viernes, 29 de junio de 2018

Controversia por el descuento

Qué días llevamos. Son tantos los posibles temas a comentar, que uno tarda más tiempo en decidirse que en garabatear los consabidos cuatro párrafos. No nos podremos quejar que desde la presentación de la moción de censura que aupó a Pedro Sánchez a la jefatura del Gobierno, los unos y los otros han encontrado un terreno cultivado al     que le están sacando un rendimiento inaudito. Cómo se solapan los aconteceres.
Canarias no queda al margen de la cosecha. Tanto es así que hoy pensaba desarrollar otros argumentos más cercanos (la desfachatez, cuando no despotismo, del PP realejero; la cita de ayer en La Cruz Santa; el cómo me va el ombligo –algunos pueden contemplárselo cada minuto y por qué yo no–; las vacaciones de Manuel Domínguez…), pero la avalancha de energúmenos tomando posiciones acerca del descuento del 75% en los viajes a y desde territorio peninsular, me obligó (qué verbo más raro para un jubilado) a rescatar unas guindas con las que ustedes pudieran disfrutar de un fin de semana entretenido.
Mi opinión del controvertido asunto ya quedó reflejada en este blog. Te vuelvo a dejar los enlaces por si dispones de un rato libre y no tienes otra cosa mejor por hacer:
Observarás que uno entiende que existen otras prioridades en Canarias. Porque las necesidades de todos, o casi, requieren unas medidas de muy amplio abanico. Y en lo de los viajes, me temo, que ocurre como con los del Imserso: siempre se los llevan (llevamos) los mismos, porque hemos cerrado el paso a quienes, por su tan esmirriada pensión, no pueden acceder siquiera a uno en la temporada.
Ha sido tal la avalancha en las redes sociales, donde cada cual se convierte en periodista de investigación, que me he visto obligado a pecar gravemente, tras no mirar para un lado e irme para el patio cuando la tentación tocó el timbre de mi casa. Pero que uno pinte su muro como mejor le venga en gana, vale. La ignorancia es atrevida, ya se sabe. Mas si es político el sujeto, máxime si ocupa cargo público desde antes del nacimiento de Jesucristo, con el dichoso particular del descuento más de uno debiera meterse debajo de una piedra y no salir hasta cuando el siglo XXII lleve varias décadas de andadura. Llamarlos sinvergüenzas es poco. Como han perdido el sentido del ridículo, no sé si este consejo podría servirles de algo: Si lo que vas a decir (o escribir) no mejora el silencio… ¿Entenderán la utilización de los puntos suspensivos? Que sí, hombre (o mujer), concédele el beneficio de la duda.
Como te doy por enterado de la interpelación de Ana Oramas al ministro de Fomento, la respuesta de este y la subida de tensión, que no de centímetros, de la que en 2008, cuando dejó la alcaldía de La Laguna, casi nos convence con lo de que se iba a dedicar a la familia, y, por consiguiente, del alud (des)informativo que tuvo lugar a continuación, vamos, para amenizar esto un fisco, con varias perlas:
Nueva Canarias ve inaceptable el retraso. De Román Rodríguez, el que fue a firmar en Madrid (¿o fue en Amadores?) la disposición adicional objeto de la discordia. Al que el pluriempleado Quevedo no tuvo tiempo de enviarle el borrador para que lo leyera durante el vuelo (no seas mal pensado, ellos no pagan un duro, se lo carga al Parlamento de Canarias y punto pelota).
El PSOE le toma el pelo a los canarios. Asier Antona, ese chico currito (reminiscencias vascas) que piensa… Ojalá, porque si lo hiciera (pensar), estaría dándose un remojo en Dos Aguas (Caldera de Taburiente) y no bajaría a Los Llanos hasta haberse echado aunque sea dos litros del líquido elemento, que en el lugar baja con bastante hierro.
El retraso del descuento es una estafa a los canarios. Melisa Rodríguez, ciudadana ella, quien ya nos equiparara con los animales en otra de sus célebres propuestas. Como votó a favor de los PGE, colijo que tampoco leyó. Hombre, comprensión lectora les presupongo. No me jueguen la mala pasada de tener que volver a las aulas. Que ya me arregosté a la pasividad.
Estoy pensando seriamente –lo meditaré este fin de semana– dedicarle un comentario completo a don Carlos Alonso por sus tuits al respecto. Lástima y sentimiento.
Que los cargos públicos estén entretenidos en mil ocupaciones y se les vaya el baifo, pasa. Pero que el periodismo se sume a la fiesta, no. Cómo se denigra la profesión. Cuánto dolor por un moribundo en el que no se atisban síntomas de recuperación. Lamentable.
Ábalos quiere dejar a los canarios sin las nuevas ayudas a los vuelos en verano. Diario de Avisos.
El PSOE congela las ayudas aéreas. El Día.
Canarias insta a Sánchez a aprobar un decreto ley de urgente necesidad. La Opinión y La Provincia.
Todo ello el día después, cuando ya se conocían las causas del desaguisado. No obstante, ahí seguían los de la ‘información veraz’. Con titulares encaminados a salvar los escasos muebles que van quedando en las redacciones. Ni futuro les auguro. Por cierto, a los autores del último, ¿qué Canarias? Llevo dos días preguntando y no conozco a uno que haya sido consultado.
Algún director (edición digital) va más lejos. Uno escribió un artículo en el que tilda de vanas excusas las explicaciones gubernamentales. Bastaría, sostiene, con una simple orden ministerial porque los artículos de los PGE son de aplicación inmediata. Critica abiertamente a los “leguleyos del Ministerio” de escudarse en la letra menuda. Como empieza con un sugerente “no hace falta ser experto en leyes”, todo aclarado. Tenga cuidado cuando firme un contrato o compre cualquier artilugio. No, por nada; bueno, quizás por la letra menuda.
¿Nos dejarán descansar al menos dos días?

