Para la foto, los primeros. Para dar explicaciones, no
tanto. Porque el estadio olímpico Iván Ramallo lleva en reformas algún tiempo
más del previsto. Y los atletas, para La
Orotava. Lo mismo estábamos envidiosos de los nadadores portuenses –el proyecto
de la piscina sigue humedecido– que deben estar repartidos por toda la isla.
Esta presencia fotográfica de los ediles realejeros data de
agosto de 2016. El ayuntamiento daba cuenta de la sustitución del deteriorado tartán
(que no es el famoso tejido escocés) en unas obras próximas a comenzar y en las
que el Cabildo aportaba el 80% del presupuesto. Pequeño detalle que casi
siempre se le suele escapar al equipo de gobierno realejero cuando da cuenta de
lo mucho que se hace en este pueblo, a pesar de que el alcalde apenas pasa unas
horas a la semana en la Villa. Y más ahora que se adhirió la etiqueta de parlamentario
y está muy preocupado por el “sablazo fiscal” con el que este malvado gobierno
de Canarias nos va a condenar, mientras olvida cuánto nos ha supuesto él a los
contribuyentes de Los Realejos para darse tono más allá de La Higuerita.
Algo debieron dejar mal en las obras mencionadas porque han
tenido que volver a levantar bastante de lo ya ejecutado. Puede que se les
hayan quedado las líneas de las calles enterradas y han reabierto a ver si las
encontraban. Eso lo hemos escuchado con respecto a las calles en infinidad de
ocasiones, así que permítanme el inciso.
Un ignorante redomado como yo piensa que acometer un
remiendo de estas características deberá encargarse a una empresa especializada
en tareas de tal porte. Y no a la única de este pueblo que se lleva siempre los
remates municipales. ¿O me equivoco? Será como cuando se coloca césped artificial
en un campo de fútbol, que no van a ir Pepe Goteras y Otilio con sus chapuzas a
domicilio.
Cuando uno viaja un fisco por esos mundos y contempla cómo
los puentes romanos se mantienen en pie sin un gramo de cemento, establece la
comparación pertinente y no le queda más remedio que mandar a cierto sitio a
tanto técnico venido a menos en los tiempos actuales.
Como Manolo, por razones más que obvias, no tendrá un
segundo para contestarme, espero que el concejal de deportes se digne
explicarnos el porqué de estos más de tres años de espera. Y ahora con el
convido. Aunque la ampliación del Pabellón Basilio Labrador tampoco se queda
atrás.
Y ya que nado en un mar de dudas, lanzo una pequeña batería
de otras. A lo mejor tengo suerte y alguien me aclara algunas, o todas:
¿Celebró el PSOE asambleas en las agrupaciones locales para
tomar conocimiento, o decidir en su caso, de las candidaturas a estas próximas
elecciones generales del 10 de noviembre? ¿Sí? Pues a mí no me convocaron. ¿No?
Malo, porque había que consultar con las bases o eso quise leer y escuchar
tiempo atrás de los de más arriba.
El prior encargado de la salud de Franco en el Valle ese tristemente
famoso está meando por fuera de la bacinilla con sus desacatos. Ni que el
Tribunal Supremo haya plasmado con nitidez que decae su negativa con la
contundencia de la sentencia dictada, le causa, por lo visto, cosquilla alguna.
Pues nada, cuando vayan a sacar lo que queda del gallego, si se pone de pesado
a obstaculizar la labor y así como en un descuido sin importancia, lo meten en
el mismo contenedor de residuos y… dos pájaros de un tiro.
Vaya con la alcaldesa de Móstoles. Natalia Posse está haciendo
un flaco favor al PSOE, amén de hacer revolver en la tumba al fundador Pablo
Iglesias. Y de segundo apellido Posse, precisamente. Se ha montado la señora, o
señorita, unos chiringuitos familiares que deja con el culo al aire, perdón, el
trasero a la intemperie, a todos los que, como yo, demandamos un puesto de
coordinador de cualquier distrito. Aunque en nuestro caso, exhibiendo
credenciales.
Hasta mañana. Y mil gracias por las visitas a la entrada de
ayer. Y a los que la compartieron, claro. Las mañas no pierdan.
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