miércoles, 28 de marzo de 2018

Pinceladas del año 30

El domingo te permite, ya saben que el horario de un jubilado es muy complicado, husmear un rato en periódicos viejos. Y eso hice este pasado 25 de marzo. Como ya tenía programadas las entradas de lunes y martes y con la perspectiva de un fin de semana largo, me entretuve en esas magníficas plataformas digitales de las dos universidades canarias, donde me tropecé con estas pinceladas del ya lejano 1930.
De La Prensa rescaté tres reseñas. El 12 de junio, en su página 4, una queja vecinal por la supresión del servicio de cartería de Realejo Bajo, tras la creación de la nueva estafeta de correos en Realejo Alto. Aspecto el que se vuelve a incidir en el ejemplar correspondiente al 15 del mismo mes en su página 3. No deberíamos olvidar que hace varias décadas, habiéndose ya llevado a cabo la fusión de los dos municipios, este particular se volvió a plantear. Por último (18 de septiembre, página 5), la construcción de dos depósitos de agua para los núcleos de La Longuera y la Cruz Santa, junto a la aprobación, por parte de la Mancomunidad del Valle, del proyecto de Matadero a ubicar en el barrio de La Montaña, junto el Barranco de la Raya.
Así que, sin más
Me tomo unas vacaciones
y, volveré el dos de abril
no pienso irme a Brasil,
tampoco a las procesiones,
si acaso unas excursiones
por parajes tinerfeños
con recorridos pequeños,
salvo mejor parecer
que señale mi mujer
con diferentes diseños.

martes, 27 de marzo de 2018

Peña Los Roques

El pasado 22 de este mes quedó constituida, en el seno de la agrupación socialista realejera, la Peña Los Roques. Denominación que obedece a dos apuntes. El uno, ese lugar emblemático de nuestra costa. El otro, que aún nos sentimos con las suficientes fuerzas como para aportar dosis de ilusión en un pueblo necesitado de modos menos unipersonales. Fue una primera toma de contacto a la que acudimos una docena. Con doce empezó un tal Jesús hace más de dos milenos y ya tiene un mogollón de seguidores. No abarca tanto nuestra pretensión, pero seguro que en los sucesivos encuentros el número se incrementará. Nuestro catálogo de intenciones queda reflejado en estas seis décimas. El primer paso está dado y como a ciertas edades la testarudez es característica singular, continuaremos. Quedamos abiertos a cuantas indicaciones estimen ustedes menester. Presumimos de tiempo para analizarlas. Y como ya no requerimos tantas calorías, no tenemos muchos calderos al fuego para atender. Disponibilidad full a la Villa de Viera. A un proyecto en el que la participación no venga marcada por la tutela edilicia.

Un grupo de veteranos
entra de nuevo en escena,
al sentir tremenda pena
del proceder de livianos.
Proyectan unir sus manos
en un deseo común,
y no seguir al tuntún
cada uno por su lado:
toca subir al estrado,
pues son útiles aún.

Contemplan anonadados
que ahora humo nos venden,
y con las fotos pretenden
tenernos entusiasmados.
Pero están equivocados
con los viejos del lugar,
que no se van a callar
las tremendas tonterías
que observan todos los días
sin dejarse encandilar.

Intentan todos unidos
recuperar la confianza,
romper juntos una lanza
con fundamentos debidos.
Ya no habrá más balbucidos
ni mensajes timoratos,
no nos valen los retratos
ni poses del bien quedar,
y debemos recordar
que no somos cuatro gatos.

No aguantan las boberías
que por las redes sociales
difunden corresponsales
de abundantes dioptrías.
Ya está bien de ñoñerías
con tintes de cuento chino,
para regir el destino
de este pueblo realejero,
se necesita un obrero
como la copa de un pino.

Si la experiencia es un grado,
con los años que arrastramos,
lo mismo un buen susto damos
a quien vive muy confiado.
Un colectivo enfadado
merece más comprensión,
porque si pasa a la acción
hará temblar los cimientos
de los que viven de cuentos
sin prestarnos atención.

Vamos, manos a la obra,
adelante sin complejos,
cambiará nuestro Realejos
si la ilusión se recobra.
En la Peña nadie sobra
a la hora de aportar;
las puertas, de par en par,
no existe traba ni veto,
pues el único secreto
consiste en saber sumar.

Queda abierto el buzón de sugerencias. Hasta mañana.

lunes, 26 de marzo de 2018

Mala persona

Hace un par de décadas, y en un Valle de Canarias que no es el de La Orotava, hubo un señor –por denominarlo de manera cortés y educada– que no se caracterizó jamás por sus urbanidades. En todos los ámbitos en los que se desenvolvió fue tachado de mezquino. Ni los familiares más allegados escaparon de vituperios y ‘modales exquisitos’. Cuando falleció, y tal y como ocurre en casi todos los duelos, los comentarios suavizaban la situaciones vividas y hasta los sufridores más directos esgrimían aquello de que en el fondo tenía sentimientos. Todos hemos sido, a buen  seguro, partícipes de escenarios parecidos.
Allá a las tantas de la noche, cuando apenas quedaba una docena de personas en el velatorio, hizo acto de presencia quien, con toda firmeza, fue la principal víctima de las ruindades del difunto. Tras el saludo de rigor a los presentes, se acercó a la caja, apartó el pañuelo que cubría el rostro del fiambre, y mostrando la mayor solemnidad posible le espetó con una contundencia digna de enmarcar:
–Ojalá te hubieras muerto antes, c… Fuiste una muy mala persona.
Dejo a la consideración de cada cual el contenido de los puntos suspensivos.
Saco la anécdota a colación porque ha mucho menos –no han muerto pero son muy mayores y sus parientes los han recluido en una residencia– dos impresentables (ya está bien de eufemismos) se dedicaron durante una importante parte de su existencia a subir a lo alto de una loma que dominaba el barrio donde residían (una isla canaria que no comienza por la letra te) y desde allí proclamaban a los cuatro vientos, cual antena de telecomunicaciones, cuanta ocurrencia pasaba por la media neurona de la que ambos presumían. Se turnaban en el uso y disfrute del promontorio rocoso en el que depositaban sus miserias (posaderas) para matracas y diatribas.
Con el paso del tiempo se les sumaron otros tres indecentes. Estos, normalmente, se limitaban a mover la cabeza en sentido vertical. Aunque de vez en cuando osaban imitar comportamientos dialécticos usando la táctica del mimetismo mülleriano. Pequeños balbuceos, diríase. Comparsas, en suma, en todo ganado que se precie.
Las gentes del lugar entendieron que no era la cordura su fuerte. Y por dementes los tomaron. Hasta que en cierta ocasión, tantos fueron los insultos, ofensas, injurias, agravios, ultrajes, escarnios, improperios y humillaciones que profirieron las lenguas viperinas de los jefes de la reducida manada en una plácida tarde primaveral, que los tres advenedizos  se asustaron y salieron por patas cuando a lo lejos divisaron un par de ambulancias. De las que se bajaban unos señores vestidos de un blanco inmaculado y tres mastines napolitanos que con sus ladridos mafiosos ahogaban las ondas sonoras que discurrían ladera abajo.
Parece conveniente el suelto de rigor para explicar que lo de los sabuesos se enmarcaba en una de las primeras medidas de autodefensa del personal sanitario, tras los quince días de cursillos impartidos por cualificados miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. No solo en acciones del tipo que se narra (de más alto riesgo, evidentemente), sino que la presencia de canes, potencialmente peligrosos pasó a ser práctica común en ambulatorios, centros de salud y hospitales. Ni que decir que el número de pacientes disminuyó de manera drástica. Hasta los que se valían de muletas caminaban más deprisita.
Cuando la comitiva casi alcanzaba el punto de la transmisión, uno de los uniformados giró la cabeza y observó cómo un numeroso séquito salía de la aldea en dirección hacia ellos. Esperaron unos minutos para comprobar qué pretendía aquel cortejo. Al frente, su alcalde. Vara de mando en su mano derecha. Al llegar a la altura de los sanitarios (ya sabía la autoridad local que el delegado del gobierno había accedido a su petición de interceder en el conflicto), se quitó el sombrero, lo levantó con ceremonial rotundidad –gesto que entendió el acompañamiento como sublime cualidad militar– y dijo:
–Llévenme a mí también.
Todos quedaron estupefactos. Qué bicho podía haberle picado a la máxima autoridad municipal para que demandara idéntico trato al que, supuestamente, iba a dispensársele a los dos ‘locutores’ de la original emisora.
–Sí, –prosiguió el aparentemente arrepentido edil, quien, rodilla al suelo, elevaba sus brazos al infinito implorando misericordia– yo también soy mala persona; como esos dos indeseables a los que he protegido sin rubor y he permitido que soltaran lo que está escrito y más. Deténganme porque no soy digno de seguir ostentando este cargo ni un minuto más…
Entretanto, y como la multitud estaba muy pendiente de la extraña secuencia, los dos cachanchanes habían desaparecido. Aprovecharon la coyuntura pintiparada, descendieron por el lado contrario y se dirigieron a la charca que suministraba el agua para el riego de los cultivos de la zona.
–Si vienen a por nosotros –díjole el uno al otro– nos subiremos a la borda y amenazaremos con lanzarnos.
Había hecho acto de presencia, además, una pareja de la guardia civil, la que, tras poner al señor alcalde a buen recaudo de los cada vez más soliviantados vecinos, se dirigió con paso decidido y firme hacia el estanque. Ahora los enfermeros interpretaban un papel secundario y caminaban tras los verdes, sujetando firmemente a los chuchos.
Los individuos objeto de la movida, al comprobar que aquello iba en serio, treparon por el muro del costado del poniente y se encaramaron en el estrecho borde, mientras gritaban al unísono (debían tenerlo ensayado):
–Como sigan avanzando, nos tiramos.
Pero el cortejo no se detuvo.
–Nos tiramos.
Y cuando estuvieron a dos palmos los componentes del instituto armado.
–Nos vamos a tirar.
–Tardando están –les conminó el agente de más edad, el de poblado mostacho.
Y cuentan los más viejos del lugar que no se tiraron, porque de los cobardes no puede esperarse otra cosa. Los que son malas personas se aprovechan de miedos ajenos para tapar los suyos propios. Son puras fachadas.
El alcalde fue cesado. Y los neuróticos, bien pertrechados de elegante bozal, prestaron servicios a la comunidad, de manera permanente revisable, hasta que el juez que los tutelaba decidió su reinserción familiar décadas después. Y como el que siembra vientos, recoge tempestades, ningún pariente los quiso. Por lo que continúan matriculados en el centro aludido con la prohibición expresa de subir a la azotea, no sea que se enfogueten de nuevo. Fuentes dignas de todo crédito señalan que este próximo Jueves Santo, Día del Amor Fraterno, se les permitirá subir al púlpito de la iglesia para que, a cincuenta credos cada uno, completen el ritual de la centena que marcan los cánones. De los tres apéndices nunca más se supo. O se los tragó la tierra o se fueron para Venezuela.