jueves, 28 de junio de 2018

Convivencia

La verdad es que he estado más preocupado por la cortada que me hicieron la pasada semana en el ombligo para poner la tripa en su lugar (hernia umbilical), con las molestias consabidas, que de seguir el ritmo de inscritos en la merienda-cena de esta tarde-noche. Tampoco he tenido oportunidad de contactar con viejos conocidos para que, de estimarlo oportuno, acudieran a la finca del amigo Luis (el rana). Ese lugar en La Cruz Santa, Viña María, donde celebra diferentes eventos. Espero, y deseo, que en esta misma mañana desaparezcan los puntos de sutura que, cuando redacto estas líneas, aún siguen ahí como testigos mudos de un rato en el quirófano. En el que, por cierto, hacía un frío de tres mil demonios. O yo estaba asustado, que también. Pero me dormí –me durmieron– y se me quitó.
Y el nuestro lo va a hacer. Será una primera toma de contacto en plan distendido. Un punto de inflexión, el inicio de una aventura. A buen seguro que luego se irán sumando activos. O pasivos, que habemos muchos que disfrutamos del feliz estado de la jubilación. Sí, ese colectivo que cuesta un buen montón de millones cada mes a la alcancía que Rajoy dejó más vacía que la Presa de Tahodio. Y en este junio, doble, sin dar gongo. ¿No sientes sana envidia?
Me hizo mucha gracia leer hace dos días unas declaraciones de la candidata popular Santamaría, una de las muchas (y muchos, vaya gilipollez) en liza en la campaña sucesoria, fenómeno harto extraño para el PP, tan acostumbrado a la designación digital, que hasta los ochocientos mil militantes (no te rías) han quedado reducidos a un puñado tan escaso que ni siquiera suman los cargos, públicos y orgánicos, de la (de)formación, fenómeno que conducirá a unas primarias de muy andar por casa. No van a necesitar urnas, con cuatro bacinillas será suficiente. Jesús, cómo me enrollo. A lo que iba. Dijo la exvicepresidenta, viendo el follón electoral, que iba a proponer que los afiliados sin trabajo y los jubilados fuesen eximidos del pago de las cuotas. Pero, cristiana, si ya no paga ni Dios (síntoma inequívoco de existencias de cajas B surtidas de espléndidas donaciones empresariales, o porcentajes del tanto por ciento; mejor, tanto pa´ti, tanto pa´mí), cómo se le ocurre semejante planteamiento. Menos mal que es tanta su ignorancia del aparato (orgánico) que meter parados y pensionistas en el PP es como creer que un servidor pueda alguna vez en su vida votar a Manuel Domínguez. Quita, quita esos malos pensamientos; cruz perro maldito.
Los viejitos que nos encontraremos esta tarde en La Cruz Santa arrastramos una trayectoria que no ha podido borrar los cantos de sirena de algún bluf (persona revestida de un prestigio falto de fundamento). Y que, ahora y tras profunda meditación, hemos dado un paso al frente para aunar esfuerzos y no seguir dando la guerra cada uno de manera individual. ¿Utopía? ¿Y por qué no?
La villa de Los Realejos, a pesar de muchas seducciones perversas, vive aletargada. Cree un sector poblacional, desencantado con ciertos procederes políticos, que el salvador de los besos y zalamerías está llevando a cabo una gestión satisfactoria. Y nada más lejos de la realidad. Aparte de engañarnos con sus reiteradas ausencias, sin que se le vea el detalle de renunciar a la parte proporcional del sueldo que percibe del ayuntamiento, es decir, de todos nosotros, me gustaría que los realejeros hiciéramos la comparación pertinente entre las realizaciones alcanzadas en los doce años que el actual alcalde llevará en el Consistorio cuando concluya este mandato (mayo de 2019) y todo lo ejecutado con anterioridad.
No se trata de diferentes ópticas, sino de constatar una realidad. Aquellos que hemos tenido la oportunidad de vivir de manera directa (por razones obvias de edad) los aconteceres habidos desde 1979 en la gestión municipal –aun asumiendo las cuotas de responsabilidad que pudiera correspondernos en los errores cometidos–, contemplamos atónitos cómo han variado los procedimientos. Ahora nos venden como logros, con profusión vomitiva en el capítulo publicitario, hasta el mantenimiento de los servicios a los que cada ayuntamiento está obligado por ley. Y para tal esfuerzo no es necesario el despilfarro que supone el séquito de concejales y cargos de confianza liberados. Hecho que se visibiliza de manera nítida en el cargo del llamado jefe de seguridad. Personaje que no solo ha venido a aportar un miligramo de nada, sino que, debido a su elevada remuneración, no ha hecho sino sembrar la discordia entre la propia plantilla de la policía local, amén de los colectivos de voluntarios que colaboran en este apartado (bomberos, protección civil, etc).
Unos van con fotos, poses y fingimientos (mercadotecnia pura y dura), mientras en la mochila del haber habitan más sombras que luces. Otros iremos con datos, con hechos irrefutables. Sin medias tintas, con la verdad por delante. Y siendo capaces de aceptar opiniones que difieran de nuestros planteamientos. Porque estamos abiertos a la discrepancia. Y como ya estamos en edad de discernir con ecuanimidad, pretendemos desmontar chiringuitos del bien quedar, giras del bocadillo de mortadela (cuando no chorizo), despilfarros de los dineros públicos en campañas de autopromoción. Predicaremos con el ejemplo. Si nos echamos unos vasos de vino y un puñado de chochos, cada cual aportará la parte alícuota correspondiente. Como en esta convivencia que nos concita.
Como, a buen seguro, los jóvenes (también me incluyo; coño, no te pierdes una) pondrán alguna muestra de la cuchipanda en las redes sociales, te ruego que no te centres en contar cuántos nos reunimos. Es la primera, reitero. Y debe pagarse el peaje de muchas imprecisiones. Justificadas quedaron algunas ausencias. Pero resta gente por tocar, que se dice. Y convencidos estamos de que seguirán sumándose al proyecto. El pasado 18 de los corrientes publicaba en este mismo blog el artículo ‘Corren nuevos aires’. Eso mismo, que sigan circulando para que se ventile bien el ambiente.
Termino con un llamamiento a las agrupaciones locales socialistas: A ponerse las pilas, aquí no sobra nadie. No solo he dicho, escrito queda.

miércoles, 27 de junio de 2018

Protesta en Puldón Natero

Al grupo de gobierno en el ayuntamiento realejero (PP) no le ha gustado que “personas vinculadas al PSOE” se hayan sumado a la protesta habida en La Cruz Santa, tras el reciente atropello (calle Puldón Natero) en el que, desgraciadamente, se produjo el fallecimiento de una persona. Los vecinos allí congregados se limitaron a reclamar mejoras en la seguridad vial y que los políticos dejaran de tirarse la pelota (suele ocurrir con demasiada frecuencia en las vías insulares que atraviesan núcleos de población importantes, como es el presente caso) en el conflicto competencial. Porque debe primar la integridad física muy por arriba de cualquier otra consideración. El contenido de la demanda puede leerse perfectamente en la pancarta que ilustra este comentario, y que fue publicada en el periódico El Día.
Don Manuel Domínguez no es muy dado a que le lleven la contraria. Y le molesta –cuando no se cabrea– que sean otros los que tomen la iniciativa. Es más, entiende que solo él está en poder de la verdad absoluta. Ya realizó jugada parecida con la carretera de El Castillo –obra que felizmente se halla en su ejecución final– donde achacó todo tipo de culpas a la institución insular, pero obvió el incumplimiento de los requerimientos técnicos exigidos al consistorio para que pudiese adjudicarse el proyecto. Proceso que, incluso, sufrió otro considerable retraso por errores en la propia licitación. Es más, cada vez que puede, porque sus obligaciones orgánicas le dejan un resquicio, va a hacerse la foto como si fuera el ayuntamiento el principal promotor (sólo aporta la quinta parte del presupuesto).
Fue nuestro alcalde (a tiempo parcial), no lo olvidemos, cabeza de lista en la candidatura del Partido Popular al Cabildo Insular de Tenerife. Y obtuvo menos consejeros que el anterior, Antonio Alarcó. Y como Carlos Alonso (actual presidente, de Coalición Canaria, y exmilitante popular) decidió prorrogar el pacto que tenía con el PSOE, y no le tendió la mano para nombrarlo vicepresidente, Domínguez, desde el minuto 1, inició una campaña de acoso y derribo que le ha conducido a situaciones que rayan el esperpento, cuando no el ridículo. Porque acusar a alguien por llevar a cabo lo que él en nuestro pueblo realiza en las pocas horas libres (aunque cuando se halla ausente –casi siempre– son sus segundos y terceros de a bordo los que tropiezan en idéntica piedra), por ejemplo, el empacho fotográfico, solo viene a demostrar la cortedad de miras, cuando no un desdoble de personalidad bastante inquietante.
En vez de tanta excusa barata, de tanta justificación del bien quedar, usted, don Manuel, que se dice representante de nuestra Villa Histórica, debería dejar al margen sus preocupaciones partidarias –máxime ahora con el espectáculo sucesorio– y sentarse a dialogar con la otra institución afectada, el Cabildo, y no levantarse de la silla, que no de la mesa, hasta que los vecinos del importante núcleo poblacional implicado tengan una respuesta satisfactoria. Pero no lo va a hacer porque le remuerde el orgullo de que otros puedan colgarse la medalla. Como si este hecho le importase un pimiento a los vecinos, quienes están en todo el derecho de exigir una solución con carácter inmediato.
Pero, claro, que “personas vinculadas al PSOE” se pongan del lado de los perjudicados por la problemática, no es asunto de su agrado. Como si mañana cualquier concejal de la oposición, tan legítimo representante como lo puede ser usted, exhibe otra pancarta cruzando cada media hora por el paso de peatones que vemos en la ilustración gráfica. O le queda muy ancho el cargo o sus micciones por fuera de la bacinilla son de órdago. Si se encuentra nervioso porque su formación política no atraviesa buenos momentos (incluya la corrupción), renuncie a sus cargos orgánicos y dedíquese en cuerpo y alma al que le proporciona unos buenos euros mensuales. Cuando a uno le sobrepasan las situaciones, debe ser capaz de replantearse su modo de actuar. Y si no sabe, no puede o no quiere, dimita.
Los vecinos de Puldón Natero, como cualquier otro del municipio, están legitimados para exigir todo aquello que coadyuve a corregir defectos. Y pongo en su conocimiento que un servidor no asistió porque se halla aún convaleciente de una intervención quirúrgica, porque era mi intención aportar un granito de arena con mi presencia. Es más, mañana por la tarde-noche vamos a reunirnos unos cuantos amigos, vecinos todos de este noble pueblo norteño (ese que usted no sabe apreciar en demasía por sus reiteradas desapariciones), con ideas y pensamientos mucho más progresistas que su estrecha visión, y nos hemos citado en un lugar de ese barrio de La Cruz Santa para compartir pareceres y debatir sobre el futuro de Los Realejos. Y me acabo de dar cuenta de que no le hemos pedido permiso. A lo peor aprovecha los medios, o cuartos,  a su alcance para arremeter contra tamaña osadía. Aun así, no me va a amedrentar (no nos va a intimidar) por muchos ventiladores que ponga a funcionar. Las cataduras morales no se evalúan en función de los ruidos provocados.
Sí, don Manuel, “no se trata de política, se trata de vidas humanas”. Y para ello es menester gestión  y buenas maneras. No provoque más enfrentamientos, deje de pasear (entre otras cosas, se lo reitero, porque le estamos pagando bien para que ejerza de alcalde) y cumpla con la obligación que contrajo en aquella sesión plenaria de junio de 2015. ¿O ya no se acuerda?

