en que no se toca el bolsillo de los ciudadanos. Pues muchos preferimos que nos lo toquen, si ello redunda en beneficios para la colectividad, antes de que nos tomen el pelo. Es como una nueva campaña goebbeliana que nos machaca los oídos hasta hacernos creer que escuchamos cánticos celestiales.
Se toma como un éxito sin precedentes, por ejemplo, el que se haya previsto una dotación encaminada a la ampliación del servicio de la biblioteca. Como si la demanda de salas de estudio –en las casas cada vez se pone más difícil llevar a cabo esa tarea– no fuese requisito obligado a cumplir por exigencias sociales.
Sin recato se presume de la bonificación del 50% en el recibo de la contribución (IBI) a las familias numerosas y la exención de la tasa (familias numerosas y desempleados) para la presentación a exámenes en el ayuntamiento, sin aludir, siquiera por buena educación, a que ello se debió a una moción del grupo socialista tiempo atrás. Y luego se queja el señor Alarcó de que en La Laguna el alcalde le copia sus ideas. Véngase a esta villa donde sus propios compañeros le darán unos cursillos acelerados.
Se vanaglorian de que en cada ejercicio económico se incrementan las ayudas sociales. Y yo me pregunto si eso es un éxito de la gestión realizada o todo lo contrario. Puesto que si aumenta el número de personas necesitadas, habrá que cuestionar las políticas ejercidas. Si hay más gente que las pasa canutas, si se empobrece la población, no creo que sea por propio gusto, alguien deberá cargar con las culpas.
Harto me tienen con la no competencia directa en el empleo, vana justificación –a otro cargaremos la albarda– para las excusas ante un paro que no desciende al ritmo adecuado. Ya verán, de continuar así, que los dardos se dirigirán a Madrid por razones más que obvias.
Se jactan de muchas actividades deportivas. Estupendo. Felicitemos a equipos y personal que curra para que tales hechos se produzcan. Se subvencionan los diferentes clubes que engloban las distintas disciplinas practicadas, pero ¿con qué criterios? Porque noto desfases notorios entre unos y otros. ¿Hay algunos que gozan de preferencias por relaciones políticas directas? No se podrá comparar, ni por asomo, la labor futbolística de Toscal-Longuera con la de otros barrios que no admiten cotejo alguno por el número de practicantes. Y no atisbo equilibrio en las dotaciones dinerarias.
Con respecto al mantenimiento de las instalaciones deportivas, anoten que como siga lloviendo de esta manera tan generosa, la piscina municipal se cerrará bajo cualquier excusa peregrina y se repondrá la parte del techo que presenta notable deterioro. Aunque lo hayan negado (mejor, lo haya negado, que donde manda capitán…) hasta la saciedad. Salvo que quieran que los vídeos en las redes sociales le chafen la campaña del próximo mes de mayo. Madre mía, con las fiestas, cómo serán esas ferias de ganado. Por ello, y en previsión, el capítulo de las mismas (fiestas) se incrementa en un 22%. Eso no es un gasto, dice el alcalde, sino una inversión. Para exaltar su belleza, imagino. Nombrémoslo, por aclamación, romero mayor.
Cuarenta mil euros para patrimonio. Mucho menos que lo que cobran los dos (¿o eran tres?) concejales liberados para tal menester. Y lo mismo les da para el plan especial de rehabilitación de Realejo Alto, del Teatro Cine Realejos, la plaza Viera y Clavijo, el colegio San Agustín… Hazme el favor de dejar ya lo del Cine Viera. Mientras los cuatro bobos de siempre sigan protestando, hay que compensar la llegada de una multinacional con atenciones diversas en el entorno del antiguo surtidor de gasolina.
En fin, amigos, si han sido capaces de leer las tres entregas presupuestarias y dado el curro sin necesidad, que me espetan algunos, no sé si hablar con Manolo para que me lleve de chófer en sus paseos populares. Que deberá ser su salida natural ante la previsible caída en la Villa de Viera. Un realejero engañado es capaz de convertirse en una realejero peligroso. Si no arregláramos tanto el mundo en los bares…
Mil gracias nuevamente por leer y divulgar. Que algunos están durmiendo porque no les han dado un toque amistoso en el hombro y el humo de los frascos sigue haciendo efecto. No se pasen con el vino nuevo y disfruten del fin de semana, que ya entramos en el último mes del año.

jueves, 29 de noviembre de 2018

Presupuesto municipal realejero (2)

“Hay que acabar con la visión que se tenía del pueblo”. O “no es fácil reconducir la visión que se tenía”. No lo entiendo, alcalde. ¿Se refiere, y le repito, a cuando usted gobernaba con Oswaldo? Porque en estos dos últimos mandatos (desde 2011, como  le gusta tanto insistir), los realejeros no hemos visto grandes avances. Al contrario, se han perdido dos mil habitantes, son más los comercios que cierran que los que abren (hasta un chino tuvo que echar el candado) y el número de parados no ha disminuido en la previsión que contemplaban sus programas electorales. Pretende, acaso, expulsar a los díscolos –¿no se ha dado cuenta de que cada vez somos más?– y quedarse con su grupo sin molestias ni incordios, con la coartada perfecta para hipódromos, campos de golf y mucho más.
Ahora, siempre que al PGOU se le dé el visto bueno por esos organismos malditos que le ponen chinas en el camino –por cierto, ¿cuántos años se lleva con su tramitación?–, nos vende para este 2019 –optimismo, o caradura, le sobra– estos cuatro grandes propósitos: Nueva piscina, con complejo deportivo anexo; hipódromo (¿esta es ya la tercera intentona?), por un compromiso personal; puente entre El Cantillo y Siete Fuentes y el auditorio de la casona de La Gorvorana.
Ya no sé, estimado pluriempleado, si se cayó del guindo, de la higuera o esnifó gofio en polvo. ¿Cuándo va a cerrar ese maravilloso concurso de ideas para la piscina? Se lo pregunto porque después vendrá la decisión para su ubicación, redacción del proyecto, buscar las fuentes de financiación, ejecutar la obra… ¿Y todo en 2019? Si lo consigue, le juro que en 2023 votaré al PP, si antes los casos de corrupción no los han botado a ustedes. Y mientras, ¿corregimos las goteras de la actual (y del pabellón) o esperamos que se caiga el techo en cachitos? Yo estoy remojándome lunes, miércoles y viernes hasta las ocho y media de la mañana, más o menos. Dese un salto un día de lluvia y hablamos un fisco.
Siento decirle que no es el mundo de los caballos (salvo los del coche) mi preocupación principal. Ni el de la caza. Y es que mientras haya gente necesitada que busca trabajo desesperadamente, otros que emigran ante las negras perspectivas, falta de espacios donde desarrollar actividades de toda índole en las debidas condiciones, un patrimonio histórico con demasiadas sombras y escasas luces y ese consabido etcétera, qué quiere que le diga. Hombre, ya puestos lo de “el patrimonio cultural de Los Realejos pasa, inexcusablemente, por su patrimonio inmueble”, yo, de ser usted, lo mandaba borrar antes de que alguien (un servidor, por ejemplo) se lo restriegue en los besos (también lo he visto escrito bezos).
La construcción del puente aludido aliviará, según sus declaraciones en el vídeo de presentación del presupuesto, el tráfico en Realejo Bajo, dejándolo en un solo sentido. Me lo tendrá que volver a explicar porque ¿cómo está ahora mismo en los alrededores de la iglesia? Y si se refiere a la calle La Alhóndiga, salvo los instantes de entrada y salida del colegio Agustín Espinosa, ¿qué inconvenientes acarrea el tráfico? Si hasta tiene sus encantos para que vayamos despacio. ¿No es igual, o peor de problemático el caos en la calle El Sol con dos colegios en los alrededores? ¿Y en La Montaña, donde a pesar de la siembra de semáforos, sigue el problema latente? ¿No sería mejor un puente en Los Barros para un trazado recto desde la rotonda donde va a ir ubicada la escultura de mi compadre Paco? Y acometer de una vez el ensanche de Los Cuartos. Y encontrar una solución para una salida rápida desde el polígono de La Gañanía…
Y el auditorio de La Gorvorana. Pero si no hay sino cuatro líneas de los alumnos de una universidad privada. Cómo le gusta lo privado. Así está el alumbrado (¿o el apagado?) de nuestras calles. La Cruz Santa se llevó la palma estos días pasados. Auditorio que justifica con el dicho de que el que rompe viejo, paga nuevo. Chochear a esa edad ya resulta preocupante. Todo para seguir erre que erre en no prestar el más mínimo caso a la adquisición del Cine Viera y restaurarlo. Tome ejemplo de La Matanza. Por lo que rechazó la propuesta socialista –una de las cuarenta y ocho presentadas– para comprarlo. Pero a usted le conviene más hacer negocios con otros salones de empresarios afines y condonarles deudas contraídas con la hacienda pública. En fin, como La Gorvorana me duele como usted no se puede imaginar, iré un día de estos a hablar con Jorge Acevedo para que me explique lo de la fundación que ha creado a ver si me consuelo un poco. Cuando dentro de cinco, seis o más décadas podamos disfrutar de los conciertos y espectáculos en la Hacienda, habrá buscado alternativa al parque de perros por si nos cagamos los zapatos al entrar.
Y ya que lo mencioné, que de las 48 enmiendas presentadas por el PSOE solo haya admitido 3, dice mucho de prepotencias y modos de gobernar; de mandar, mejor. Les enfada que cuatro currantes –ustedes tienen todo el tiempo para ello; bueno, el alcalde no, porque normalmente está ido– hayan desmenuzado los distintos capítulos para intentar una mejor redistribución a base de disminuir partidas para concejales liberados (todos) o de la desmesurada asignación para publicidad y propaganda, conceptos que aparecen en todos lados, al igual que las atenciones protocolarias. Es decir, toda la parafernalia que les brinde la oportunidad para fotos, besos y relajos varios. Se rechazan sin explicaciones y punto. Porque interesa muy mucho seguir teniendo a la gente embobada, que puede ser peligrosa en el caso que le dé por pensar.

