viernes, 28 de abril de 2017

Desconsideración

La señora Merkel, la canciller alemana, estuvo otra vez –y van unas cuantas– en La Gomera. Dentro de poco me sigue. Y es normal porque mi pensión deberá significar la décima, o más, parte de su salario. Tiene ella, por lo tanto, la ventaja de poder acudir el Tecina. Y sin mayores problemas para la reserva.
Como se empeña en pasar desapercibida (¿o inadvertida?), y tal actitud no conviene a los intereses políticos reinantes en aquella isla, el presidente del Cabildo se halla muy molesto y piensa seriamente no enviarle el detalle que tiene para con la mandataria europea en cada visita. Es, cree el máximo representante del gobierno insular, una falta de respeto que no se deje ver con él, por ejemplo, en Casa Efigenia. Y desde Las Hayas, sin hay que echar unos pateos, Las Creces, verbigracia, a dos pasos. O la Cañada de Jorge. Y al golpito, hasta el Raso de la Bruma. Lo malo es que doña Angela se empeñe en comer en Playa de Santiago, que ya es territorio en el que las incursiones cabilderas son poco frecuentes. Los tentáculos no pasaron del barranco.
Por esta vez estoy de acuerdo con Casimiro. Un respetito es muy bonito. Y qué menos que una charla, aunque sea de unos pocos minutos, entre ambos líderes. Porque en siete u ocho días hay tiempo para todo. Y la cortesía institucional debe estar muy por arriba de vacaciones y momentos de ocio. Pues queda muy mal visto, o da mala imagen, esa manía de esconderse, máxime cuando por esos lares no transita Mariano. Bien distinto sería sin el gallego estuviese, pues su marcha sería difícil de sostener. Dicho en cristiano, asfixia a cualquiera. Ahí se fue recientemente a Brasil y si no lo paran acaba en Ushuaia, en la mismísima Tierra del Fuego.
De ocupar yo el cargo de Curbelo, ya me hubiese plantado en la Cancillería Federal –aprovecharía los miércoles a las 9,30 horas, que hay reunión del gabinete–, y silbaría bien alto una reivindicación que se cae de madura. Además, como viene siempre en Semana Santa y aquí no hay actividad parlamentaria y el palacio insular se halla bajo mínimos, qué menos que un intercambio de pinceladas en cualquier lugar simbólico: La Fortaleza de Chipude, El Cabrito, Chinguarime, Lo del Gato, Guarimiar, Chejelipes… Sí, hay más, pero yo buscaba lugares discretos, sin luz ni taquígrafos. Bueno, ya que dije sin alumbrado, mejor en Tejiade, que no queda a mucha distancia de su lugar de residencia.
Ahora bien, si se llega a un entendimiento y no hay problema para que el encuentro se rodee de toda la parafernalia de rigor –hasta sería capaz de darme un salto– podríamos elegir la zona recreativa de Las Nieves, lugar ya frecuentado en mítines políticos y que se presta para un buen asadero, en el que no faltarían, por supuesto, unas buenas salchichas con unas generosas jarras de cerveza, alemanas, of course (es que ya escribí antes por supuesto).
Como estos germanos tiene fama de cabeza cuadrada, suelen ser de costumbres fijas. Por nuestros ‘sures’ también saben de sus andanzas por Los Abrigos: pescadito a la ida, pescadito a la vuelta. Ahora tocará, pienso, convencer a Theresa May, Enmanuel Macron y otros para que vuelen a Canarias. Lo ideal sería que cada uno se decante por una isla y, a ser posible, que cumplan con la triple paridad.
Bueno, se acaba otra semana y con ella se nos despide abril. Estuve el domingo pasado un rato en Realejo Bajo para disfrutar de las actividades de Érase la Ciudad del Cuento y la Palabra. Yo hubiese mencionado lo de Villa. No solo hace justicia, sino que viste más. A pesar del solajero (el próximo año pondré un puesto de sombreros y gorras, o de chubasqueros, por si cambia el tiempo), con el que peligra la calva y las ideas, disfruté con los menudos. También los míos, los nietos. Y tuve la oportunidad de saludar a unos cuantos amigos. Como algunos me leen, les agradecí personalmente el detalle. Compré el libro de David y Javier presentado el viernes anterior en el Casino Viera y Clavijo.
Y ya está. Hasta el 2 de mayo. Que entramos en más fiestas. Muchas.

jueves, 27 de abril de 2017

Plan de acción

El grupo municipal Unid@s Sí Podemos (USP) del ayuntamiento de la Villa de la Orotava ha propuesto un plan de acción, el enésimo, para acabar con el rabo de gato. Como no ha añadido nada nuevo a lo que todos sabemos acerca de cómo atacar la problemática, me llama la atención de que su portavoz, el profesor jubilado Raúl González, no haya dicho nada de esa linda arroba que pretende unificar géneros. Modernidades y servidumbres.
Los procedimientos para intentar acabar con esta planta de enorme agresividad colonizadora se han repetido hasta la saciedad y se han plasmado en diversos foros. Aquel esnobismo más de la década de los setenta del pasado siglo, cuando se introdujo como elemento ornamental, ha degenerado en terrible invasión. Y como los organismos públicos (Cabildo, fundamentalmente) se privan por un desbroce, por ahí nos tropezamos con operarios que portan la maquinita Stihl correspondiente, quienes, al tiempo de segar la hierba en las márgenes de las vías, se encargan de expandir semillas a mansalva. Bien poco les importa que el alisio sople fuerte o moderado.
De vez en cuando, como en la presente ocasión, se elevan quejas y se traslada a las instituciones la necesidad de acometer estas acciones de una manera coordinada y práctica. Asimismo, se observan que algunos colectivos, preocupados por el deterioro medioambiental, realizan batidas en espacios públicos, por ejemplo, barrancos, pero como son hechos puntuales, al no existir continuidad en la batalla, todo queda en agua de borrajas porque pasado un tiempo más de lo mismo. Y cuando escribo más, es adverbio de mucha cantidad.
Por consiguiente, y no estoy para consejos ni para imitar a nadie, se me ocurre que podría ser conveniente que los políticos –otra especie precursora en ocupar amplias zonas– se pusieran manos a la obra y predicaran con el ejemplo. Se podría irrumpir con un primer intento de choque contando a todos los cargos públicos liberados. Que en la isla deben ser unos buenos cuantos. Se partiría con la ventaja de que ya conocen a la perfección los pasos a seguir. Y provocarían, a buen seguro, un efecto contagio. Porque qué villero, por ejemplo, viendo cómo se fajan Paco, Juan, Narciso, Eduardo, Belén… (y Eva, cámara en ristre, inmortalizando el evento) no cambiaría su diaria sesión de gimnasio, piscina, pilates, footing, running, fitness y otras hierbas por esta otra, mucho más entretenida y fructífera. Al aire libre, en pleno contacto con muchos elementos de la tabla periódica.
Nada más escribirlo y ya me lo estoy imaginando. Sería algo parecido a la Romería de San Isidro. Todo ese ganado, junto al procedente de mi pueblo, atacando los flancos del barranco de La Raya hasta los confines de la cumbre. Y una amplísima cadena humana transportando las bolsas de plástico, herméticamente cerradas, hasta los contenedores ubicados, por ejemplo, en La Montañeta, confluencia de los tres municipios del Valle.
Y, además, con las ventajas de los sentimientos de cooperación, solidaridad, compañerismo, ayuda mutua, generosidad y demás que se propagarían por el éter como efluvios radiofónicos. Y vete tú a saber si ello no podría significar el arranque de una mancomunidad en toda regla. La definitiva.
Así que, amigo Raúl, retira lo dicho y propón comprar unos monos de trabajo, sin olvidar el chaleco reflectante y casco, y comiencen la guerra de guerrillas contra el pennisetum setaceum. Demuestren que no solo son capaces, sino que van a dar toda una lección para que generaciones venideras acometan campañas de protección de la naturaleza basándose en los apuntes, con dibujos y fotos, que desde el Valle de Taoro habrán quedado grabados para la posteridad.
Bueno, Linares y Dóniz seguirán en ese entonces al pie del cañón, porque la renovación de CC siempre afectará el otro cincuenta por ciento; como hasta ahora, para no cortar por lo sano. Ellos son como el rabo de gato. Se agarran que da gusto. Pero esa será otra campaña.
Hasta mañana.

miércoles, 26 de abril de 2017

¿Puedo opinar?