martes, 26 de junio de 2018

Sánchez, Merkel y La Gomera

Como todo meollo tiene su introito, antes de los párrafos de rigor vayan unas líneas para mostrar mi estupefacción por el reconocimiento de Cospedal acerca de que el 90% de los afiliados del PP no pagan sus cuotas y que se ha habilitado un procedimiento sui géneris –una derrama de 20 euros– para que se pueda participar en el proceso de primarias. Ya me extrañaba que el censo de militantes fuese tan amplio, pero se me antoja que, ante semejante proclama, hasta queda corto dado que bastaba con apuntarse y no apoquinar luego un céntimo. A lo peor ese capítulo se compensaba, y con creces, con la denominada caja B y con los billetes de 500 que se blanqueaban allá por Valencia y alrededores. Y a los sumarios instruidos, tras las pertinentes investigaciones policiales, me remito.
Se estrenó Pedro Sánchez en el capítulo de encuentros internacionales –y parece que con buena nota en la comunicación oral– asistiendo en Bruselas a la cumbre convocada por el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, para afrontar de manera conjunta el problema de las migraciones. Y como un servidor solo sabe de lo que sabe, y a mucha honra, deja las cuestiones de enjundia para mentes privilegiadas, y se limita a centrarse en lo poco que puede aportar.
Como, y a un pequeño vídeo que ha navegado por Internet me remito, la canciller (¿o cancillera?) alemana, Angela Merkel, y el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, intercambiaron unas palabras (sin traductor, Mariano, sin traductor) en las que salió a colación las excelencias de la Isla Colombina, aquí entro yo para mediar en ese particular.
Presumo de conocer algo del territorio de aquella isla. Puede que mucho más que el propio Casimiro, aunque él sabe más de la geografía humana y de cómo se conducen voluntades. Lo mío es más de transitar senderos y perderme por la naturaleza. Como hace Merkel en sus estancias veraniegas del Tecina.
Así que, Pedro (y a perdonar el tuteo, cosas de la edad provecta), el cóctel está servido. Basta con cuadrar agendas y hacer que unos días de tus vacaciones casen con los de la teutona. Con un mensaje a través de las redes sociales en las que coincidimos, o una simple llamada telefónica de la Delegada del Gobierno, ahí estaré yo para darles unos garbeos por El Cedro. Hombre, si se les viera un detalle y me pagaran la estancia, hasta mi mujer se apuntaría. No pretendo que el alojamiento sea en el hotel precitado. Me conformo con una habitación en La Villa. El amigo Manolo (Apartamentos San Sebastián) ya me buscará un hueco. Nada de coche oficial, yo llevo el mío y los traslados corren de mi cuenta. Llenaré el depósito en Tenerife y tendremos para unos cuantos trayectos. Sí, porque en La Gomera están los precios por las nubes. Como al presidente del Cabildo le sale gratis el combustible y vive más tiempo en Tenerife, jamás se ha preocupado del asunto. Salvo a la hora de pedir el voto, pero ya se sabe que cualquier promesa tiene cabida en esos periodos. En cuatro años se olvida todo.
Cuando recalé en esa isla por primera vez (1962), Angela tenía solo 8 años, y tú, estimado Pedro, no estabas ni en proyecto. Cuando diste el primer berrido (1972), este realejero ya se había dado otro par de saltos, uno de ellos en lancha desde Alcalá. Cuando uno es joven, ya se sabe que impera el espíritu aventurero. Perras no había, pero ganas e ilusión sobraban.
El que puedan contar con un guía discreto tendrá la ventaja añadida de poder prescindir de tanta seguridad y otras parafernalias. Hay que disfrutar del paisaje sin interferencias. Y saldremos por Las Hayas para saludar a Efigenia. No faltará el potajito de berros en Arure. Aunque tampoco es conveniente volverse loco, que la gastronomía insular goza de buen prestigio en diferentes lugares. Pasaremos unas jornadas de relax total.
En caso de necesitar fotos para saber de antemano cómo puede ser el espacio físico a descubrir, basta con pedirlo. Unas peores y otras mejores, varios centenares se hallan debidamente guardadas. Se perdieron bastantes cuando unos discos duros externos me jugaron una muy mala pasada, pero el archivo se encuentra debidamente surtido.
Como cursé en su tiempo una invitación parecida a Zapatero con resultado negativo, espero que al recibo de la presente, señor Sánchez, no deje caer el convite en saco roto y, si a bien tiene aceptarlo, no me remita la respuesta con mucha tardanza, porque sufro la manía depresiva de perderme por esta Canarias con harta frecuencia. Y me desagradaría tener que dejarlo en la estacada. Así que llame a Berlín, fijen las fechas –en octubre no, que hay mucha gente porque tocan Lustrales– y… a disfrutar. Será muy bien recibido. Y yo, encantadísimo de poder ser su anfitrión. Gracias de antemano.

