Estuvo Manuel Domínguez en Políticamente incorrecto el
miércoles por la noche. Y habló, claro, de la campaña mediática de Carlos
Alonso. Molesto porque el presidente del Cabildo lo comparó con el abusador del
colegio. Casi al tiempo, Antonio Alarcó se enfadó con el equipo de gobierno del
ayuntamiento lagunero porque copia sus propuestas y ni se ponen colorados
alcalde y concejales. Y me pregunto si el PP se mira la joroba alguna vez. O
comprueba si le cayó algo en un ojo. Así que lo del psicólogo no va descarriado.
Es más, puede que se requiera el auxilio de psiquiatría.
Va el Cabildo, organismo que no está bien considerado por el
señor alcalde de mi pueblo, a poner dinero para la redacción del proyecto de
rehabilitación de la Casona de La Gorvorana. Si sumamos las aportaciones
insulares, me da que alguno deberá morderse la lengua un día de estos. Como
residí en aquella casona (en una de las muchas viviendas que la componen) mi
infancia y juventud (hasta que me casé, para ser más exactos), todo lo que ocurre
en torno al notable deterioro que presenta me causa tristeza y dolor. Uno de
estos días pasados, cuando bajé a contemplar el hermoso boquete, e intercambié
unas palabras con Chencho, el último ocupante de edificio, me dio fuerte bajona
sentimental. Luego, hace dos noches, me seguí documentando en el programa Un
día más acerca de los ilustres personajes que tuvieron relación con la Hacienda
en siglos pasados, y me subió de nuevo la moral. Y es que no siempre tiene uno
la suerte de haber compartido dependencias con egregios protagonistas. Eso sí,
Manolo, el día que se inaugure el restaurado complejo te voy a robar todo el
protagonismo. Lo siento. Y mis hermanos me acompañarán. Y llamaré a quienes
también fueron inquilinos en décadas y años idos. Y que menos que nos invites a
un cortado en la flamante cafetería.
Sostiene Jerónimo Saavedra con respecto a la tan cacareada
reforma electoral que la triple paridad ya no tiene razón de ser en la
actualidad. Y que si no somos capaces de ponernos de acuerdo para implantar un
sistema más representativo y proporcional a la nueva realidad de estas islas,
entonces estaremos en condiciones de manifestar que Canarias no ha madurado
políticamente. Con el respeto a su trayectoria, y a su edad, siento discrepar
de esta última aseveración. Canarias sí ha madurado, los que no lo han hecho
son aquellos que vienen sentando sus posaderas en el hemiciclo (bueno, no es
semicírculo, pero así se menta) desde ha la tira. Y eso que algunos repiten,
repiten y vuelven a repetir. Pero la solidaridad les queda ancha y solo tiran
para su gallinero. Piden, piden y vuelven a pedir. Dame dinero y con ello me
ahorro el tener que subir los impuestos. Recursos ajenos, muchos; recursos
propios, los mínimos. Así, votos asegurados. Cautivos, pero bien sujetos.
El PP ha reconocido que hubo financiación ilegal, pero solo
en Valencia. A saber, una excepción. Un fallo que puede cometer cualquiera. Y
cuyo principal responsable, el trajeado Camps (al que Rajoy pasará a denominar
como ese señor del que usted me habla), puede irse de rositas. Bueno, ya lo
está. La justicia goza en este país de recorridos tan largos que cuando se
alcanza la meta los hechos han quedado olvidados (prescritos) por el camino.
Con razón Mariano tiene esos lapsus. Lo que no quita para que se postule de
nuevo como candidato.
“El periodismo tiene que ser serio, riguroso, de investigación,
lo otro es deleznable”, Domingo Álvarez, director de RTVE en Canarias. Pues véngase
usted para este Norte a impartir unos cursillos. Hágalo antes de que la mancha
se siga extendiendo. La línea de ‘marcado compromiso católico’ que (in)cierta
tele local ha sido capaz de colar en dos emisoras de radio (una de ellas sostenida
con fondos públicos), deberá ser encuadrada en el apartado del último adjetivo
calificativo (sinónimo de despreciable), porque de seria, rigurosa y de investigación
tiene bien poco. Tanto es así que se intercambian los sesudos analistas, que andan
como la caja del turrón. No es que valgan para el consabido roto y descosido,
qué va, alcanzan mucho más allá. Quítense Gabilondos, Francinos y Herreras. Como
atisbo en las redes sociales que alguna de las tertulianas que acuden a la
llamada de los encantadores de serpientes se queja amargamente de las
incomprensiones, vaya mi modesto consejo ante el lamento: Sarna con gusto no
pica. Periodista: persona legalmente autorizada para ejercer el periodismo, se
puede leer en el DRAE. Lo de legalmente, con sinceridad, no lo entiendo. Como sostiene el maestro
Salvador García, con una dilatada trayectoria a sus espaldas en el noble
oficio, muchas sombras y pocas luces. Yo, como soy mas rural, insisto en que
muchos llevan los bombillos permanentemente fundidos.
Cuídense, que viene mal tiempo.