(continuará)

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Presupuesto municipal realejero (1)

Cuentas aprobadas en sesión plenaria la pasada semana, con los votos favorables del equipo de gobierno (PSOE e IU rechazaron el proyecto y CC –que ni está ni se le espera– se abstuvo) y que marcarán el devenir en la gestión municipal durante este próximo año (ejercicio económico) de 2019.
Se nos vende ese capítulo de las cuentas como un récord al haber superado los 30 millones de euros. Nada extraño dado que cada ayuntamiento, por regla general, incrementa en cada ejercicio el montante del precedente, máxime cuando ya se alardea de que salimos de la crisis y avanzamos a velocidad de crucero por los placenteros mares de la tranquilidad. Y es que de no ser así, significaría que no solo vamos de culo y sin frenos, sino que los grupos de gobierno cobran bien (todos liberados; sí, todos, porque la invención de las reuniones para los que compatibilizan el cargo con otros trabajos, lo que se traduce en más de mil euros al mes, no es moco de pavo; ay, cuántos los quisieran) por no hacer nada, o, en su defecto, por muy poco. ¿De qué nos vale a los ciudadanos de más dinero si, como contrapartida, la distribución entre las diferentes partidas no se rige por estrictos criterios de imparcialidad y siguiendo unas directrices de racionalidad exquisitas?
Me causa cierto estupor, si no vergüenza ajena, cuando concejales comparten en la redes sociales la buena nueva sin saber de qué va la película (y el que se ofenda que vaya y se matricule en un cursillo acelerado de cómo se guisa el debe y el haber) y surgen por arte de magia los me gusta y el compartir de los ignorantes correveidiles que aplauden con las orejas un hecho del que no tienen ni la más pajolera idea, ni han sido capaces, qué menos, de echar una visual al vídeo de marras, donde alcalde y concejala (ver foto) argumentan obviedades prefijadas en el guion del gabinete de prensa, y en el que se puede leer el siguiente párrafo, puesto en boca de uno cualquiera de los retratados:
“La dinamización comercial del municipio y el refuerzo promocional de la marca ‘Los Realejos, comercios con corazón’, seguirá siendo otra de las apuestas destacadas, donde queda patente una vez más la transversalidad y el trabajo conjunto entre áreas para crear sinergias económicas y de inversión, así como atracción de visitantes”. Jolines, manda ovarios. Entrome una sinergia transversal que dejome patidifuso, estupefacto y anonadado. Amén de cabizbajo.
Intentaré, sé que es difícil, sintetizar en este blog –gracias por seguirme, incondicionales– la opinión de un contribuyente que se ha preocupado en ojear, y algo más, el documento y extraer unas consecuencias que, a buen seguro, no distarán mucho de las que cualquier vecino –eso sí, de los que no creen en humos envasados en frascos pequeños, porque de los cerriles nada se puede esperar si ello conlleva un mínimo esfuerzo mental– podría deducir si se guía bajo la óptica del sentido común.
“No se destina nada a deudas por la buena gestión de Manuel Domínguez desde 2011”, expresa la  concejala de Hacienda, Laura Lima. Una de las que mencionan como no liberadas a tiempo completo. Es que el área económica, bastión fundamental de toda gestión que se precie, no vende al público. Al contrario, repele. Y al PP solo le interesa tener en la calle a los encantadores de serpientes que van de asociación en asociación –si es de mayores, chachi piruli– a ejecutar sesiones de cábalas cual vendedores ambulantes. Y olvidan, o corren tupido velo, los populares con el mandato 2003-2007, en el que el señor Domínguez, en pacto con Coalición Canaria, llevó el manejo de las arcas públicas. Y fue cuando nos dejaron los dos muertos de párquines, que ahora debemos recordarles porque parece no interesarles que se remueva en los déficits creados.
Otro concejal al que no se le ve mucho el pelo es al responsable del Plan General de Ordenación. Tampoco vende, claro. Y por eso es otro de los que, como la de Hacienda, van de vez en cuando. Y se queja amargamente el señor alcalde de que otros organismos tienen paralizado el PGOU, lo que imposibilita que sus grandes proyectos, por los que al pueblo no lo va a conocer ni la madre que lo parió (¿te acuerdas?), salgan adelante. ¿Y por qué, don Manuel, se estanca un expediente de tal envergadura? ¿No será que ese ente supervisor lo inmoviliza hasta que se subsanen errores? Porque si la tramitación no contiene mancha alguna, usted podría denunciar al que pone chinas sin ton ni son. ¿Está insinuando, acaso, que puede haber prevaricación? ¿Lo ha hecho o se limita a declaraciones del bien quedar en el pueblo para rascar algún voto más? Déjese de actuar como un chico menudo que arma la pataleta a las primeras de cambio. O no olvidamos ya de sus rifirrafes con Carlos Alonso, al que, por cierto, le ha apoyado en el presupuesto cabildero. Eso sí, con su destacada ausencia, como muestra fehaciente de su preocupación por la cosa pública, de la que cobra, y muy bien. Debe ser que se ha percatado de que han venido muchos millones para el pueblo en infraestructuras.