lunes, 25 de junio de 2018

Ya está bien, Bartolo

Pasaban quince minutos de la hora prevista para el inicio de la velada con la que arrancaban las fiestas populares de aquella villa. La plaza, engalanada como quizás antes jamás lo estuvo, presentaba un majestuoso aspecto. Los espectadores, salvo los rezagados de turno que aún accedían al recinto por el costado norte a ocupar los escasos asientos de las dos últimas filas, se hallaban sentados en aquellas no demasiado cómodas sillas de tijera. El equipo de iluminación y sonido realizaba las últimas pruebas antes de que el festival de variedades diese comienzo. En el escenario, magníficamente ataviado para tan soberbio acontecer, haces de luces de diferentes colores recorrían cada rincón de la amplia superficie. Los medios de comunicación, con sus pertrechos bien dispuestos, ocupaban los lugares habilitados al efecto en unas tarimas de nivel superior a la superficie del recinto.
Cuando más de un culo inquieto se removía por la tardanza, cuando se alzaba más de una voz exigiendo el inicio de la gala, cuando los presentadores demandaban con cierta tensión la señal convenida para el pistoletazo de salida, cuando las autoridades, civiles, militares y eclesiásticas ubicadas en lugares preferentes de la primera fila, miraban de soslayo –aunque cada vez con menos disimulo– hacia atrás, la reina de los festejos del año anterior se encontraba huérfana en el sitio reservado porque el regidor municipal, el señor alcalde de aquella población, hacía, una vez más, honor a su inveterada costumbre de llegar con retraso en su bien estudiada campaña publicitaria. Porque aprovecharía la entrada triunfal en el recinto, por el recorrido más largo permisible, para saludar efusivamente a la mayor cantidad de concurrencia posible, con especial dedicación al género femenino. Las malas lenguas, que haberlas siempre haylas, ya contabilizaban por millones los besos y abrazos que el susodicho había brindado en su larga trayectoria política.
Pero en esta ocasión la tardanza le jugó una mala pasada. Cuando se produjo el consabido alboroto al hacer acto de presencia la primera autoridad local, un señor de cierta edad, impresionado por el movimiento telúrico producido al levantarse todo el mundo para contemplar la entrada triunfante del retrasado (que llegó con retraso), sufrió un infarto fulminante y se quedó el pobre hombre sentado, con la cabeza inclinada hacia la derecha durante un buen rato, hasta que una vez normalizada la situación y todos se fueron sentando nuevamente, la señora que ocupaba la silla colindante se percató de que algo extraño le ocurría. Ya se pueden imaginar el consiguiente alboroto. El acto fue suspendido de inmediato…
En el cuarto mortuorio se mascaba extraña sensación. Los afligidos familiares no hallan remedios con los que consolarse. Los comentarios (por lo bajini) del luctuoso trance eran de lo más variopinto. Las elucubraciones de los unos daban paso a sosegadas reflexiones de los otros. En la antesala no cabía un alfiler. Un operario de la funeraria intentaba abrirse paso con una corona en cuya cinta podía leerse una sentida dedicatoria del ayuntamiento. A duras penas llegó ante el féretro y depositó suavemente la ofrenda en el suelo.
En aquella mañana apanzaburrada, como tantas y tantas del verano, acudieron varios ediles corporativos a mostrar el pésame a los atribulados. Quienes, tras un brevísimo intercambio de palabras con los familiares más directos, se escabullían por entre la muchedumbre alegando excusas peregrinas. Cuando el segundo de a bordo hubo cumplido con los requisitos que el protocolo exigía, pudo observársele en un rincón del porche cubierto efectuando una llamada telefónica, de la que un avispado fisgoneador pudo escuchar: “Esto está petado”.
Apenas cinco minutos después hizo su aparición el regidor del consistorio. Descendió con la pompa de rigor del coche oficial y dio comienzo al capítulo que tan bien desarrollaba ante presencias multitudinarias. Pero algo fallaba en la presente ocasión. Más de uno rehusó el efusivo saludo del mandatario. Hecho al que no estaba acostumbrado, por lo que optó por dirigir sus pasos hacia el ataúd en el que depositó un ramo de flores que el jefe de protocolo le reservaba para el instante. Mas lo peor del trance estaba por llegar. Cuando, solícito como siempre, se acercó a darle el beso de condolencias a la señora del difunto, esta le viró la cara al tiempo que le espetaba con toda claridad y contundencia un “lárguese, por favor, que usted aquí no es bienvenido”.
Con aquello entre lo otro (normalmente lo verás escrito con el rabo entre las patas) hubo de correrse (acepción 37 del DRAE: avergonzar y confundir) el agraviado, quien, no escarmentado con el desliz, acudió en esa tarde al oficio religioso en la parroquia. Y según su inveterada costumbre accedió al recinto en el instante que el párroco salía de la sacristía para dar comienzo a la función. Para entrar por al pasillo principal de la iglesia en olor de multitudes. Y para no perder la rutina.
El sepulcral silencio retumbó en altares y capillas. Los presentes, sabedores del trance habido en el velatorio, dirigieron sus ojos hacia el techo al paso del mancillado y parecían elevar sus oraciones en un ejercicio de recogimiento jamás visto con anterioridad por aquellos lares.
Cuando el interfecto ocupó el sitial reservado para ocasiones tales, sintiose crujir la tapa del ataúd, y en medio de un pánico contenido comenzó a levantarse pesadamente mientras una voz de ultratumba tronó con total firmeza: “Ya está bien, Bartolo (nombre supuesto), déjame descansar en paz”.
Cuentan las crónicas que los baños públicos cercanos no dieron abasto ante tanta diarrea que no pudo contenerse. Pero de este último pasaje no tengo certeza absoluta. Al igual que con el retrato que ilustra cada uno de mis relatos, lo dejo a tu consideración.

miércoles, 20 de junio de 2018

Una de cal y otra de arena

¿Y cuál es la buena?, nos preguntamos siempre. En el dicho no se hace mención, necesariamente, a lo negativo o a lo positivo de una situación, sino más bien a lo distinto, a lo diferente. Cuando antiguamente había que recurrir a lo que la naturaleza nos brindaba, y aún el cemento, ni sus efectos colaterales como la aluminosis y otras dolencias varias, no había hecho acto de presencia, se echaba mano de la cal (material más caro) y de la arena (más abundante y menos costosa) para todo tipo de edificaciones. Se dice que los malos constructores intentaban dar más arena que cal, cuando lo correcto sería lo contrario, o cuando menos cantidades parejas: Una de cal y otra de arena hacen la mezcla buena.
La de cal, entonces, para el tocayo Jesús Agomar. Sabe el amigo que no tengo oídos sino orejas. Que de música sé tanto como de física cuántica, es decir, rien de rien. Pero reconocer una labor digna de elogio entra más en los círculos del afecto que del conocimiento. Y a fe que el edificio sonoro que ha ido construyendo en los diferentes ámbitos donde se ha movido se consolida. Buena muestra de su quehacer lo encontramos en los colectivos que ahora dirige: Banda La Esperanza (La Guancha) y Banda Insular de la Federación Tinerfeña. Sí, ya sé que te debo una visita, pero sabes que me enrollo en mil asuntos. Tendré que echarle bemoles. Como tú, sin ir más lejos.
Hace un tiempo, Agomar nos sorprendió con El viajero ilustrado, un rendido homenaje a la figura de Viera y Clavijo. Y ahora, hace apenas unos días, este trabajo ha sido reconocido por The Akademia Music Awards, con sede en Los Ángeles (California) como la mejor obra instrumental clásica. Nos señala el propio autor que en la categoría Best Ambient/Instrumental Song.
Se justifica el galardón, entre otras consideraciones, con esta laudatoria declaración: “Esta composición musical se armoniza cuidadosamente para producir capas sutiles de arte sonoro de un nivel superior”. Y desde la propia academia se viene a señalar: “Significa que usted ha traspasado las puertas de una organización y que puede avanzar significativamente en su carrera como artista”.
Que eras un artista lo tenía claro desde años atrás. Pero este aldabonazo te consagra. Y aunque sabes que no soy muy dado a los halagos y arrumacos (para que no se consienta el personal), sabes que cuentas con todo mi apoyo. Y si fuera político, ya hubiese salido corriendo a sacarme una foto contigo (ironía pura y dura, estimado). Eres un orgullo para esta noble villa realejera y te animo a continuar por la senda que, a buen seguro, te conducirá a nuevos éxitos. Esfuerzo, ganas, tesón, constancia y profundo conocimiento de los vericuetos armoniosos te sobran. Si aderezamos esa teoría con una humanidad encomiable, el cóctel queda servido para brindar por un futuro halagüeño.
Como este rebenque de la platanera no sabe hacer otra cosa, vaya esta décima con todo mi afecto: Son las notas de Agomar / semillas de un pentagrama, / con las que a diario proclama / su aplomo y saber estar. / Como yo no sé cantar, / sino escribir en renglones, / serán diez versos razones / que esgrime otro realejero, / con un abrazo sincero / por premios y galardones.
Y ahora la de arena. Con el enésimo mensaje al director de Radio Realejos, al concejal que lleva las riendas de la emisora, y al señor alcalde, como máximo responsable de la gestión de los dineros públicos. Aunque se halle en la actualidad de vacaciones hasta el día de San Fermín, espero que algún allegado (Adolfo, por ejemplo, quien también ostentó la delegación de dicha empresa PÚBLICA) le haga partícipe de esta nueva denuncia o reclamación.
El tratamiento que uno de sus locutores sigue brindando a la audiencia, con el aplauso de su grupo de chanchulianos de cabecera, teletransportados desde el Barranco de San Felipe, de algunos cargos públicos de este Norte tinerfeño, raya el impudor más ruin y despreciable de todo comunicador que se precie. Y mientras Fidela Velázquez, verbigracia, sufre casi a diario la burla y el escarnio más abominables, nuestro alcalde ejerce con inusitada diligencia su cargo orgánico sin que le quede un resquicio en su apretada agenda para poner algo de orden en un proceder que rompe todos los esquemas de cualquier código ético al uso. Siquiera sea por el debido respeto institucional. ¿Se imagina, señor Domínguez, la situación a la inversa?
Alguien tiene que contar las verdades, me espetaron días atrás. ¿Cuáles? ¿Las sesgadas e interesadas? ¿Las sustentadas en la verborrea barata y en el histrionismo más reprobable? ¿Las que pontifican las cuatro o cinco cuyo espacio vital no va más allá de lo que marca el cable del auricular telefónico y que el aprovechado maneja a su antojo cual marionetas o títeres? Qué ancho le queda el traje de periodista.
Se ha puesto a la alcaldesa del pueblo vecino a caer de un burro por un proceso judicial en el que se halla involucrada. Que tiene más visos de errores administrativos que de delitos contemplados en el código penal. Hechos a los que el PSOE no ha dado la suficiente trascendencia, por lo que no ha estimado oportuno apartarla del cargo. Pero el metomentodo no se conforma. Y da leña un día sí y el otro también. Al tiempo que obvia otros turbios procesos más cercanos. Es el periodismo de garrafón, de los que tantos ejemplos, desgraciadamente, encontramos en el territorio patrio. A este émulo de los Inda, Marhuenda, Losantos y otras glorias nacionales, se le importa bien poco pisotear derechos al honor, imagen, presunción de inocencia, y arremete, puede que al dictado de espurios intereses y con el aplauso de la cohorte de opinadoras que valen para un roto y un descosido, con total impunidad y vileza contra los que no ríen sus gracietas.
En fin, otra décima: No a la violencia verbal, / no al insulto chanchullero, / no a la inyección de dinero / en cierto medio ilegal. / Un periodismo cabal / requiere mejor hechura, / donde sobra el caradura / que actúa con gran inquina, / para aplicar su doctrina / con dosis de calentura.
Si observan que me ausento algún día próximo y dejo de subir a La Corona, no sean tan mal pensados de achacárselo a la depresión que deberé coger ante la avalancha de ‘felicitaciones’ que me espera por esta segunda parte de mi atrevimiento escrito (también en la emisora PÚBLICA, por supuesto, que para eso su libertad de expresión está consagrada en la Constitución con rango superior a la mía), sino a una hernia umbilical producida por el esfuerzo de alzar la voz contra los aprovechamientos obscenos que cuentan con la aquiescencia (beneplácito, refrendo, anuencia, asentimiento, aprobación) de un grupo de gobierno municipal plegado a dudosos intereses, entre los que se puede encuadrar, por razones evidentes de concomitancia, inyecciones económicas publicitarias en un antro televisivo ilegal sobre el que pesa una sanción, amén de orden de cierre, de medio millón de euros sin que autoridad de ningún tipo haya movido un dedo.
Operado quedo. En Bellevue unas horas, según me especificaron y luego a descansar. Cualquier energúmeno diría que se lo merece, pero a un servidor, sin currículum y sin haber dado un palo al agua en su vida (ni en bajada), ni la hora.