viernes, 23 de marzo de 2018

Dicen que te vas...

Hay ocasiones en que no sé si escuchar de nuevo a Los Bajip, si perderme en cualquier recoveco de El Cedro o ponerme a silbar en lo alto de Garajonay. Otras veces me sumerjo en un mar de dudas y pienso en matricularme en cualquier máster, que ya me lo aprobarán algún día. Y las más, en desconectarme de todo artilugio que sea capaz de transmitirme información, para no saber nada de nada, opaco total.
Te juro que hay dos personajes que me conquistan de tal manera que no puedo resistirme a felicitarlos por la ayuda inestimable que le prestan a este humilde Desde La Corona. Son una fuente de inspiración permanente. Unos modelos en los que la coherencia brilla por su ausencia. Dos astros del celuloide político que han hecho posible que el incremento del número de visitas, cuando comento cualquier aspecto informativo relacionado con ambos, me asombre. Porque no es normal que un blog pueblerino pueda ver reflejado en su marcador cantidades que alcanzan los cuatro dígitos. Nada me sorprendería verme como protagonista de un comentario de texto en cualquier facultad universitaria. Porque lo de transitar por los pasillos de la otrora sede de la Sociedad Musical Santa Cecilia, en la Teobaldo Power santacrucera, ya no me es extraño. Ahora los músicos han sido desplazados para que nos toquen otros los timbales.
El primero de ellos vive en mi pueblo. El segundo, en mi otra patria chica. Y es a este último al que le toca hoy. Tenía nuestro hombre unos seis años y medio cuando este juntaletras pisó por vez primera tierras colombinas. No sé si ya iba a la escuela o hacía prácticas de camuflaje por los molleros de Vegaipala. Como mi residencia estaba en Las Mimbreras, y los incipientes medios de comunicación no permitían demasiados alardes, me tuve que conformar con ir por las tardes a pasar un rato en la Ermita. Para mayor desgracia, a los inquilinos de la caseta de los realejeros nos tocó guardia el día que se fueron todos de marcha al punto más alto de la isla. El próximo agosto se cumplirán 56 años de aquella odisea. Que va a resultar una simple anécdota al lado de las andanzas del todopoderoso regidor. Porque al igual que Los Sabandeños nacieron el mismo día que pegó su primer llanto Elfidio Alonso (Julio Fajardo dixit), La Gomera surgió de las profundidades marinas cuando Casimiro inundó quebradas, barrancos y laderas con su primer silbido. ¿Hautacuperche? Mera fábula.
Hace apenas unas horas que en la tribuna del Parlamento de Canarias se escuchó: “Vine aquí para denunciar que hemos creado una sociedad injusta, donde unos tienen demasiado y otros demasiado poco, donde se está produciendo la concentración de la riqueza en unas pocas manos y la expansión de la pobreza entre muchas”.
Esa noche se quedó a dormir en uno de los inmuebles tinerfeños porque quedaba pendiente la intervención final y la votación de las propuestas de resolución. Lo de las dietas lo estás pensado tú. Sí, Casimiro, coincido contigo (ves que no siempre te llevo la contraria) en que unos tienen demasiado. Pregunten a ‘San Google’ acerca del patrimonio de Curbelo y lo que te encuentras es tan llamativo como elevado, y choca frontalmente con ese espíritu de servicio público del que tanto alardea, presume y se jacta. De boquilla, porque si un día mira detrás del espejo… volverá a mandarse muy fuerte carcajada. Cuánto se eternizan los expedientes en el único juzgado gomero. En ninguno de ellos figuro yo. ¿Y tú, estimado presidente? ¿Condenas? ¿Código ético? Esa sociedad injusta a la que aludes, ¿la habré creado yo? Así que no generalices y bórrame de esa lista en la que tú sí figuras. Y con letras grandes. Qué autorretrato más perfecto cuando pontificas riquezas en pocas manos y pobreza, cuando no miseria, en bastantes. A lo mejor la Torre del Conde hubiese sido mejor escenario.
No, hoy es viernes y no quiero extenderme. Mis lectores se merecen un respeto. Van otras perlas:
“Hay fuerzas políticas que están más interesadas en donde está el granero de votos”.
“Las islas no pueden seguir dependiendo del humor del Gobierno de turno, que nos abra y cierre el grifo en función de sus intereses políticos”.
“Debemos reforzar el sector primario ya que el modelo productivo actual no llega a las familias más necesitadas”
“Evitar la precarización del empleo”.
“Adoptar las medidas oportunas para abaratar el precio del combustible”.
Podría comenzar por el granero de votos  o por el precio del combustible. O quizás por sus intereses políticos o la precarización del empleo. Es que me lo pones en bandeja, por no escribir a huevo. Ni a Fernando VII ni a Felipe II. Es que ya hemos espabilado, señor diputado. Y establecemos comparaciones. Mi alcalde sale del pueblo y se transforma. Tú embarcas en Fred Olsen (¿otra vez?, que los billetes los abona Carolina; lo de la cuchipanda en el restaurante de La Laguna Grande nada tiene que ver; haz el favor de no ser mal pensado, estimado fisgoneador) y sin alcanzar la TF-1 (ni punto de semejanza con el asfalto de las tuyas) ya te estás colocando el clériman y sacando la biblia del maletín. Lo tuyo es transfiguración. En fino. En lenguaje coloquial, cinismo a la enésima. Nada, por Dios, gracias a ti. Seguiré yendo, claro. En cada estancia convenzo a un par. Ya sabes, grano a grano…

