jueves, 31 de mayo de 2018

Cuánto mono disfrazado

Pasó el Día de Canarias,
que ya es el del postureo,
donde a los políticos veo
en labores partidarias.
Composturas tan falsarias,
en las redes divulgadas,
me provocaron arcadas
y profundo malestar,
al no poder soportar
semejantes machangadas.

La palma se la llevó
el singular Manolito,
no vean qué numerito
a Carlitos le montó.
A la par organizó
tal desfile popular,
que al Recinto fue a cantar
malagueñas y folías,
porque a él en romerías
siempre lo vas a encontrar.

En besos se competía,
ya que el acto se prestaba,
y cada cual disfrutaba:
esta es tuya, esta es mía.
Mientras tanto entretenía
con el gallo Benavente,
cuánto polvo, cuánta gente,
cuánto voto disputado,
cuánto mono disfrazado,
cuánto falso en el ambiente.

Un acto institucional
es denigrado por mor
de mucho pésimo actor
que lo convierte en fangal.
Es, señores, el percal
que por Canarias deambula,
donde el bobo se postula
cuando atisba concurrencia;
danos, Señor, paciencia
ante esta masa tan chula.

martes, 29 de mayo de 2018

Al Recinto Imperial

Cuando tú estés leyendo estas líneas, lo más seguro es que un servidor se halle a bordo de una de las 130 guaguas que el Cabildo Insular ha puesto a nuestra disposición para que acudamos al Recinto Imperial a mandarnos unos bailoteos con la música de Pepe Benavente –la del gallo sube nos pone– y saborear un buen bocadillo de mortadela,  porque el chorizo está mal visto. Después de unos cuantos cursos en estado de júbilo permanente, me subo al carro del populismo. Que ya está bien de hacer el idiota. A la porra mis principios (y mis finales).
Hace años, formaba yo parte aún del gremio laboral, una buena señora del pueblo me contaba con pelos y señales lo bien que se lo pasaba cada vez que acudía a unos de estos convites en la capital tinerfeña. Y como no hubo manera de convencerla de que el lugar de celebración de la jarana era el Recinto Ferial, bautizado quedó como indica el titular de nuestro comentario. Y te juro que hasta me gusta.
Tras haberse fijado la fecha para el debate de la moción de censura –que casi va a coincidir con los fastos que el amigo y compañero Cándido Armas prepara a la gente de la promoción de Magisterio en tierras conejeras–, los posicionamientos de cada cual siguen ocupando portadas. Casi eclipsan la consulta de Podemos para certificar (dos tercios, más o menos) que la compra del chalé es asunto de las bases (de incumplirse las condiciones de la hipoteca, me imagino que también contribuirán económicamente), así como la disparidad de las dos encuestas dadas a conocer ayer acerca de la intención de voto (de 63 a 109, que son los diputados que otorgan al PP la una y la otra, hay mucha tela que cortar de por medio), lo que demuestra que las cocinas trabajan con fidelidad a prueba de bombas hacia el pagador.
Oigo mucho, por cierto, la monserga de que solo la convocatoria de elecciones nos sacará de esta disyuntiva. Y de no prosperar la moción de censura presenta por el PSOE, me surge la pregunta ingenua de si alguien puede esperar que Mariano las convoque con la que está cayendo. Gallego, sí; pero, precisamente por eso, ni de coñas. Aguantará estoicamente hasta que escampe el temporal y se abra un horizonte con unas mejores perspectivas. Y no sería tan complicado, porque de las justificaciones de algunos (Ana Oramas, por ejemplo) deduzco que el fango del chiquero se corre con un manguerazo.
Pero a lo que iba, que me pierdo. Coalición Canaria, fiel a sus principios ideológicos (no apoyará la mencionada moción si Sánchez se sustenta en el voto independentista; ay, si Secundino levantara la cabeza), celebrará en Tenerife el Día de Canarias con otra de las suyas. Ahí estará, como siempre, la villera Valido para dirigir el concierto e indicar a los mayores cuál es el camino a seguir el último domingo de mayo del año próximo. Y Alonso pondrá esa cara de niño bueno que suele guardar para cuando Domínguez no se encuentre por los alrededores (estará el realejero en la carrera de caballos y perfilando el proyecto, casi eterno, del hipódromo, o, mejor, cultivando la cantera en el baile de magos infantil), y bailará con todas las viejas que se pongan a su alcance las veinte canciones con nombre de mujer, desde Josefina hasta Ángela, pasando por Candelaria (la negra), Margarita, María, Lupita, Isabel, Rocío… No podrá faltar, por supuesto, el candelariero Efraín, quien se marcará un pasito tun tun de los suyos, y que las redes sociales propagarán como la pólvora del tres de mayo en mi pueblo.
Y ahí me encontrarán. Por fin. Seré unos de los 6500 asistentes. Junto a los compañeros del PSOE que comparten tareas de gobierno en el Palacio Insular.  A quienes no he oído por esta vez decir mu. Ni han tirado de las orejas al señor presidente. Por lo que, deduzco, también formarán parte de la montada (en día de curro, que el miércoles no se toca) que luego sí criticamos, verbigracia, al alcalde de mi pueblo, publicista de pro, encantador de serpientes y vendedor de humo en frascos pequeños. Será, si no surge alguna declaración sensu contrario en el intervalo que transcurra desde que redacto estas líneas hasta el instante en que se publiquen, un ejercicio de coherencia en toda regla. Que viene demandando este realejero desde que se alonga a la opinión pública con estos artículos de opinión. Y como no voy a cejar hasta que logre que el modelo de espejo cale en los huesos de los verdaderos socialistas, me iré a Santa Cruz a comenzar la lucha desde dentro (del Recinto Imperial).