martes, 19 de junio de 2018

Una decena de frases

1. Casimiro Curbelo será candidato en 2019 por última vez. Ya lo había sido en 2015. Y en 2011. Pero siempre le puede la flojera y se deja ir cuando olfatea el tufillo electoral. Y ya está, porque escribió, o le escribieron, un artículo de alabanza al Gobierno de Sánchez y lo mismo lo fichamos de nuevo. Sigue leyendo o ve al punto 10.
2. Bravo de Laguna practica un nacionalismo insular para reequilibrar el papel de Gran Canaria. Ha manifestado tras firmar una alianza electoral con Coalición Canaria, es decir, ATI, al pensar de ellos mismos. Pedir referencias en el Cabildo de aquella isla, donde los propios compañeros de viaje están hasta los mismísimos con el londinense.
3. Pedro Sánchez riega con 9 millones de euros a los sindicatos. Se pudo leer ayer mismo en ABC. Cuyos titulares incendiarios persistirán hasta que este nuevo Gobierno pida asilo político en Senegal. O más lejos. Porque si lees la información al respecto en el mismo diario, viene a resultar que no hay nada anormal en la asignación que los PGE contemplan.
4. A Urdangarin ya la cayó la “Brieva”. Perdón por la variante del no caerá esa breva. Pero a este, sí. Y como no temblará mucho, tendrá tiempo para ir a visitar los toros de Guisando. Sin más comentarios.
5. Avalancha de candidatos para presidir el PP. Leído en La Vanguardia cuando solo existía constancia de dos aspirantes. El cómo acabe la película será otro cantar. Puede que se deba a la poca costumbre en el Partido Popular, más inclinado a la nominación digital y registro de la propiedad.
6. El 76% de las bases de IU vota sí a la coalición electoral con Podemos y Equo. Falso de toda falsedad. Porque te vas al meollo de la cuestión y te enteras que solo participó el 42% del censo. Señálese que ese porcentaje se refiere a los que intervinieron en el proceso y no dé falsas expectativas con titular tan engañoso. Yo sé de muchos que no están por la labor.
7. Máster, Casado, estudios, aforado, ¿imputado? Demasiado enredado para quien llega con aires renovadores a competir con Rivera. Máxime cuando varios profesores también se hallan en el ojo del huracán. No siempre los aires nuevos resultan ser buenos aires.
8. La repetición es parte fundamental del aprendizaje. Lo hice siempre desde mi etapa de estudiante, allá en el Paleolítico. Y luego descansos, porque el maestro me dijo una vez en La Longuera que lección dormida, lección aprendida. Y ahora practico con ejercicios más sencillos como la tabla periódica de los elementos (tierras raras incluidas) y el cubo de Rubik. Tranquilo, valen, asimismo, los resultados  de los mundiales de fútbol habidos.
9. El ser amigo no quita para que mantenga mi capacidad crítica. Es de Jerónimo Saavedra. Manifestada en una entrevista (de las tantas y buenas) del amigo Moisés Grillo en Diario de Avisos. La suscribo, la comparto y la bendigo. Porque para borreguismos, con el ejemplo del grupo de gobierno popular realejero vamos estupendamente servidos.
10. Yo recuperaría incluso a gente que no está en el partido y que son históricos para el socialismo canario. De la precitada entrevista. Nos hemos adelantado en mi pueblo, Jerónimo. Empezamos hace apenas tres meses y fíjate si la situación es diferente que ya hemos sido capaces de cambiar de inquilino en La Moncloa. Poco a poco, sin prisas pero sin pausas, ciertos espejismos van tornándose crudas realidades. Un par de sacudidas más y superarán los despiertos a los dormidos. Será menester, además, que la fiscalía no se dilate demasiado para que los de sueño profundo dejen de roncar.

lunes, 18 de junio de 2018

Corren nuevos aires

Espero, y deseo, que el PSOE no se sumerja en el mismo jacuzzi que sirvió a Ciudadanos para el hidromasaje, próximo pasado, que la valió de terapia de autocomplacencia por el éxito que vaticinaban casi todas las encuestas. Tanto que a Rivera ya se le había puesto una piel tipo culito de niño. Y cuando el orgasmo electoral estaba a punto de estallar, una moción de censura retrató a cada cual y se cambiaron las tornas.
Ahora se respiran nuevos aires. Los sondeos expresan otros números. Pero son fotografías del momento. Y salta a la vista que los cambios se vienen produciendo a velocidad de vértigo. Por lo que mañana, ve tú a saber.
Se disparan dardos y flechas envenenadas desde todos los sectores. No queda al margen, por supuesto, el periodismo. Porque es, quizás, la parcela más sujeta a dictados económicos. Y ya se sabe que cuando duele la pela, hasta el más tonto se consuela. Y si el dicho no es así, dalo por cambiado.
Como este país está tan necesitado de gestos, entiendo que existe un amplísimo campo para que este nuevo gobierno desarrolle políticas que devuelvan la ilusión a un pueblo que sufrió recortes durante muchos años para que, por ejemplo, la banca saliera del ahogo que se había provocado sin que nadie, salvo las apetencias de los dineros fáciles, le hubiese puesto la soga al cuello.
A esta campaña de acoso y derribo se suman gustosos ciertos medios de comunicación de este archipiélago. Y estoy pensando en estos momentos en dos impresos, uno de Tenerife (aunque nacido en La Palma) y otro de Gran Canaria. Cuya cruzada en contra de todo lo que huela al perfume del secretario general del PSOE en Canarias, Ángel Víctor Torres, raya la indecencia y el filibusterismo más despreciable.
Cuando no ha demasiado se consideró que el sistema de primarias para la elección de candidatos era un modelo digno de elogio democrático (tanto que hasta el PP se lo ha copiado), para algunos periodistas de garrafón viene a resultar que las lógicas diferencias de opinión entre los que legítimamente aspiran a ostentar un cargo, orgánico o no, se convierten, por mor de estructuras neuronales calenturientas, en sablazos y guerras intestinas. Y enfrentan, en otra versión de pleito insular, a tinerfeños y canariones en el terrero de la dialéctica más despreciable. Mucho toque pa´tras, que se diría en el vernáculo deporte.
La información veraz que consagra la Constitución, y a la que todo profesional se debe, se trastoca en posicionamientos a los que no ha lugar en un periodismo serio y riguroso. Porque las opiniones tienen cabida en otras secciones. Y muy mal asunto el que se intente confundir al lector con elucubraciones, rumores y cambalaches varios. Porque algo tan simple como que los hechos son sagrados, viene a convertirse en pura entelequia por enfermizos comportamientos que cualquier código ético rechaza.
Qué pena de periodismo. El ‘deberse a’ hasta tales extremos hace que la inmundicia prolifere. Que un periódico calque procederes habituales de las redes sociales, donde el más lenguaraz cuenta con mayor cantidad de seguidores, es tema a considerar. No está la profesión para dislates de semejante calado. No echen más porquería en un patio que no se caracteriza por su limpieza. Hasta el chiquero del cochino, que diría mi abuela, está de mejor ver. Por si fueran pocos los advenedizos que pululan por platós tertulianos, no contribuyamos a la desaparición del papel con estas micciones fuera del tiesto. Y es que al final, cuando todo se halle chingado, el remedio de ir a llorar a la plaza de nada servirá.
Menos mal que los trabajadores de los informativos de la radiotelevisión pública española, hastiados del intervencionismo, más que intrusismo, de los gobiernos de turno, siguen vistiéndose de negro cada viernes en demanda de unos telediarios serios y rigurosos. Y uno, más de pueblo que el campanario de la iglesia y más de campo que un rolo de la platanera, se enorgullece de una prima hermana que no ha dudado un instante en denunciar tan caótica situación.
Al igual que inicié el presente, espero, y deseo, que esta nueva hornada ministerial sepa actuar con riguroso criterio. Y que luego tomen buena nota las televisiones autonómicas. También la nuestra. Porque es una pena de tan buenos “vasallos” con unos “señores” que dan lástima.
Porque corren nuevos aires, hasta vislumbro un horizonte más diáfano Desde La Corona.