jueves, 22 de marzo de 2018

Demasiadas trabas aún

Para intentar amenizar este comentario de hoy jueves, otra semana que se nos va, he pensado que podría contarte los inconvenientes con que tropezamos muchos realejeros para algo tan simple como ir a comprar al Polígono Industrial de La Gañanía, enclave en el que radican los establecimientos del ramo de alimentación más importantes del pueblo, hecha la salvedad de otros situados en otros espacios del municipio. Lo aclaro no sea que alguno vaya a pensar que solo hago publicidad gratuita de unos cuantos. Como la que sigue realizando cierto cuarto de comunicación audiovisual a una conocida empresa de agua mineral de este Norte, la misma que me lo negó rotundamente; pero como la botella no desaparece de la mesa, uno se pregunta el porqué tienen la inmensa suerte de darse a conocer sin poner un euro. Yo no quisiera pensar que hubiesen otros procedimientos menos claros para la propaganda. Aleja, Satanás, estos malos pensamientos, que estamos a las puertas de la Semana Santa.
Si tú vas en dirección a la Cruz Santa por la denominada Carretera Nueva, una línea continua te prohíbe el acceso al precitado polígono a la altura de La Hucha. O vas a la rotonda del colegio Mencey Bentor o deberás acceder por San Benito y entrar por el lugar de la fotografía. Y el puente de Piloto no está para grandes trotes. Su anchura crea a menudo más de un conflicto del tráfico a pesar de la señalización en ambos extremos. El amigo Pepe Dámaso se lo tiene que pasar entretenido cuando sube a tomar el sol en la azotea.
Bien, ya he comprado la leche (desnatada), el queso amarillo (bajo en calorías), la pechuga de pavo (reducida en sal), la galletas (integrales), el pan (de semillas), una botella de vino Sansón (reconstituyente)… Cola, caja, pago y vámonos. Otra línea continua a la salida del aparcamiento y señal que te indica que debes coger a la derecha (qué otra cosa podía esperarse en este pueblo) y volver a la rotonda de Ferretería Realejos (la de la fotografía otra vez) para algo tan simple como ir al Lidl. O a la precitada Hucha.
¿Qué hacemos todos, entonces? Echar una visual y salir como un tiro hacia la rotonda de la escultura del Molino de Agua. Sí, la del coño, la que estuvo años tirada en el patio de la Casona de La Gorvorana. Y que ahora espera a que coloquen el depósito del gas propanado. ¿Cómo? Claro, cuando abran las zanjas para canalizar esa energía menos contaminante, aprovecharemos la raja para el tubo que lleve el agua al artilugio y se lave un fisco la cara, porque la industria de enfrente lo tiene hecho una pena.
Bueno, ya estoy adquiriendo el resto de la compra justo al lado de unas elegantísimas antenas de telefonía móvil. Y como yo no dispongo del Samsung Galaxy S9 ni el OnePlus ST Full Optic, siento un cosquilleo por todo el cuerpo que no sé si es debido a un fallo de la circulación sanguínea o a que las ondas electromagnéticas me están envenenando a cachitos. Así que, rapidito para casa. Por La Trinidad. Con un final de scalextric. Pero mucho peor está Los Cuartos. Que no solo se convierte en barranco cuando caen las cuatro gotas consabidas, sino que su estrechez no soporta la gran cantidad de vehículos (muchos de grandes dimensiones), porque este alcalde no ha tenido tiempo de negociar el ensanche. Lo mismo espera que el Cabildo vuelva a echarle una mano. Que aproveche, pues Lope piensa nombrar a Carlos Hijo Adoptivo.
Y ahora que caigo, tendré que preguntar en qué situación se halla el proceso de aquella compra de un salón a un amigo que adeudaba importante cantidad a las arcas públicas. A lo peor el expediente no pasó la ITV. Hombre, ya que estoy de un generoso subido dándole chance al comercio local, por esos contornos no se me ocurriría jamás ir a comprar un coche. Cuando se deje de participar en círculos que fomentan machismo, violencia, xenofobia, racismo, burlas, escarnios y muchos capítulos de puntos suspensivos, puede que podamos entablar conversación. Mientras, va a ser que no.
Abrevio: Avenida de Los Remedios, calle La Gomera, Avenida de Canarias, Avenida Tres de Mayo, Calle el Medio de Arriba y… jolines, Godínez cerrada de nuevo. Estarán con la señalización horizontal tras el reasfaltado (quedó muy mal, concejal de obras, no le auguro una duración prudente). En la Travesía del pino (con minúscula, no sea que me lo confundan –árbol– con la Virgen palmera) sería menester unos tramos de acera. Uy, perdón, lo siento, no me di cuenta, mis excusas. Vale, de acuerdo, están en ello.
Menos mal, ya estoy en casa. Calle Benito Pérez Galdós, para lo que se les ofrezca. Me voy a sentar para escribir unas boberías. Porque si se pretende fomentar el comercio en el municipio, habrá que dar facilidades al comprador. De lo contrario, a buen seguro, recalará en otros lugares ubicados más allá de La Higuerita.
Ya me senté. Y antes de concluir el presente, me parece que mucho popular (alguno del pueblo) deberá poner sobre la mesa títulos de los que se presume. El mío lo obtuve en la tómbola de la fiesta de mi barrio. Cuando eso no había máster ni nada parecido, que si no ya tendría por lo menos media docena. Llamaré a Cifuentes.

miércoles, 21 de marzo de 2018

Debate de la inutilidad (canaria)

Qué tiempo tan mal perdido. Qué dinero tan mal gastado. Qué cuerpos más desaprovechados para ir a coger papas, o para un corte de piñas. Qué pena más grande este despilfarro. Qué falta de (in)formación. Qué insulto a la ciudadanía. Qué vergüenza. Como diría Cantinflas: cuánta falta de ignorancia.
Ni aplazando el otro pleno, el que debía renovar los órganos dependientes de la Cámara (Diputado del Común, Audiencia de Cuentas y Consejo Consultivo), son capaces sus (muy de ellos) señorías de hacer ver al común de los mortales (un servidor, verbigracia) que son dignos acreedores del sueldo que les pagamos religiosamente cada mes, sin retrasos, sin congelaciones y otros. Limpito de polvo y paja.
Manifestó Jerónimo Saavedra hace apenas unas horas no entender cómo sigue gobernando Coalición Canaria con un apoyo parlamentario tan raquítico. La edad no perdona, compañero. Porque los otros 39 dan pena. Los de ASG sufren desviaciones permanentes. Si Malta, 35 años después, acusa a España de haberse drogado con limones cuando aquel resultado futbolístico de escándalo, yo creo que los diputados canarios, en un exceso de canariedad, esnifan demasiado gofio en polvo.
Nos largó Clavijo ayer por la mañana su tercer discurso en el otrora llamado Debate sobre el estado de la Nacionalidad. Y que se ha convertido, lenta pero inexorable, en el de la inutilidad total. Basta contemplar la foto que ilustra este comentario y que rula por la Internet. No es que ya no se crea el rollo que está largando. Es que se duerme como el bebé que su madre le hace escuchar el sonajero. Porque no me dirás que entró en éxtasis cuando habló de las mejoras habidas en estos territorios periféricos en aspectos trascendentales como el paro, la dependencia o la situación de los hospitales.
Redacto estos párrafos cuando se estrena la primavera. Y ya el polen debe estar provocando las consabidas alergias. Tanto que le escuché al señor presidente hacer mención a la política lingüística. Que deberá ser la continuación de la que Paulino Rivero esgrimió durante las dos legislaturas que estuvo al frente del Ejecutivo y que supondrá la incorporación a las escuelas de idiomas de los mayores de 90 años, único sector de la población que aún no se ha acogido a la medida que ha posibilitado el despegue filológico del archipiélago.
Pero a los otros les valen las notas que ya traen preparadas de casa. Como les sirvieron para los dos años anteriores y guardarán eficacia para los cuarenta siguientes. Y siempre idéntica escenografía: uno habla y el resto asiente con la cabeza. No tardará demasiado que los esguinces (o dieciséis) del esternocleidomastoideo comiencen a pasar factura. A no ser que antes la clavícula salte hecha añicos. O el esternón, que también sufre los embates de estas pantomimas parlamentarias.
Toda la oposición (a los de Casimiro hay que echarles almogrote aparte en la zona recreativa de Las Nieves) coincide en que fue un discurso de vaguedades, generalidades, de fin de ciclo, de un gobierno en minoría, antiguo, caduco. ¿Y qué, genios de la diplomacia? ¿No se dan cuenta todavía de que les toma el pelo al derecho y al revés? ¿Hacen ustedes algo para poner coto a tanto desmán? Contéstame tú, Román, que lo tildaste de viejo.
A los que se dicen representantes del pueblo parece solo importarles que hacer oposición es menos comprometido. Basta con el no por delante. Máxime cuando los ingresos en la cuenta corriente acuden puntuales. Pasarán a la historia de la Comunidad como los mayores inútiles que ha tenido Canarias en su trayectoria autonómica. Porque permitir que CC siga en el machito (¿cuánto llevan ya?) con 18 diputados (y ahora sin novia, manda jinca de carnero), nada aporta a la sección de méritos. El panorama sería bien diferente si ese abnegado sacrificio parlamentario no conllevara asignación económica alguna. Porque es muy fácil alegar las cuatro boberías de siempre (calcos que se reproducen miméticamente), soltar las parrafadas de rigor ante alcachofas y móviles y… vamos a echarnos algo. Pon otro medio ahí. Váyanse a freír chuchangas.
Y remata la función el despliegue de la televisión pública. Sí, la banda de Trinidad. Más de cincuenta profesionales para cubrir la información del magno acontecer. Otro desagüe más de los dineros tuyos y míos. Qué digo, de ellos. Para tal menester sí hay fondos suficientes. Vaya capítulo de despropósitos.
Mientras tú lees estas líneas, el debate de la inutilidad continúa. Al final, unas propuestas, unas conclusiones y que todo siga igual. CC continuará manejando los hilos del resto de marionetas. Antes eran PP y PSOE. Se han sumado Podemos y Nueva Canarias. Casi rodean al manipulador, al titiritero. Pero este se escabulle en los momentos difíciles porque han contratado un buen maestro que echa una mano. O las dos. Basta un simple silbido.
Qué espectáculo. Qué circo. Qué lástima. Qué inútiles. Qué cabreo tengo.