lunes, 28 de mayo de 2018

Turbio

No solo por los coletazos de la romería, que a esta hora de la tarde remata el paseo con la movida de huesos correspondiente en la plaza del pueblo. Y pienso que el próximo año, cuando el último domingo de mayo nos visite, traerá consigo unos contenedores repletos de papeletas. A la par que en las calles existirá abundante cartelería con los rostros de aquellos que aspirarán a regir los destinos de muchas instituciones públicas. Porque no estarán únicamente en liza los sillones de la Avenida de Canarias, sino que se pugnará por Cabildos, Parlamentos autonómico y europeo, y, a lo peor, para tal fecha, los leones de la Carrera de San Jerónimo puede que se hallen huérfanos. Y ya que mencioné a los felinos de bronce, bueno sería recordar, asimismo, que en Los Realejos siempre se corre el peligro de simultanear estas convocatorias electorales con la feria de ganado, por lo que existe el riesgo añadido de las posibles confusiones, máxime cuando el censo de los de dos patas no se halla aún finalizado. Así que, y va con un año de antelación, cuidado y mucho respeto a los animales. Todos.
Fue ayer domingo un día en el que no se habló –y escribió– demasiado de la moción de censura. Hasta Rajoy se distrajo con su mensaje a Florentino por la victoria del Madrid. Ya se sabe que en este país son más los días que estamos en Babia, que los que nos dedicamos a cosas serias. Y como cada medio de comunicación no se desvía un ápice de la línea editorial que marca el interés económico que lo sustenta, a la par que las formaciones políticas echan mano del manual de instrucciones como dogma de fe, escasas son las novedades en torno a un partido (político) que ha batido muchos más récords que los laureados merengues. Pero son marcas batidas por esos señores de los que usted me habla, con lo que las salidas por peteneras forman parte del afer cotidiano. Y hasta te causa gracia verlos tan serios cuando sostienen la cuadratura del círculo, el sexo de los ángeles y la preñez de los pajaritos. Aunque no menos esperpéntica la comodidad periodística cuando su quehacer se limita a mantener en alto el micro o el teléfono móvil. Debe ser de mayor trascendencia cualquier frase de Cristiano Ronaldo. Es lo que Aníbal Malvar retrataba en uno de sus artículos: Miedo y asco de la prensa.
Como desde que abandoné la disciplina tradicional de la Agrupación Folclórica de Higa no me he vuelto a enfundar los trajes típicos que duermen en unos percheros del armario (¿cómo estarán las hebillas que adornaban los elegantes zapatos de piel virada?), nada puedo contarte de los múltiples actos de nuestras Fiestas de Mayo, aunque algo tuvimos que ver en el nacimiento de varios allá cuando éramos mucho más jóvenes.  
Así que van, para completar esta crónica con la que arrancamos este postrer tramo del mes, unas perlas a modo de titulares y que pueden resumir el caos que, a mi modesto entender, ha tenido a bien introducir para el debate la moción de censura a un presidente nada creíble y cuyas declaraciones no brindan verosimilitud alguna, amén de otras pequeñas guindas:
Moción temeraria; una moción de censura necesaria; la moción de censura, un desafío; moción de censura: la munición catalana; moción y conmoción; la moción llega al Congreso con dos opciones: o que prospere o que naufrague; moción de censura instrumental (el candidato instrumental de los pibes de Alberto); la moción está en la calle; moción de censura a ninguna parte; la doble muerte del señor Sánchez…
Pero, además, el argumentario pepero del miedo por el que España, como la tele canaria, puede irse a negro (o a Negrín). Y el sugerente dobles parejas (menos mal que no trío): Teresa-Kichi y Pablo-Irene. O que Clavijo quiere repetir, no ya como candidato sino directamente como presidente, porque ellos (CC, y Casimiro) sostienen que la triple paridad o el caos más absoluto. Y el gomero, también, nos deleita con otra de sus grandezas literarias (traducidas en miserias prácticas): “Tenemos que hacerlo (alquiler vacacional) desde la convicción de que debemos crear más riqueza para nosotros”. Lo mismo está pensando sacar alguna rentabilidad al ático.
Y, para finalizar, una cuestión que se barrunta desde tiempo atrás, de la que algo ya escribí y que me preocupa sobremanera: “El paraíso canario (La Graciosa) donde acaba nuestra basura”. Con alguna playa colmatada de plásticos. El progreso, claro. Y las corrientes marinas. Pan para hoy.

viernes, 25 de mayo de 2018

Tres eran tres

Y no Juan, Periquito y Andrés. Sino los asuntos que siguen ocupando espacios en los medios de comunicación. Y en las redes sociales, una epidemia (pandemia me parece exagerado). En mi opinión, oiga. Al grano:
Señala el DRAE que nacido, aparte de que vive o que vivió, es sinónimo de forúnculo. Y varios son los que se han reproducido en la piel popular, casi siempre en ese lugar de la anatomía corporal que uno deposita en el asiento. Como dice la copla popular: vaya racha, compañero. Solo falta que se les pique el vino. Menos mal que “esos señores de los que usted me habla” ya no forman parte del colectivo. Grupo, por otra parte, que a este paso se va a quedar equiparado al conjunto vacío por razones judiciales obvias.
Cuando seguían los registros en los inmuebles de Zaplana –el que hizo acopio de rayos uva hasta en el lugar que antes te indiqué como el idóneo para los nacidos o forúnculos– la Audiencia Nacional da a conocer la sentencia (número 20/2018) de la denominada trama Gürtel (Época I). Porque el particular suma y sigue. En el fallo se da por probado que el Partido Popular se benefició de la actividad delictiva (partícipes a título lucrativo) en unos 250.000 euros, redondeando. No me extiendo en el resto porque, a buen seguro, te hallarás debidamente informado.
De manera casi inmediata, los populares alegan que no comparten el planteamiento del tribunal porque ellos no sabían nada. El PP, fiel seguidor de las tesis de Rajoy, e incluso nadando en el fango más repugnante y sumergido hasta el cogote en el lodazal más inmundo, demuestra que la democracia le queda bastante ancha, que no es traje a su medida. Cuando en cualquier país de los contornos, hechos como los que salpican esta formación política hubiesen supuesto la dimisión de toda la cúpula que rige los destinos orgánicos, aquí, en el territorio folclórico de la España de castañuelas, nos cobijamos en las excusas más peregrinas.
Como no soy adivino, desconozco qué podrá ocurrir en los próximos días. Pero me da que volveremos a tapar vergüenzas. Como lo llevan a cabo, al más puro estilo de esa casta que tanto vilipendiaron, los inscritos (parece que les sigue doliendo en calificarse como militantes) en Podemos. Quienes recurren a un acto populista, el plebiscito, para sacarle las castañas del fuego al señor Iglesias, sin medir las consecuencias en el posible daño a causar en la propia formación. Les basta con matar al mensajero. O recurrir al consabido y tú más. Y te conminan, más que invitan, a la supuesta obligación que tenemos los que escribimos artículos de opinión de tratar otras compras de inmuebles, como si con ello se pudiera minimizar los efectos de una patente falta de coherencia.
El conglomerado asambleario de sus inicios ha derivado hacia el ordeno y mando de manera pasmosa. Porque la pareja compradora (y que cada cual haga con su dinero lo que mejor crea conveniente), ante la evidente y masiva contestación social, carga en las bases del partido la responsabilidad que solo a ellos atañe. Y lo venden como un guiño democrático de gran calado y enormes dosis de valentía para asirse al cargo. Claro, hay que pagar la hipoteca. Da la impresión de que se ha aprendido bastante de los desvíos de atención a los que tan dado es el mismísimo Mariano. Y cuando hay fundadas sospechas del funcionamiento de la aplicación informática que contabiliza los votos (solo vale el último), la formalidad, respeto y ecuanimidad saltan por los aires.
El manual de operaciones dicta procederes. Y se inunda el espectro informativo con las consignas de rigor. No han robado ni se han prestado a componendas raras para adquirir el chalé. Cuánta pobreza de espíritu el recurrir a esos aspectos mundanos. Claro que han sisado el bien primordial que originó el movimiento: la ilusión. ¿Les parece argumento de poca monta?
Lo de Coalición Canaria en el Puerto va a terminar como la guerra habida años atrás en el Realejo. Si por estos lares aquellas disputas posibilitaron bajar de seis a uno (y Manolo pescó sin necesidad de lanzar la caña en El Guindaste), a los cuatro sillones actuales en el Penitente se le mueven las patas que es un disgusto contemplarlos. Sigue coleando la trama del Lago, y a río revuelto, ya se sabe. El PP portuense, con la ayuda inestimable de los que gobiernan en mi pueblo (que han puesto a disposición todos los “medios” a su alcance), tras un mandato que se barniza con proyectos cabilderos, ha tropezado con un filón increíble. Ese afer, que bordea los ámbitos privado y público de quien ha sido designada para encabezar la candidatura en 2019, está brindando posibilidades a diestro y siniestro. Hasta en La Villa (que no en Alcampo) se ha abierto un periodo de consultas. A Linares se le ha visto en varias ocasiones por la zona de El Calvario. En los mentideros se comenta  que son visitas a Valencia, quien todavía baila muy bien el trompo. No te extrañe, es método tan válido como el del pulpo del mundial de fútbol. Según para donde caiga dentro de la candonga, indicará el devenir de Sandra o Juan Carlos. A no ser que la superioridad encuentre dos mirlos blancos. Sí, dos, aunque con estos reborujos ya tiemblan en Benijos. Qué malos tragos, en definitiva.