Los afiliados del PSOE siguen confundiendo el atún con la velocidad. Este proceso de primarias para elegir a su secretario general está produciendo más de un quebradero de cabeza, más de un escozor inadecuado. Porque muchos siguen empeñados en equipararlo con una campaña de elecciones generales. Y van mal encaminados. Una escasa militancia, y sujeta a vaivenes y enfrentamientos, puede devenir en un nuevo –otro más– rosario de la aurora. Peor el remedio que la enfermedad.
Lícito es que cada cual se decante por el candidato que crea oportuno, pero esta sensación de navajeo no creo conduzca a pacificar una tropa de por sí mal avenida. Da la impresión de que, en la búsqueda del espacio perdido, han localizado al enemigo dentro de sus propias filas. Y mal ejemplo para el recorrido posterior, el de enfrentarse a una convocatoria electoral  (recen todo lo que sepan para que se produzca en 2019), porque parecen olvidar que siempre ha existido un altísimo porcentaje de votantes, traducido en varios millones, que inclinan la balanza hacia uno u otro lado en función de lo que ellos entienden por estabilidad, por seguridad, por confianza. Y es ahí, en ese término medio, donde se halla un caladero de votos nada despreciable y muy apetecible por cualquier formación política que tenga legítimas aspiraciones de gobierno.
Es por ello que no comprendo los vaivenes de Pedro Sánchez. Que aboga por un partido libre, coherente y de izquierdas. Por lo visto es más de zurdos (cañotos, en autóctono) reclamar ahora el reconocimiento de Cataluña como nación o una potencial alianza con Podemos para desbancar a un Partido Popular, cada vez más anegado por la corrupción. Y reclamar coherencia cuando, tras el varapalo de las elecciones de junio de 2016, acudió a echarse en brazos de Ciudadanos con una firma de un pacto que ni siquiera tuvo valor simbólico, y que fue puesto en solfa por los mismos que en la actualidad pretenden devolverlo al puesto del que tuvo que dimitir por un pulso mal echado, parece que no cuela. Me recuerdan sus vaivenes la postura que ha llevado Podemos en su corta trayectoria. Donde las reiteradas contradicciones ideológicas han confundido a un amplio sector de la población que había depositado la confianza en la nueva hornada.
Del amor al odio es la enésima versión de este Partido Socialista. Y algunos han creído atisbar otro Suresnes, sin darse cuenta de que en todo caso estarían favoreciendo los ‘intereses’ de otra andaluza. Como ocurrió en aquel entonces en la población francesa allá por 1974.
Métanse en las agrupaciones, debatan cuanto entiendan menester y no proclamen cuitas cada tres por dos en las redes sociales. Y de camino procuren que se incremente el caudal en las sedes, que están más secas que este mes de abril en Canarias. Porque los alegatos plagados de reproches que rayan los insultos (gusana, cerda, dientona, tipa, trepa, glotona, corrupta, marioneta, foca…), no conducen a crear el clima de confianza necesario para que aquellos que sí vamos luego a decantar el fiel de la báscula, tomemos la postura conveniente para depositar nuestra papeleta en el recipiente de cristal. Y que observamos atónitos cómo se despellejan. Qué ejemplo más gratificante para que después vengas por casa a pedirme que acuda a las urnas.
A Pedro Sánchez no se lo cargó la cúpula socialista. Los poderes fácticos de barones y baronesas nada tuvo que ver con un suicidio que se veía venir. Él solito se fue hiriendo hasta que se desangró por completo. Dos sonadas derrotas, sin reconocimiento ni inculpación, y, para mayor regodeo, sacar pecho de la nefasta situación, fueron causas más que suficientes para haber cogido la puerta de salida mucho antes de los sucesos habidos en aquella reunión del Comité Federal. Porque no te hallabas en condiciones de exigir nada, sino de dar fe de una caída sin paliativos y dejarte de congresos extraordinarios. ¿Para qué? ¿Para más divisiones internas a las que son tan aficionados y a las que parecen abonados?
Si ganan los otros, el PSOE no dejará de ser el tercer partido. ¿Elucubraciones? ¿Adivinanzas? ¿Supuestos? Yo no soy militante. No estoy afiliado. Lo fui. Como tantos y tantos. ¿Por qué no sentarse a ver qué ha pasado con abundantísimas deserciones? ¿Por qué no recuperar abandonos y restañar heridas? Yo, posible votante socialista, me pregunto –y quizás pregunte por muchos– por qué debo confiar en quien ya demostró su ineficacia. ¿Qué sahumerio ha podido existir para que en tan corto intervalo se haya producido una reconversión que atisbe posibilidades de éxito a la tercera intentona? Porque las cosas son como son y los espejuelos de la abuela no vaticinan mejores expectativas en los millares de indecisos. Y en quienes han dejado de acudir a las citas por los fuegos de artificio. Se jactan de patear la calle –será en sueños–, ¿y no escuchan nada o solo se rodean de aduladores?
Hagan lo que quieran. Diviértanse. Pásenlo bien. Sigan jugando como chicos menudos. Van a lograr, juiciosos e inteligentes observadores, que yo también me quede en mi casa. O me vire. Tendrían otra muesca para el revólver.
Cuando me acerco a los setenta, me dan ganas de volver para sembrar unas semillas de cordura, de sensatez. Porque la savia nueva no ha dejado de ser bruta. Y debió secarse antes de alcanzar las hojas para convertirse en elaborada y bajar con fundamento para servir de sustento.
Joder (iba a escribir jolines, que es más fino), ¿tanto cuesta captar tan sencillo planteamiento? ¿O es que, acaso, piensan ganar elecciones mirándose los escasos ombligos existentes en las agrupaciones? Sigan así de enterados, y al compás de los palmeros (que dan palmas) de siempre, y serán residuos cósmicos –basura espacial– dentro de bien poco.
Comentario de los enterados de turno (y que me leen): ¿Qué sabrá el bobo tieso este? Vale, arráyense dos millos. Y pega siete, compañero.

martes, 25 de abril de 2017

Peligro en el ático

Celebrose el pasado sábado el Día de la Tierra. Y Google nos lo recordó con uno de sus ya famosos ‘doodles’. Cuando uno creía que el fin del mundo tendría que producirse por la insensatez humana sobre la faz del planeta, y así lo reflejaban los consejos a seguir con respecto a la contaminación y demás inconcebibles acciones que destruyen este habitáculo, resulta que existe otra amenaza mayor. Que viene de lo alto, del piso de arriba. Como en la película de Marilyn Monroe (La tentación vive arriba).
Ya no basta con las campañas de concienciación y de alfabetización medioambiental y climática, con fomentar la educación en valores desde bien temprana edad, de políticas de pequeños gestos entre los escolares, de acciones de siembra y cuidado de nuestro entorno. Porque la teoría nos la sabemos todos, aunque en la práctica no alcancemos, ni por asomo, los objetivos previstos.
Leí este domingo último en ABC un amplio reportaje de la basura espacial. Lo que me recordó cualquier paseo diario en el que te tropiezas con colillas, plásticos, envases, papeles… y qué voy a contarte que tú ya no sepas. Nada te digo de los instantes posteriores a la celebración de cualquier evento. Eso, piensa en una romería, un baile de magos o una prueba automovilística.
No conformes con ser unos guarros aquí abajo, nos ha dado por ir a ensuciar el espacio, que como queda a muchos kilómetros no es de nadie. Yo no he llegado tan lejos, pero dicen que hay de todo. Hasta los astronautas en sus garbeos de ingravidez dejan olvidados tornillos, tuercas, arandelas, combustible, restos de pintura y puede que alguna llave inglesa. Lo que junto a desechos de naves espaciales forman un revoltillo giratorio de mucho cuidado. Y, además, como chocan entre ellos, cada vez mayor menudencia. Pero ya saben que un milímetro en esas condiciones pueda causar un grave estropicio, porque las velocidades que se alcanzan son tan elevadas que una colisión multiplica muchísimos enteros sus efectos.
Sostiene el astrofísico Donald Kessler que dentro de cien años no podrá haber viajes espaciales. Porque será imposible circular entre tanta basura acumulada en los confines de la atmósfera. Pues no hemos sido capaces de prever la creación de un vertedero especial, y espacial, ni tampoco de elaborar un plan de recogida. Ya predijo el peligro allá por 1978. Y casi cuarenta años después seguimos en idéntica tesitura.
Como somos muy inteligentes, sobre todo a la hora de cuantificar (de ahí los demasiados ejemplos de corrupción), hemos hecho un cálculo estimativo de la basura acumulada: unos 166.000 millones de un diámetro inferior a un centímetro, tres cuartos de millón hasta 10 centímetros, y más de veinte mil con un diámetro comprendido entre una pelota de tenis y otra de baloncesto.
Existe una empresa, con sede en Singapur y desarrollo técnico en Tokio, Astroscale, fundada por el japonés Nobu Okada, que ha ideado una nave nodriza (madre) que contiene seis dispositivos (niños). Estos serán desprendidos de aquella y mediante unos adhesivos especiales magnéticos irán recogiendo los residuos. Una vez recolectado un volumen determinado, los ‘niños’ entrarán en la atmósfera terrestre y se desintegrarán junto con los restos almacenados.
Bien, esto en la teoría. Pero no te preguntas tú, al igual que yo, qué madre es esa que deja a sus hijos limpiando y ella dando vueltas por ahí. Qué madre va a permitir sacrificar a sus vástagos de manera tan cruel. No y mil veces no. Una madre limpia ella y deja que los pequeños jueguen, brinquen y salten. Que es lo propio. Y los manda al colegio en vez de convertirlos en barrenderos impersonales. Máxime si sabe el final que les espera. Vaya crueldad. Preparen una nave en la que quepan millares de presos peligrosos. Y prométanles la libertad a cambio de bajar una tonelada cada uno. Eso sí sería una buen manera de reinserción. Lo otro es un infanticidio con todas las letras.
Pero hagan un trabajo limpio y no imiten a los chinos que en 2007 enviaron un cohete, mejor, un misil, para destruir el satélite meteorológico Fengyun-1C y lo que lograron fue aumentar el número de cachitos en unos quince mil fragmentos más. Vamos, que hicieron una chapuza en toda regla.
Para finalizar yo me pregunto si no existe la posibilidad de utilizar el material de las cajas negras de los aviones. Porque o se toma más en serio el asunto o vamos a tener que pasear aquí abajo con casco ante la posibilidad de que nos lluevan chuzos metálicos de punta. Para los que no se han inventando paraguas adecuados.
Esto ocurre, obviamente, en el primer mundo. En los otros se sigue la gente muriendo de hambre. O asaltan panaderías para llevarse algo a la boca. El Papa se desgañita, pero tampoco se desprende de los tesoros del Vaticano. De vez en cuando nos acordamos y remitimos unas toneladas de alimentos a África. Pero no los enseñamos a usar condones. Sin embargo, voy a dejar estos asuntos terrenales pues hoy tocaba del espacio sideral. Con esta conclusión: mierda hay en todos lados.