viernes, 15 de junio de 2018

Siempre hay un hueco

Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán… Eso, ellos verán. Que no es poco. ¿Ustedes se han percatado de cómo anda el patio? Revuelto, revuelto, revuelto. Y no me refiero al que utilizábamos cuando poníamos aquellas planchas los domingos desde bien temprano en una tarea comunitaria que ya no es posible por mor de los avances; o séase, de la modernidad. Aquello daba gusto. Y cuando se concluía la labor, se remataba con unas flores silvestres o una bandera española. Otros tiempos, claro.
Como siempre hay un hueco para la foto (pensé en mi alcalde), la ironía, la perplejidad y más, ayer tarde me dio por rescatar frases, o inventarlas, con las que poder hacerme una composición de lugar en este mundo informativo tan complejo. Hemos alcanzado tal récord que es imposible asimilar la avalancha. No es que la noticia de ayer quede sepultada por los aconteceres de hoy. Qué va. Todavía no acabas de adentrarte en la entradilla y el titular de la siguiente te hace pegar fuerte brinco. Por ello no me explico el que Pedro Sánchez no haya dimitido aún. Le aconsejo que haga como yo y renuncie a su currículum. A un servidor, te lo juro, no le quedó ni el certificado de estudios primarios. Analfabeto total. La última vez que caminé por El Cedro me tropecé con un par de carneros. Y entre la niebla no tenían cara de ser muy pacíficos. Me miraron raro y opté por dar la vuelta. Si el panorama no cambia, me iré otra vez para La Gomera e intentaré habituarme a comer raíces de helecho y otras hierbas y frutos silvestres. Para desconectarme del todo. Hasta que me convierta en un don nadie.
Después de lo de Màxim Huerta, las asesorías fiscales han tenido un repunte histórico con una avalancha sin precedentes en las declaraciones de la renta. Las sociedades interpuestas ya no molan. Hacienda sube unos peldaños. A este ritmo, en unos doscientos o trescientos años ya alcanzará Panamá, Andorra, Bahamas, Mónaco… Amén de una sucesión de Islas Vírgenes donde se solazan cuerpos incorruptos, porque el alma la tienen más negra que las uñas después de pasarse el día cogiendo papas.
No se anduvo con papas (las que cogí en el párrafo anterior) en la boca el presidente del Cabildo de Gran Canaria. Arremetió, y con toda la razón, contra el periódico La Provincia por hacerse eco de unas denuncias a su gestión en el ayuntamiento de Agüimes, archivadas por la fiscalía, sin que el citado periódico haya echado el freno de mano para pedir, qué menos, disculpas por la osadía. Máquina del fango y periodismo mercenario son algunos de los piropos brindados. Y es que son tantos los intereses espurios que se escudan tras las cabeceras (extiéndanlo a los medios audiovisuales), que al periodista no le va a quedar otra que escuchar y escribir al dictado. Lamentable. Qué pena.
Ana Botella, nueva secretaria de Estado de Seguridad. Fuerte susto me llevé cuando lo leí. Y es que al apellido me llevó a donde te estás imaginando. Y que no se trata de la ginebra que seguirá bebiendo la infanta Cristina. ¿O era que va a seguir viviendo en Ginebra? ¿Ves? Nos tienen confundidos. Como Aznar se ofreció para regenerar, se me pasó por la cabeza que Sánchez había hecho otro guiño al votante de centro. Que es donde está el caladero y hacia donde todos se dirigen a pescar. Pues no, no se trata de la exalcaldesa de Madrid. La del café relajado. Es otra mucho mejor preparada; eso dicen.
En estos días se está produciendo un éxodo masivo (Taco se está quedando vacío) de gomeros (y herreños en menor medida) hacia su isla de origen merced a la bajada de tres céntimos en el precio de los combustibles. Los silbidos de contento se escuchan nítidamente en el Sur de Tenerife y las lanchas de Alcalá no dan abasto para trasladar a tanta gente. En La Villa los recibe Casimiro con los brazos abiertos y la gasolinera del muelle ha colgado el cartel de fin de existencias. Como Coalición Canaria ha perdido peso específico (relación entre masa de una sustancia y su volumen), Curbelo estima que con los 5000 votos se lleva los cuatro diputados. Y con ello conseguirá que en la próxima legislatura (2019-2023) se produzca otro descenso de al menos otros dos céntimos más.
La fiscalía de Los Ángeles investiga a Sylvester Stallone por agresión sexual. Pero este hombre, si no siente los pies, cómo va a ser capaz de calentarse otra parte del organismo. Además, y cuéntamelo con sinceridad, ¿cuántas veces has leído que está fiambre? Y de tal guisa, pregunto, ¿puede cometer el supuesto delito denunciado?
Lo que me causó cierta hilaridad fue la denuncia a “un varón robusto, de cabello color rojizo, bañador negro, gorro azul, que se tocaba sus genitales, agarrándose el pene y realizando movimientos masturbatorios” en una piscina en Los Cristianos. Algo que parece estar de moda tras la detención de un conductor de una guagua en Valencia por meter las marchas del vehículo con palanca equivocada. Pensé que largo rato debió pasar la denunciante observando la jugada para tan magnífica descripción.
Y no sigo porque no me da tiempo, y espacio, para las líneas a los de la foto. Se vino mi alcalde a la urbanización donde vivo en ese día que destina a la sesión (el ratito que el partido le concede para, en vano intento, justificar el sueldo: renuncie al mismo por dignidad, señor Domínguez; no nos engañe y defraude más; por menos hicieron dimitir a Cifuentes; y de paso, llévese a Marrón; lo que se podría hacer con todo ese dinero) y no se dignó avisarme para yo explicarle cómo van las obras de acerado en los solares que restan en varias calles. Entre otras, la mía: Benito Pérez Galdós. Que es la de la instantánea. Porque si no se vallan (o se les dota de muros perimetrales, como gusta decir a los técnicos) con carácter previo, me da que los 63 mil euros invertidos de bien poco van a servir. Yo los hubiese gastado en patrimonio, por ejemplo. Ya que se olvidó de mí por completo, cuando concluyan las obras de la Avenida de Canarias, páseme la invitación porque quiero ser testigo directo de los codazos con Carlos Alonso. Si me sigue ninguneando, le puedo asegurar que perderá mi voto en las próximas porque me daré de alta en San Juan de la Rambla, villa en la que no tendré inconveniente para, de proponérmelo, ser candidato, pues con la creación del nuevo (es un decir) partido de Manolo Reyes, no va a quedar habitante que no forme parte de alguna candidatura. Lo dicho, siempre hay un hueco. Tengan feliz fin se semana.

jueves, 14 de junio de 2018

Cuarenta versos

Nuevo mazazo al pepé
por la Gürtel valenciana,
mas Rajoy con su desgana
en peligro no se ve.
De ese tema nada sé,
ha dicho en la reunión
que trató la sucesión
del liderazgo pepero:
Los asuntos del dinero
eran cosas del cabrón.