jueves, 24 de mayo de 2018

Desprestigiar el folklore

Se me creó ayer tarde un nuevo dilema. Tenía anotados en una cuartilla tantos asuntos que podían ser objeto del comentario de hoy (manía inveterada de cuando voy leyendo los digitales de turno) que, llegado el momento de elegir uno de ellos, no fui capaz. Porque veo ya tan manido el particular de Podemos (la carta de Kichi, el llamado perverso ─puede que conminar, mejor─ a la participación sin marcar tope alguno de lo que sería un porcentaje representativo…), ese conjunto de “personas de las que usted me habla” ─muy populares todas ellas─ que se incrementa hasta niveles de escándalo internacional, la búsqueda desesperada de un administrador único para la radiotelevisión canaria, el que mi coche pasó ayer la ITV y no me percaté de los supuestos cambios que iban a tener lugar, de cómo podría ser un servidor un candidato perfecto para formar parte de esa lista regional que será novedad en la futura ley electoral (¿tú no has visto la cantidad de fotos ‘canarias’ que cuelgo en Facebook?) y tres o cuatro etcéteras, que voy a echar mano de un artículo publicado el 30 de mayo de 1993 en el periódico El Día, bajo el mismo lema que ahora utilizo en este blog: Desde La Corona. Me da que 25 años después no hemos adelantado gran cosa. Y menos mal que dejo de lado el asunto de los denominados bailes de mago, en los que se ha trazado casi como única meta el batir récords de asistencia y acumular toneladas de basura en las calles, sin que se hayan sentado bases de objetivos y contenidos. Allá va:


Hablar ahora de las dos etapas del folklore de nues­tra tierra, antes y después de Los Sabandeños, sería llover sobre mojado. Estudiosos del tema lo han hecho y han dejado claro la revolución que supuso la aparición del citado colectivo, que motivó la creación de infinidad de grupos diseminados por la geografía de nuestras Islas. Es raro el núcleo poblacio­nal de todos y cada uno de los pueblos de Canarias que no se precie por tener una embajada musical. Se ha conseguido con ello que se haya podido recuperar una parte importante de nuestro acervo cultural que se encontraba en peligro de desaparición. Gracias a una paciente labor de rescate, se ha logrado sacar a la luz temas, vestuarios, instru­mentos... que, de no ser así, estaban condenados a dor­mir el sueño de los justos.
Afortunadamente, pode­mos considerar como nor­mal el que en todos los fes­tejos se celebren festivales folklóricos. Y que se realicen encuentros en los que se da a conocer el quehacer de intensas jornadas de tra­bajo. Estimando que el folk­lore está sujeto al progreso que la propia dinámica vital impone, se puede observar la mejora sustancial que se viene produciendo en este campo, tanto en el aspecto musical como en el de voces, sin querer con ello justificar las corales que algunos pretenden realizar.
No obstante, y algo hemos referenciado en ante­riores comentarios, se sigue dando una falsa imagen a los numerosos visitantes que tienen a bien acudir por estos peñascos, ya que lo que se les ofrece en gran canti­dad de establecimientos turísticos no es, ni por aso­mo, una muestra de nuestro verdadero, rico y variado folklore. No es de recibo que cuatro o cinco amigos se reú­nan y formen un grupo que recorre media ciudad en un par de horas. Y, al final, ni están cansados. A veces, incluso se acompañan con un cuerpo de baile formado por... ¡una o dos parejas! Asom­broso.
Tal vez, toda la culpa no sea de ellos. Quizás se hayan visto obligados a recurrir a tales menesteres porque el mercado se lo demandaba. Las cuatro perras que se están ofertando conducen a brindar estas lamentables imágenes. Para mayor des­gracia, en muchas ocasio­nes, la vestimenta deja mucho que desear. Ello nos lleva, indefectiblemente, al choteo de algo que debe constituir una bandera para el pueblo canario.
El folklore, por lo tanto, es algo mucho más serio que lo que se oferta al turista en gran parte de barbacoas y otras fiestas que para ellos se organizan. Hay que ir men­talizándose en que con esas ridículas cantidades de dine­ro no se puede premiar labo­res de meses y meses de sacrificio en los que grupos de treinta o cuarenta perso­nas se han volcado con toda la ilusión del mundo. Y un grupo con esta cantidad de componentes, que dedican dos y tres días a la semana para preparar su repertorio, que han hecho grandes esfuer­zos para dotarse de trajes e instrumentos, no se puede movilizar por un par de duros. Cuando tanto hay para otras cosas, bien val­dría que alguien rompiera una lanza en favor de quienes intentan ofrecer la ver­dadera identidad de nuestro pueblo. Para ello habrá que ir modificando viejos esque­mas y efectuar planificacio­nes diferentes, porque hasta los locales en los que se rea­lizan esas demostraciones son tan cortos que en el espa­cio destinado a escenario, si suben más de diez tienen que dejar los instrumentos en casa. Y el espacio que se destina al baile justifica la ausencia de parejas.
De seguir así, corremos el peligro de concluir dando el folklore enlatado. Y es que para lo que se está ofertando en infinidad de ocasiones, véndaseles una película de vídeo de quince minutos de duración, y si ésta está bien grabada, y el grupo es decen­te, algo más positivo habre­mos sacado.
No desprestigiemos, en conclusión, lo que debe con­formar nuestras señas de identidad. El esfuerzo de tantas y tantas gentes que han colaborado en que nuestro folklore alcance el pres­tigio que se merece, no pue­de ser pisoteado impune­mente. Le estaríamos haciendo, desde luego, un flaco favor.


Como no me apetece ilustrar este post con cualquiera de los múltiples ejemplos que se dejan reflejados en el artículo transcrito, va una foto de la Agrupación Folclórica de Higa (La Perdoma), que, junto a otros prestigiosos grupos, no se desvía un ápice de su buen hacer cuando son requeridos sus servicios por cualquier establecimiento hotelero. Porque el quehacer, inmenso y laborioso, no se moldea en función del escenario. Seriedad ante todo y respeto a nuestra cultura. Y como es de bien nacido ser agradecido, y dado que en su seno estuve unos cuantos años, vayan mi reconocimiento y afecto. Y a su nuevo director, Juan Pablo Pérez López, toda clase de éxitos en esta nueva singladura.

miércoles, 23 de mayo de 2018

Claro que Podemos

Tenía conocimiento desde días atrás del asunto del Lago en Puerto de la Cruz, que ayer publicó cierto digital, y que en las redes sociales se propagó con tanta rapidez como temeridad. Porque en la línea que divide los ámbitos privado y público es menester gran cautela. ¿Y por qué dejas pasar magníficas oportunidades en tu afán de meterte con Pablo Iglesias?, me lanzó en perfecto directo al mentón el inscrito (o matriculado, o como se llame, que parece que la palabra militante les escuece) en Podemos al comprobar que sigo con la manía decimal. Porque esto es un blog en el que solo cabe un asunto diario (a lo sumo un pequeño revoltillo) y en él plasmo lo que crea conveniente –traduce, lo que me da la realísima gana, que rima con Zaplana– y no me debo a dictados. Así que a todos aquellos que se ofenden cuando reciben las mismas medicinas que ellos recetan cada tres por dos, van otras décimas. La primera hace referencia a los 80 versos de la entrega del pasado viernes. A este paso me contrata Yeray Rodríguez. Y tranquilos que tanto CC como el PP se desmoronan solos sin necesidad de que los empujemos demasiado. Aunque los morados, tras auparse al machito y cantar bien alto que ya son tan casta, o más, que cualquier otra formación política al uso, llevan un ritmo en tan corta trayectoria que lo mismo los adelantan en cualquier curva. Por la izquierda o por la derecha, que eso de las ideologías es tan volátil como el matrimonio entre la teoría y la praxis. Vamos allá:

El chalé de Pablo Iglesias
contado en ochenta versos,
aconteceres diversos
de gimnasias y magnesias.
No obstante, si tú no aprecias
el parecer que transmito,
a saber, te importa un pito,
hallarás la solución
pulsando cierto botón
y echándote un barraquito.

