Y como poco parece
la cita primaveral,
con un encuentro otoñal
el estrés desaparece.
Así que noviembre ofrece
el complemento adecuado
y nos hemos convocado
en lugar a convenir,
que cuando toque partir:
¡Que nos quiten lo
bailado!
En prueba de gratitud,
a Carricondo entregamos
un detalle que estimamos
compense la gran virtud
de acudir con prontitud
al despliegue consabido,
pues él desde siempre ha sido
un verdadero puntal,
el soporte principal
de un grupo bien
avenido.
Y orla también tuvimos
cuando el condumio acabó,
por eso te digo yo:
¡Con estos mimbres seguimos!
Allá muy tarde nos fuimos
cada cual a su lugar,
previa cita para hablar
el veintitrés de noviembre,
y que el grupo siempre siembre
para poder cosechar.
Ni que decir tiene amigo
ResponderEliminarPara mi satisfacción
El trabajar con esmero
En pro de la promoción
Las arrugas aparecen
El pelo brilla en ausencia
Pero las ganas florecen
En las fechas que acontece
Se detecta la alegría
No es momento de tristeza
No se sabe lo que viene
Hay que estar con entereza
Y los que nunca han venido
Y les cuentan el momento
Esperando están la hora
P’a aprovechar el encuentro
Complicado, ya lo se
Dedicación, por supuesto
Pero ese día fijado
A disfrutar de lo nuestro
Sencillamente lo digo
Sin trabajo no hay provecho
Pero a estas fechas ni miro
Lo que cuesta lo invertido
Reflejar una semblanza
Para aquellos compañeros/as
Que de las islas vecinas
Se desplazan con esmero
Hay que valorarlo todo
Yo les tengo gran estima
Pues no sé si en su lugar
La verdad que es lo que haría
Nada más hay que decir
Agradecer a Jesús
Que plasme en su blog las fechas
Con todo su prontitud.