Se acaba hoy la campaña que nos conducirá este próximo domingo
a introducir en la urna nada menos que cinco sobres con sus correspondientes
candidaturas. Como he manifestado por activa y por pasiva, y ciñéndome a la
elecciones municipales, Los Realejos merece un alcalde a tiempo completo. Que
gestione nuestros recursos y los distribuya con criterios objetivos, más allá
de poses, amiguismos y besuqueos empalagosos del bien quedar en aquellos ratos
que otras ocupaciones dejen un resquicio para las sesiones fotográficas o
ridículas escenas que solo revelan vacuidad. Por lo tanto…
Ya yo tengo decidido
el voto municipal
para acabar con el mal
que nos deja el siempre ido.
Porque sus besos no han sido
brindar y hacer chinchín,
pues las obras de postín
han brillado por su ausencia,
y en lógica consecuencia:
VOTO A MIGUEL
AGUSTÍN.
Todos a las urnas el domingo porque la Villa de Viera requiere
mucho más que una figurita de porcelana, que baila muy bien al son de los
palmeros de turno pero que es incapaz de resolver los problemas de fondo de un
municipio que ha perdido tres mil habitantes y donde el índice de desempleo, a
pesar de los que han tenido que emigrar, sigue siendo de los más elevados de la
isla. En suma, mucho continente pero poco contenido.