Don Pablo ha justificado
la compra del chaletito:
Quiere vivir tranquilito
en el campo retirado.
Y se siente afortunado
por dinero disponer,
sin dejar de comprender
a quien se encuentra jodido;
vaya discurso manido,
arraya un millo en tu haber.

Coherencia, coherencia,
se te pide, Pablo Iglesias,
porque tú, sin anestesias,
has quedado en evidencia.
Tu chalé dictó sentencia:
Por la boca muera el pez,
pues actuaste al revés
de la prédica anterior,
tú no puedes ser mentor
tras el sonado traspiés.

Cuando ya no hay argumentos,
lindezas escucharemos:
“Pablo Iglesias no es Podemos”,
y al final todos contentos.
Malos son los cegamientos
para ocultar lo evidente,
no salgan por la tangente
con disculpas peregrinas,
a las excusas cansinas
difícil hincarle el diente.

Monedero está nervioso,
Errejón sigue callado,
y Echenique ha ordenado
silencio, todo rabioso.
Vaya asunto más lioso
en el que Pablo ha metido
a Podemos en un ruido,
que luego quiere escudar
en las bases que al votar
le eximirán del descuido.

Si  no te gustó la rima,
por ser parte interesada,
tu respuesta desbocada
a mí no me desanima.
Ahora bien, no se reprima
y comience a disparar
después de ir a votar
en la consulta perversa
por la que un líder dispersa
su manera de actuar.

Jamás lo hago al dictado
cuando me siento a escribir,
lo que no quiere decir
que mire hacia un solo lado,
porque en mi vida he plasmado
millares de comentarios
con tantos destinatarios,
que encasillarme se antoja
una propuesta tan floja
como “pompiers” incendiarios.

martes, 22 de mayo de 2018

Qué dolor de cabeza

Y no es de la hipertensión ni de cualquier otra enfermedad. Se trata de un exceso (des)informativo de carácter grave. Y como la única medicina posible para la cura debe pasar por la desconexión, me niego. Seguiré con la jaqueca, porque paracetamoles e ibuprofenos no surten efectos ante unos medios cada vez más sesgados. Me da que el dinero lo puede todo. Y lo contamina todo. Por lo que es capaz de saltarse preceptos constitucionales y dirigir eso denominado opinión pública en la dirección que mejor convenga a sus espurios intereses.
Si el PNV sale airoso de su dilema entre el 155 catalán o la pasta gansa que puede llevarse para Guernica, tendremos Presupuestos Generales del Estado (PGE) en unas semanas. Nos preguntamos los profanos, también jubilados, en materia económica de dónde salen los cuartos que hasta hace unos meses no existían. Aunque se elevan voces acreditadas que ya no comulgan con aquel lema que nos enseñaron en nuestra época de estudiantes, “la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma”, me permito establecer la oportuna correspondencia con la guita. El montante que ahora salió de debajo de las piedras, traducido en enormes flejes, no surgió por generación espontánea, sino que se detrajo de otros capítulos que verán mermadas posibilidades sanitarias, educativas, medioambientales y el consabido etcétera.
Esta operación de búsqueda desesperada de votos no es otra cosa que un puro y duro mercadeo. Una vergonzosa comercialización de la voluntad ciudadana. Cuando observo los paseos de Román Rodríguez para vendernos las bondades millonarias del voto de Quevedo, se me revuelven las tripas. Y cuando desde Icod de los Vinos, el alcalde se congratula de la parte del pastel que le corresponde, siento náuseas. Porque los supuestos beneficios obtenidos por unos pocos merced a las alianzas electorales, irá, inexorablemente, en detrimento de unos muchos. Así de simple. Así de trágico.
Se suma a la alegría nacionalista la consejera de Hacienda del Ejecutivo canario. Demanda el voto favorable de todos los diputados nacionales paridos a la sombra de los volcanes isleños. Como lo hizo antes Casimiro con los autonómicos periféricos para que no permitan el error histórico de un sistema electoral perverso. Porque Canarias es, por ahora, La Gomera curbeliana y sus satélites. A los que uno, y sus lunas, tiene cogidos por las antenas.
Cada vez estoy más convencido: nos toman por idiotas. Esos que falsean sus currículos y te miran por arriba del hombro desde ese mundo aislado que se han creado a su imagen y semejanza. Los que se contemplan en el espejo y eyaculan de satisfacción. Pobres machangos.
Como se trata de pedir, o de mendigar, y los perjudicados que aprendan y se espabilen, ahora que los herreños reivindican su silbo, pienso elevar una propuesta al consistorio realejero para que inicie el trámite de concesión de honores a los reclamos de José Ravelo en el callao de Los Roques cuando bajaba a pescar morenas. Pasaje que recordé hace unos días con una nieta en cierta superficie comercial. Y de paso, que la comisión nombrada al efecto, cuando vaya al lugar a comprobar in situ con los más viejos del barrio que lo que manifiesto no es cuestión baladí, que gire visita con unos cuantos espeleólogos a lo que los jóvenes de hace unas cuatro décadas conocimos como la Cueva del Mármol, ubicada en el acantilado de la Romántica II, allí por donde el Charco de las Lisas fuera lugar también emblemático hasta que el progreso quiso convertirlo en piscina y lo dejó en un estanque lleno de mucha mierda. A no ser que el copión me suelte que están en ello.
Por cierto, ya que bajé al barrio que me vio nacer, crecer y multiplicarme, felicitar al amigo, exalumno y mejor periodista, Moisés Grillo por las magníficas entrevistas que podemos leer en Diario de Avisos. La última al ínclito Bravo de Laguna, a quien, de manera harto sutil, le recuerda cierto pasaje londinense con motivo de su “matrimonio de conveniencia” con CC, deseándole que esta formación política “no lo deje en el lecho marital con el pijama puesto”. La negrita es mía, que él no se atrevió a tanto.
Y termino con unas pinceladas más de este mercadeo al que ante aludí. Qué pena la defensa de Pablo e Irene que hacen otros dirigentes de Podemos y que vuelven a resumirse en el y tú más, cuando uno creía en nuevas formas y maneras. Y en esta huida hacia adelante por el afer del chalé, se recurre a la calificación como acto de valentía el asunto de la consulta a los inscritos para que unjan a los compradores. Qué otra alternativa les queda, porque el no significaría el derrumbe de muchos cimientos del edificio que comenzó siendo tienda de campaña. Me percato de que no son diferentes los fanatismos de izquierdas. A todos ellos se les importa un pimiento las críticas a los dirigentes. Adoctrinados, en todos lados. Espero que otra izquierda menos sectaria se dé cuenta de que las elecciones se ganan en un amplísimo sector de la sociedad que se rige por tesis más ecuánimes, justas y serenas.
Aunque hoy es Día de Santa Rita, como yo no soy funcionario, aquí estoy. ¿El dolor? A medida que iba tecleando se me fue aliviando. Gracias.