martes, 20 de marzo de 2018

Bellotas

No me refiero a las de las plataneras. Porque estas plantas no son árboles. Como las encinas que han adoptado los populares para su Convención Nacional a celebrar en Sevilla el primer fin de semana del próximo mes de abril. A la vuelta de la esquina, pues.
Recordamos todos aquel desencuentro cuando se descubrió que la gaviota no era tal. Y se convirtió en charrán. Pero que, muy a nuestro pesar, la siguen cagando (con mis excusas) ambos dos. Ahora, no contentos con los vuelos, nos sorprende el señor Martínez-Maíllo (en la foto) con otro logo. Sí, han elegido la encina con “un tronco muy potente”. Porque el PP, alega el susodicho, cuenta con “raíces muy profundas, principios y valores”. Lo de las raíces puedo entenderlo, aunque no sepa bien por qué vericuetos se introducen. Puesto que cada día se descubren nuevos agujeros por los que sale demasiada porquería. Tanta que ya los malos olores se propagan por los juzgados.
Ahora bien, eso de principios y valores no sé con exactitud si guarda algún tipo de relación con los muchos casos abiertos; con los personajes que fueron, pero que en la actualidad son esos señores de los que usted me habla; o con ese tronco muy potente. Porque uno se siente en la obligación de comparar esa parte de la planta que la sostiene con quien dirige el cotarro de la organización. Y en esa competencia, o pique “troncal”, tengo mis dudas. ¿Ponemos vídeos? ¿Para qué?
Por los encinares del suelo español transitan los cerdos en busca de su alimento preferido: las bellotas. Primer e importante paso para elaborar buenos jamones. Desconozco la capacidad del publicista para elegir este nuevo símbolo gráfico. No deberá ignorar que los españoles somos muy dados a establecer comparaciones. Y bellotas, cerdos, jamones, incluso chorizos, se prestan al juego y al vacilón. Y más en los parajes sureños, donde la guasa se encuentra en la etiqueta genética del pueblo.
Ellos sabrán, pero aquí en Canarias, sobre todo aquellos que vivimos muchos años metidos en esas plantaciones, el denominar bellota a alguien no estaba muy bien visto. Pero en política, ya se sabe, casi todo es imprevisible. E impredecible. Y ya que estoy, lo digo, mejor, lo escribo:
A cuento de qué tanta sorpresa por la decisión del Tribunal Constitucional en el fallo ante el recurso planteado a la LOMCE, esa ley educativa del ministro Wert. Casi siempre cae la casualidad de que la renovación de tan alto órgano se corresponde con un periodo de mayorías absolutas en el Parlamento. Por lo que se convierte, ipso facto, en la institución más politizada del país. Y como ha de dirimir con aspectos trascendentales de nuestra convivencia, siempre estaremos al albur del gobierno de turno.
No seas mal pensado, que los magistrados son imparciales y se olvidan, en el ejercicio de su sagrada misión, de quién los colocó en la alta instancia. En este último fallo, se nota un montón. Vamos a ver su composición:
Un docena de magistrados que son propuestos de la siguiente manera: cuatro por el Congreso, cuatro por el Senado, dos por el Gobierno y otros dos por el Consejo General de Poder Judicial. Hombre, menos mal, que escaparían estos últimos de la quema de la posible parcialidad. ¿Sabes como se eligen los veinte miembros del mencionado Consejo? Muy sencillo; la mitad (diez) son propuestos por el Congreso y la otra (los otros diez) por el Senado.
Te das cuenta del porqué ningún aforado quiere soltar tal privilegio. No es lo mismo que me juzgue una instancia sin contaminar que otra en la que ya yo de antemano sé de qué pata cojea cada cual. Suposiciones sin maldad alguna.
Lo dicho, sigamos comiendo bellotas. Y millones de gracias por las visitas a la entrada de ayer. El día que consiga que los viejitos (mejor, viejitas) del pueblo me lean en su móvil en vez de recrearse en las fotos trucadas (con mensajes equívocos) con las que son embobecidos desde instancias oficiales, tiemblen figurines de porcelana. Y a ustedes que sí me leen: Me quieren hacer el favor de explicarles a los abuelos de cómo se pueden poner en contacto con mis locuras.
Mañana más. ¡Ah!, contigo crece España; con ellos, lo dudo.

