Ha inundado el pueblo. Ese mismo al que le dio puñalada
trapera (traición, jugarreta, mala pasada) desde tiempo ha. Y ha seguido la
táctica de la rata cobarde que abandona el barco cuando la mar se pone en
contra. Ante las horas bajas del PP, se desmarca en el eslogan, incluso en el
color. Basta contemplar la amplia muestra de cartelería. El del besuqueo
empalagoso vuelve a jugar con las cartas marcadas porque el ego le puede. La
táctica, como siempre, sisar de lo ajeno cuanto a su alcance esté. Y si hay que
dar un giro cromático, se adopta hasta el morado. Espero no verlo enarbolando
una rosa roja cuando el 27 acuda en Madrid al simbólico funeral de Pablo Casado.
“Centrados en el futuro”
no es del gusto del ausente,
y va diciendo a la gente
que el morado es más seguro.
El azul no vale un duro
y la gaviota está herida,
así que emprende la huida
por si el Realejo despierta,
dejando abierta la puerta
pues la rojez va crecida.
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