(continuará)

martes, 27 de noviembre de 2018

Lo que no dije (y 2)


Debemos aglutinar
a la gente progresista,
pues aquel que no rechista
se deja mangonear.
Tenemos que propagar
lo mucho que está costando
el grupo que se halla al mando
del gobierno de esta Villa,
que cobran de maravilla
y bien poco realizando.

Es un ejemplo el Marrón,
caballero bien pagado,
que un riñón nos ha costado
y hasta parte de un co… jinete.
Señores es de cajón
que con esa cantidad,
si yo te digo verdad,
aumentar bien se podría
nuestra escasa policía,
que a gritos clama piedad.

Hay que ponerse las pilas,
porque de verlas venir
nada bueno va a salir,
ni llenaremos mochilas.
Dejemos las retahílas
y mostrémonos activos
con remedios efectivos:
preguntemos a la gente
si salvo el beso frecuente
hubo planes positivos.


Y que mencionen proyectos
con propia financiación,
que elevasen el listón
en diferentes aspectos.
Solo vendieron efectos
de fuegos artificiales,
pero con esos avales
han sabido bien tejer
para en el pueblo vender
unos éxitos bestiales.

A nosotros corresponde
desmontar ese castillo,
que caerá cual polvillo
a poco que en él se ahonde.
Porque a ninguno se esconde,
si hacemos breve repaso,
que han ido llenando el vaso
con humos y encantamientos,
en resumen, muchos cuentos
y un bagaje bien escaso.


A la Ejecutiva pido
que sepa dinamizar,
pues debemos actuar
con el aplomo debido.
Canten sin miedo un envido
y pongan sobre la mesa
lo que al pueblo le interesa:
menos poses, más trabajo,
que ya está bien de relajo,
levantemos esta empresa.


Mil gracias por acudir
a esta nueva convivencia,
y excusemos la ausencia
del que no pudo venir.
Ahora nos toca salir
y propagar el discurso,
porque sin ese concurso
muy poco adelantaremos,
si en la calle no nos vemos
vano será este recurso.

Luis y María del Mar,
siempre con trato exquisito,
merecen el aplausito
que ustedes iban a dar.
Y a este aprendiz olvidar
y no dejarlo salir
a la palestra a decir
boberías sin sentido,
péguenle fuerte estampido
y que se vaya a dormir.
No obstante, y a pesar de todo, muchísimas gracias.
…………

Y me desperté con ganas de hacer cosas puesto que mi pueblo se merece un esfuerzo. O más. Y no figurines que cobran bien, pero no gestionan. Y no lo hacen porque accedieron a eso llamado política con una mano delante y otras detrás, sin mayor arte ni beneficio, y han medrado a la sombra de suculentos sueldos. Cuando los realejeros despertemos, cuando se nos pase el efecto de los embrujos y cantos de sirena, nosotros seguiremos haciendo pueblo. Pero ellos, los bien remunerados, muy difícil tendrán el camino de la siguiente etapa. Los asideros y ordeños no son eternos. No siempre estarán abiertas las puertas para asesorar de lo que no se sabe…
No lo dije, pero una vez escrito, lo suscribo, lo leo y lo comparto con quienes no ven en unos presupuestos, verbigracia, la cima de su ofensiva goebbeliana por el mero hecho de ser los más altos de la historia. Otros, con esos mismos millones, pero de pesetas... A lo mejor mañana te lo cuento.

La vida continúa y el sol, vuelve a lucir en lo alto.

lunes, 26 de noviembre de 2018

Lo que no dije (1)

Pero que lo hubiese manifestado en caso de haber tenido la oportunidad. Aclaro que es la tercera o cuarta ocasión en que se me ocurre algo parecido. Y plasmado por escrito debe estar por algún lado. Puede que hasta publicado en formato libro.
Va uno a cualquier acontecimiento –evento, que se estila ahora– en el que varios oradores hacen uso de la palabra y cuando vuelve a casa y realiza mentalmente, antes de que el sueño te venza, el resumen de la película vivida, te planteas en qué sentido habría discurrido tu intervención si te hubieran brindado la posibilidad de subir a la palestra. Invitado gentilmente, vamos. O cogido al lazo, que también vale.
Dado que uno es hombre de manías, en la misma cama echa a funcionar la neurona que aún carbura adecuadamente y recurre al verso octosílabo, elemento tan socorrido para cantares de andar por casa. Lo malo es que si no tienes a mano un lápiz y un cacho de papel, al día siguiente te percatas de que la sobada acabó con la inspiración. ¿Lección dormida, lección aprendida? Creo que en este caso, no.
Y así estuve sábado y gran parte del domingo con la matraquilla. Porque debes situarte unas horas atrás mientras escribes en el presente. Como si te hubiesen metido en una máquina del tiempo. Y ya saben que los hombres somos complicados para hacer dos cosas al mismo tiempo. Al menos eso me espeta mi mujer cada tres por dos.
Estuvimos un buen grupo de amigos –compañeros– este pasado viernes en Viña María, el rincón donde Luis y María del Mar brindan su saber gastronómico, a pasar un rato, rememorar gratos momentos de un pasado en el que servíamos al pueblo –no nos servíamos de él– con escasos recursos y con enormes dosis de ilusión. Y a fe que (esta fue la segunda) vamos consiguiendo aglutinar una nutrida concurrencia que por diferentes motivos nos apeamos de la guagua y ahora hemos decidido retomar la senda del transporte colectivo.
Por cuestiones de métrica, más que de rima, si observas cualquier discordancia en las décimas, deberás disculpar el que se escriban bastantes horas después y en un contexto diferente (parte física), al tiempo que la escasa sustancia gris (parte mental) sigue anclada en el recuerdo. Y como parto con la ventaja de ya haber vivido la situación –qué tramposo soy– y escuchado atentamente lo que allí se declaró, puedo redactar el hipotético discurso en el sentido que me convenga. Queda hecha la salvedad.
Como estas modernidades de las redes sociales te van a permitir que el contenido de la entrada del blog (Desde La Corona) se publique, asimismo, al menos en Facebook y Twitter (algunos no damos para más), ruego a quienes puedan sentirse identificados que no duden en compartir o demandar etiquetados, que accederé gustoso a las solicitudes.
Dado que en el primer encuentro le correspondió a don Francisco (Pancho) Palmero, compañero de gremio (algo así como treinta cursos juntos lidiando chicos, sin olvidarnos de Ángel, un asturiano de pro), amén de avatares políticos, dirigir unas palabras a la concurrencia con la exposición de motivos pertinente, hete aquí que en la presente, de haberse producido la situación que un inquieto magín ha pergeñado –lo que es no tener nada que hacer–, debería corresponderle la plática de rigor a un servidor de ustedes, por razones más que obvias, y máxime teniendo en cuenta que ya no había disculpa por operaciones de hernia umbilical.
Por lo tanto (y ya es recreación), 23 de noviembre, viernes, algo después de las nueve de la noche, Finca Viña María (ahí en la calle Calzadilla, rumbo a Camino Atravesado)…
Recurrí a Pablo Iglesias, el tipógrafo, el de la madrileña Casa Labra, el del 2 de mayo de 1879, y retoqué sutilmente una de sus ideas: No somos socialistas para amar en silencio nuestras ideas, ni para recrearnos en su grandeza, sino para llevarlas a todas partes. En negrita, sí. (Me imagino que ante el micro, especial énfasis).

