Ni me escondo ni me evado. Cuando me comprometo, no busco
subterfugios en los que refugiarme. La muy noble Villa de Viera no merece el
desprecio de un cargo público, excelentemente retribuido, que viva inmerso,
cual un Chicote al uso, en cocinas ajenas. Mi rebeldía y mi total rechazo a
prácticas tales. Quiero un alcalde presente.
Me preguntan si yo estoy
en la campaña también;
no a noventa, sino a cien,
entonadito que voy.
Porque si soy lo que soy,
debo exigir compromiso,
pues aquel que un cargo quiso
debe atender con gran celo
y demostrar el desvelo
con el talante preciso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario