Si yo estuviese seguro de que hoy es la última vez que escribo
de este particular, ahora mismo iniciaría un baile sobre una pata sola que
duraría hasta que el cuerpo me diga basta. Porque cuando Sandra Pérez era la
concejala de educación del ayuntamiento realejero, en más de una ocasión
comenté anomalías en su gestión. Y entre ellas estas obras de Reparación,
Adecuación y Mejora, que se acometen –se debe, por razones más que obvias–
durante el verano. Recuerdo unas en el colegio que fue mi lugar de trabajo durante
más de dos décadas, Toscal-Longuera, que casi se empatan con las del curso siguiente.
Creía uno que con esta mayoría aplastante del Partido
Popular –máxime cuando todos están liberados y cobrando (bastante bien) de la
teta pública– este mandato iba a transcurrir no solo de una manera placentera
sino que la efectividad se iba a demostrar con creces. Nuestro gozo en un pozo.
Porque la actual concejala del ramo no muestra mejores hechuras. Es más, quizás
añoramos a la predecesora. Y como debe esperar –los otros también– a que el
jefe regrese del Parlamento (o de Madrid, cuando se tercia) para que dicte las
órdenes convenientes, así nos va a los realejeros, que debemos sufrir las
ausencias del licenciado en Wyoming. Cuando él enseñe el título, hago yo lo
propio con mis cursos (por correspondencia) AFHA de electrónica, radio y
televisión.
Le ha tocado el turno ahora al CEIP Pérez Zamora. Que ha
debido solicitar la pertinente autorización a la Dirección Territorial de
Educación para posponer el inicio del curso. Manuel Domínguez (debo
personalizar en su cargo toda la responsabilidad), tan dado a las
desapariciones (¿por qué no me haces el favor de repasar las publicaciones del
Boletín Oficial de la Provincia y sumas los decretos de un año, por ejemplo, y cuentas
las veces en que delega la alcaldía en Adolfo y/o Noelia?), y a pesar de que
los alumnos no pisan el centro desde el mes de marzo próximo pasado, no tuvo
tiempo de ordenar la redacción de los proyectos. ¿O será culpa del maldito
Cabildo, como lo del muro de La Montaña? Por cierto, tengo que llamar a Tomás
Félix García Pérez, director insular, y no he podido porque estoy de un curro
subido en mi casa con las pinturas veraniegas. En estos instantes estoy
tecleando estos párrafos y pensando en dar la segunda mano a unos hierros de la
entrada.
Que sí, te concedo el beneficio de la duda y le añado el
cincuenta por ciento de margen de error. Claro que el mejor escribano comente
un fallo. Si yo te contara. Y que errar es de humanos. Y que todos podemos
meter la pata. Pero no es la primera, mi hermano. Ni la segunda. Es tan
recurrente el asunto en el arranque de cada curso, que ya cansa. Me queda el
consuelo de que en los momentos actuales de pandemia, a Manolo no le vale el
recurso del besito. Y lo mismo se despierta más gente de ese amplio colectivo de
obnubilados.
Quod natura non dat,
Helmantica non praestat. Lo que la naturaleza no da, Salamanca no lo
otorga. O en román paladino: no le pidas peras al olmo. En épocas de bonanzas,
de vacas gordas, gobernar es muy fácil. Pero cuando los obstáculos aparecen y
es necesario echar mano del ingenio y de la preparación para acometer una
gestión que palíe la zozobra ciudadana, ahí te quiero ver. Y nos percatamos de
carencias notorias, de vacíos sangrantes. Que no se suplen con diplomas
académicos (o de academia consorciada con universidades americanas, que expiden
titulaciones que jamás podrán ser convalidadas) o con decir arre burro en
momentos en los que el animal se niega a dar un paso.
No pinta nada bien la deriva de un grupo de gobierno que
solo se mantiene agarrado a prebendas dinerarias. Pero que adolece (no
significa carece, sino todo lo contrario) de insuficiencias tan flagrantes, que
no se suplen ni con los espejuelos de leer. ¿Duro? Me temo que no. Realista,
mejor. Porque la incompetencia no puede ser justificada ni edulcorada. Y si creen
los quince que nos contentamos cuando de vez en cuando (mentiroso, cada dos por tres) nos sorprendan con una
foto y un cartel (chiquito dineral en autobombo), arreglados van.
Comunidad educativa del CEIP Pérez Zamora: Ánimo, y a seguir
formando ciudadanos para que en el futuro este aprendiz de casi todo (bloguero
también) no disponga de ocasión semejante a esta de hoy. Sería buena señal de
que los cargos públicos progresan adecuadamente y que hayan quedado atrás los
tiempos de MD (¿muy deficiente?) ¿Vas a empezar otra vez?
...
Una vez redactada, y programada, debemos añadir otros centros al CEIP Pérez Zamora. La incompetencia, puesta de manifiesto en estos retrasos, es, pues, aún mayor. Y ni uno de los bien pagados, siquiera por dignidad personal, es capaz de alzar la voz para indicarle a Manolo que ya está bien de paseos. La ética, una vez más, sucumbe ante don dinero.
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Una vez redactada, y programada, debemos añadir otros centros al CEIP Pérez Zamora. La incompetencia, puesta de manifiesto en estos retrasos, es, pues, aún mayor. Y ni uno de los bien pagados, siquiera por dignidad personal, es capaz de alzar la voz para indicarle a Manolo que ya está bien de paseos. La ética, una vez más, sucumbe ante don dinero.
...así nos va a los realejeros, que debemos sufrir las ausencias del licenciado en Wyoming. Cuando él enseñe el título, hago yo lo propio con mis cursos (por correspondencia) AFHA de electrónica, radio y televisión.
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