Me temía, compañeros,
que me tocara el paquete,
y antes de hacer el tolete,
ante tantos realejeros,
pensé dos días enteros
para ver qué me salía,
y recurrí a la manía
de unas rimas componer
y con ellas sorprender
en Finca Viña María.


Nuestra única intención
es vernos de vez en cuando,
para entre todos remando
llevar esta embarcación.
Hacer visible la unión,
pues cada cual por su lado
ningún fin habrá logrado:
o bogamos en conjunto,
o mal acaba este asunto
por habernos relajado.

(Para mantener la emoción, concluimos mañana)

viernes, 23 de noviembre de 2018

Calcos


Hoy, sin ganas de escribir,
hasta La Laguna fui,
y el lujo me permití
de a un senador corregir.
Porque antes de decir
algo en contra de un gobierno,
aunque se haga en plan tierno,
es preciso comparar,
no sea que al reprochar
vayas derecho al infierno.

Nos dice Antonio Alarcó
que le calcan sus propuestas,
venga al pueblo de las fiestas
y aquí se lo explico yo.
Pues Manolo superó
lo que denuncia en Aguere,
por eso Jesús sugiere
que hacia arriba nunca escupa,
antes de mirar con lupa
lo que el presidente hiciere.

Tanto ha sido el copia y pega
por esta Villa de Viera,
que mejor usted debiera
dialogar con su colega.
Lo mismo que allá restriega
al gobierno lagunero,
su amiguito realejero,
que es alumno aventajado,
con creces ha superado
ese rito torticero.

Estimado don Antonio,
hágame usted ese favor,
mire siempre al interior
de su propio patrimonio.
Porque si no el testimonio
en la denuncia esgrimido,
fácilmente es corregido
por quien atónito observa
que otro de la caterva
obra aquí en igual sentido.

De nada. A mandar, que para eso estamos. Esta noche, una castañada. Puede que el lunes te lo cuente. Feliz fin de semana.

jueves, 22 de noviembre de 2018

La Gomera, libre de plástico

Si creías que hoy iba a escribir del espectáculo rufianesco, erraste del todo. Porque ese impresentable no merece que yo desperdicie el tiempo en seguir extendiendo su aureola de matón dialéctico y chulesco barriobajero. Cuando se pierden las formas con escenas de tal porte en el lugar donde la sana divergencia debería constituir el acicate del progreso y la vitamina para el desarrollo y progreso sociales, complicado es profundizar en el fondo de los temas debatidos. Si es que alguna vez se ha pretendido por parte del susodicho aportar elementos de juicio para alcanzar un entendimiento. Y del supuesto escupitajo, cada cual se califica como mejor crea menester. Punto.
Con un tal Nacho Cosidó, que fichará por Sálvame dentro de poco, donde priman, como saben, la vacuidad, banalidad e indecencia, podríamos hacer una yunta. ¿O es que, acaso, el Congreso de los Diputados no refleja los diferentes sectores sociales y reproduce los esquemas de cada cual? Pues dicho queda. Presenten propuestas de resolución.
Hace unos meses que no me doy un salto a La Gomera. Y tendré que hacerlo porque quiero comprobar las mejoras habidas en el capítulo del reciclado: papel, cartón, plásticos, envases, cristal… Y de si se ha dotado de recipientes suficientes a las distintas poblaciones (incluyo Alajeró, municipio donde gobierna el PSOE y… leña al mono) para que sus habitantes cumplan con el cometido pretendido.
Se ha presentado la segunda fase de la campaña que lleva por título el mismo que he utilizado para el comentario de hoy. Y se van a repartir en los comercios cuarenta mil bolsas de papel reciclable. Que se unirán a las ochenta mil de la fase inicial. Ciento veinte mil parece una cantidad importante para una población que no debe superar las veinte mil almas (así se decía antes, ahora como somos menos creyentes, vaya usted a saber).
Dinero tiene el Cabildo para eso y para más. Y si no bastará un simple movimiento de cabeza de Casimiro y Clavijo abrirá la caja de manera inmediata. Es el tipo de socialismo que la semana pasada pontificó el cabeza visible (bueno, y resto del cuerpo) de ASG, única formación, habida y por haber, que representa tal modelo de ideología. Y no le busquen las cosquillas porque no le va a costar lo más mínimo imitar a Luis XIV con la famosa sentencia de L´État, c´est moi.
Yo pienso traerme tres o cuatro bolsas. De recuerdo. Lo mismo consigo autógrafo. Como harán los visitantes de un día. Los que no dejan nada. O mejor sí, basuras. Ya que en la exposición de motivos para esta campaña se alude a “minimizar el impacto del plástico en el medio ambiente, a fin de reducir al máximo la huella que dejan tanto turistas como residentes en la geografía insular”. Y añade la consejera de Turismo: “Somos un destino que apuesta por la excelencia y la calidad en sus servicios desde la perspectiva de la sostenibilidad”.
Como siempre, excelente el capítulo de buenas intenciones. Y uno se alegra, faltaría más. Pero que no quede en amagos. Como el control del rabo de gato. O las sensaciones de descuido y abandono que podemos observar cuando subimos hacia Los Chejelipes (no presenta el barranco un aspecto demasiado agradable); o cuando accedemos a La Lomada para continuar hasta la playa de Avalos; o determinados sectores de Valle Gran Rey o Hermigua… Y si profundizamos en los millones (de euros) sepultados en infraestructuras que jamás abrieron sus puertas, uno, sufridor de colas y carencias sanitarias en este Norte tinerfeño, se rebela ante tanto despilfarro por mor de tres votos.
Insisto, reitero y machaco: muy buena iniciativa. Pero los antecedentes le dejan a uno el cuerpo de mal fario. Y estoy cansado de promociones que con el paso del tiempo quedan diluidas en el vacío y fracasos más estrepitosos. Díganme, si no, que coño –con perdón– pintan otros trescientos mil euros para mobiliario en el Mirador del Santo (Arure), si aquello está que da pena por haberse dejado de la mano (del Santo, o de Dios) y se encuentra, más o menos, en las condiciones del nuestro de Humboldt.
O inventamos un plástico que se deshaga a los cinco días de utilizarlo desde la tienda hasta casa o prohibimos de manera tajante su uso. Todo lo demás serán remiendos que no conducen a nada. Y mientras tanto, si no facilitamos a la gente la posibilidad de ser depositado en receptáculos desde los que se trasladen a centros de reciclaje con fundamento, o acabarán en El Revolcadero para seguir contaminando. O ardiendo de vez en cuando.
En fin, estaré atento. Y si para ello debo aumentar las frecuencias de viajes, por mí que no quede. Si no fuera tan rebenque y dejara de cuestionar las políticas de Curbelo, seguro que me sufragaría los gastos de traslado y alojamiento. Y me nombraría hijo adoptivo. El potajito de berros me lo seguiría pagando yo.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Alumbrado navideño