lunes, 21 de mayo de 2018

Sistema de equilibrios

Después de las abundantes décimas que surgieron en los últimos días de la pasada semana, merced a la inestimable ayuda prestada por la coherencia en el discurso del señor Iglesias (del dicho al hecho, amén del plebiscito), he decidido cambiar de tercio y sumergirme en algo más prosaico. Que no es tampoco la boda de Harry (que no Potter), ni la querella presentada por IUC contra (in)determinado individuo por presunto delito de odio tipificado en el artículo 510 del Código Penal.
Como hace un tiempo que no me doy un salto a La Gomera (virtual, por supuesto), la reforma de la ley electoral sigue dando motivos para escribir diversos tratados. O sentar las bases de futuras tesis doctorales. Lo de máster no tiene por ahora buena imagen. Salgamos, pues, silbando, más que pitando.
Como nadie prestó la más mínima atención a la sugerencia de reducir el número de diputados en el parlamento canario de sesenta a cincuenta, que esbocé en un artículo de meses atrás (3 por cada isla y 29 en una lista regional), y dado que Casimiro Curbelo sigue empeñado en defender lo que él denomina sistema de equilibrios, y que consiste en que el voto de un tinerfeño tenga menos valor que un billete de tres euros, cambio de opinión y propongo ahora un nuevo sistema.
Lo que pretende Curbelo es todo lo contrario a lo que supuestamente defiende en sus encíclicas dominicales, para lo que debe tener un negro (o negra) tan especializado que corre el riesgo de volverse blanco con tanto fregado. El autodenominado profesor, en una reciente sesión plenaria en el Cabildo cuando replicó una intervención de un consejero de la oposición (se necesita tener mandanga para cuestiones tales si lleva en política desde antes de terminar los estudios universitarios), nos hace la cuenta de la vieja para reclamar igualdad, cuando, sin tapujos, se trata de un sistema de privilegios que lleva marginando no solo a las mentadas como islas mayores, sino que La Palma, Fuerteventura y Lanzarote también sufren los cambalaches de unos votos que abocan a más desequilibrios.
Lo que Casimiro busca es la manera de perpetuarse en el corte del bacalao y tener siempre cogida la sartén por el mango (por no escribir cogidos por las protuberancias a los gobiernos de turno) y disponer de dotaciones presupuestarias con las que empichar a tutiplén, subsidiar a los pocos que no trabajan directamente en las instituciones insulares e inmortalizar la isla amordazada de los versos de Pedro García Cabrera. Porque el miedo habita en cada rincón y los espías cumplen la función encomendada.
Saben mis escasísimos seguidores que no comparto la propuesta, pendiente de aprobación en el Pleno del Parlamento, de incrementar en diez el número actual de diputados. Uno más para Fuerteventura y nueve en una lista regional. Y no porque ya es hora de que una única candidatura sea la que siente las bases de una Canarias unida (siete, sí, pero sobre un mismo mar). Ya que dieron un primer paso (PSOE, PP, Podemos y NC), perdieron la magnífica oportunidad de romper con el actual sistema, insolidario a todas luces por mucho que CC y ASG nos mareen con la triple paridad, y, aun concediendo un periodo de readaptación institucional, pongamos que una legislatura, con unas candidaturas insulares para que cada una parta con un mínimo de representantes, anclar (ya que tanto les gusta el verbo) el sistema por el que se reconozca que el archipiélago es un todo y no el paripé de la suma de las voluntades de los caciquillos de turno.
Tan perverso, mentiroso y falso es Curbelo en sus planes que nos señala que los diez nuevos parlamentarios que se incrementan salen de una lista regional, obviando que uno de ellos, como antes señalé se asigna a Maxorata por el incremento poblacional. Te dejo unas líneas de su línea argumental:
Lamentó que la reforma electoral se haya diseñado con el propósito de “compensar la llegada de nuevas formaciones políticas”. Criticó, también, que pretenda aumentar diez diputados con una lista regional “para debilitar la presencia y la capacidad de decisión de las islas no capitalinas, rompiendo la solidaridad y el equilibrio de Canarias”. “Los ciudadanos no quieren más políticos, sino más política”.
Analiza bien el párrafo anterior y llegarás a la conclusión de que Casimiro Curbelo ha alcanzado la cima de su carrera: conmigo basta. Y ante el inusitado y frenético arranque de actividad, puede que para compensar los muchos de años de siestas –y saunas– en el Senado, solo me queda el consejo siguiente:
Dado tu llamamiento a todos los diputados  de las islas no capitalinas para que secunden tu enfoque (es decir, que nos pleguemos conejeros, majoreros, palmeros, tinerfeños y grancanarios a lo que un puñado de votos herreños y gomeros demanden), y para que veas que no soy nada rencoroso a pesar de mi no dependencia de tipo alguno, ahí va una proposición para que acompañes a tu voto particular al dictamen de la comisión parlamentaria:
Una cámara regional con 30 diputados (el ahorro se destinará íntegramente a la puesta en funcionamiento de las decenas de obras que tienes regadas por la Colombina muertas de risa, por no decir de asco): cuatro por cada isla (no te quejarás de la solidaridad de las que soportan una población de cincuenta Gomeras y más de un centenar de Hierros), uno por La Graciosa y el último de una lista regional (para que nos vayamos habituando). Si puedes darle tú aspecto de seriedad a tus pretensiones, que no reivindicaciones, ¿por qué debe estarme vedado el que yo también me cachondee un fisco? De nada, faltaría más. Después del verano nos vemos. No, a las Fiestas Lustrales no iré pues las aglomeraciones me pierden. Yo soy como Merkel, más de un paseo sin agobios.

viernes, 18 de mayo de 2018

¿Podemos?


Ya en Vallecas no se ve
y se marcha a Guadarrama,
porque ahora es de alta gama,
de los de vida en chalé.
Les juro que ya no sé
si reírme o si llorar,
pues no puedes criticar,
y por detrás ir haciendo
aquello que ibas poniendo
a parir sin descansar.

Si todos los de Podemos
donan mucho del salario,
con el gasto suntuario,
¿qué quieren que nos pensemos?
Por mucho que prediquemos,
si luego trigo no damos,
para el carajo mandamos
expectativas fundadas
en desterrar las golfadas
que sin rubor imitamos.

A Pablo Iglesias, de un lado,
y del otro, a doña Irene,
les diré que no conviene
olvidarse del pasado.
Su aspiración han mandado
al inmundo basurero,
pues choca el inicio austero
con los aires de grandeza,
que con tanta ligereza
se pasan por el trasero.

Si a De Guindos criticaste
que aquel ático comprara,
¿no se te cayó la cara
cuando el chalé tú agenciaste?
En fin, Pablo, la cagaste
por mear hacia lo alto,
pegaste tan fuerte salto,
sin medir las consecuencias,
que hoy recoges tus esencias
dispersas por el asfalto.

Qué ejemplo el de la pareja
adquirente del chalé,
que en ojo propio no ve
lo que en otro despelleja.
Merece fuerte colleja
este par de tortolitos,
los que entre flautas y pitos
echan abajo proyectos,
y a este paso marchan rectos
a preñar los pajaritos.

Soy aprendiz de la lucha
del derecho a la vivienda,
dice Irene en la trastienda
y cuando canta en la ducha.
En el fondo tiene mucha
caradura la señora,
quien la buena vida añora
cuando su estatus cambió,
y a cierto sitio mandó
lo que se pensara otrora.

Llegado a la pericosa
se cambia hasta el pensamiento,
porque en lo alto no siento
el peso de aquella losa.
Ay, qué vista más hermosa
la que de aquí se divisa;
¿Lo de antes?, fuerte risa,
el ahora es lo que prima
y no siento mayor grima:
¡Que lo importante es la Visa!

Y ya lo voy a dejar
porque lo mismo me inspiro,
desde ya a otro lado miro
pues no me quiero enfadar.
Si yo supiera cantar
en folías me arrancaba,
y así el día me pasaba
pregonando por doquier
las injusticias que ayer
Pablo Iglesias denunciaba.

jueves, 17 de mayo de 2018

Otro 75%

Fue en junio del pasado año cuando tuve la oportunidad de garabatear unas líneas acerca del primer lance de los descuentos para que los residentes canarios viajáramos entre islas. Y en las últimas horas nos han machacado con la buena nueva de que se extiende la medida para cada vez que nos vayamos al resto del territorio patrio. Los del Imserso flipamos. En la próxima temporada, en lógica consecuencia, viviremos a cuerpo de rey durante un mínimo de ocho días por unos cien euros. Hagan cuentas todos aquellos que han realizado algún garbeo peninsular (o balear) y comprobarán que no voy, en absoluto, descarriado. Bájate del burro, iluso.
A Román Rodríguez y a Pedro Quevedo se les vio el día 15 (martes) bailando en la Pradera de San Isidro madrileña cual dos castizos, bien chulos, pero, sobre todo, nacionalistas con profundas raíces socialistas, y se marcaban el Pichi (eso, el chulo que castiga) que daba gusto contemplarlos. No era para menos. Se olvidaron del probable drama canario en las próximas elecciones, donde el posible ascenso de Ciudadanos podría hacerles peligrar más de un escaño dada su escasa representación en algunas islas, y nos vendieron, urbi et orbi, que ya no tendríamos que cantar más coplas lastimeras; máxime en estas próximas jornadas en los que los actos con motivo del Día de Canarias proliferarán malagueñas y folías como las cuchipandas al uso en cualquier periodo electoral.
Los socialistas salieron asimismo a recordar que unas semanas atrás ya se había pronunciado el Senado al respecto. Y olvidaron que este segunda Cámara pinta menos que un pulpo sin rejos. Pero no se quedó atrás el palmero, aunque nacido en Bilbao, Asier Antona (lo vi de cuerpo presente en Santa Cruz de La Palma hace unos días y me pareció más pequeño aún que cuando lo vislumbro en la tele; lo que me hizo recordar aquel dicho de estos peñascos: hombre chiquito, hombre currito), quien lleva unas horas desatado con declaraciones muy a diestro en las que nos vende las bondades de los PGE. Tanto que, pónganle el cuño, antes de mayo de 2019, quedarán resueltos los pequeños flecos que en Canarias quedaban sueltos. Nimiedades, en suma.
Ya manifesté ayer en una décima que siguen latentes mis dudas. Y entiendo que esta medida, para salvar el escollo de la mayoría parlamentaria en el momento de someter a votación los Presupuestos, no es la que estas islas necesitan para equipararnos a los habitantes de allende los mares. Ya Padylla nos traslada en su viñeta quienes van a ser los auténticamente beneficiados. Y ya nos sorprendió una compañía aérea con lo de tener en cuenta el incremento del precio del barril de petróleo. Y como el descuento se aplicará, injustamente, a todo tipo de tarifas, nos encontraremos con paradojas evidentes, puesto que no importa si el billete es de primera clase o turista. Díganme ustedes si es lógico apoquinar de nuestros impuestos el notorio montante económico que supone el 75% de un billete de esas características a la empresa de turno para que el pudiente pueda permitirse el lujo de ir en business.
Me temo que el dinero –que es tuyo y mío, no lo olvidemos, y que deberá salir de la misma caja común, con los consiguientes sablazos a otras necesidades, a buen seguro más perentorias– siga operando en los círculos de los de siempre. Como ya hemos descontado a los políticos, que viajan gratis (mejor, se lo pagamos nosotros), añadan directivos y empleados cualificados de medianas y grandes empresas, y dejen un pequeño resto para aquellos que aún pueden permitirse un paseo ocioso al año.
Mientras, el lobo del turismo asoma, aún tímidamente, su patita, con estancamientos en el número de visitantes al irse recuperando destinos competitivos. Que habrá un descenso en la cantidad de peninsulares que se vengan de veraneo a Canarias, pónganle el cuño. Y, además, deberán seguir haciendo notables sacrificios las familias que tengan miembros estudiando o trabajando fuera, y hayan tenido que renunciar a la residencia isleña, si desean que al menos vuelvan a casa por Navidad.
Pero lo más triste es que sigamos manifestándonos por los equipamientos sanitarios, por los problemas de tráfico, por los elevados porcentajes de parados, por la pobreza manifiesta en los que aun disponiendo de un contrato laboral, se les explota con horarios de juzgado de guardia. ¿Verdad que la lista podría ampliarse? Por ejemplo, y qué triste, con la de aquellos que no se pueden pagar ni los medicamentos. Que viajen, carajo, que con el meneo se les baja el colesterol y se les regula la tensión. Nos quejamos de vicio.

miércoles, 16 de mayo de 2018

Miércoles decimal

Ayer por la tarde, como casi siempre, eché una rápida visual a las fuentes a mi alcance para comprobar qué temas podían ser objeto del comentario que hoy tienes ante tus ojos, y elegí estos cuatro:
Acuerdo de subvencionar el 75% del importe de los billetes para viajar a la Península y Baleares. ¿Quién se beneficiará, la mayoría o solo aquellos que pueden permitirse el lujo de hacerlo? ¿Ya se solventaron los verdaderos problemas que nos afectan a todos: Sanidad, Educación, Pobreza…? Vaya nacionalistas de pacotilla. Hasta que las empresas del ramo se decidan incrementar el precio del billete porque les sale de sus mismísimas cabinas, ¿no habrá un descenso en el turismo peninsular por abrirse la brecha diferencial en el costo del trayecto? ¿Y qué hacemos con los canarios que por motivos de estudio o trabajo han fijado su residencia muy lejos de estas islas?
El ayuntamiento santacrucero ha rechazado la organización del acto institucional del arrastre de ganado que con motivo del Día de Canarias se iba a celebrar en la capital. Se alega que un acuerdo plenario de no al maltrato animal lo impide. Vale.
Qué barato sigue saliendo el pactar con el fiscal de turno. El ya exalcalde Firgas se va casi de rositas tras suplantar la identidad de su hijo en un examen. Ni el que estaba en la puerta para pedir el documento de identidad se dio cuenta del cambio. Un día de estos, si me da, le voy a cantar las cuarenta al popular que sigue empeñado en espetarme que no soy objetivo en mis comentarios. No ha habido manera de que entienda lo que significa un artículo de opinión. A este paso, llegará a ser destacado dirigente del PP. O alcalde mi pueblo.
Quienes ponen el grito en el cielo por las palabras de Federico Jiménez Losantos ignoran lo que se cuece por otros ambientes bien perfumados. Ya está. Todo en décimas.


Qué barato volarán
cuatro o cinco afortunados,
mientras muchos desgraciados
en Canarias seguirán
con carencias que tendrán
consecuencias bien funestas;
quedan aún muchas cuestas,
sobre todo en Sanidad,
donde nunca hay novedad:
los enfermos sin respuestas.

Los arrastres de ganado
generan varios problemas,
hay quien dice que son temas
de atropello consagrado.
Santa Cruz ha declinado
un acto institucional,
porque el maltrato animal
ha quedado prohibido,
y el sector le ha exigido
una disculpa integral.

Barato sale el pactar
acuerdos con Fiscalía,
gran ventaja se tenía
a la hora de pagar.
Al que quiso suplantar
a su hijo opositor,
ni le ha causado dolor
esa irrisoria condena,
ya no sé si siento pena
o el hecho me causa horror.

Quien a Losantos critica
por la soflama verbal,
ignora cuanto animal
por estos lares predica.
Lo más cercano triplica
el discurso vehemente
de quien mentó bien caliente
bombardear Barcelona;
cada cual aquí micciona
hacia arriba, en plan valiente.