lunes, 24 de abril de 2017

El estampido

Este viernes pasado, 21 de abril, uno de los barcos de la Naviera Armas que realiza las conexiones marítimas interinsulares, el Volcán de Tamasite, se dio tremendo estampido en el muelle Nelson Mandela (antes La Esfinge) en Las Palmas de Gran Canaria. Como todos nos hemos convertido en reporteros gráficos, para qué contarte la cantidad de fotografías y vídeos que comenzaron a ‘navegar’ de manera inmediata. Hasta la televisión canaria amplió el horario de sus informativos vespertinos para repetir hasta la saciedad el momento culminante de la entrada triunfal del ferri.
La primera duda que me surge, espero que el amigo Javier Dóniz me aclare algo al respecto, es si en Fuerteventura existe un volcán que se denomine así. Conozco –un poco he leído– breves pasajes de la batalla de Tamasite. Sé que con ese nombre se designan varios establecimientos hoteleros de la isla. Pero nada más. Me da que como la naviera nombra a todos sus barcos como Volcán de, lo mismo se les fue el baifo en cualquier añadido.
Parece ser que no es la primera vez que este buque tiene un percance. Ya se cargó la pasarela móvil de embarque y desembarque de pasajeros, también en Las Palmas; se quedó a la deriva viniendo de Morrojable y no sé si fue este el que en ese puerto majorero también tuvo otro encontronazo. Desde luego, si se trata, en la amplia casuística, del mismo capitán, ya habrá perdido todos los puntos por exceso de velocidad. O por calársele el vehículo. Como ya a otro de la misma compañía le surgieron unos problemas mientras estaba atracado en Santa Cruz y tuvieron que soltar el ancla ante el peligro inminente de rotura de los cabos, me pregunto si en este último incidente no pudieron llevar a cabo idéntica operación. Será como en el caso de los coches, que en última instancia jalas (oye, que jalar lo incluye el DRAE) por el freno de mano. Porque no quisiera pensar que fuera el piloto jugando al Candy Crush.
Pero a mí lo que me causa cierta hilaridad es el comportamiento de la gente, de los pasajeros. Y por extensión, familiares, allegados y noveleros varios. Nos priva (complace  o gusta de manera extraordinaria) tanto subir a las redes sociales cualquier incidencia, por muy nimia que sea, que comentarios y procederes de algunos individuos (o individuas) dejan bastante que desear. Desde el enterado que manifiesta categóricamente que la tripulación reaccionó muy tarde hasta el ingeniero naval que asegura que la nave empezó a zozobrar. Como todo se debió, según los técnicos, a un fallo eléctrico, nada mejor que echar la culpa a Las Caletillas. Ya puestos.
Desde el que tuvo que ponerse un tranquilizante bajo la lengua (ya viajamos con botiquín incorporado) hasta  la que le indicó al hijo, tras el aviso de este, que subiera a cubierta para que lo viera a ver si estaba bien, podemos pasar por el bocazas que entiende que los inconvenientes se arreglan al grito limpio, haciendo caso omiso a las indicaciones de la tripulación, y, cómo no, por el medio de comunicación más sensacionalista de todos estos contornos –la nuestra, la canaria, la de las intrépidas reporteras, la de noveleros y noches de taifas– que se agarra a cualquier bobería para intentar justificar un gasto de dinero que bien podría valer para atender necesidades más perentorias. Pienso yo, que no Cristina Valido, quien ve brotes verdes por todos lados.
Las airadas protestas de los que pretendían bajar a tierra a toda costa (me imagino que para hablar con su abogado y ver qué se puede hacer por si procede reclamar daños y perjuicios) me choca con el perfil de viajero marítimo. Y es que a todo lo que huela a montada ni le encuentro explicación ni le concedo siquiera el beneficio de la duda. Si te vas en una lancha a pescar por esos mares afuera, lo mínimo que te pido es que sepas nadar. Así que no te pongas bravo. O no te subas a una embarcación.
Se estampan los barcos, se estampan los coches y se estampan los aviones. Y cada estampido implica unas consecuencias. No hubo que lamentar, afortunadamente, mayores desgracias personales, salvo unos heridos leves. Como decimos siempre, para lo que pudo haber sido. No obstante, cómo les sacamos el jugo a los móviles. Cómo nos encanta que nos pinchen en me gusta. Y si nos percatamos de que nos graban, cómo sacamos a relucir nuestras dotes de actor. Lo malo es que muchos caguetas (pusilánimes, cobardes) se delatan ellos solos. Y arriba parece que se les importa un  pito el que miles de personas visionen sus hazañas. En vez de esconderse debajo de una piedra. O de un noray.
Menos mal que no ocurrió en Agaete, porque si es entrando a Las Nieves, salvo que siguiera de frente hacia lo que quedó del Dedo de Dios, se hubieran echado a correr Tomás Morales, Saulo Torón y Alonso Quesada (Monumento a los Poetas). Como suelo transitar por esas islas, puede que me compre un móvil y jubile la Canon.

viernes, 21 de abril de 2017

Repaso en verso

Finiquita la semana
con agenda endemoniada,
muy digna de ser tratada
con visión más espartana.
Por ello me da la gana
una traza más selecta,
pues dada mi edad provecta
de Pepe sigo el consejo
en verso vendrá el reflejo
con mi estrofa predilecta.

No solo lloró el Neymar,
Aguirre también lo hizo
porque la Justicia quiso
cada asunto en su lugar.
Don Clavijo fue a firmar
con Báñez un documento,
a saber, un nuevo cuento
para el pueblo entretener;
en un tiempo vas a ver
que se voló con el viento.

Cuanto Valido proclama
de excelencias dinerarias,
aumentan razones varias
que a Patricia crean fama.
Porque con esta amalgama
de logros y adelantos,
devienen en vestir santos
con mil ropajes prestados;
ni se ponen colorados,
ni padecen de atragantos.

Navega la corrupción
con un ritmo galopante,
y Mariano tan campante:
“No va conmigo el marrón”.
¿Supuesta financiación?
Todo en orden y bien claro,
que no hay un apunte raro
en ningún libro contable,
ni en Mogán ni en Morrojable,
ni el más mínimo reparo.

La Verdellada, gallinas,
los jueces, al Sobradillo;
manda huevos, dijo Trillo,
esto es un campo de minas.
A veces es que no atinas
con tanto tema a elegir,
pues te debes debatir
entre colmenas y perros,
o si un potaje de berros
la Merkel va a consumir.

De fútbol nada digamos,
pues no hay día que no toque,
y cada cual con su enfoque:
¡Cuánto de bien lo pasamos!
Por los nuestros apostamos
con cerrazón intestina,
pero mostramos inquina
al contrincante malvado,
que con lo mal que ha jugado
nos metió fuerte traquina.