Algunos renglones torcidos, como siempre─ he pergeñado a lo largo de esta vasta trayectoria escribana (acepciones en desuso: maestro de escribir o maestro de escuela, escribiente) acerca de lo que la Navidad (a pesar de todo, con mayúscula) significa. Que lo de escritor lo dejo para plumas mucho mejor cortadas que la mía.
El inexorable paso del tiempo ha ido causando mella, qué duda cabe. Porque de una sociedad de carencias –ventajas e inconvenientes de cierta edad– hemos pasado a épocas de consumismo brutal. Donde comprar no es el resultado de satisfacer una necesidad, sino una práctica acaparadora sin precedentes. Baste echar una visual a la montaña de regalos en el Día de Reyes y a las posibles reacciones de los infantes agraciados. Por si fuera poco, habremos de sumar el detalle de la Nochebuena. Porque debemos subirnos al carro de lo foráneo.
En medio de esa vorágine por adquirir detalles innecesarios para un desarrollo vital armónico y consecuente, se deben añadir sentimientos por ausencias. Y es que, reitero, la edad –ya somos nosotros los viejos– va jalonando nuestra existencia y marcando hitos que se traducen en malos tragos. Y en las retinas se reproducen imágenes que imprimieron sellos no ha tanto.
He visto un desaforado movimiento desde hace unas semanas en el pueblo. Operarios de las empresas municipales se afanan en vestir farolas con adornos que iluminarán la villa dentro de bien poco. Bueno, en mayor o menor medida, en cada rincón del planeta. Al menos en ese mundo que llamamos civilizado y en el que, paradójicamente, nos machacamos a las primeras de cambio.
Me parece bien, a pesar de mi escepticismo. Hace unos años tuve la oportunidad de contemplar unas calles (Larios, entre ellas) en Málaga (uno de los viajes del Imserso) que me encantaron. Y Los Realejos –mi Realejos– no iba a ser menos. Si ello se tradujera en una inyección económica para unos establecimientos siempre sujetos a inconvenientes de obras y tropiezos, habría que dar por bien empleado el despliegue habido.
Pero no va a estar disponible la principal arteria de comunicación. Al ritmo que avanzan las obras, me parece tarea casi imposible. Y que las lluvias severas no hagan acto de presencia. Por lo que las campañas encaminadas a que los realejeros no salgamos a comprar en grandes superficies cercanas, se antoja misión harto complicada.
Lo peor es el choque brutal que se produce en tu cerebro con neuronas que van y vienen en este deambular sin freno por los vericuetos comerciales. Más cuando en medio de la marabunta –un suponer que te hallas en el Polígono de San Jerónimo– y te das de bruces con un careto que quieres reconocer de algo, de esos que te da la impresión de haber visto con anterioridad. Y echas a funcionar el magín. Y cuando ya casi te sale humo por las orejas, pegas un brinco de satisfacción y exclamas: ¡Coño, si era un concejal del grupo de gobierno de mi ayuntamiento!
Y así nos va cuando se predica con el ejemplo. De las más altas esferas gubernamentales, mutismo absoluto. Sus garbeos orgánicos le permiten acudir a lejanos lugares en los que, a lo mejor, no es descubierto. Son, deben ser, los detalles de última hora.
Cuando todo esté bien encendido y el reloj de la torre de la iglesia de Santiago –que ya funciona por la denuncia del relojero vetado; el arreglo se lo dieron a otro– nos señale que entramos en año electoral (el número de urnas está aún por determinar), olvidaremos, por lo menos hasta mayo, que la Villa de Viera sigue presentando graves carencias en proyectos que dignifiquen una población de 36.000 habitantes. Pero el cotillón y el chinchín habrán posibilitado que allende los mares seamos conocidos por otra fiesta más. Y en el escenario, más humo. Cosa de la que, no te vayas a creer, me alegro enormemente. El cortoplacismo, que señalaba días atrás. Y aunque uno sea de otras hechuras, a pesar de clamar por planes de más largo recorrido, bienvenido sea el alumbrado navideño. Ojalá encienda, o despierte, alguna que otra conciencia,
Por si más adelante me olvido, o se me pasa: Feliz Navidad.

martes, 20 de noviembre de 2018

Puerto de la Cruz

Este pasado domingo, 18 de noviembre, el periódico El Día publicó una prolija información en la que se nos daba detallada cuenta del comportamiento del turismo en Puerto de la Cruz. Pudimos así comprobar que el número de visitantes a la ciudad en este pasado verano fue similar a la habida en 2017, años estos dos últimos en los que se superó con creces los inmediatamente anteriores. Y pese al temido descenso que se viene vaticinando por la recuperación de otros mercados competidores, en los nueve primeros meses de 2018 solo ha habido una disminución de algo más de seis mil turistas. Al tiempo, las estadísticas globales conducen al planteamiento de que tiende a estabilizarse la cantidad anual en torno a los 900.000 viajeros.
Pero no les voy a cansar con fríos datos. Porque ustedes pueden echar mano de la edición que se menciona, bien en su versión digital, bien en formato impreso, y contrastar cuanto crean menester. Sí destaco, parece dato interesante, el hecho de que aumentan ligeramente las pernoctaciones. Si ello se uniera al incremento en el gasto, miel sobre hojuelas. Y si no se produjeran hechos como el cierre de algún que otro hotel, con el añadido de total incertidumbre para quienes fueron sus empleados, encantados de la vida.
Como la crónica hacía referencia a los aspectos positivos, o amables, de este importante sector en la economía canaria, no nos pareció –añado al menos otra opinión de un allegado– muy convincente la fotografía que ilustraba la reseña informativa y que un servidor se permite reproducir para esta entrada de hoy. Porque deben existir miles de instantáneas de la Ciudad Turística mucho más adecuadas para dar un toque amable a los párrafos redactados. Ignoro si la elección se debió al redactor o dejó en manos de instancias superiores tal cometido. Sea como fuere, no es esa parte del espigón, que deberá dar cobijo a las instalaciones del futuro puerto pesquero, deportivo, comercial y no sé cuántos atributos más, el lado más gratificante de un municipio que nos brinda otros muchos encantos. Vaya que sí, y a millares.
Si se hubiese querido destacar las deficiencias notorias que presentan las infraestructuras –que las hay, y muchas– ese tramo destruido, y que bien puede sintetizar décadas de atraso y desidia, vendría como anillo al dedo. Pero como no iba de eso la película, entiendo que flaco favor se prestó. Es algo así como echar a perder un postre exquisito con el añadido de un ingrediente extraño. Vamos, que no pega ni con cola.
Cáiganme chuzos de punta ante esta nueva opinión en Desde La Corona. Blog en el que he señalado deficiencias observadas en Puerto de la Cruz a lo largo de estos varios centenares de artículos. En los que he plasmado notables críticas por el abandono secular de zonas que suelo transitar de vez en cuando. Y para alguno de ellos, quizás, me habría venido bien la fotografía de marras. Pero para este de El Día, va a ser que no.
Me recuerda este afer lo que acontecía no ha tanto en las redacciones. Que se echaba mano del archivo para ilustrar las informaciones y siempre se recurría a un número reducido de fotos. Debía ser que las publicadas no se ponían en el fondo del montón, sino que se volvían a dejar en lo alto. Por lo que era frecuente que en el transcurso de un solo mes se repitiesen hasta la saciedad. Fue paradigmático el horno de incineración de basuras en Mendo, La Palma. Casi se quema también la fotografía de tanto uso.
En fin, hoy me tocó romper una lanza en favor del municipio vecino. Que tan necesitado está de buenos dirigentes. Y que a pesar de todo, ahí se mantiene. Debe ser que el turista está muy arriba de avatares políticos. Menos mal. Pero una manita para un remozado se antoja urgente. Y como el mar bravo de estos días volvió a darle un estampido a otro turista atrevido, de los que se saltan las señalizaciones cada tres por dos (como los retratados en la foto de marras), sería conveniente recordar a los del gremio periodista, sección de Sucesos, que no existe una nación llamada Extranjia, porque eso de que era de nacionalidad extranjera suena muy raro.