martes, 15 de mayo de 2018

A tirar los tejos

Harto sabido es el significado de esta expresión. Por lo menos no debe entrañar mayores secretos para los que ya tenemos cierta edad. Porque los jóvenes de ahora se rigen por otros patrones. Pero no va por tales derroteros el asunto que hoy nos concita en el encuentro diario en La Corona.
A un año justo de la próxima cita electoral (por lo pronto, ayuntamientos, cabildos y autonómicas; si no es que cualquier revés imprevisto nos haga cargar con más papeletas), los movimientos se hacen patentes. Con mucha preocupación se afrontan porque sondeos y encuestas no dejan a nadie satisfecho. La tarta se presenta apetitosa y los aspirantes a darse el festín se multiplican. Con lo que el electorado tiene ante sí una muy difícil decisión.
Algunos pueden morir de éxito antes de que se inicie el recuento. Y como a un servidor le preocupa lo cercano, y como conoce a mucho aprovechado que se ha ido acomodando en el echadero que por ahora le da un poco más de calor, teme que salgamos de Guatemala para meternos en Guatepeor. Sé de varios ciudadanos, de los guapitos y del nuevo cuño, escindidos, por descontentos con otras formaciones políticas,  que agüita conque lleguen a tener poder decisorio; mando en plaza, que se dice. Si ya con algunas corporaciones populares nos hemos llevado tremendo chasco porque a poco que les vayas quitando caretas no hallas diferencias (aunque persistan en disimularlas) con los que dirigen el cotarro a nivel nacional y pringados hasta las orejas en componendas de todo tipo, solo nos falta que nuevas hornadas respondan con apetencias mayores.
No se presenta el horizonte muy diáfano para CC en las islas. Demasiadas orejas se asoman en el tortuoso camino. Los mensajes de tender puentes proliferan. Cariños y arrumacos destilan las entrevistas que los medios de comunicación, siempre tan dependientes, lanzan a diario. Las ideas han pasado a mejor vida, la preocupación por el bienestar de la población ya ocupa lugar más que secundario y priman los números, los escaños, las poltronas, los acomodos.
Surgen voces corteses y los llamados a unir fuerzas (¿o intereses?) inundarán nuestras vidas en los próximos doce meses. Es más lo que nos une que lo que nos separa, le susurra al oído Carlos Alonso al mismísimo Antonio Morales. Qué cosas. El de allá, el de la isla de enfrente, siempre en su onda grancanaria, no le concede a Román Rodríguez, ni al pluriempleado Pedro Quevedo, ni siquiera el beneficio de la duda. Tomás Padrón aparece dando vueltas en uno de los molinos de Gorona del Viento. Mario Cabrera rememora andanzas izquierdosas de Asamblea Majorera. Fernando Clavijo, por si acaso, se postula para que Paulino Rivero no siga ostentando el récord de permanencia.
Están nerviosos, sí, y mucho. Y en este Norte, más. En mi pueblo, demasiado. Las órdenes de la superioridad son cumplidas a regañadientes. Máxime cuando el futuro se presenta más negro que los sobacos de un grillo. Es tal el desbarajuste orgánico (¿o inorgánico?) que se puede reproducir la batalla interna de 2015. Ni aun en La Orotava, feudo tradicional, las tienen todas consigo. Ya no les basta con cambiar a los peones jóvenes, que saltan cada cuatro u ocho años como piezas desechables de un lego que se resquebraja hasta en Benijos. En el Puerto, qué contarte, los amores de Sandra y Juan Carlos a la vista están.
Y en tal tesitura se imponen las apañadas. Hay que meter en el redil a todo el ganado sin control. La primera recogida (no creas que es la única barredora) viene de la mano del ínclito José Miguel Bravo de Laguna y su juguete de Unidos por Gran Canaria. Quien muy al estilo de lo que ha mamado (con dobles londinenses) en su dilatada trayectoria se atreve, incluso, a reservar un puesto para su hijo Lucas, que jugará el papel que deba jugar (reminiscencias dialécticas marianiles). Los tejos gomeros ni se escuchan en el ático del profesor Casimiro, el prohombre de las encíclicas dominicales.
Como los realejeros sabemos mogollón de malabarismos (aunque no dispongamos todavía de Mueca: qué gran éxito) no nos extrañan los postureos. Ya forman parte de nuestra vida cotidiana. Este fin de semana, por ejemplo, los dirigentes populares se olvidaron de pasados no tan lejanos en el organigrama gubernamental autonómico (Consejería de Sanidad, verbigracia) y se fueron a Icod de los Vinos para apoyar una justa reivindicación: protestar y reclamar para que se repongan las urgencias pediátricas en el mal denominado Hospital del Norte. En la web oficial de partido cuelgan unas fotos y el siguiente texto: “Si con algo no se puede jugar es con la Salud (así, con mayúscula), y mucho menos si hablamos de la atención sanitaria que se merecen nuestros hijos. El consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Coalición Canaria en definitiva, nos está tomando el pelo incumpliendo sus promesas en un asunto tan importante para tantas familias norteñas”.
Uno podría echar mano de otros programas electorales, de repasar hemerotecas, de acudir a los fondos audiovisuales de radios y televisiones y, en fin, de restregar en alguna cara capítulos enteros de quebrantos. Pero es tan importante el fondo de la convocatoria icodense que podría conceder el beneficio de la duda. Aunque si se contempla con detenimiento las fotografías que ilustran este artículo, no le queda a uno más remedio que barruntar falsedades a mansalva.
En una, cuando el alcalde de la Ciudad del Drago lee el manifiesto, podemos observar cómo todos los congregados muestran un semblante (la cara es el reflejo del alma, se comenta) acorde con la situación del momento. Mas si nos vamos a la otra, a la que encabeza este post de hoy martes, nuestro gozo en un pozo. Ahí se hallan los miembros del PP en la instantánea del bien quedar. Y esas caras tan sonrientes indican bien a las claras cuán cínico se puede ser. La misma que mostraba unas semanas atrás Lope Afonso cuando, pala en ristre, reía a mandíbula batiente ante el grave problema sanitario de las toallitas en las redes de saneamiento. ¿No pudo el fotógrafo, o el asesor correspondiente, señalarles a estos figurines que ante la complejidad, seriedad y enjundia del objeto del encuentro no se podía expresar alegría alguna, como se vislumbra en el retrato, con carteles incluidos, sino más bien todo lo contrario? ¿O es que, en el fondo, solo se pretendía el minuto de gloria, ya que los medios económicos de los bien pagados permiten desvíos a la sanidad privada de sus vástagos sin problema alguno?
Hipocresías, las justas. No nos quedan tejos que aguantar.