“Vivimos tiempos confusos”,
ha dicho el Premio Cervantes,
mientras tomaban calmantes
los populares difusos.
Envueltos en malos usos
de dineros malversados,
les surgen por todos lados
cuestiones improcedentes,
mejor dicho, indecentes,
desvíos inadecuados.

También hubo en Lanzarote
maltrato con los podencos
por culpa de algunos pencos
de a dos perras el buen lote.
Armarles un buen pitote
merecen los miserables,
si se les cruzan los cables,
que los amarren a ellos,
que la soga por sus cuellos
dejen marcas reseñables.

Ha caído alguna gota,
ha refrescado el ambiente,
vamos a ver si la gente
no se muestra cabezota.
Con la décima rebrota
una manía en letargo,
que surge como un encargo
de ejercitar la neurona;
aquello que no se abona,
el tiempo pasa recargo.

Disfruten, amigos míos,
de otro ‘finde’ placentero,
que el lunes aquí yo espero
encontrarnos con más bríos.
Con los mismos atavíos
compartiremos saberes
y al expresar pareceres
nos mostraremos activos,
pues de sujetos pasivos
existen muchos haberes.

jueves, 20 de abril de 2017

Soserías

El reloj me indica que faltan veinte minutos para alcanzar la siete de la tarde del 19 de abril de 2017. En Canarias. Una hora más en la Península y Cataluña. Ha refrescado. Incluso unas gotas han hecho acto de presencia en Realejo Alto que ni calan ni mojan. He sembrado unas semillas de calas (orejas de burro) en unos recipientes de yogur. Brotarán, seguro. Hasta ahora jamás me han fallado. Los Testigos de Jehová, que ya tocaron esta mañana, han vuelto a hacer sonar el timbre. En la primera ocasión, ni caso. En la segunda, como hoy es miércoles y toca comida familiar, ha salido mi hija y les ha contado una mentira piadosa.
No ha sido hoy un día pródigo. Más bien insulso, soso. Como, me imagino, será el interrogatorio a Mariano Rajoy. Innecesario, según la Fiscalía. Órgano que se viene destacando últimamente por la defensa a ultranza de los investigados, cuando estos ostenten cargos de cierta relevancia. Personajes a los que uno presuponía bien protegidos por la Abogacía del Estado. ¿Suerte? Creo que algo más.
Qué pérdida de tiempo la de tantos, y puede que tontos, españoles (y catalanes) que se enzarzan en estériles batallas (estupideces) futbolísticas. O futboleras, que me suena más despectivo. Cuánta energía desaprovechada. Si las chorradas emitidas guardan proporcionalidad directa con la masa encefálica, y me temo que sí, guárdame dos cachorros: macho y hembra. Y me senté ante el teclado bastantes minutos antes de la segunda etapa de la Champions League. Mañana, con toda probabilidad, me tome una jornada de ayuno y abstinencia. Porque sea cual fuere el resultado del nuevo envite, tendremos sandeces para rato. Ay, reitero, si encauzáramos los bríos hacia asuntos de mucha más enjundia. Otro gallo, o quíquere, nos cantaría. Algunos  ̶ ¿o muchos? ̶  deberían repasar contenidos que han venido plasmando en cuanto medio hallaron a su alcance. Porque tiempo deberán tener en abundancia, aunque no lo inviertan en pensar. Lo mismo lo hacen en un instante de lucidez y quedan pasmados para siempre. Unos científicos cubanos, afortunadamente, están a un paso de patentar la vacuna que cure estas enfermedades. Han extraído unas células del culito de una rana y elaborado la pócima que, como es bien sabido, si no te cura hoy…
Unos llevan la hojarasca deportiva a extremos que rayan el esperpento. Y otros, en un erróneo afán de superación, elevan topes de resistencia a límites que hacen peligrar vidas o a marcar secuelas de difícil retorno. Escuché a un doctor especialista en medicina deportiva poner la nota en pruebas atléticas que exceden los registros que se le presuponen al organismo humano. Luego nos extrañamos, insiste, en la muerte de corredores en pruebas que basta conocer su denominación para hacernos idea de su bestialidad: Brutal Bike, Haría Extrema, Ultra Trail, Montaña Circular Extrema, Ultramaratón… Por ni irme más lejos a la Ultraman, o Ironman, o Titan Desert… Y cuando se presentan casos en los que la gravedad es patente, los voluntarios no saben a qué atenerse por temor a represalias o controversias con equipos y patrocinadores, mientras que los reporteros gráficos están más pendientes de inmortalizar el hecho, lo que conllevará éxitos y prestigios, antes que echar una mano al desfallecido.
Cuando todos creíamos que el telurio nos iba a devolver la alegría económica y a subsanar todos los desperfectos existentes en las islas, viene el enterado de turno a bajarnos de la higuera al manifestar que no nos traerá riqueza a corto plazo, pero sí aportará valor científico. Vaya manera de rematar este día tan lastimoso. De esos en que hubiese sido mejor no levantarse de la cama. Desde luego que no lo voy a enmarcar. Nosotros, los canarios, queremos piche. Y muchos millones para políticas de empleo. Y una nueva ley del suelo que nos conduzca otra vez a la senda de la construcción, único motor que puede suplir los vaivenes de la agricultura y las picas de plátanos. Echamos en falta aquellos anuncios de Paulino Rivero. Daba gusto oírle cuando nos informaba del sinnúmero de puestos de trabajo, de turistas, de proyectos, de la proliferación lingüística.
Debo concluir. Qué día más apático. Plomizo. Apanzaburrado. Mi mujer, que está abajo en el salón haciendo punto, me grita: Ya empezó el partido. Vale, contesto. Ya notaba que no pasaban coches por la calle. Como cuando nos recortan derechos y libertades. Como cuando nos congelan las pensiones. Como cuando aflora la violencia por las causas más insignificantes. Como cuando se te cae el coche en un inmenso socavón bajando por El Castillo y te conformas con llamar a la madre… del cordero. Como cuando llega un nieto y te cuenta que lleva dos semanas sin profe. Como cuando sigue fallando el alumbrado público. Como cuando paseas por los alrededores del Botánico y observas suciedad a mansalva.
El jueves, te lo prometo, me negaré a leer crónicas. Al menos para despedir la semana con un artículo de fundamento. ¡Ah!, mañana viernes, a las 8 y media de la tarde, y en el Círculo Viera y Clavijo, se presenta el libro de las Fiestas Patronales de Realejo Alto en honor a Nuestra Señora de los Remedios (1907-1959), de Jerónimo David Álvarez García y Javier Lima Estévez. Si no me toca nietos, allí estaré. Que ser abuelo entraña muchas obligaciones.