lunes, 19 de marzo de 2018

Inmoralidad

¿Cuánto cobra?, me preguntó la pasada semana un viejo amigo, que no amigo viejo. Uno de los que sentó las bases allá por la década de los ochenta del pasado siglo. Que dedicó muchas horas de su tiempo libre a una noble causa. Sin pedir nada a cambio. Solo bienestar para sus vecinos a base de esfuerzos e ingenio –el dinero era tan escaso que cualquier comparación con la época actual se desmoronaría cual castillo de naipes– y de lucha denodada para cimentar unos servicios básicos que permitieran una vida digna a los realejeros. Sobre todo, y ahí se enfocaron abundantes energías, a las zonas de medianías, que sufrían abandono secular.
En la charla surgió, ineluctablemente, el cómodo (y, a la par, obsceno) papel que desarrolla nuestro alcalde. Más preocupado en hallar un hueco en su complicada agenda, que le permita la sesión semanal de fotos en las obras que acomete el Cabildo (80% del presupuesto), porque ha de atender otros calderos que reclaman su presencia.
Llegamos, pues, a la conclusión de que Manuel Domínguez comete tamaña inmoralidad con el pueblo que religiosamente le paga sus buenos cuartos mensuales. Porque él, como contrapartida a tan generoso estipendio, se ausenta del municipio en más de la mitad de los días. Basta un simple repaso por las publicaciones en el Boletín Oficial de la Provincia. Que no reproducen dicho anuncios todas las desapariciones. Ni mucho menos. Cuando estas no exceden de las 24 horas, ni se contabilizan. Pero el cómputo total de horas que el señor alcalde dedica a su otro cargo institucional (consejero en el Cabildo Insular) y, sobre todo, al orgánico dentro del esquema de su partido, es de tal calibre que ya alguno de los suyos ha planteado la preocupación. Porque si a las protestas con las que viene tropezando el PP a nivel nacional (la gestión de Rajoy es todo un dechado de virtudes), se le unen los amagos contestatarios de quienes creyeron ciegamente en las posibilidades de Manolo plasmadas en el programa electoral de 2015, puede derivar en un cóctel explosivo bastante interesante.
Pues sí, estimado amigo, sabemos que cobra (acuerdo plenario de 25 de junio de 2015) 55.000 euros anuales, es decir, 4.583,33 euros cada mes. Y eso porque el Gobierno Nacional tuvo que fijar unos topes en función de la población, porque cada cual hacía en su municipio lo que le venía en gana. El señor Domínguez, y es solo uno de los tantos ejemplos, cobraba en el anterior mandato (2011-2015) la nada despreciable cantidad de 66.848 euros. Luego, sin rubor alguno, argumentan que los recursos son limitados y los pensionistas deben manifestarse para que pongan fin a la afrenta a la que están sometidos.
Pero es que al otro señor de la foto, el todopoderoso director de seguridad, el ínclito Marrón, se le ha asignado el nivel 30 de complemento de destino y 39.000 euros anuales de complemento específico, lo que redondea la nada despreciable cantidad de 65.300 euros (año), o 5.441,86 euros cada mes. Al que sepa si ha realizado alguna otra misión que no sea la copia de un Plan de Emergencias, que lo ponga en mi conocimiento, por favor, para no seguir cometiendo una injusticia con tan abnegada y sacrificada labor.
Y ustedes se preguntarán cómo es posible que un subordinado cobre más que el jefe. Te respondería que para lo que se halla presente en el pueblo, hasta una obscenidad me parece. Si hago la comparación con cualquier otro que tenga un contrato de x horas y lo hacen currar el doble, ya me contarás. O de cualquiera de las pensionistas que se privan porque el muchacho les estampe dos besos en cada encuentro casual en esos ratos libres en que se le ve de compras. Puede que alguna haya ido este pasado sábado a manifestarse en la capital. A ver si el Teide provoca un fuerte meneo y despierta más de una. O de uno.
Cuando a un político se le interpela para que dé a conocer lo que percibe de las arcas públicas, recurre al subterfugio de enviarte a consultar al boletín oficial oportuno. O la página web de la institución. Como si todos estuviésemos capacitados para semejante sacrificio informático. Y si logras superar el escollo, te puedes encontrar con la desagradable sorpresa de que no está operativa o no detalla lo que a ti te interesa (dinero contante y sonante), sino que te remite a vericuetos normativos que te dejan en treinta y tres.
Manolo es consejero del Cabildo. Y su grupo político en la institución insular tiene asignada una cantidad. Amén de las percepciones por asistencia a sesiones plenarias o comisiones informativas. ¿Es un añadido al salario no merecido por su cargo de alcalde realejero? Que lo demuestre él. Con papeles. Porque si yo sostengo que soy licenciado en cualquier materia, tendré que ratificarlo con el título pertinente. De cajón, entiendo.
Manolo es presidente insular del Partido Popular. Y miembro de la Ejecutiva Nacional. Por lo que entre viajes a Madrid y garbeos por estas islas, en el despacho de la Avenida de Canarias van a salir telarañas. Tampoco se recata mucho y las fotos y comparecencias ante los medios de comunicación durante el ejercicio de este otro cargo orgánico, y a cualquier hora del día, nos ponen de manifiesto, bien a las claras, que lo de las ausencias en la Villa de Viera no es invento de mente calenturienta.
¿Se paga Domínguez de su bolsillo el importe de viajes y traslados, amén de manutención y estancia? Seguro que tú, estimado lector, al igual que yo, vamos a coincidir en que no. Por lo tanto, ¿hay suplemento monetario a cargo de la formación política? El viejo amigo de la conversa y un servidor colegimos que sí. Si sumamos todos los ingredientes, lo mismo vuelve a alcanzar el montante de los 55.000 euros actuales los 66. 848 de hace unos años, con lo quedaría demostrado que de rebaja nada de nada.
¿Es caro un político si se dedica en cuerpo y alma al cargo, en nuestro caso a la alcaldía de Los Realejos? Pienso que no. Pero no nos convencen los efectos colaterales. Si comparamos los avances y logros en el pueblo con etapas anteriores en cualquier tipo de infraestructuras, comprobamos que ahora se vive de las rentas. Y poco más que el mantenimiento de los servicios que a todo ayuntamiento se le presupone. Perdón, gracias, Cabildo. ¿Son necesarios tantos liberados y cargos de confianza para tan escasos hechos, aunque nos vendan cualquier nimiedad como un avance significativo en la sesión fotográfica de rigor? El viejo amigo y yo, que ya estuvimos en la brega, estimamos que no. Y que la actuación de Manuel Domínguez al frente del Consistorio constituye el mayor fraude al que se ha visto sometido este municipio desde el lejano 1979. La villa no se merece un representante al que el calificativo de ausente comienza a quedarle corto. Es, en suma, una inmoralidad. Despierta, pueblo mío.

viernes, 16 de marzo de 2018

A partir de ahora

Es el título de la última conclusión de un trabajo (Prensa y educación en el Norte de Tenerife entre la I y la II Repúblicas, 1873-1931) inédito (falta de perras), del que solo he dado a conocer ciertas pinceladas y que mereció los máximos parabienes del tribunal que lo sometió al pertinente examen el 3 de septiembre de 2004 (viernes), muy a pesar de (in)determinadas figuras de los medios de comunicación (audiovisuales, fundamentalmente) que pululan por idénticos territorios a los que fueron objeto de investigación. A cuyas eminencias no osa este humilde juntador de letras hacerles la más mínima sombra. Líbrenme de malas tentaciones. Va su transcripción literal:
“Por último, cabe formularse las posibilidades futuras, qué otros trabajos podrían abordarse a partir de la línea marcada por el presente. En consonancia con la aludida escasez de labores de conjunto, ¿por qué no proponer amalgamar esos estudios que se han publicado, relacionados con diversas poblaciones del Sur de la isla? Que hacen referencia a temáticas educativas en diferentes momentos de siglos anteriores. Con los añadidos que fueren menester para ir cerrando espacios de tiempos y lugares. Bebiendo en las fuentes hemerográficas o archivísticas. Porque, a buen seguro, con los avances tecnológicos, con los procedimientos informáticos actuales, tal compendio puede ser mucho más factible.
Luego, cuando ese ayer algo lejano quede fotografiado, correspondería analizar, sosegadamente, el intervalo del régimen franquista. Seguro que hallaremos innumerables enfoques. Con toda probabilidad, ya no sólo los medios impresos, sino la llegada de los audiovisuales, constituirían un enorme soporte para sacar a la luz un material importante.
Por nuestra parte no descartamos retomar algún día lo que se dejó plasmado en la nota aclaratoria de la introducción. Algunos personajes relacionados con el mundo educativo, que fueron parte activa en algunos instantes del proceso estudiado, entiendo que requieren una dedicación más exhaustiva. Al menos tres de ellos llamaron poderosamente mi atención: Clara Eugenia Yanes, Manuel García Pérez (Tinguaro) y José Galán Hernández podrían ser tres pilares fundamentales en una nueva investigación. Una maestra sureña que tomó posesión de la escuela de niñas de Buenavista del Norte, que ejerció su labor allí durante 44 años, que recibió el primer homenaje que rindió el magisterio tinerfeño por tan fecunda labor, pero que siempre permaneció a la sombra de Nicolás Díaz Dorta, su marido[1]; un maestro tardío pero tempranero periodista, fecundo colaborador de variadas cabeceras, que compartió quehaceres con ilustres columnistas, que simultaneó escritos y pizarras, enseñanza pública y privada; y un poeta casi realejero, profundo y erudito, orador en Fiestas de Arte y animador en eventos lúdico-festivos, político y activo sindicalista, víctima de la crueldad de una guerra mal denominada civil...
Son, entiendo, posibles caminos, meras sugerencias. Para periodistas o historiadores. El enfoque multidisciplinar podrá enriquecer el contenido.
Finalizo. Un reciente estudio acerca de la labor del Colegio San Agustín, ahora cerrado, pero que cubrió muchas necesidades en mi pueblo natal –Los Realejos–, me conduce a la última interrogante: ¿Cuántos hechos quedan sumergidos en la frialdad de papeles, expedientes, libros de escolaridad, boletines de calificaciones, exámenes, impresos, tasas, matrículas, fotografías, discursos, excursiones, prácticas de laboratorio, tablas de gimnasia...?
A la consideración de cada cual quedan las posibles respuestas. La casuística presenta un espectro amplísimo. Lógico sería manifestar, para concluir, que ojalá el presente pueda valer siquiera de consulta. Sólo el ruego de la cita conveniente. Porque, para mi desgracia y la de otros muchos que dedicamos algunas horas de nuestro tiempo en nobles empeños, hay mucho aprovechado. Así de claro, así de expresivo. Por qué llamarlo de otra manera. Hay momentos, y este es uno de ellos, que no valen la sorna, la ironía y el barniz. Al César lo que es del César. Los miles de notas al pie dan crédito de la dedicación. Escrito queda”.


