Yo no había nacido. Y si alguno de los que me lee, ya había
hecho acto de presencia en la fecha que el titular señala, vayan mi reconocimiento
y afecto más profundos. Dicho lo cual, y escrito lo pertinente, retrodezcamos, como gentilmente invitaba
el personaje de Manolo Vieira para que en la guagua cupiesen más pasajeros. Así
que me fui a Jable, archivo de prensa digital de la Universidad de Las Palmas y
le sugerí que me buscara ‘Realejo’ en lo publicado durante el mes de enero de
hace un siglo. Y de las numerosas reseñas entresaqué:
“Sacerdote fallecido: D. Ángel Fernando de la Barreda.
Del Realejo Alto nos comunicaron ayer la noticia del
fallecimiento del venerable sacerdote, cura párroco de dicho pueblo, don Angel
Fernando de la Barreda. Era el finado sacerdote ejemplarísimo, que en su larga
vida, ocupada siempre en el bien, supo derramar sobre sus feligreses los
tesoros de su ciencia y de su caridad, por lo que su muerte ha de ser muy
sentida en toda la Isla, y principalmente en el Norte, donde era generalmente apreciado
por sus virtudes.
Durante largos años regentó la parroquia del Realejo Alto, donde
todos le estimaban y respetaban como a un padre. Dios nuestro Señor le habrá
concedido el premio de sus virtudes y buenas obras. Al suplicar a nuestros
lectores una oración por el alma del respetable sacerdote fallecido, enviamos a
sus distinguidos familiares, entre los que se cuenta nuestro estimado amigo don
Domingo Hernández Galván, la expresión de nuestro más sentido pésame”. (Gaceta de Tenerife, 4-enero-1918, página 1)
En una detallada crónica de unos temporales de lluvia y
viento, publicada en El Progreso, 7-enero-1918,
página 2, podemos observar que existen bastantes datos de los daños
sufridos con respecto a muchas poblaciones (Güímar, San Sebastián de la Gomera,
Tacoronte, La Matanza, La Orotava, La Guancha, Puerto de la Cruz, La Laguna,
Santa Cruz), pero, sin embargo, solo este pequeño apunte referido a nuestro
pueblo: “En Realejo se derribó varias casas y destrozó otras”. A destacar: “La puerta
de la Iglesia [Valle Guerra], a pesar de tener tres cerrojos de hierro y un
palo detrás como de unos ocho centímetros de grueso, fue abierta y derribada”. “De
La Laguna a Garachico han sido derribados unos 500 árboles”. “Derribó parte del
gran edificio en construcción [La Orotava] para colegio de enseñanza, valuándose
este daño en más de 15.000 pesetas”. “El barranco de San Felipe [Puerto de la
Cruz] se desbordó por rotura de la muralla de contensión [sic], entrando el
agua por la carretera del Estado del mismo nombre, que destrozó en una extensión
de un kilómetro aproximadamente, inundando también gran parte de las fincas
limítrofes y amenazando igualmente la parte baja de la población que fué desalojada”.
“Director General de Primera Enseñanza: expediente para la
creación de escuelas del ayuntamiento de Realejo bajo pidiendo una Escuela de niños
y otra de niñas en Icod del alto”. (Eco
del Magisterio Canario, 15-enero-1918, página 10)
“Don Juan González Hernández ha sido elegido presidente del
Casino El Recreo, del Realejo-bajo”. (El
Imparcial, 18-enero-1918, página 1)

En una atenta carta, que firma José Pérez Pérez, en Realejo-bajo
a 10 de enero de 1918, dirigida a don Santiago García Cruz, director de El
Progreso, pone en su conocimiento que en el mes de julio del pasado año sostuvo
conferencia con Ángel García Abrante, el Salvador de los leprosos, en su
casa-habitación sita en la calle Príncipe, 13, de la ciudad de La Habana.
Adjunto el recorte de la comunicación, así como la página en
la que se contiene (El Progreso,
22-enero-1918, página 2), para su lectura, si es que consideras de interés
el particular. Cuando yo lo hice, me vino a la memoria que en uno de los
boletines digitales del ayuntamiento realejero, de la mano de Isidro Felipe
Acosta, se había llevado a cabo hace unos años un exhaustivo repaso de este
curioso pasaje histórico. Me fui al apartado correspondiente de la web
municipal y aquí te dejo el enlace oportuno, por si te pica la curiosidad y
deseas ampliar la información, que es mucha: (http://losrealejos.es/documentos/prensa/los-realejos-a-traves-del-tiempo/boletin_IV_marzo.pdf)
Aunque sigue existiendo un halo de misterio en torno al
singular personaje, cuando no la sensación de posible farsa en un contexto que,
quizás, merezca un estudio más en profundidad. Nótese la cantidad de pesos requeridos
para su regreso a Canarias. Suficientes atractivos se brindan a los
investigadores. Adelante.
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