lunes, 18 de diciembre de 2017

M y A o A y M, que tanto monta

Aparte de la facilidad para anunciar avisos meteorológicos en Canarias, y que últimamente alcanzan un 100% de fracaso en la predicción, dos hechos me han llamado poderosamente la atención durante estos dos meses de obligatoria ausencia laboral por tierras anglosajonas. Que supusieron una vuelta al trabajo arrinconado durante varios cursos de retiro jubiloso, hecho para el que el cuerpo debió habituarse a horarios y restricciones, pero que hemos sido capaces de superar sin que, en apariencia, nos hayamos resentido más allá de unos esfuerzos suplementarios. Sea todo en beneficio de las exigencias familiares que los nietos conllevan.
“Eso son palabras mayores y no se me ha pasado por la cabeza”, declaraba Adolfo González (A en el titular), primer teniente de alcalde realejero, en una entrevista que cierto periódico tinerfeño publicó y que estas modernidades de Internet me trasladaron a la bella población de Torquay, hermanada con Puerto de la Cruz, pues en aquel núcleo inglés nació la escritora Agatha Christie.
Como siempre, el PP crea escuela. Y al final, todos cortados por idéntica tijera. Casi cizalla, a este paso. No les va la modestia a estos herederos de Fraga. Porque reconocer, ante otra pregunta del periodista, que sí estaba preparado para asumir la alcaldía en el supuesto de que Domínguez hubiese obtenido unos resultados satisfactorios en las elecciones al Cabildo de 2015 (las expectativas que había dejado Alarcó en las anteriores sufrieron considerable merma), con lo que el ascenso de categoría implicaría el relevo en la Villa de Viera, ya supone que ni siquiera se sabe disimular ambiciones. Buen maestro ha tenido durante estos años de alojamiento en la Avenida de Canarias.
“Yo no me pienso jubilar en esto”. Es que ‘esto’ ya no es de la incumbencia y responsabilidad de los electores. No, ‘esto’ es propiedad de unos iluminados, muy superiores al resto de mortales, dueños y señores de instituciones públicas, y a los que solo falta recoger en la Constitución el derecho divino de la herencia. Falsos hasta decir basta y cargados de una prepotencia que ya ni encubren. Y revistiendo con una pátina de hipocresía cualquier actuación, hasta el punto de que el engaño es moneda de cambio frecuente.
Y en todo ello estábamos cuando Manolo (M en el título) comparece, solo ante el peligro, para dar la versión oficial del controvertido derribo de una vivienda en La Cartaya. Aparición pública más debida a la presión ciudadana que al deseo del alcalde de mostrar interés por un asunto que le supuso tantas críticas injustas, según su versión, que casi provoca el abandono del cargo para dedicarse a su familia. Hecho que llama la atención, porque cualquier otro habría sostenido que volvería a su trabajo. A sí lo hizo, aunque en el fondo eso de dar clases duele un fisquito. Para los allegados siempre hay tiempo. Y si no, se busca. A no ser que M disponga de capital suficiente como para vivir sin dar gongo. De paseo no escribo porque es su actual modus operandi.
A Domínguez siempre le han molestado los comentarios que no vayan en la dirección del halago. Si rayan la babosería, mejor. No le interesan aquellos que piensan distinto o que aportan visiones diferentes. Lo demuestra en las redes sociales, en las sesiones plenarias y solo se rodea de quienes le pasan la mano y alaban sus ventas de humo como logros jamás conseguidos en la larga historia del pueblo. Valen, y mucho, quienes lo catalogan como el mejor dirigente, y el más guapo, desde la invención del papiro a esta parte, pero no los enfoques de quienes sostenemos que es un bluf (persona o cosa revestida de un prestigio falto de fundamento), ni de los que creemos que con el presupuesto que hoy se maneja en el consistorio existen mejores políticas inversoras, que fijen objetivos en los ciudadanos y no en afanes de lucimiento y propaganda barata.
Eso de que te querías marchar, no te lo crees ni tú, estimado (por el cargo que representas) Manolo. No, al menos, mientras no dispongas de otros asideros a tu alcance. Y los ascensos quedan a la espera de otros aconteceres, en los que puede que algún López te cause dolores de cabeza. Si tu futuro dependiera de esa circunstancia, lo mismo en tu fuero interno te lamentarías eternamente de que no siempre es conveniente estar sujeto a dictados del bien quedar, que es conveniente despertar de vez en cuando con sentencias que cuestionen pensamientos unidireccionales. De dobles, simulados y artificiales, se han escrito demasiadas historias. Cuyos finales, con notorias caídas desde prominentes pedestales, parecen estar reservados para muchos componentes del grupo de gobierno municipal.
No hay de qué, porque para el caso que me van a prestar. Solo deseo que mi pueblo abra los ojos y se cerciore de que not all that glitters is gold.

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