[1] Nombrado cronista oficial de la población norteña, cuyo busto se puede contemplar en la plaza de aquella población y que nos dejó escritos algunos apuntes de la historia del lugar.

jueves, 15 de marzo de 2018

Todes

Melodie Mendoza, diputada del grupo mixto (ASG) en el Parlamento de Canarias, ha solicitado más inspectores de Educación en las islas no capitalinas. Y basa su petición en una serie de consideraciones que ni me voy a molestar en reproducir. Por banales, por inconsistentes, por demagogas, por ignorancia. Porque mejor haría la política gomera en recorrer la isla para comprobar la realidad de colegios y escuelas, hablar con los profesores, comprobar si están satisfechas las necesidades más perentorias, cambiar impresiones acerca de si las plantillas existentes son las adecuadas o es menester incrementarlas, y otras menudencias varias, todo ello antes de elevar propuestas que solo vienen a demostrar que el intento de justificar el sustancioso sueldo mensual se le puede convertir en arma arrojadiza. Circunstancia que siempre alguno aprovecha. Como yo, mero ejemplo.
Me da la impresión –y lo averiguaré dentro de bien poco– de que ni siquiera fue capaz, antes de lanzarse a la aventura, de contactar con quien ejerce tal función en tierras colombinas. Porque al amigo Carlos Casanova de Ayala no lo he visto jamás quejarse de que se halle agobiado por el exceso de centros que debe gestionar. Es más, lo veo contento. Y me consta de que está llevando a cabo una magnífica labor.
Claro, como la discípula de Casimiro cuenta en su haber con un máster en Bolsa, debe enfocar su acción siguiendo las directrices emanadas de la superioridad y que se reducen siempre a idéntica muletilla: dinero, dinero y más dinero. Todo ello disimulado bajo el barniz de meter en el mismo saco al resto de islas no capitalinas. Así no se nota tanto el valor del mercadeo de votos.
Más fácil, aunque menos vistoso, lo hubiese tenido si en vez de tanta parafernalia hubiese recurrido a intercambiar unas palabras con Soledad Monzón en cualquier receso. Máxime cuando en la actualidad las formaciones políticas de ambas vienen a ser uña y carne. Aunque esta modalidad de interpelar a alguien de la misma cuerda se ha convertido en táctica habitual en ese vano intento de demostrar que trabajan hasta la extenuación. Son capaces de escenificar lo inexplicable, cuando les bastaría con un guasap.
¿Y el título? Ya que estamos escribiendo de tonterías, que no tonterías, no podía dejar de lado esa portentosa idea de Comisiones Obreras que ha venido a dejar corto el invento de portavozas de Irene Montero. Para evitar el uso de todos y todas, a partir de ahora enseñaremos a los escolares que se acostumbren a decir todes. Que debe ser una variante del bable asturiano. Échale fabes.
Ya me imagino al maestre haciendo el dictado (o dictade): “Todos les chiques de la clase deberán acudir bien vestides cuando toque hacerse le fote”. Mande hueves. Esto último me salió a mí, no es que lo haya encargado el profe. O le profe, para ser más exactes.
Como los modismos se pegan, ¿te imaginas a los tres diputados de la Agrupación Socialista Gomera silbándose mensajes acordes a estas nuevas reglas?
–Sí, Casimire, te copie desde el Morre de Agande. Salgue ahore misme rumbe a Tejiade. Nos vemes en Jerduñe…
–Perfecte. Yo me halle en El Reje y les alcance en veinte minutes, mes o menes.
–Vayen ustedes delante que yo les sigue en cuante puede. Tengue en compromise en le Ville, pere salgue pitande cuande termine.
–Nosotres iremos, mientres tante, charlande con le gente…
–Qué gente, si ne vive nadie. Es un desierte, salve en le fieste.
–¿Y les faroles que ya vislumbre?
–Medide pere les elecciones, gilipolle. No han encendide jemés.
Y se cayó la cobertura.
–Me cague en le mierde.
¿Lloro? Pues no.

miércoles, 14 de marzo de 2018

Embotado

Embotar: enervar, debilitar o hacer menos activo y eficaz algo. Y así acabé ayer por la tarde tras el exhaustivo repaso a la actualidad: debilitado, pasivo, ineficaz. Vamos, mamado, que también lo recoge el diccionario: fatigado por un esfuerzo físico o intelectual intenso.
Como tengo la costumbre de ir anotando en un papel todo aquello que entienda pueda ser digno de un posterior desarrollo, la pobre cuartilla quedó emborronada, hecha un asquito. Como yo, sin ir más lejos.
Por la mañana, mientras daba un paseo (o pateo), escuché a un vicerrector universitario (de La Laguna) con unas excusas que no me convencieron. Porque al final colegí que todos son capaces de reconocer que a colas y atascos en la autopista hay que buscarles una solución, pero nadie se baja del burro. Los unos, que si los otros; los otros, que si los unos, y, al final, acaba todo arrasado como si hubiesen pasado los hunos, con Atila al frente. Tengo la impresión de que nadie quiere desprenderse de la ventaja que supone el turno de mañana y poder disponer de la tarde libre para las otras ocupaciones. Mientras, sigan convocando foros, encuentros y convenciones. De los que obtendremos múltiples conclusiones pero escasas soluciones. Como si todos tuviesen la ventaja de los jubilados, que podemos elegir el día de la semana para viajar, por ejemplo, y no encontrar tropiezos en el tráfico cuando vamos a Los Rodeos o al muelle santacrucero (o al de Los Cristianos).
Luego comencé con la prensa. Y me percato de que al ser Israel una de las favoritas para ganar Eurovisión, me lleva a pensar que esto de la fronteras es ya pura entelequia. Menos mal que uno vive en África, porque si tuviera que volver a estudiar, le resultaría complicado romper las barreras de los Montes Urales, verbigracia. Y a lo peor el Mar Caspio se mudó a Ginebra.
Después tropiezo con la debacle del Las Palmas, representativo canario en la máxima categoría del fútbol español. Que huele ya a segunda división. Porque el fichaje del tal Paco Jémez, hombre de exquisito vocabulario, salidas de tono que surgen de los bajos fondos y unos modos y maneras dignos de estudios léxicos en profundidad, de bien poco ha servido. Es más, ya la propia directiva ha tenido que llamarle la atención, como si al individuo no lo conocieran desde antes de estampar la firma.
No creo haya llegado el susodicho de otra galaxia. Como esa que han descubierto y que se encuentra intacta desde el comienzo del Universo. Y como seguimos empeñados en buscar vida en el más allá, en los confines del espacio, estoy convencido de que en esa recién desenmascarada no existen humanos. De haberlos, no estaría incólume. Ponle el cuño. Chiquitos depredadores estamos hechos.
Cada día me sorprendo más de la cantidad de dinero que se maneja en La Gomera merced a la solidaridad del presidente del Cabildo. Te invito a echar una visual a los digitales de aquella isla. Pero ahora es Aena la que se suma a la fiesta y va a reformar los baños del aeropuerto. Que deben haberse desgastado por el uso continuo de los millones de usuarios (y yo cuando voy a echarme el cortado, la señora de la cafetería me da un abrazo, y otro a mi mujer, porque le alegramos el día) y requieren un acicalado en profundidad. Casi 200.000 euros cuesta la broma. Puede que la grifería sea de algún metal precioso y el mármol de Carrara. Y venga lloronas todos los domingos por el abandono secular.
Han reaccionado rápido los chinos y presumen de una presentadora de televisión que se halla en condiciones de hacerle la competencia a nuestro inmortal Jordi Hurtado. Lleva unos cuarenta años a cargo de la información meteorológica en determinado canal y no ha habido borrasca que le provoque una arruga. Ni patas de gallo. Tersa como una jovencita de veinte.
Y ya me llenó la cachimba lo de la prisión permanente revisable, terminología eufemística de la cadena perpetua. ¿Disuade tal medida? ¿Ha servido para solventar la situación? Algo he leído al respecto de gente entendida y parece ser que no. Apliquemos, sin más la ley del talión (talis: idéntico, semejante) y dejémonos de ambigüedades. Y exhibamos los despojos en la plaza del pueblo. Y lo sajado, a los perros. Cierto sector del gremio periodístico se está luciendo. Como alguno se muerda… se va a hacer daño.
¿Y cómo finalicé? Embotado.