lunes, 19 de noviembre de 2018

Un cachondeo

Fue presentado el pasado septiembre a bombo y platillo. Sí, el bono de residente canario. Las fotos dan fe. Las hemerotecas, también. Y todo ha quedado en un cachondeo, en otra solemne burla a quienes entienden que la solución a los gravísimos problemas de tráfico en estos peñascos pasa por potenciar el transporte público.
Viene a resultar que dos meses después de los posados y los despliegues propagandísticos habidos, la consejera de Hacienda del Gobierno de Canarias, Rosa Dávila (también presente en el acto que daba cuenta de la (in)feliz iniciativa en la isla de Tenerife), se ha venido a dar cuenta de que los millones que iba a inyectar el Ejecutivo Autonómico –creo que diez millones– para este proyecto no están contemplados en los presupuestos de este ejercicio económico y habrá que esperar a que se incluya la partida en los de 2019.
Uno, ingenuo e ignorantón, se pregunta si este particular no lo sabía cuando, junto al consejero de Obras Públicas y Transportes, amén de los otros representantes políticos presentes, se prestó a posar ante las cámaras, y es ahora cuando se ha venido a percatar del fallo. ¿Qué puede uno pensar ante tal desaguisado? Se me ocurren dos planteamientos: O nos toman el pelo miserablemente o son tan ineptos que no merecen sino que los botemos a la marea en estos días de olas de seis metros.
Coalición Canaria está necesitada, urgentemente, de una cura de humildad. Que debe pasar por una temporada más o menos larga en la oposición. Porque ha demostrado en estos años de llevar las riendas de Canarias, que su corto alumbrado no ha sido capaz de resolver las cuestiones perentorias del archipiélago. Y el mentado consejero, Pablo Rodríguez, más preocupado en salvar los muebles en Gran Canaria, apoyándose en Bravo de Laguna (el del pijama londinense) y Bernarda Barrios (ay, lo que decían de ella hace unos años los jóvenes nacionalistas canarios), que ha sido cuestionado, incluso, por Carlos Alonso, se ha retratado como un nefasto gestor. Y es que CC se  debe al pago de cuotas por islas y pone al frente de las naves a pilotos tan inexpertos como aciagos. Ahí tienen, y es otra guinda, a su portavoz, que ni siquiera hace gala de su condición de herreño y habla tan atropelladamente que ni se le entiende. A lo peor lo eligieron, precisamente, por tal cualidad. Quizás les convenga un desastre como el habido en mi pueblo y poder así demostrar que son capaces de resurgir de las cenizas. O, en caso contrario, indicar que solo sirven para permanecer agarrados a la teta del poder. Y sobreviven solo si la susodicha da buenas raciones de leche.
Y ahora, para continuar con el cachondeo, vamos con otros breves:
¿Quién soporta una retransmisión de un partido de fútbol por la Televisión Canaria con un comentarista chillón, más útil para cantar barreno en cualquier cantera de las islas que de ponerse delante de un micro a cumplir con el cometido de no romper los tímpanos de los sufridos espectadores? Chacho, baja el labio.
La bajada generalizada de impuestos en todos los ayuntamientos, hecho que se pone de manifiesto en la elaboración de los presupuestos, ¿es debida a que hay elecciones en mayo de 2019? No, mera curiosidad.
He leído tantas veces en cierto digital que el aeropuerto de El Hierro crece en no sé qué tanto por ciento, que me pregunto si los núcleos de El Tamaduste y La Caleta sigue existiendo o han quedado sepultados ante el avance incontenible de la citada instalación.
La composición escrita –y el uso de la coma, en particular– del encargado de redactar los comunicados de San Juan de la Rambla Somos Todos merece un desarrollo curricular específico. Si se trata de quien sospecho, tardando está en quitarse la etiqueta de periodista que adquirió en la tómbola de ciertas fiestas marineras. Y si de camino convence a quienes le acompañan en componendas de dudoso gusto…
Serán los mayores presupuestos de la historia, cantan al unísono los concejales de hacienda y los alcaldes de casi todos los municipios. ¿Acaso podría esperarse otra cosa?
¿Servía o no el muro de San Telmo (Puerto de la Cruz) a la vista de lo acontecido con la mar en la noche del pasado sábado? Técnicos, políticos, ¿algo que declarar?
Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, tuvo que abandonar repentinamente la rueda de prensa celebrada el pasado jueves con motivo de la séptima cumbre entre Sudáfrica y la Unión Europea. Ante la marcha con cierta dificultad y paso cansino del dirigente, los medios de comunicación especularon con un resfriado que arrastraba el pobre hombre. Otros fueron más lejos y se aventuraron en vislumbrar que sus zapatos eran de color diferente. Y añado yo que si caminaba con problemas sería debido a que uno le quedaba estrecho. Vamos a ver, ¿a ti no te ha dado un buen retortiño de barriga en lugar inadecuado? ¿Cómo se te queda el cuerpo? ¿Puedes caminar o vas con sumo tacto, no sea que se te salga la mercancía durante el trayecto hasta el baño más cercano? Pues ya está, el hombre iba aguantando para no echar a perder el acto, ni el atril, ni ensuciarse los zapatos… Vete tú a saber si el que vieron canelo… Ya está.