miércoles, 19 de abril de 2017

El testigo

Como dicen los de allá, se puso morrúo. Arrancó la caña el señor Hernández Bento, ha presentado la dimisión y se viene a pasar unas vacaciones a mi pueblo. Se alojará, como lo hicieron The Beatles en su día, en los alrededores de El Monasterio. Restañará las heridas en la cima del volcán y quedará abierto a las propuestas que le lleguen con el alisio. Ahora que se han ido los calores y el viento procede del norte, el aire húmedo del océano le refrescará el hocico. Ya que Antona no lo quiere, incursionará por la carretera de El Jardín por si Raúl le lanza un anzuelo ‘ciudadano’. No entra en sus cálculos bajar hasta La Higuerita no sea que se cruce con el que diariamente sale de la villa.
Aquí, señores, el que vale, vale, y el que no, pa´maestro de escuela. Se buscan acomodos con una facilidad pasmosa. Ni el mercado de fichajes en los clubes de postín. En su tesitura, mejor que contacte con Román, porque a la hora de recoger es todo un experto. Y lo mismo lo convence para que otro pluriempleado, Quevedo, le eche una mano a Mariano (vaya rima más tonta) y le ayude a sacar adelante los presupuestos. Y la agenda canaria, que nos traerá cientos de millones para comprar millares de camiones de piche. A falta de telurio, que no haya fallo mecánico. Como al ‘tramabús’ de Iglesias, que no de Errejón.
Tenía la foto de Enrique preparada. Pero la envié a la papelera de reciclaje. A ver si con una par de centrifugados logro que la tónica cambie. Me temo que no, pero es mi obligación intentarlo. Como hice ayer ante el evidente peligro de una dolencia irreversible. Algo que no entendió uno de Candelaria en cuyo muro colgué el enlace del post en cuestión. Muy ojeado, todo sea dicho de paso, ya que ha superado con creces el millar de visitas. Funciona aún la censura en amplio sector de la grey política y si no pinchas en los iconos del bien quedar, tijeras al canto. No han salido aún del cascarón (llámalo nuevas generaciones, cachorros, pupilos o correveidiles) y ya manejan la motosierra a la perfección. Ni pensarlo quiero cuando le dan un curso de caza. Así que inserto esta del Roque Chico y La Poyata que me hizo llegar el amigo Alfredo, lugar con encanto y bastante ‘popular’ entre las gentes de Toscal-Longuera (incluyo La Ladera, no sea que Rubén, gran conocedor del entorno, se me enfade) y quedamos todos más relajados.
Mucha tinta corrió ayer para poner de manifiesto el que Mariano Rajoy deberá explicar al juez la presunta financiación irregular del Partido Popular. Compadezco a su señoría. Vaya mal trago tendrá que pasar. Y soportar. No es el gallego un testigo cualquiera. Por mucho que se haya puesto énfasis en sus relevantes cargos. Y adelantos idiomáticos.
Él no ha estado, ni está ni se le espera. No ha sabido, ni sabe ni lo comprenderá jamás. El magistrado se va a enterar de una vez por todas de la importancia de un vaso. Y de cómo se elige a un alcalde. Y de que España es una gran nación toda llena de españoles. ¿Gürtel? No me consta de que haya hablado con ese señor. Y en el supuesto de haberlo hecho, todo lo que se refiere a mí no es cierto, salvo alguna cosa.
Esos, y no otros, son los mimbres del partido que gana las elecciones en este país. Mientras, el PSOE sigue buscando desesperadamente, y a la greña, un líder. Los de Podemos andan a la caza y captura de una identidad aún perdida. Ahora en guagua, a la que se le fastidia el embrague. Los Ciudadanos no acaban de encontrar el asiento de comodín…
Yo, bien, gracias. Cobro la pensión puntualmente. Hacienda me devolvió lo que era mío. Sigo yendo a la piscina municipal tres días a la semana. De continuar así, Benito me hará entrega de una metopa. Menos la pasada que estuvieron arreglando el techo. Intento caminar la menos una hora al día. Me tomo las pastillas para la tensión. Echo en falta unos euros para viajar. Tengo abandonada la fotografía porque no puedo brincar por esos parajes con fundamento. Casi se me queman las hortensias de Las Abiertas con los calores de estos días.
¿Ya no escribes?, me preguntan de vez en cuando. ¿Se dan cuenta de que cuando expongo que todavía existen muchas personas que no saben lo que es Internet, hecho que pongo en conocimiento de los amigos que ocupan cargos públicos, no voy muy descarriado? Cuando sea rico, recopilaré centenares de artículos, los publicaré y regalaré libros a mansalva. Hasta luego.

martes, 18 de abril de 2017

Gravedad extrema

Él me brinda la oportunidad. O me pone los contenidos en bandeja, por no utilizar otra expresión algo más chabacana. Y aunque no compartamos visiones políticas, debo manifestar abiertamente que me tiene preocupado. Porque es mi alcalde, por arriba de otras nimiedades. Y aunque en el pueblo se estila el todo va bien, el adular hasta extremos empalagosos y el excesivo uso de la batería icónica de las redes sociales, somos muy pocos los que entendemos que detrás de ciertos comportamientos puede esconderse una gravísima enfermedad.
En plan preventivo, que debe ser el primer paso en cualquier padecimiento, lo adelanté hace dos años, y ayer hacía el oportuno recordatorio en Facebook, concretamente con esta entrada del blog anterior (al que ya pueden acceder, por cierto, sin que los redirija a Desde La Corona): http://pepilloyjuanillo.blogspot.com.es/2015/04/desdoblamiento.html.
Dado que me desayuné en la mañana del lunes con una entrevista en el periódico El Día (de donde también ‘robo’ la foto, y a criterio del reportero gráfico ya la inserta con ligera inclinación: muestra inequívoca de que se percató, asimismo, del peligroso desvarío), abuso de tu amabilidad de siempre y te invito a releer el artículo cuyo enlace te consigné. Porque entenderás a la perfección que los conceptos rescatados de la entrevista precitada no pueden ser otra cosa que la consecuencia de un avanzado estado de descomposición psíquica. Que no es, como algunos podrían comentar, un simple ataque de nervios que se cura con un par de trankimazines o viendo una película de Almodóvar. Se disparan las alarmas y ondean las banderas rojas como muestra inequívoca de que se han traspasado muchas líneas y los socorristas no dan abasto. Ya no se trata, solamente, de la divisoria a la altura de La Higuerita. Que viene a ser el punto de inflexión.
Diseccionemos parte de las respuestas. Abarcar la totalidad se antoja hipótesis a desarrollar en facultad universitaria. Por ejemplo la Escuela Superior de Management y Master MBA de Wyoming. Y no me extraña que en un futuro no muy lejano se redacten tesis doctorales al respecto. Te aclaro que la conversación entre periodista y pluriempleado (al que solo pagamos los realejeros) giró en torno a su función como consejero en la oposición del Cabildo de Tenerife. En fin, bosquejemos:
A través del márquetin, todo se ha quedado en buenas ideas y pocos hechos.
No me lo puedo creer, yo me quedo bobo (unos miligramos más). ¿Tú te confesaste en Semana Santa y rezaste los cien Credos? ¿Tú meditas con la almohada antes de dormir lo que hiciste, y dijiste, durante el día en uno y otro lugar?
Ha pecado de mucho bombo y platillo, de mucha promesa y de poca ejecución. Mucha economía, y poca ejecución. 
Me bastaría con repetir el texto del párrafo anterior, pero lo de bombo y platillo –bien te gusta la expresión– es de procesión.
Hay una materia que me preocupa mucho y es el servicio público de transporte, que no está adecuado a las necesidades de nuestros vecinos.
Oye, como la salida, o entrada, por Los Barros. O el Callejón de los Cuartos. De la Avenida de Canarias, qué contarte. ¿Cómo, que no era tráfico? Uy, perdón, casi añado la de El Castillo. Me olvidé de tu visión empresarial. Que deberá chocar con lo de público. La verdad es que no sé cómo demonios se coló un comentario en el periódico que finalizaba de esta guisa: “…que te gusta más una entrevista y echarte flores que a un tonto una bola”.
Yo estoy contento con el trabajo que estamos llevando a cabo en la oposición, sin bombo ni platillo, sin "show" ni espectáculo, pero sí con una gestión constructiva donde hemos hablado de todos y cada uno de los sectores que preocupa a los tinerfeños.
Ya te lo dije antes lo de bombo y platillo. Voy a recomendar a Jonás y Miguel Agustín que eleven la frase al próximo pleno (basta con cambiar tinerfeños por realejeros). A lo peor, dentro de la dinámica que se estila en la Villa de Viera, les contestan con ‘estamos en ello’. Total, blanco y negro son solo matices.
Hay que sentarse, trabajar y llegar a acuerdos con los diferentes sectores para que la situación salga adelante.
Igualito, igualito que aquí. Un radar en La Cooperativa retrataría maravillas. Las transformaciones de Hulk a lado de las tuyas, leche cacharro. O leche en polva, que decía un amigo.
Hay una materia que a nosotros nos preocupa mucho, que es la movilidad. En carreteras aquí hay un suspenso grandísimo, un cero.
Como nos movemos los realejeros a las entradas y salidas de los colegios (ni con los semáforos de las monjas). O te  pongo el ejemplo de la coordinación habida durante alguna procesión, que para llegar a mi casa (vivo en Los Príncipes), chiquito calvario.
Desde la oposición se puede gobernar para que se puedan ejecutar acciones concretas.
Vaya que sí. Por ello te propones de enlace, de nexo. Ninguneando a Lope, que es el coordinador general. Si llevas seis años que a la oposición en TU ayuntamiento, ni agua. Pero tú no piensas antes de hablar. O de mandarle las respuestas por escrito, que sería aún peor. Sostienes en la entrevista que los de Podemos son unos payasos (ni malabaristas ni domadores). Te recomiendo la urgente visita al psiquiatra. El psicólogo que te sugerí antes no va a ser suficiente.
Me preocupa toda acción que se pueda llevar a cabo contraria a la ley. Allí donde encontremos una sola duda, seremos muy incisivos.
¿El salón de la deuda tributaria en la zona industrial? ¿El opaco asunto de los podencos y su misteriosa desaparición? Como tengo dudas, soy incisivo. En algo, supuestamente, coincidimos. Pero lo mío no es de cara a la galería. Y ya lo noto con algún personaje ‘popular’ a la par que exquisitamente religioso, de golpe en pecho. Ni me contesta a los buenos días. Chiquita falta de ignorancia.

lunes, 17 de abril de 2017

La madre de...