martes, 13 de marzo de 2018

No, así no

Este pasado domingo tuve que desconectarme. Saben que mi único recurso para tal menester es el ordenador. Después de la aparición del cadáver del niño (Gabriel) en Almería no pude aguantar la avalancha de comunicados que se iban sucediendo en Facebook. Y la edad requiere procesos selectivos en aras de la subsistencia. A estas alturas de la vida es la mente un aspecto a conservar. Porque los deterioros neuronales producen daños irreversibles. Y cuando falla la cabeza, síntoma inequívoco de la rampa descendente.
En la república federal de los Estados Unidos de América existe casi carta blanca para la posesión de armas de fuego. Es más, ese portento de presidente que tienen en la actualidad ha propuesto que los profesores vayan a sus clases debidamente pertrechados por si algún alumno díscolo se sale del tiesto y hay que pararle las patas al más puro estilo Far West. Vamos, que el propio Marcial Lafuente Estefanía se le quedaría corto con aquellos disparos de precisión milimétrica entre ceja y ceja. En varios de esos estados se halla aún implantada la pena de muerte. Medida a la que más de uno, siempre en caliente, recurre cada vez que se tiene conocimiento de un hecho luctuoso. Y basta echar una visual a las estadísticas de delincuencia para concluir que a peor la mejoría.
No podía ser menos en la presente ocasión. Proliferaron los llamados a recursos mucho más drásticos, a cortar por lo sano. Como en otras tantas situaciones, bien cercanas algunas de ellas. No esperamos siquiera a que la investigación concluya para emitir un veredicto. Ni juicios, ni presunción de inocencia. A la horca directamente. O a la silla eléctrica. O a sajar anatomías en cachitos.
Rularon las fotografías del escarnio. Los juicios de valor fueron subiendo de tono. Se impone el espectáculo, el morbo, el linchamiento, sin más. Arden las redes sociales y los medios de comunicación al uso no se quedan a la zaga. Las audiencias reclaman circo. Démosle al populacho dosis, grandes o pequeñas, a convenir.
Con animadversiones y venganzas solo logramos un mundo peor. Es en circunstancias como esta cuando debemos demostrar que en algo nos diferenciamos del resto de animales. Aun en el dolor más profundo, no podemos perder el norte de la racionalidad. Y las redes sociales, notable invento para nobles causas, se han convertido en plataformas que destilan odios y reclaman represalias. Ya lo manifesté cuando no ha tanto hubo un suceso lamentable en los altos de nuestro pueblo y vuelvo ahora a machacar en hierro frío.
Dejemos que actúen quienes deben hacerlo. Y a nosotros corresponde mostrar solidaridad con los afectados. Los creyentes que eleven oraciones por un mundo mejor, por ese capítulo de buenas intenciones que siempre recordamos en trances como el que nos concita. Y los que no estamos por la labor de ese más allá, sigamos apostando por una sociedad diferente. No carguemos culpas en la sufrida escuela que se ve impotente ante los desmanes familiares. Repasen casuísticas y comprobarán que, salvo las excepciones de rigor, estos hechos siempre se enraízan en terrenos donde fallan los abonos de la concordia y la sintonía. Donde las entendederas dan paso a los bajos instintos.
La libertad de expresión sigue chocando con el sensacionalismo más abyecto. La información veraz brilla por su ausencia. Marcan la diferencia criterios de venta y popularidad pasajera. Las primicias se deben a prontos. Remataremos con más minutos de silencio y pondremos de manifiesto el rostro compungido. Inmortalizaremos el instante, que publicitaremos convenientemente en cuanto foro pueda estar a nuestro alcance.
La redacción de los párrafos anteriores concluyó cuando la tarde del domingo de marras declinaba. Ahora es ya la mañana del lunes, el día siguiente, el que te posibilita el necesario reposo y la pertinente distancia horaria para acometer con más calma la debida puesta a punto tras el sueño reparador.
Después de las gestiones propias de la edad (piscina, pateo, asuntos de bolsa –el pan, la basura– y otras menudencias), se enciende el ordenador para la diaria ración de cultura:
“La Guardia Civil sospecha que la asesina de Gabriel no actuó sola”. (El Mundo)
“La Guardia Civil cree que la detenida actuó sola”. (El País)
Y yo me solivianto por las redes sociales. Mandemos la justicia a freír chuchangas y pasemos directamente al desquite revólver en mano. Armémonos todos. Tengamos el Colt 45, de cañón largo, siempre engrasado. El problema será elegir al sheriff entre tanto enterado…
NO, ASÍ NO.

lunes, 12 de marzo de 2018

Felicidades

A todas las mujeres por el elevado grado de participación en los actos programados este pasado 8 de los corrientes. Ha sido, sin ningún género de dudas, una gran lección a tener en cuenta. Pero que no quede todo ahí. Es menester seguir en la brega. Porque somos muy dados a dar el callo en un instante determinado y luego volver a las andadas. Aunque entiendo que esta aldabonazo va a permanecer grabado en la memoria colectiva y significará, a buen seguro, el comienzo de una nueva época. No obstante, cabe la conveniente excepción. El papel del Partido Popular y Ciudadanos (cada día que pasa se le ve a este último idénticos rejos, que los traducen en comportamientos tan miméticos que diríase son calcos, o marcas blancas; a pesar de los postureos de Rivera y Arrimadas, hasta eso se pega) ha significado un vergüenza nacional. Más acentuada en aquellas militantes con responsabilidades en cargos públicos, que, con sus maneras de querer ocultar lo evidente, han mostrado ante la sociedad la cara más facha, carca y rancia; actitudes retrógradas en una España del siglo XXI. Sin excepción, porque ni siquiera en niveles locales han sido capaces de percatarse de un error que, ojalá, les implique notorias consecuencias en los futuros embates electorales. Para que aprendan, diríase.
A todos los pensionistas que han puesto al país en pie de guerra (lucha o combate, en sentido moral). Porque el colectivo estaría dispuesto a sacrificarse, una vez más, si se diese igualdad de circunstancias en el resto de ámbitos. Como el sistema de pensiones no se sostiene al faltar la valentía política de modificar las reglas de juego para que la contribución al fondo se haga de manera proporcional, cerramos el grifo y gastamos más en enviar las cartas de la ignominia que en incrementar la percepción mensual. Los viejos han dicho –hemos dicho– que basta ya de atropellos. Que no parece muy lógico seguir alimentando al que ya está gordo, mientras mantenemos a régimen a los que llegar a final de mes les supone seguir añadiendo cuestas a la consabida de enero o agujeros al cinturón. Ni un paso atrás. Y fuera el sambenito de conservadores. Hagamos cuentas, simplemente. Somos el partido con mayor número de afiliados. Y con diferencia.
A la nueva Junta Directiva de la Sociedad Valle de Taoro (Las Dehesas, Puerto de la Cruz) que, tras su elección en el pasado mes de enero, y bajo la presidencia de Domingo García Díaz (quien vuelve para intentar que segundas partes sean buenas) ansía a marchas forzadas que el denominado Casino no se venga abajo. Así, literalmente. Los rectores de estos últimos años casi acaban con una historia que se aproxima al siglo de existencia. Han tenido el indudable honor de erigirse como protagonistas de la etapa más oscura de una entidad que había sabido mantener viva la llama de la concordia en el barrio. No sé si sería preferible aconsejar a quien plasme en papeles los avatares de estos últimos veinticinco años (los 75 anteriores, afortunadamente, se imprimieron en su momento) que corra tupido velo o que haga público el desastre habido, siquiera sea para que no vuelva a repetirse. Cómo dejaron las instalaciones. Qué calamidad. Cuánta pérdida. Pero saldrán adelante. Seguro. Y en ello están. Para que aquellos entusiastas deheseros de los años veinte del pasado siglo no se remuevan en sus tumbas. Y para dar fe de las palabras de Florencio Sosa, quien en carta fechada el 4 de abril de 1972 al tiempo que se excusaba por no poder asistir a los actos de las Bodas de Oro, plasmaba: “Mucho tiempo, como ustedes saben, dediqué a ese Casino, y cuánto me alegra ver que sobrevive después de tantos años y peripecias, siendo actualmente la única sociedad recreativa y cultural que se mantiene en pie en nuestro Puerto de la Cruz”. ¿Y saben la última? La mayoría de miembros de la mencionada Junta de Gobierno pertenece al gremio de los pensionistas. Con lo que, indefectiblemente, volvemos al párrafo anterior, puesto que, por lo visto, nos sentimos en la obligación de demostrarle al mundo de que aún somos capaces. Ahí tienen el cuadro de presidentes hasta el año 2000. Cuando se actualice, como socio de la misma, propondré que se ponga un lazo bien negro que sintetice el periodo de esta última docena de años. O más, que lo mismo me quedo corto. No, yo no soy oriundo del lugar, pero existen lazos familiares más que evidentes.
Felicidades a mis incondicionales lectores. Porque me consta la diaria ración de lectura. Motivo que me anima a plasmar pareceres por escrito. A ellos, que me entienden, mi reconocimiento. Y a los que interpretan mis escritos en el sentido que les viene en gana e, incluso, son capaces de argumentar que yo he redactado lo que no aparece en el post, mis más cordiales saludos asimismo. Uno no debe perder la esperanza de que la comprensión lectora vaya mejorando poco a poco. Mi invitación, pues, a que sigan leyendo. Y el agradecimiento por hacerme publicidad. Les pediría, no obstante, un respetito, aunque cada cual se define como mejor crea oportuno. Tengo entendido que el derecho al insulto no está recogido en manual alguno. Cuando las visitas cada jornada alcanzan los tres dígitos (excepcionalmente hasta cuatro), qué más puedo pedir. Los periódicos al uso se rifarían tales cantidades de ventas.