lunes, 14 de mayo de 2018

Eurovisión: acoso psicológico

Qué fin de semana. Me siento, abatido, ante el teclado de mi compañero de viaje, con un nuevo ratón –minúsculo, el del portátil– porque el original del ordenador pasó a mejor vida, y recapitulo. Reitero, qué fin de semana. Cuando creía que el resfriado que traje de La Palma (razón viajera que provocó el abandono temporal del blog) ya daba síntomas de haber agotado su existencia, hete aquí, maldita sea, que acepto el encargo de comentar andanzas y desventuras del paso patrio (o quizás no) por el festival de Eurovisión.
Nada mejor, pensé, que confiar en un buen experto para el consejo debido. E, ipso facto, púseme en contacto inmediato con mi tocayo Agomar. Quien, debido a sus compromisos guancheros (3ª edición del programa INTEGRARTE, que lleva a cabo la Escuela Municipal de Música de aquel pueblo, con la colaboración de la Obra Social de la Caixa), solo pudo ilustrarme durante veintiocho minutos y treinta segundos, bien medidos (metrónomo en ristre), y por teléfono, acerca de lo que se cuece (el intríngulis, vamos) en la trastienda de todo encuentro musical. ¿O es otra cosa?
Con tal bagaje en el magín –a saber, el coco repleto de escalas, claves, compases, armaduras, acordes, líneas adicionales y demasiadas repeticiones (da capo, amabile, animato, cantabile, con moto, pianissimo, mezzo forte y las que se me olvidaron durante las intervenciones de los representantes del conglomerado de países ¿europeos?), sentí tremenda pena de no poder acudir a la elección de la romera, cita de las Fiestas de Mayo que comenzó con cierta demora porque el señor alcalde llegó tarde, seguramente debido a otros compromisos más orgánicos, que no fisiológicos, supongo.
Y aquí estoy yo, despacito, porque no me doy por vencido, hasta que llegaste tú. Sí, échame a mí la culpa. Juro que vale la pena esperar una señal del destino. Estoy tan solo a un paso de ganarme la alegría… Tarareando este popurrí me acomodé en el sillón frente al televisor unos diez minutos antes del comienzo de la función…
Casi me pego un fuerte leñazo cuando el estruendo de unos fuegos artificiales me bajaron del grato acomodo en el que Morfeo me había sumido. Y para qué insinuaste antes que habías visto las actuaciones, mentiroso. En la plaza de la Unión se anunciaba de tal guisa –en el pueblo somos así– que la candidata de Icod el Alto (Los Siete Cuarteles) había sido la afortunada ganadora. En la tele, una joven de mucho más peso (musical) que yo, parece que llamada Netta, ponía el colofón al evento que yo debía analizar en profundidad. El tema interpretado se titulaba Toy. Y me acordé de aquellas viñetas de años atrás que tantas sonrisas esbozaron: Toi cansao, toi dormío, no toi…
Afortunadamente, las redes sociales me sacaron del apuro en apenas unos minutos. Daba gusto comprobar la unanimidad en las críticas. Si te cuento que no me fui a la cama hasta las cuatro de la madrugada, te mentiría. Desde que la canción que triunfó era un tema antibullying (te aclaro, un alegato contra el acoso psicológico), hasta el magnífico puesto alcanzado por la pareja del beso final (de todo me enteré en diferido), pasando por el espontáneo que quiso comprar un micro a precio de saldo. Nos adelantamos diez años en enviar a Rodolfo Chikilicuatre y así nos va. Como Elfidio Alonso alega que a Los Sabandeños les falta actuar en la ONU, propongo que dada nuestra condición de territorio avanzado en el Atlántico y a tiro de piedra del continente africano, cuando tengamos conocimiento de que en este continente se lleve a cabo un certamen de índole parecida al que ha sido objeto de esta muy atinada reflexión, que participen los punteros de Sabanda, sin que falten unos solos de pandereta y timple. O en su defecto, Pepe Benavente.
Esta crónica no quedará debidamente pergeñada hasta que tenga una charla con mi asesor musical. Aunque uno no comparta esta supuesta manera de reivindicar a base de extravagancias y cacareos –el particular es demasiado serio para devaneos tales, que se lo pregunten a los palestinos–, debe ser consciente de que en cuestiones de pentagramas y ligaduras anda algo escaso. Ahora bien,  el cada vez más denostado festival eurovisivo (y más allá) se ha convertido en un auténtico agobio y en uno de los principales causantes de los problemas mentales que nos acosan. Tanto que hoy domingo (cuando redacto estas líneas), que deberíamos centrarnos los realejeros en debatir el desarrollo de los actos festivos, nos hallamos inmersos en batallitas de poca monta. A lo peor es que prima la controversia. Y Eurovisión se supera con creces cada año en esa faceta. Tanto que casi cometo el error imperdonable de no expresarles mi otra sorpresa del fin de semana: Casimiro Curbelo ha sido nombrado secretario general de ASG. No me lo puedo (de) creer, no me lo esperaba. Un fallo casi tan grande como el de Eurovisión.

viernes, 11 de mayo de 2018

Tasa de alcantarillado

Dudé con el titular y, por esa manía de jugar con las palabras, pensé si al tratarse de evacuar mercancías peligrosas por el tubo del escape no sería conveniente cambiar esa tasa por la otra taza. Pero vamos a los asuntos de enjundia y dejemos de lado las cuestiones más escatológicas.
En la fecha que se deja reseñada en la fotocopia del documento que se adjunta, y una vez obtenida la cédula de habitabilidad de la vivienda en la que actualmente resido, solicito al ayuntamiento de mi pueblo la acometida a la red municipal de distribución de agua potable, así como darme de alta en los servicios de alcantarillado y recogida de basuras.
Observen que el funcionario que recoge la solicitud, al tiempo que destaca con fluorescente dos de las tres peticiones demandadas, me indica verbalmente que aún no se cobra el servicio de alcantarillado en esta zona. Algo que me extraña sobremanera, y así se lo hago saber –amén de haberlo comentado en diversas ocasiones en este mismo medio–, dado que en la urbanización existe la red de recogida de aguas residuales y a la misma se han acoplado todas las viviendas de las diferentes calles que la componen.
Y es conveniente recordar, igualmente, que en otros sectores poblacionales se tuvo que recurrir al pozo absorbente de toda la vida, muchos de los cuales aún continúan en funcionamiento con el evidente peligro de contaminación, sin que a los propietarios de esos inmuebles se les haya obligado a conectarse a la red de saneamiento, aunque se le venga cobrando desde tiempo atrás el canon pertinente. Es más, ni siquiera se ha aprovechado la remodelación habida en determinadas calles (valga como ejemplo la de La Longuera, mi residencia anterior) para que ese antiguo procedimiento de recogida pasara a mejor vida. Siguen existiendo bastantes edificios en zonas que lucen palmito de cara a la galería, pero que en sus bajos la evacuación de excretas se lleva a cabo en el subsuelo. Parece que lo del ‘volcán’, o la ‘mina’, sigue teniendo tragadera para rato.
Este pasado miércoles tuve que ir a Correos para recoger una notificación que el cartero (la cartera, en mi caso) no había podido entregarme por hallarme ausente. Se trataba de la comunicación oficial del ayuntamiento realejero por la que se me daba de alta en el censo de la tasa de alcantarillado, y cito textualmente, “habiéndose comprobado, por los datos obrantes en estas dependencias, la concurrencia del hecho imponible […], sin constar, hasta la fecha, que se haya tramitado la oportuna declaración de alta en el correspondiente censo de obligados tributarios de la misma, lo que conlleva a la tramitación del alta de oficio en el mismo y la práctica de las liquidaciones que procedan”.
Menos mal que uno guarda casi todo a la antigua usanza. Porque, señor Domínguez, usted ha tenido tiempo de sobra para buscar la instancia de marras. Como he hecho yo. No quiero pasar por un mal contribuyente. Vengo exigiendo desde hace más de quince años que se me cobre por un servicio que se me presta, y bien demostrado queda, para que ahora venga usted a ponerse guapo en la foto diciéndome que yo me había callado como un tuso y no había tramitado nada. Tanto que presume de que sus antecesores (PSOE y CC) no hicieron nada y viene a resultar que no ha sido capaz de revolver en las gavetas. Porque seguro que en alguna de ellas deberá estar el original de la copia con la que hoy ilustro el artículo del blog. Cuestiónese la conveniencia de mantener la extensa nómina de liberados y asesores. ¿O solo están para la instantánea del bien quedar?
Cada vez me convenzo más de su eficiencia en la venta de humo. Porque en el capítulo de realizaciones, poco que ofrecer. El platillo de la balanza de ejecuciones no admite comparación alguna con la gestión de corporaciones de antaño. Me alegro de que sigan viviendo de rentas ajenas. La mercadotecnia funciona y con mantener los servicios que la legislación encomienda a las instituciones locales, y merced al amplísimo despliegue de los bien pagados, suficiente para un encantador de serpientes nato. Lo malo es que cada día despierta un abducido. Y con el desperezamiento, o desperezo, arrastra al vecino. Los pueblos se las gastan así. A veces despiertan.
Bueno, tengan un feliz fin de semana. Por lo que a mí respeta, a partir de ahora, y cada vez que vaya al baño, lo haré con más tranquilidad. Porque la depuración es asunto que me concierne. Y mucho. Al contrario de los que entienden que una estación de aguas residuales comarcal no nos afecta. A lo peor el palmero-bilbaíno, Asier Antona (me lo encontré el pasado día 3 en Santa Cruz de La Palma, con un rancho que trasladaba el pendón; casi los confundo con los ‘mayos’), más preocupado en titulaciones académicas, no ha tenido tiempo de llamarlo al orden. A lo peor lo hará cuando ambos se sienten en cómodos sillones de Teobaldo Power. Mientras, Lope seguirá limpiando el Puerto de toallitas con una sonrisa de oreja a oreja.