Cuando sé fuerte, le dijo,
algo intuía, no obstante,
pero siguió dando el cante
porque el pueblo los elige.
Este partido se rige
por dejar todo pasar
que nada nos va a importar,
pues ni aun la corrupción,
que nos salpica un montón,
nuestra ruta hará cambiar.

Mientras tanto Ciudadanos
sigue pidiendo elecciones,
no creen en las mociones
que junta bastantes manos.
Mira tú si son livianos,
al calor de las encuestas,
que están sus huestes dispuestas
a pagar afiliaciones
y llevarse los montones
de peperos a sus fiestas.

En el pepé, de otro lado,
ya se afilan los cuchillos,
pues pretenden los muy pillos
pasar página al pasado,
como si el cuerpo lastrado
por chanchullo y corrupción
buscara la salvación
con flotador a estrenar:
¡No nos vamos a olvidar
de tan deplorable acción!

miércoles, 13 de junio de 2018

La 'kelly' Santana

Porque uno debe aclarar, es nuestra obligación, aquellos aspectos informativos que rulan por los medios y que acaban por degenerar, sobre todo en las redes sociales (más dadas a la falta de rigor), vayan dos desmentidos previos a la cita de hoy miércoles.
Me confirman desde La Gomera que el conductor del vehículo requisado por la Guardia Civil en el puerto de San Sebastián con quesos, huevos, gofio, vinos, miel de palma, unas botellas de fairy y un perro no era Casimiro Curbelo, como se ha comentado en los mentideros políticos de aquella isla; escasos, pero bien distribuidos.
Desde círculos bien cercanos al PP realejero me trasladan la disposición adicional cuarta del argumentario de la presente semana: la sentencia de la rama valenciana del caso Gürtel, conocida este pasado lunes cuando se hallaba reunida la cúpula nacional, nada tiene que ver con la organización; es un nuevo caso aislado (y van…). A la fuente, digna de todo crédito, le sugerí que descartaran a Feijóo para la sucesión pues no me huelen bien ciertos pasajes; vamos, que no acabo de esnifarlo.
Y sin más, vámonos a Vecindario (Santa Lucía de Tirajana). Donde hasta el Hotel Avenida se trasladó la diputada Noemí Santana Perera (Podemos) para compartir una jornada laboral con las camareras de pisos. A conocer de cerca el duro trabajo de este sector que tiempo atrás expuso la problemática por la que atraviesa el colectivo al entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, merced a la intermediación de otra Santana, la senadora (Nueva Canarias) María José López. Quien se limitó a realizar la labor política encomendada por sus votantes sin necesidad de recurrir a teatrillos ni circos.
Del despliegue de medios y abundancia de fotos y vídeos al respecto adquieran ustedes constancia en esta mínima muestra. Ni que decir tiene que a sus compañeros de viaje les ha parecido esta pantomima una acción digna de elogio. Y han invitado a otros líderes políticos a que se sumen a la fiesta en vez de ir a tanta romería. Cada cual entiende la feria, por lo que se ve, a su conveniencia.
Deduzco que la empresa hotelera estaba al tanto del espectáculo. Me imagino que habrá contratado temporalmente a la aprendiz para tener aseguradas las posibles contingencias. Porque bien pudo atragantársele una funda a la novicia, sobre todo porque es tremendamente peligroso hacer esfuerzos con esa sonrisa de oreja a oreja. Más que mostrar solidaridad con las sufridoras, da la impresión de que fue más cómoda la experiencia que cualquier debate de la nacionalidad.
Claro que son importantes los gestos en política. Pero no las montadas de tal guisa. Si doña Noemí pretendía su minuto de gloria, a fe que lo ha conseguido. Lo malo es que no ha diferido su proceder de los aprovechamientos mediáticos que tanto critica su formación de la otrora casta. Porque al final acaban por darle la razón a los que opinan que son todos iguales. Menos mal que El Baifo Ilustrado ha sabido sacar la chispa oportuna, que define de manera certera cómo se desvirtúan las nobles causas por mor de una mercadotecnia vergonzosa.
Aunque los realejeros estamos curados de estos sustos gracias a la inestimable ayuda de nuestro ilustrísimo señor alcalde, nos desencantamos con quienes venían a darle la vuelta a la tortilla. No me extraña lo más mínimo que los compañeros de Izquierda Unida de estos contornos no comulguen con tales piedras de molino. Y se muestren reacios ante desaguisados tales. Cómo van los de aquí a poner en solfa los postureos del gobierno popular, si a la vuelta de la esquina se reproducen los esquemas, máxime cuando ayer mismo se proponía más hacer y menos lucir.
Cuando toque zafarranchos de vendimias, de coger papas, de abrir pa´istierco en las escasas plataneras que nos quedan, de bajar cisco del monte y otros tantos quehaceres de doblar el espinazo, ahí los quiero ver guataca o sacho en mano. Sin móviles ni cámaras. Sin micros ni tecnologías de nuevo cuño. De sol a sol. Un día y otro. Una hora para comer y vuelta al tajo.
Claro, por supuesto, lo mío es demagogia. Cuánta desilusión. Esas composturas solo aspiran al consabido puñado de votos (más de lo mismo), y a ese mercadeo lo llamo, directamente, enriquecimiento torticero.
De nada. Para eso estamos. A mis años, ya vengo de vuelta.

martes, 12 de junio de 2018

Clavijo, encuestas, titulares...