…todas las bombas. O del cordero. O del fomento de la identidad canaria. O de las farolas “rumbrientas” (que leí en Canarias7). O la de unos bañistas que se saltaron las “vayas” en la playa de Tauro (que vislumbré en Canarias Ahora).
Dejamos atrás la Semana Santa, que ha venido cargada de episodios que han fluctuado desde la paciencia estratégica hasta el ataque preventivo (sin medir las posibles consecuencias de los daños colaterales), y quedamos a un paso de sumergirnos en la vorágine del mayo festivo.
Cuando el yanqui Trump dio la orden para que se lanzara la GBU-43, o MOAB (madre de todas las bombas), el mundo ha quedado a expensas de cuatro iluminados que tienen acceso a los denominados botones rojos. Esos que una vez pulsados desencadenan tantos acontecimientos y generan tantas controversias que poner la marcha atrás se antoja tarea harto difícil, cuando no imposible.
No se achanta fácilmente ese chiquito norcoreano, quien ha puesto en escena sus poderes nucleares, ni tampoco el mismísimo Putin. El ruso, a lo James Bond, ha salido a la palestra y le ha enviado un mensaje al rubio magnate de la otra orilla para señalarle que no presuma de madre porque él puede hacerlo de padre. Cuyo poderío cuadruplica el de aquella. Y se trata, parece, de una bomba termobárica, con un peso ligeramente inferior (no habituada a perros calientes ni hamburguesas) pero con una potencia destructiva terrorífica. Bautizada como AUBPM (Bomba Aérea de Vacío de Potencia Aumentada). De la que se comenta que todo ser vivo que se ponga a su alcance será literalmente vaporizado. Contendrá, me imagino, mucho vodka. ¿Otra muestra de machismo? Puede.
No me achaques el que me lo tomo a broma. Estoy tan preocupado como lo puedas estar tú. Pero si no le echo sorna, me muero de asco. Y si nos mandan estos esquizofrénicos a tomar viento fresco, que sea con una sonrisa, que nos despidamos de este mundo cruel con la cara de los domingos. Mejor el de Ramos que el de Pasión.
Ya no estoy en edad de movilización, pero estos escarceos no me gustan nada. No se trata de un Maduro bravucón que ve pajaritos y mariposas. Esto es más serio que la deforestación de la selva amazónica o de los yacimientos de telurio al sur de El Hierro.
Me apena que cualquier estampido dé al traste con los concursos que se ha inventado el gobierno en minoría de Clavijo para sembrar lo autóctono. Como si la canariedad tuviera que demostrarse con cifras y letras. O sacándose retratos al lado de una bandera. En la güerta me afuché, / asigún yo diba entrando; / es un airón, yo pensé, / y dispués me fui entonando.
¿La fotografía? Claro que no me había olvidado. Aunque bien sabes que mi religiosidad anda bajo mínimos, a menos no sé qué grados o metros, esta pasada semana de recogimiento, humildad, entrega, sacrificio… han persistido los comentarios en las redes sociales acerca de la postura, actitud o porte del cura de la iglesia reflejada en la ilustración.
Un servidor, por razones más que obvias, ignora si los encontronazos entre el susodicho y algunos feligreses podrían ser resueltos de otra manera. Quisiera pensar que sí. Pero como transito más bien poco por ceremonias, procesiones y oficios litúrgicos varios, me temo que vaya a quedar mi opinión como una anécdota más.
No sé cómo funciona eso del corporativismo en el orden sacerdotal. Pero conociendo la labor que viene realizando el amigo Gabriel en la zona de Toscal-Longuera, donde ha sabido aglutinar los diferentes colectivos y emprender una meritoria labor social, puede que proceda una de las mesas redondas que suele promover con diversos objetivos. Y quizás puedan darse unas puntadas en lo que aparentemente se halla descosido. Y si se descubre cuál es la oveja descarriada, podría atisbarse la reconciliación.
Entiendo que los prontos y calentones son malos per se. Y con acudir a plasmar en los perfiles de Facebook desavenencias y encontronazos flaco favor se están haciendo. Todos. Máxime cuando se cuestionan asuntos que trascienden el común desenvolvimiento social. Al menos eso entienden los creyentes. Ya dijo alguien que su reino no era de este mundo. O al menos quise captarlo –bueno, mejor, escucharlo– en lejanos tiempos de juventud. Ahora cuando el escepticismo me ha invadido por completo y sopeso sobremanera inclinarme hacia uno u otro lado, pienso que el quid de la cuestión, o la madre del cordero, no se arregla con fuego cruzado. Y mucho menos en la semana que debe predominar el amor fraterno. Uno debe practicar siempre aquello con lo que comulga. De lo contrario, fariseo (hipócrita) a más no poder.
Es mi opinión, claro, siempre sujeta a los pareceres de quienes a bien les parece alongarse a este blog. Y el que me tome la vida con ligeros tintes de ironía, y alguna pulla en broma de cuando en vez, no resta un ápice de mi total respeto a prácticas y creencias. Como hoy es lunes de Pascua, qué mejor que una mona para finalizar.

miércoles, 12 de abril de 2017

¿Guagua o estación?

Titular de ayer mismo en Diario de Avisos: “El Puerto de la Cruz estudia la implementación de una guagua eléctrica en la ciudad”. Aclaro, la negrita es mía. Más que nada para destacar la manía de utilizar vocablos de difícil comprensión para el usuario de la prensa. Parece que entienden los periodistas que es necesario recurrir a las modernidades lingüísticas en las informaciones de andar por casa. Puede que estén logrando dar la puntilla definitiva al formato papel, sin percatarse de que para la digital se necesita mucha menos mano de obra. Allá cada cual.
Me quiero imaginar al señor que ha ido al quiosco toda la vida a comprar el diario y se sienta tranquilamente en un banco de la Plaza del Charco a culturizarse un fisco, cuando choca con el palabro de marras. Y sin  tener a mano el viejo diccionario. Porque todavía existen personas que no se han subido al carro de las nuevas tecnologías ni están por la labor. Y no creas que es problema de falta de preparación académica, porque se lo he escuchado en reiteradas ocasiones a los mismísimos Isaac Valencia y Elfidio Alonso. Por poner dos ejemplos que pueden ser significativos dada su dilatada trayectoria.
El verbo implementar, surgido del mundo de la informática, y, por consiguiente, otro de los tantos anglicismos (entiendo que innecesario desde el punto de vista de la economía del lenguaje y de la riqueza léxica del nuestro), significa, según la RAE, poner en funcionamiento o aplicar métodos, medidas, etc. para llevar algo a cabo. Lo que viene a equivaler a dotar, proveer, equipar, implantar, surtir, introducir…
Pero dejemos las lecciones para mejor ocasión y volvamos a la guagua de marras. De la que se ha conocido que tendrá una capacidad de 24 plazas, cuyo importe asciende a unos 200.000 euros y que es un vehículo adaptado para personas con movilidad reducida.
¿Y quiénes son los ejemplares humanos que mejores características brindan como ejemplos de torpeza en los movimientos? Exacto, los miembros del equipo de gobierno. Y se subieron unos cuantos para dar una vueltita, un garbeo, una gira. Con objeto de estudiar qué zonas de la ciudad podrían ser factibles para el recorrido. Que, según el concejal responsable de Servicios Generales, Obras e Industria, se estima que podría circular por el Taoro, San Fernando, Tucán y La Paz.
Alega el señor Montañés que el consistorio busca conseguir un cambio en la movilidad del municipio. Pues bien, como el movimiento se demuestra andando, desde ya lo invito a que mueva el culo y se ponga a trabajar. Bueno, él y resto de noveleros. Como vislumbré a Pedro Delgado, lo mismo subieron a La Dehesa, a comprobar si habían recogido la basura en El Carril –el callejón de Cosme, de toda la vida–, según le comunica en las redes sociales cada tres por dos un vecino de la zona. ¿O no es así, José Alejandro?
Porque para qué demonios quieren más guaguas si no hay una mísera estación que sirva de cobijo ante las inclemencias del tiempo. Si estamos exactamente igual que cuando las cogíamos en el muelle. Sí, aquellas que se engalanaban con unas banderitas cuando las fiestas. Y con un timbre manual que volveremos a ver dentro de poco porque vamos como los cangrejos, de culo y sin frenos.
Qué pandilla, señor. Quién los vería dando brincos en esa guagüita al pasar por la calle Luis Rodríguez Figueroa. Y si en la rotonda giraron hacia el Botánico, para echarse un cortado en el centro comercial, qué pavimento, qué conglomerado asfáltico, qué (mierda de) piche.
Sé que no debo, hoy miércoles santo, decir estas cosas de sus ilustrísimas. Cuya principal preocupación es ser los primeros de Canarias en disponer de este artilugio mecánico (o eléctrico). Y se olvidan que fuimos los primeros, años ha, en ser reconocidos mundialmente por quienes nos visitaban. Que fuimos santo y seña, adelantados, pioneros. Y que en la actualidad vivimos de las rentas. Y eso que tenemos al frente de la mesnada a todo un coordinador general. Que si no, todos ahogados en la flamante piscina o en la dársena deportiva, comercial y pesquera. Y, para mayor desgracia, tragando la porquería que se vierte en Punta Brava pues las canalizaciones caducaron y muestran lindos agujeros en todo su recorrido.
De pena. Pero nuestros concejales se dieron tono. O hicieron el tonto, que ya no sé.
Bueno, me tomo un acueducto y nos vemos el próximo lunes. Sean felices. Y si columbran la guagua eléctrica en sus paseos de prueba, no la paren aún. Además, ya va llena. Más gorrones.