viernes, 9 de marzo de 2018

Línea verde

Acaba de presentar el ayuntamiento portuense la implantación de la denominada ‘línea verde’. Se trata de una herramienta (una aplicación informática de participación ciudadana) que permitirá a los usuarios poner en conocimiento del Consistorio cualquier anomalía con la que tropiece por la calle. Como es ya el móvil nuestro principal apéndice, basta seguir unas simples instrucciones y al instante el concejal delegado correspondiente contará con toda la información al respecto.
Ya el ayuntamiento realejero disponía de un apartado especial en su página web. Como no he usado tal servicio jamás –saben de mi negativa a caer en las redes de las operadoras– vaya mi completa ignorancia acerca de si ha sido efectivo. Me imagino que sí, porque el señor alcalde es muy amigo de las redes sociales y mientras no se le cuestione su desmedido afán de protagonismo, envía normalmente a sus operarios (el sentido de la propiedad es algo innato al cargo) para resolver la cuestión denunciada. Tras la comprobación pertinente, pues saben que no es muy dado el señor Domínguez a reconocer fallos. De todas maneras, solventada la misma, irá él con una concejala (por lo de la paridad e igualdad) a sacarse la foto.
Son, eso leo, más de 400 los ayuntamientos que disponen en España de la mencionada línea verde. Y en el acto celebrado en Puerto de la Cruz para dar a conocer su funcionamiento, se vino a englobar en el “ambicioso proceso de modernización, optimización y mejora de los servicios públicos”. Y, lo más importante para un servidor, que habrá un “ahorro de costes y tiempo”. Ahí quería yo llegar. Y me explico:
Sabido es que en toda corporación que se precie, el primer paso a ejecutar una vez constituida es liberar a todo el equipo de gobierno, al que se le dota, además, de un generoso grupo de colaboradores para que lo asesore. Conocido es, asimismo, que en bastantes municipios existen servicios privatizados, cuando no empresas públicas con organigrama propio, donde no puede dejar de figurar un gerente, amén de unos encargados de las diferentes áreas.
Por si todo ello fuera poco, y merced a los adelantos tecnológicos, ahora se nos pide que les echemos una mano. Y cuando observemos un bache, basura en lugares inapropiados, farolas fundidas, fugas de agua, contenedores quemados, pintadas en edificios, aceras en mal estado, plantas que invaden los espacios públicos y un etcétera más grande que el montante económico de lo que cobran los que dicen dedicarse las 24 horas del día a resolver nuestros problemas, entras en la aplicación, escribes con el máximo detalle posible el motivo de tu queja, adjuntas la foto de rigor y… a final de mes siguen cobrando los mismos de siempre, pero ahora sin molestarse demasiado. Porque el trabajo se lo resolvemos los que pagamos. El mundo al revés.
Bienvenidos sean los adelantos. Aplausos para cualquier iniciativa que facilite el contacto con la administración. Pero es que las actuaciones encaminadas a tales fines parece que solo favorecen a los que deben dar el callo y demostrar al ciudadano que merecen el sueldo asignado. Lícito sería pensar que a este paso, y es algo que vengo sosteniendo desde hace mucho tiempo, sería conveniente modificar los esquemas organizativos. Porque sobran ediles con dedicación exclusiva o parcial. En la inmensa mayoría de municipios. Se han dedicado, todos, a desmembrar las competencias que años atrás llevaba un solo concejal para buscar acomodo a toda la tropa, y han creado tal maraña de encajes artificiosos que dificultan la labor del funcionario, al tiempo que complican la gestión con el único objetivo de percibir la soldada convenida. Y yo distribuyo en tres grandes áreas (cuatro, a lo sumo) las atribuciones de cualquier municipio (características de los del Valle, por ejemplo) y funciona con menos tropiezos que ahora. También por la noche, porque con lo que ahorramos, se producirá una mejoría sobresaliente en el alumbrado público.
No es que sea escéptico. Pretendo ser práctico. Hemos obviado el sentido común en aras de supuestas mejoras. Y estas siempre se decantan del lado que no debería. Los servicios más elementales para el mantenimiento de Puerto de la Cruz no brillan en la actualidad, a pesar de ese “ambicioso proceso” que se aludió. Basta con darse una vuelta. Y las redes sociales, tan denostadas a conveniencia, son fiel reflejo de la problemática y constituyen un termómetro excelente. Los únicos que parecen no ver la realidad son aquellos a los que compete buscar soluciones. Me temo que con la línea verde se limiten a esperar sentados en sus cómodos despachos a que les lleguen los listados con los desperfectos. No sufrirán, a partir de ahora, el más mínimo peligro de herniarse. Y tristes precedentes de presentaciones frustradas constan.
Y si la App (qué modernidades) funciona correctamente, que el concejal del ramo se vaya buscando otro trabajo. En la empresa privada. Ni mejor ni peor, solo por variar. Con sueldo a convenir según valía. A ver.

miércoles, 7 de marzo de 2018

Cubrir

Ha dicho la consejera
de Hacienda hace un momento
̶ te juro que nada invento ̶
que algún varón la cubriera.
Como a mi me pareciera
un verbo inapropiado,
ruégole muy educado
que no utilice cubrir,
va mejor sustituir
en asunto de calado.

Se refería, señores,
a su labor en el día
que la mujer debería
alzar la voz sin rubores.
Y yo indico a mis lectores
que me sumo a la protesta,
pues subido aquí en la cresta,
oteando el horizonte,
pido a la gente que afronte
con decisión esta apuesta.
----------
Nos dijo el Padre Siverio
que no escuchaba la radio,
pues ya estaba en otro estadio
no sometido a criterio.
Ya ejerzo otro ministerio
y no pretendo hacer juicios,
no son momentos propicios
para el periodismo todo,
con difícil acomodo
y cargado de prejuicios.
----------
Si reconoce el pepé
que nos faltan policías,
no es que sean cosas mías,
pues nadita me inventé.
Aquí, por lo que se ve,
dinero hay buen pastón,
mas no existe especial don
para el reparto adecuado,
está vendido el pescado
y se lo come MARRÓN.
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Estallan los pensionistas,
estallan los jubilados,
protestas por todos lados.
¿Los populares? ¡Autistas!
Que somos todos cuentistas
pretendiendo equiparar
al caché particular
de eminentes señorías,
alegando tonterías
sin poderlo remediar.