Padylla, como siempre, lo borda. Sin palabras es capaz de dibujar el panorama político canario con una maestría increíble. Apenas han transcurrido tres años desde aquel piropo a Bravo de Laguna (ese ser incombustible que lleva más de cuatro décadas subido al coche de hora que sube a Teror, pasando por Santa Brígida, incluyendo el billete en la guagua de dos pisos londinense, de la que solo bajó a sisar un pijama), a quien definió como un señor de cierta edad, y que ahora, por mor de ensalmos con agua de llantén (limpia las legañas), se ha convertido en el revulsivo para recuperar Gran Canaria. Guárdenme cuatro huevos de quícara. Si para amplísimos sectores de la población de aquella isla Coalición Canaria se identifica con ATI, no arriendo las ganancias de estos abrazos interesados cuando sellaron la alianza electoral. Máxime si se pretende vender renovación. Más vale que utilicen el vocablo recauchutado.
Cuando vislumbré esta fotografía en la que Clavijo sostiene, junto a otros, ese cacho de serpiente –fíjate bien en la cara de acojonado –acobardado, según el DRAE– para demandar responsabilidad a quienes adquieren especies exóticas, me fui, ipso facto, a la que sellaba la unión chichacanariona con el pegamento fallido del pósit (papel autoadhesivo). Porque mira que es extraño, ridículo y extravagante este matrimonio de conveniencia. Ellos sabrán, que diría un amigo. Pero la impresión que uno palpa en el panorama isleño es que CC lleva una ruta en descenso más peligroso que el tramo entre El Asomadero y La Corona de la reciente Bluetrail tinerfeña. Como no se halla el PP en condiciones de tirar voladores y Ciudadanos murió de éxito en las encuestas anteriores al debate de la moción de censura, por la parte que me toca voy a hacer todo lo posible para postularme y competir en primarias, porque las ofertas que tengo sobre la mesa me pueden suponer un sustancioso incremento a la paga que recibo en mi estado jubiloso. Bien de viajes haría. Me autonombraría embajador plenipotenciario en las islas.
A todas estas, leo el siguiente titular: Antona preguntará a Clavijo por su relación con Pedro Sánchez. Pero qué confianzas son esas, señores periodista o líder del PP canario, según proceda. Qué intromisión más descarada en las vidas privadas de las gentes. ¿Por qué no interpela a los realejeros, señor Asier, acerca del inmerecido sueldo que nos sustrae su correligionario Domínguez? Cuídense, que estamos despertando del encanto de los polvos mágicos. Y dentro de unas semanas nos vamos a reunir unos viejitos de la Tercera Juventud –o Peña de Los Roques– para echarnos un vaso de vino con un cacho de algo, porque se nos metió la manía de que aún podemos ser válidos. Tanto, o más, que el humo en frascos vendido en las redes sociales.
Otro lamentable titular: Dos miembros gays visibles en el Gobierno: ¿Y dónde están las lesbianas? Del estilo del bochornoso artículo machista, firmado por una periodista, en el monárquico ABC. Y es que el nuevo Ejecutivo, que preside Pedro Sánchez, ha sido diana como antes jamás se había visto. Desde el minuto menos uno. Síntoma inequívoco de que puede llegar mucho más allá de las dos semanas previstas por los agoreros y, al tiempo, de lo carca que es aún esta sociedad. Máxime cuando el resultado de las dos encuestas dadas a conocer este pasado domingo, y que fueron encargadas por el citado ABC y La Razón, conceden un notable incremento en la intención de voto al Partido Socialista. A pesar de que el diario que dirige Marhuenda se descuelga con un sugestivo “los populares apenas sufren desgaste”. Manda lo otro, por no escribir aquello.
Y termino con un medio de comunicación impreso de esta isla. No lo cito porque en el mismo trabajan unos buenos amigos. Nos traslada a Tacoronte para poner en nuestro conocimiento que el concejal de Recursos Humanos ha sido reprobado, por unanimidad, en la última sesión plenaria. Para, a renglón seguido, aclarar que el resultado de la votación fue de 14 votos  a favor y 4 en contra (de la reprobación). Los cambios sociales hacen posible que los significados sufran, asimismo profundas metamorfosis. Y aunque antes la unanimidad significaba sin discrepancias, ahora se admiten matices. Manda aquello, por no escribir lo otro.
Perdón, se me olvidaba. Estoy todavía patinando, o bailando con, o sobre, una pata sola, ante la cantidad de florituras que plasmó cierto comunicador en un reciente artículo que vio la luz por estos lares. O la penumbra, que estoy confuso. Como no sea que le esté haciendo la competencia a otro para rematar la oferta ineducada, no acabo de entender la finalidad de tan didácticas composiciones. De ostentar algún cargo en el ayuntamiento portuense, los contrataría desde ya como vocingleros, gárrulos y lenguaraces, que no portavoces.

lunes, 11 de junio de 2018

A don Manuel Domínguez

Mis más sinceras disculpas por la ausencia, pero otras obligaciones impidieron la subida a La Corona en estos primeros días de junio. Debo confesar que entre un viaje y el tecleo –confieso mis debilidades– me inclino por el garbeo. Y a fe que los dos sancochos que me zampé en tierras conejeras bien valieron el sacrificio. Los compañeros de la promoción de Magisterio fueron testigos de que Cándido se comportó como un magnífico anfitrión. El presidente de la Academia Canaria de la Lengua y el inminente Diputado del Común (mañana, creo, accederá al cargo) podrán levantar acta de lo que manifestado queda.
Sentencia de la Gürtel (primera de ellas), moción de censura, presidencia de Pedro Sánchez, nuevo gobierno… Cuántos acontecimientos en tan corto periodo de tiempo. A renglón seguido, la guerra ha dado comienzo. Ni los cien días de gracia ni leche machanga. Cargadas las escopetas y bien guarnecidas las cartucheras, los silbidos de las balas no han cesado. El manual de instrucciones lo especifica nítidamente: leña al mono.
No iba a quedar al margen el presidente del PP tinerfeño y otrora alcalde de Los Realejos, la bella villa norteña, la de Viera (el polifacético), que me viera (de ver) nacer ha bastante. Parece que al señor Domínguez le encanta el juego. Y se ha subido al carro de los despropósitos. Por eso he elegido la fotografía que ilustra este post. Obsérvala bien. ¿Solaz, retozo, travesura con quien se oculta detrás?
Pues sí, estimados convecinos. Don Manuel nos sigue tomando el pelo (a ustedes más que a mí por razones de escasez evidente) al derecho y al revés. Mucho más al derecho, por supuesto. Ya no se le ve por el pueblo –salvo los escasos instantes de las sesiones fotográficas, las mismas que pone en solfa a sus adversarios políticos, verbigracia, Carlos Alonso– porque las responsabilidades orgánicas no le dejan resquicios para atender a las obligaciones por las que percibe generoso sueldo. Desconozco si disfruta, además, de otras asignaciones de su formación política. Pero como realejero me duele enormemente que se lleve casi cinco mil euros, limpios de polvo y paja, por un cargo que tiene abandonado, en un ejercicio de impúdica desfachatez. Y ya está bien de semejante caradura. Es más, ni se recata un ápice cuando no duda en hacer acto de presencia en los medios de comunicación en horas que debería estar atendiendo a los problemas de los contribuyentes que pagan religiosamente sus impuestos para que él, como contrapartida, pasee y se dé tono. Es que va a buscar dinero para el municipio, me espetó cierta concejala tiempo atrás en mi barrio de Toscal-Longuera. Pues no se nota, estimada, porque si no fuera por las inyecciones del Cabildo, dígame qué infraestructuras de relevancia –no me incluya, por favor, el mantenimiento de los servicios a los que el ayuntamiento está obligado legalmente– se han llevado a cabo en Los Realejos en los muchos años de mandato del bien pagado.
Y ahora, después del desalojo de Rajoy (merced a un mecanismo constitucional y no por un asalto bélico a La Moncloa), se ha sumado nuestro alcalde time sharing al bombardeo estilo Hernando. Nos deleitó, días atrás, en las redes sociales con un montaje fotográfico en el que solo le faltó la metralleta al nuevo presidente del Gobierno. El mal perder democrático madrileño se extiende por el territorio patrio. Y mi pueblo no puede quedar al margen por mucho que este equipo de gobierno pretenda establecer diferencias. No son otros los de aquí, son los mismos, con idénticos tics, con espasmos similares. Y a los perfiles sociales me remito. Disfraces del bien quedar que enseñan más de una patita. Nada de dóciles corderitos sino abundancia de lobos con caretas.
Del periodista Esteban Hernández (El Confidencial): “La táctica discursiva que subraya cómo un presidente legítimo ha sido torticeramente expulsado de un Gobierno ganado en las urnas por gente muy ambiciosa que se apoya en amigos de los terroristas, comunistas, provenezolanos, independentistas y traidores sin palabra será lugar común en los medios afines al PP”. Y añado que el argumentario popular no difiere un milímetro. Es más, los periodistas contratados para echar leña al fuego en tertulias televisivas y radiofónicas (¿pongo nombres?) no descansarán en esta cruzada a la que Sánchez se enfrenta. Legítimo es, faltaría más, que cada medio tome partido por lo que estime menester. En ello consiste el sistema democrático. Y harto sabido es que los poderes económicos juegan un papel fundamental en las derivas. Mas el peligro se encuentra en los mecanismos.
Y mi alcalde (al menos en el papel) no ha dudado en rellenar la inscripción para jugar. Lo malo es que hace trampas. De aquellas muchas más de 24 horas al día que iba a destinar a regir los destinos municipales, apenas queda nada. Un suspiro, si acaso. Sus ambiciones políticas han posibilitado una transformación radical. Este opinador barato, sujeto también a la disparidad de criterios de cada cual, y que ha sido puesto a caer de un burro en algún medio de titularidad pública con su aquiescencia (como muchos políticos cuyo único pecado es no ser de su cuerda), le exige un  mínimo de dignidad y le demanda que renuncie a un sueldo que no se merece. Usted, que es tan defensor de la empresa privada, ¿cree acaso que permitiría estas ausencias reiteradas en empleados de negocios familiares?
En su acepción cuarta, el DRAE nos indica que corrupción es “en las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores”. La negrita es mía, por supuesto. Yo también hablo con la gente aunque no esté dando besos a mansalva. Y cada vez palpo que somos más los que nos sentimos burlados. Y sisados. Hurtados, vamos. Robados, para mejor entendernos. ¿O lo denominaría usted de otra manera, señor Domínguez?