Un nota aclaratoria:
Cuando acabé la redacción del presente, y colgué en Facebook el adelanto del título, quedé enterado de que el amigo, y mejor maestro en estas lides periodísticas, Salvador García también había incidido en el particular. Él será, a buen seguro, mucho más comedido y elegante. Un servidor, más de campo (o más bruto que un arado), se muestra con grandes dosis de vehemencia. Luego se cuestiona el cardiólogo los motivos de la hipertensión. Yo, me temo que no.

martes, 11 de abril de 2017

¿Por qué no?

Una vez resuelto el problema de Blogger (plataforma de Google, creada por Pyra Labs que permite crear y publicar bitácoras –blogs– en línea bajo el dominio blogspot.com), que nos dejó colgados durante el fin de semana y buena parte de ayer lunes a todos los maniáticos que nos entretenemos en boberías en vez de estar rompiendo cristales por ahí, retomamos la actividad normal en esta peculiar aventura de escribir unos párrafos cada día con los que matamos el gusanillo. O la jirivilla (otra más en desuso por mor de la transculturación).
Me encantó la idea que plasmó el primer teniente de alcalde realejero acerca de crear zonas verdes en el municipio. Y a las propuestas y proyectos que ya deberá haber en el Consistorio, me gustaría añadir una que rondó en la cabeza de algunos allá por los ochenta del siglo pasado, pero que, por lazos de vete tú a saber, quedó relegada al baúl de los recuerdos. Y la rescato junto a otra que ya plasmé en otro artículo. Aunque no se trate esta segunda de un parque, sí que sería conveniente y oportuno encargar un estudio que ponga de manifiesto si existe viabilidad para potenciar como recurso turístico las visitas a la que denominábamos los jóvenes de cinco décadas atrás como Cueva del Mármol, ubicada en el acantilado bajo la Romántica II, a la altura de lo que fue el Charco de las Lisas. A ver si en esta segunda oportunidad alguien se digna ponerse en contacto. Las fotos del lugar son propiedad de Carmelo García Bencomo (Teo), quien suele ir a pescar por aquellos contornos.
Ahora que hay dinero y medios para acometer obras que hace años se antojaban puras entelequias, ¿por qué no un gran parque en los terrenos que ocupan ambas márgenes del Barranco de Godínez desde La Charca hacia el Sur, hacia la calle del mismo nombre? En bancales, con paseos, profusamente verde… ¿Otro jardín como Rambla de Castro? ¿Por qué no?
Como parten ambas proposiciones de un don nadie, que ni demanda derechos ni placas, y no va al envío a través de una moción en sesión plenaria, lo mismo los espías trasladan el parecer a las altas esferas y sale el asunto entre cortado y cortado en cualquier cafetería de San Agustín… ¿por qué no?
Mientras ellos van cavilando si aceptan o no los envites, les cuento que me llamó la atención un titular periodístico, con vídeo incluido, que aludía a una “brutal agresión a una mujer en un partido de fútbol juvenil”. Y me acordé de lo que les conté hace unos días acerca de mi retirada, como espectador, de los campos de fútbol. Sí, cuando las madres de los menudos lanzaban piropos a uno vestido de negro. Porque le eché una visual a las imágenes y agüita con la señora. Eso de que le dieron una cuerada, está por demostrar. Yo no sé con qué luchadoras contamos en los terreros de las islas, pero el correr de la susodicha detrás de los supuestos insultadores y los garrotazos que soltaba la inocente, manda conejos en adobo. A la parienta la enseñan a encaderar, y ni Barbuzano en sus mejores tiempos.
Bien la podría contratar IUC de Fuerteventura para que eche al concejal que les metió tremendo desvío (sigo con la lucha canaria) con su militancia en el PP. Que no me tomé nada raro. Así mismito lo leí. Chiquito brinco se dio el nota sin darse de baja. Y los que lo ficharon debían estar cogiendo brevas. Y me acordé de esta copla: Juana estaba engoruñada, debajo de linda higuera, la gavia se fue llenando, ¡madre mía, qué meada!
Brevas o higos nos están brindando los expertos designados por los grupos parlamentarios para explicar en Teobaldo Power sus opiniones para debatir la reforma de la ley electoral canaria. Y raro es que tan sesudos analistas se hayan puesto de acuerdo para concluir que la solución pasa por aumentar el número de diputados. A ninguno se le ha ocurrido comentar que ya está bien de haber convertido una disposición transitoria del Estatuto de Autonomía (1982) en dogma de fe. Jamás se ha visto en el mundo que una medida provisional aguantara, y de qué manera, huracanes y marejadas. Y es que cuando uno escucha a Linares (otro pluriempleado que no se iba a quedar atrás ante los avances orgánicos de sus otros colegas del Valle) manifestar que el gobierno de Clavijo no es débil, lógico será pensar que CC es otra amalgama temporal o pasajera. Pero bajo la premisa de que se trata de una brevedad eterna, inmortal, imperecedera. ¿Por qué no? Parece que retraté a Juan Dóniz. De Castro Cordobez no digo nada, no sea que Jordi Hurtado se ponga celoso.
Mañana vuelvo. Mis escasas vacaciones comienzan el jueves. Después de que soy clase pasiva, estoy de un activo perdido.