viernes, 16 de noviembre de 2018

Unas boberías apenas

Y qué otro título podría poner si uno no tiene luces para más. Es lo que sostienen aquellos que se han sentido en alguna ocasión dianas de mis dardos. Y que, normalmente, son casi tan cortos como un servidor. Además, hoy es viernes y toca repaso. Vamos allá:
Pablo Casado acusa a Pedro Sánchez de “disociación de personalidad”. Como hace tiempo invité al ahora Presidente del Gobierno a un pateo por La Gomera, me veo en la obligación de cursar atenta misiva al dirigente popular para que me acompañe a echar una visual desde La Corona. Seguro que desde tan privilegiado enclave podremos observar el comportamiento de su delfín tinerfeño según lo vislumbremos antes o después de pasar la raya de La Higuerita. Y a lo mejor se cerciora de lo que es un desdoble en toda regla. Porque el hombre con tanto tumbo parece no tener muy claras las ideas aún. Salvo el de seguir una línea retrógrada y carca en sus posiciones con respecto a todo lo que suponga progreso. Vaya con la juventud (in)suficientemente preparada.
Las goteras en el pabellón Manolo Santaella, que imposibilitan los entrenamientos en cuanto caen cuatro lloviznas, me hace recordar la piscina municipal realejera. Que no se va a arreglar porque los gobernantes tienen en mente hacer otra. Y han convocado un concurso de ideas porque las suyas propias se cortocircuitaron desde el mismo instante que cobraron el primer sueldo. Creo que se construirá junto al hipódromo. Pero volvamos al Puerto. Dice el concejal de deportes que las grietas de la calle Tegueste –qué buena excusa para un roto y un descosido– han ocupado hasta tal extremo a los funcionarios de la oficina técnica, que se ha tenido que paralizar el arreglo de las múltiples deficiencias que la ciudad presenta. Se agarran de cualquier clavo para ir dejando pasar el tiempo. Y mientras le vecinos contemplan cómo el pueblo sigue en marcha atrás, de culo y sin frenos. Y Lope, como Manolo en Los Realejos, a otras bolas partidarias.
El Príncipe Carlos ha cumplido 70 años. Y está mucho más viejo que su madre, la reina Isabel II. ¿O tú no ves las fotos? Te inserto dos instantáneas unidas. Fíjate bien. ¿Quién tiene más arrugas? Debe ser muy testaruda la matriarca, porque ya podría dejar que el chico conduzca un fisquito. Pero ella agarró el volante y no lo suelta ni de coña. Bien tiesa que va la señora luciendo palmito con la colección de sombreros. Y por la izquierda. Tiene más paciencia el aspirante que todos aquellos que conforman la lista de espera en la sanidad canaria. Mientras, la duquesa de Cornualles (¿será premonitorio el título de marras?), Camilla Parker, necesitada también de un buen lifting (estiramiento) facial, espera pacientemente por si se produce algún milagro. Una pena que el pasado año en que estuve de paseo londinense no coincidiera con la pareja para dejarle unas cáscaras de plátanos que son buenas para las arrugas. Otra vez será, si antes alguno no estira la pata. Que lo otro (la piel, ¿o en qué pensabas?), va a ser que no. Los años no perdonan. ¿Acaso a ti sí?
El faraón Merneptah, hijo de Ramsés II, dicen los historiadores, entabló batalla con los libios, a los que venció y masacró sin miramientos. Ni prisioneros de guerra ni ocho cuartos. Les cortó el pene y se quedó tan contento. Se han contabilizado unos trece mil de ellos como trofeo de sus cacerías. Era tal práctica, según leo, una manera de asegurarse que no tendrían descendencia. Muerto el perro, se acabó la rabia. También me recuerda aquel chiste del espadachín que quiso acabar con la vida de un molesto mosquito que le zumbaba las orejas y no lo dejaba dormir. Tras una estocada digna de película, se echaba unas risas su mujer al comprobar que el susodicho animalito seguía volando en la habitación. A lo que sentenció el de la esgrima: Volar, volará, pero ese no vuelve a ser padre en su vida. Eso es puntería y lo demás leche machanga. Parece que este faraón fue el que persiguió a Moisés cuando huía de Egipto. Y menos mal que este fue capaz de separar las aguas del Mar Rojo, que si no hubiese llegado a la tierra prometida sin su apéndice más importante.
Y concluimos con unos breves con interrogación:
¿Quién asesora o le escribe los comunicados a Somos Todos, esa reencarnación ramblera que ha saltado al ruedo político en el pueblo vecino como elefante en una cacharrería? Recuerden aquel pasaje de cierta canción: echar la vista atrás es bueno a veces.
¿Cuánto tardará el PP en indicarle la puerta de salida a su flamante presidente nacional, empeñado en avanzar dando pasos hacia atrás y demostrando que una regeneración requiere algo más que juventud?
¿Por qué ahora, Noelia González, la colocación de nuevos elementos en los parques infantiles si han tenido siete años para hacerlo? ¿No les basta con la utilización descarada de las Asociaciones de Mayores –Sandra Pérez sabe algo del particular–, que ya comienzan, asimismo, con la captación del gremio infantil?
¿Pediría disculpas el PP al supuesto cocinero Tezanos (CIS) si el resultado en Andalucía confirmase el batacazo popular?
¿Por qué es tan normal que existan dimisiones por Europa –leer lo que ocurre en Gran Bretaña con el Brexit– y aquí no renuncia ni Dios?
¿Por qué llevo casi setenta años con el mismo móvil y mis amigos lo cambian cada tres por dos?
¿Otra ayuda popular al pequeño comercio realejero de la zona de San Agustín –incluyo a Almacenes Siverio– con la apertura de cierta multinacional en El Puente?
¿Sabías que el próximo 23 de los corrientes, a eso de las 19 horas, y en Viña María (gracias, amigo Luis), tendrá lugar el II Encuentro Intergeneracional Socialista “Castañas y Vino”? ¿Te animas? De invitaciones, nada, cada cual apoquina lo suyo. De uno en uno, por favor. Y por privado, que Manolo tiene espías; estilo La Gomera.
Feliz fin de semana. Y no se mojen.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Se levanta el telón

Los matanceros están de enhorabuena. Tras muchos años de espera, pero en los que la tenacidad prevaleció por arriba de cualquier otra circunstancia, el antiguo Cine Prado, adquirido por el ayuntamiento en el ya lejano 1988, abre sus puertas, convertido en flamante Auditorio Municipal, el próximo día 5 de diciembre.
Vale aplicar aquí lo de nunca es tarde. Y no va a entrar este comentarista barato en el capítulo de vicisitudes habidas. Para lo que hubiese bastado dirigirme al incombustible e incuestionable alcalde de aquella población y me habría detallado los aconteceres vividos, y sufridos, durante este largo proceso. Pero que, a buen  seguro, si se echa la vista atrás y se resume esa larga trayectoria en unos minutos, se colegirá que el esfuerzo ha valido la pena. Máxime, y a la fotografía del interior del recinto me remito, cuando un pueblo puede presumir con orgullo de un centro desde el que se irradiará la cultura como motor del avance y del desarrollo.
Vaya mi pública felicitación por el logro alcanzado. Hecho que se ha repetido en otros municipios, como puede ser el caso de San Juan de la Rambla o Güímar. A perdonar los que se me puedan quedar en el tintero, pero no es mi intención llevar a cabo un compendio de lo mucho, y bueno, que se ejecuta en otros territorios. Y lamentar profundamente el que acciones de tal porte no se vislumbren por lares más cercanos. ¿Pensaste en Puerto de la Cruz o quizás en Los Realejos?
Me vengo a mi pueblo. Desde donde anteayer escribía que sentía sana envida y profunda resignación. Porque no tenemos nada. Porque llamar auditorio al salón de actos de la Casa Municipal de la Cultura, inaugurada en 1987, me parece otra tomadura de pelo más de las muchas a que nos tiene acostumbrados el actual equipo de gobierno. Que presume de gestión y se jacta de superávit, sin que ello se traduzca en mejoras sustanciales para esta villa. Eso sí, de fuegos de artificio, ni la Pirotecnia Toste.
El Cine Viera se cae a trozos. Como otros ejemplos de nuestro patrimonio. Particular que el señor alcalde ha delegado en dos concejales, lo que nos hacía presuponer que el éxito estaba garantizado. Pero nuestro gozo en un pozo. Lleva camino paralelo este asunto a la remodelación integral del Callejón de los Cuartos. Que hace honor a su denominación y seguirá en condición de tal hasta que esta hornada de bien pagados sea retirada de la circulación (política). O la adquisición, asimismo, de la casa natal del ilustre polígrafo Viera y Clavijo. Aunque, a veces, no sabe uno a qué carta atenerse cuando contempla el estado de la Casona de la Gorvorana, de propiedad municipal y ahora mismo juguete para que unos estudiantes hagan prácticas de diseño.
Tras anunciarse, hace de esto varias décadas, que el mencionado cine había sido adquirido por la hoy desaparecida CajaCanarias y de comunicarse, incluso, la posibilidad de establecer un convenio con la entidad bancaria para su recuperación, se ha pasado a un estado de frustración tan preocupante como la inutilidad de cuantas corporaciones han tenido algún tipo de relación con este particular. Y es que en mi pueblo ocurre algo raro. O los ciudadanos de a pie pensamos en fenómenos paranormales o nos merecemos los gobernantes que tenemos. O nosotros somos bichos raros que creemos en pajaritos preñados o ellos no disponen de capacidad suficiente ni siquiera para administrar los asuntos caseros.
Puede que estés recapacitando si esta cuestión ya se arrastra desde la época de los primeros mandatos tras el advenimiento de la democracia a este país. Y como copartícipe de la del periodo 1983-1987 –mucho más la de 1979-1983–, propongo un ejercicio de memoria histórica. Porque tendemos a olvidar con pasmosa facilidad. Sobre todo en aquellos que nacieron con posterioridad y ya no son capaces de preguntar a sus progenitores sobre el lamentable estado en que se encontraban los pueblos. Con tantas carencias y una escasez de presupuestos tan preocupantes que tuvimos la imperiosa necesidad de establecer unas prioridades que pasaban, en primer lugar, por dotar de colegios a una población que aún rayaba el analfabetismo. Nada te cuento de penurias en todo tipo de infraestructuras puesto que, afortunadamente, fuimos capaces de sacar la cabeza del hoyo, más que bache.
No sé qué podríamos ser capaces aquellos aventureros con los millones de euros que ahora mismo se barajan. Como observo que alguna que otra formación política pretende reverdecer viejos laureles, lo mismo estamos a tiempo, antes de irnos para Las Chacaritas –¿te acuerdas de la expresión, no?– de probar a proyectar a medio plazo ese legado que dentro de nada dejaremos a otra generación.
Estamos cansados del día a día y de la improvisación. Del gesto fácil y del besuqueo empalagoso. Del rédito fácil y cortoplacista. De la manera de rodearse de ineptos que hacen la o por un canuto a duras penas. Del copiar iniciativas porque el pensar les está vetado. Pero no se atreven a hacerlo con proyectos de cierta envergadura, como los que se dejan mencionados, ante el temor de morir en el intento. No despiertes, realejero, y sigue viviendo en la ignominia. Pobre Parlamento de Canarias de confirmarse la pretensión. Pobre Cabildo de Tenerife de ídem de ídem.
En fin, matanceros, levanten el telón, que nosotros, por desgracia, seguiremos en la cola. Lo malo es que las entradas aún no están a la venta. A pesar de la espinita, mi más cordial enhorabuena.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Avenida de Canarias