lunes, 10 de abril de 2017

A partir de cero

Son las siete de la tarde del domingo 9 de abril. Mente en blanco ante el teclado del ordenador. Un vecino, el madridista, silba a todo pulmón mientras lava su coche. Pienso que nunca un empate supo a tanto. A través de la cristalera que da al balcón, hacia el norte del océano, de la mar, una tórtola emite su canto característico desde su cómodo aposento en una antena de televisión. Sonsonete tan machacón que acaba por ponerte de los nervios. El matrimonio de siempre da su paseo vespertino por la calle Benito Pérez Galdós. Él, delante. Ella, unos pasos más atrás. Siempre así. No sé si es táctica para guiar el camino o comportamiento atávico de una sociedad cargada aún de prejuicios. Él habla a voz en grito. Ella le sigue la conversación subiendo asimismo la escala de decibelios. Seguro que ambos reciben, como yo, la publicidad de los centros auditivos GAES. Me da que ellos no han acudido a una de las tantas citas. Ni yo. En las que te hacen una inspección estilo preITV, y te prometen un regalo. El detalle no te saldrá gratis porque luego ya te lo incluirán en el audífono. Mientras, los gatos me siguen escarbando la tierra de las macetas a la entrada de casa. Llevan unos meses –antes era solo febrero– de un frenético perdido. La pobre palmera se me va a secar de tanto efluvio amoroso. Y qué mal olor da la meada.
Busco desesperadamente un tema al que agarrarme para los párrafos de rigor. Sigo en Babia. Que no significa ser babieca. Aunque hoy me temo que me acerco. Deberé comenzar a partir de cero. Como Francisco Linares, alcalde orotavense y único aspirante a ocupar la secretaría general de CC en Tenerife. Que correrá tupido velo a los expedientes abiertos a los concejales díscolos. Quienes verán reforzados sus planteamientos de tal manera que de aquí en adelante harán cuanto les venga en gana, pasándose la disciplina de partido por los arcos de seguridad del aeropuerto de Los Rodeos. Nada extraño, pues Paco lleva mirando hacia otro lado unas dos décadas. Nada sabía de los trapicheos de San Jerónimo (Isaac, Ambrosio y Juan Carlos ya fueron condenados en el denominado Caso El Trompo), del feo asunto del Teatro Atlante, de la escalera de Los Patos y de las palmeras de la plaza. Él estaba pero no estaba. Es que, más bien pasaba por allí.
También parte de cero otro aspirante. A presidente insular del PP. Alcalde mi PUEBLO los fines de semana. Por lo que no podrá argumentar que le duela más que a los que pasamos en él muchas más horas. Sigue presumiendo de excelentes datos económicos. Que solo se deben a su gestión. Sobre todo en esta cuarta etapa de su ya extensa estancia en el Consistorio. Quien se deleita sobremanera con cantos de excelencia y parabienes, pero que se ofende y salta como un quíquere cada vez que alguien le recuerda aquellos aspectos negativos que aún existen. Como el número elevado de parados. Ante lo que con total presteza contesta para cargar culpas en quienes le han precedido en el cargo y no supieron planificar un municipio en el que “alguien alguna vez hubiese pensado en un desarrollo económico de nuestro municipio y no haberlo convertido en lo que lo han convertido: en un municipio puramente residente”.
Como los primeros ediles de la etapa democrática se tropezaron con el inconveniente de que no existían colegios para nuestros hijos, centros sociales en los barrios, alumbrado público, red de agua potable y, en fin, infraestructuras de todo tipo (la lista sería interminable), a ello se dedicaron. Corresponderá a José Vicente y Oswaldo defenderse de las acusaciones del actual mandatario por no saber planificar y no tener visión de empresa privada. Sin olvidar el pacto CC-PP (ya Manolo estaba allí), en el que se llevaron a cabo, y es un simple botón de muestra, dos magníficos edificios para aparcamientos y locales comerciales (Realejo Alto y zona de El Puente –Plaza Mencey Bencomo– en San Agustín) que hoy funcionan a pleno rendimiento habiendo dado cabida a cientos de puestos de trabajo, como es harto sabido por toda la comunidad realejera que aplaude a rabiar esta iniciativa que ha hecho posible una considerable disminución del número de desempleados.
Lecciones de dedicación, las justas, estimado saltimbanqui (persona que realiza saltos y ejercicios acrobáticos). Consagre las 24 horas de cada día de la semana a la alcaldía y luego nos sentamos a discutir de lo que se tercie. Mientras esté atendiendo tantos calderos al fuego, no se encuentra legitimado para cargar tintas contra nadie. Mírese a un espejo y reflexione acerca de la escasa dedicación municipal. Y no se deje llevar por las falsas adulaciones de los que pinchan en los iconos del bien quedar. Y cuente hasta cien antes de lanzarse a la yugular de los que osan (osamos) discrepar de sus oníricas visiones. Ahora que estamos en Semana Santa procede exámenes de conciencia. Que una vez al año no hace daño…
Salgo un momento a estirar las piernas. Se ha posado un pájaro canario en una helecha del patio. Y entre trino y trino ha defecado. Debía tener chorrillo porque me ha dejado una hortensia hecha un asquito. Miremos el lado positivo y quizás valga de abono. Como ya comenzaban a despuntar las primeras flores, puede que esta primavera me cambien de color al variar el pH. He oído que eso de las aves es bastante ácida. Limpio, no obstante, la deposición. No estoy para experimentos.
Cierro este post con las dos últimas perlas. “Me alegra que Rajoy haya comprendido la palabra ultraperificidad”, dijo el palmero Perestelo (otro que lleva mil trienios en la cosa pública). Mariano puede que sí, pero la RAE me temo que no. Y, de película, la solicitud de un diputado herreño para que exista un cabildo en La Graciosa. Qué gracioso. Se habrá mandado una quesadilla después de la ocurrencia.
Mañana más.

viernes, 7 de abril de 2017

Altura de miras

Es lo que nos pide el pluriempleado Manuel Domínguez tras haberse reunido con Cristóbal Montoro (ministro de las perras) este pasado lunes, aprovechando que debe trasladarse a Madrid para asistir, con Australia Navarro (y bien que lo publicitan ambos en las redes sociales para general regocijo de quienes pagan sus sueldos en las islas), a las reuniones del Comité Ejecutivo Nacional del PP. Eso dice él. Yo más bien creo que hayan intercambiado dos palabras a modo de saludo y luego adornó el fugaz encuentro con una pinceladas de optimismo y unas centésimas de imaginación para demandar lo que el titular señala a todos los partidos políticos  y que se sumen al proyecto de los Presupuestos Generales del Estado, porque de no ser así, los ayuntamientos verán cerradas las puertas a la inversión: asfaltado de calles, mejora de las aceras, alumbrado público (¿no lo privatizaste?), saneamiento, abastecimiento y distribución de aguas, recogida, eliminación y tratamiento de residuos y un largo etcétera, declaró. Y lo mezcló todo, añado yo.
Dejando al margen las alabanzas por el superávit conseguido (ya ni me acuerdo del número de millones que ha guardado en el cochinito de oro), se necesita tener cara para solicitar apoyos al gobierno de Mariano, cuando él practica todo lo contrario en el consistorio. Comenzando por la casi nula entrega que presta a su pagador. Por cierto, me fui al Portal de Transparencia del sitio oficial del ayuntamiento, pinché en retribuciones netas de los cargos públicos y me aparece una relación que data de octubre de 2015. Si un día lo dedica al cargo de consejero del Cabildo, otros dos a los asuntos partidarios como presidente insular popular y ahora debe estar los lunes en la capital del reino porque debe codearse con The Beautiful People, ya me contarás qué tiempo le queda para los asuntos domésticos realejeros. Si hasta las viejitas del pueblo se quejan por la notoria disminución de besos y manos por arriba. Le invito a que se esconda en la piscina municipal a primeras horas de la mañana. Anda, es verdad, si está en la cola de la autopista.
Alturas de miras debería tener usted con quienes le abonamos sus honorarios, según un acuerdo plenario que plasmaba el concepto de dedicación exclusiva. ¿O ya no se acuerda?
Altura de miras debería tener usted para con sus compañeros de viaje, aunque sean de la oposición, cuando presentan propuestas de mejoras en el municipio y las rechaza sistemáticamente, para que a los seis meses (semana arriba, semana abajo) las rescate como propias y las venda como éxito de su gestión (foto incluida).
¿Sigo? No, por hoy basta. Que se encarguen mis lectores de añadir guindas. Que luego anda diciendo por ahí que le tengo manía. Y todo por exigirle que sea mi alcalde y no estar del tingo al tango. Mire que las visitas de este blog es asunto que puede causarle preocupación y dolor de cabeza. El de “Gorrones” subió al segundo puesto, detrás de Casimiro, con casi dos mil visitas.
Como hoy es viernes, vamos con otros temas a modo de resumen semanal. Pero con idéntica altura de miras:
Leí que “A los 155 desempleados registrados en marzo, se les debe restar las 23 personas que se incorporan hoy a trabajar en el ayuntamiento, lo que sitúa la cifra de parados en el municipio en torno a los 132 desempleados”. Omito el lugar. Eso, en torno a. Como el amigo gomero que soltaba idéntica cantinela en cuanta ocasión numérica se le presentara. Verbigracia, de Agulo a Vallehermoso hay, aproximativamente, 143 curvas. Si hoy viviera añadiría el medio de Rajoy.
Carlos Alonso quiere vengarse de la derrota parlamentaria sufrida en el tema de los hoyos de Güímar y firma, junto a otros cuatro presidentes de cabildos, un manifiesto en contra de la modificación de la ley electoral. Acto en el que se escucharon declaraciones que demuestran la gran altura de miras de los susodichos. “Hasta aquí han gobernado los élites políticas y económicas de las islas capitalinas” (Casimiro, La Gomera). Y pensó desde una almena de la Torre del Conde: Ahora me toca a mí. “Un sistema que responde a la generosidad de todas ellas” (Marcial Morales, Fuerteventura). “Agrandaría aún más el desacompensado [sic] desarrollo que ha tenido Canarias” (Pedro San Ginés, Lanzarote). La misma (generosidad) que CC ha demostrado con el voto de Ana Oramas. Lo dicho, altura de miras.
Y, a colación, presume Rosa Dávila, consejera de Hacienda, del incremento del porcentaje en la inversión estatal. Claro, a costa de Andalucía, Asturias, Galicia, Castilla-León, Valencia… Me dan la cama en el hospital de otro que mandaron para su casa a que muriera en la tranquilidad del hogar. Patético, para nosotros. Para ellos, altura de miras. Como todo funciona con medias aritméticas, tú yo yo nos vamos de tenderete, tú te mandas un pollo asado y yo miro. Pagamos y… medio para cada uno.
Se ha mosqueado ese portento de diputado Rufián (nunca un apellido hizo tanto honor) porque lo han llamado gilipollas. Me dio una pena. Menos mal que Monedero no se le queda atrás, en exabruptos e improperios, con su videoblog. La altura de miras de Podemos es directamente proporcional a la de mi alcalde. Cada cual en su ámbito.
Y como lo titulé altura de miras, tengamos cuidado porque un gigantesco asteroide (otro más, y van taytantos) se acerca a la Tierra. Agáchense, por si acaso.
Sean felices. En Semana Santa, para variar, no me iré de vacaciones.