Puede que el titular no sea demasiado correcto. Porque cuando acabes de leer el comentario de hoy, lo mismo me achacas que lo he utilizado como una excusa. Y no te quitaré la razón, pues bien pudo haber sido mentado como el paseo, o pateo, diario. El hecho es que sí que pasé por la vía citada y me surgieron unas dudas a manera de un par de cuestiones que, con tu permiso, dejaré para el final, a los postres.
Aparqué el fotingo (que deberé vender en 2040) en Los Barros, a la altura del local de la Asociación de Vecinos Cañaveral (La Carrera), cogí el paraguas (por si) y comencé a calentar la pata (ya sabes que la derecha se pone boba a veces). A la altura de El Castillo ya estaba tibia. TF-820 adelante, pasito tun-tun, llegué a Las Arenas. Por la mar, grandes columnas (las brumas cogiendo agua, ¿te acuerdas?) amenazaban con posible sorpresa.
Te habrás enterado de que abrieron HiperDino en la zona de Puerto de la Cruz. Cerca de Lidl. Para tenerlo todo a mano, como en La Gañanía realejera. Y cuando atravesé aquella zona, madre mía, cuánta mierda. Plásticos, ni te cuento. Te invito a que te des una vuelta y camines desde la gasolinera hasta San Nicolás. Así te echas un cortado en Miniño. Vaya imagen más cochina la que brindamos. Aquí quedaría bien lo de ‘al que nos visita’. Pero entiendo que también a los que acudimos a dichos establecimientos, porque la fotografía es guarra de solemnidad. A ver si poniéndolo clarito, con todas las letras, se digna cualquier autoridad a darse un salto por los alrededores. Dejaré unos días y pasaré la próxima semana. A ver.
Atravesé San Jerónimo en sentido oeste-este y me fijé que hay al menos dos lugares en los que determinadas empresas del mundo del espectáculo y de la publicidad colocan su cartelería. ¿Nadie ha visto cómo está aquello? Cada vez que uno llega a rellenar los espacios (sí, uno al lado de Leroy Merlin), quita todos los que estaban pegados con anterioridad, o se cayeron con las lluvias últimas, y el suelo está de lástima. Los que se volaron, ve tú a saber dónde recalaron.
En la que yo llamo rotonda de Ambrosio (la que era luminosa y con unos lindos chorros de agua, ¿te acuerdas?) empezó a llover con ganas. Y lo estuvo haciendo hasta que alcancé la zona de el Parque de la Higuerita. Menos mal que el paraguas era grande. Y en el tramo de la carretera general por La Vera (desde la FAST hasta la farmacia, margen izquierda en dirección a Los Realejos), todas las casas tienen los desagües de sus azoteas hacia la acera. Y está este viejito como para ir dando saltos. ¿No ha habido tiempo en alguna de las remodelaciones, a las que son tan aficionados los ayuntamientos, para poner un tubo que canalice esas aguas hacia cualquier alcantarilla? Vamos, digo yo.
Y ahora te cuento lo de la Avenida de Canarias. Obra en la que el Cabildo aporta el 80% del presupuesto. Con un plazo de ejecución de 10 meses. Que se cumple en estos días. Pero que se alargará tanto como la ley permita para poder inaugurarla a las puertas de las elecciones municipales de mayo de 2019. Para lo que habrá cachetones a la hora de salir en la foto. Dado que la tarea se ha dividido en 21 fases (para todos los detalles, puedes pinchar en este enlace: https://losrealejos.es/avenidadecanarias/), y a fin de evitar malentendidos entre Domínguez y Alonso, o sus respectivos protocolos, siempre y cuando ninguna Virgen quiera estar presente en el corte de cinta, propongo cinco ceremonias, cuatro para Carlos y una para Manolo (en proporción al dinero apoquinado). Por ejemplo, la podemos dividir en tres tramos y dos rotondas. Y como el Cabildo se va a lucir más, deberá dejar escoger al ayuntamiento realejero qué acto del quinteto prefiere. Se pondrá como condición el que no habrá interferencias. Así que cuando le corresponda al PP (los demás grupos no podrán acudir porque lo haremos por la mañana y los concejales opositores se encuentran en sus respectivos trabajos: ajo y agua), solo podrá estar presente el grupo de gobierno en la Villa de Viera. Y en las cuatro ocasiones en que deba acudir el pacto cabildero (CC-PSOE), Manolo, Adolfo, Noelia (que en las próximas quiere dar el salto al palacete insular) y resto de la tropa desaparecerán del pueblo o guardarán la debida distancia prudencial (dos kilómetros en línea recta) para no ser captados por las cámaras.
Y los que hablan boberías de la vía que solucionó durante varias décadas el tráfico en Los Realejos (¿está mejor ahora?), señalarles que cuando se proyectó la calle Doctor González –antes de las primeras elecciones democráticas– ya se había desviado el cauce del barranco afectado hacia el de Godínez. Infraestructura que nunca ha presentado anomalías por lo que es rotundamente falso que se aluda a las aguas del barranco como las causantes del hundimiento de la Avenida de Canarias. Acháquenlo, en todo caso, a las fugas de aguas residuales de los pozos de saneamiento de los edificios colindantes. Hecho que acabó por reblandecer el terreno. Y llamo la atención de que se siguen llevando a cabo reformas sin que se acometa de una vez por todas con los acoples necesarios a la red de saneamiento, por lo que se continúa vertiendo mierda (¿y qué quieres que ponga?) al subsuelo de manera incontrolada. Y ejemplos significativos los encontramos en las denominadas zonas comerciales abiertas. Lo de Toscal-Longuera es paradigmático. Muchas construcciones utilizan aún el obsoleto sistema de pozos. Cuando se llenen, habrá que volver a romper aceras. Son las planificaciones que desde aquí se reclaman a otros. Ay, los saltimbanquis de a salto de mata.
Y que se equivoquen los meteorólogos en las previsiones para estos días. Por esta calzada, por la piscina y por el flamante piche de Los Cuartos. Amén.