De algún lugar de
Tenerife deberá ser el presidente del Cabildo. Y no por el hecho de que Pedro
Martín sea de Guía de Isora, mermará un ápice que el Norte de esta isla no vea
cumplidas sus necesidades. Porque, por idéntica razón, el Gobierno de Canarias
haría caso omiso a las demandas herreñas, ya que Ángel Víctor arrimaría el
ascua a su sardina y se llevaría para Arucas el grueso de las partidas económicas
destinadas, por ejemplo, a infraestructuras
viarias. O que un concejal de Icod el Alto pusiera el grito en el cielo ante la
propuesta del alcalde para destinar una cantidad a la reparación de la Plaza de
La Ladera, en El Toscal.
Pensar de tal
guisa es propio de ‘comunicadores’ (que no periodistas, quienes solo lo podrán
ser los Licenciados en Ciencias de la Información, al decir de un encumbrado, y
para el que eso de los Grados le es desconocido, así como otras titulaciones
universitarias) de poca monta, pues no creo que ese pobre debate se plantee en
otros foros que no sean chiringuitos audiovisuales. O charlas de tasca de
chochos y moscas.
Como Pedro Martín
visitó este lunes el municipio (zona de Icod el Alto) –lo
que habrá fastidiado los planteamientos del bocachancla
(palabra inventada, pero tú la entiendes) mayor del reino voxiano (ídem de ídem)– debo manifestar mi agradable sorpresa en
este breve de la nota informativa: “El ayuntamiento de Los Realejos agradeció
el interés mostrado y la coordinación manifiesta entre ambas instituciones”.
Que cunda. Espero que no sea solo por la presencia del portavoz socialista, Miguel
Agustín.
Como ayer no pude
ir a caminar ─con mi sombrero, claro, no voy a estar con estas greñas al aire─
porque me tocó cumplir como asistente de antenista ─el viento del día 23 próximo
pasado hizo de las suyas─ aproveché para culturizarme un fisco. Y aparte de leer
lo que luego te comentaré, tuve por la tarde la visita del buen amigo –desde los
tiempos remotos de la escuela de La Longuera, con don Andrés Carballo Real–
Carmelo Pérez Abreu, quien lo ha sido todo en el sector del turismo en las
islas, y con el que compartimos de vez en cuando pareceres del pueblo y de lo
que se tercie, todo ello bajo el denominador común del mimo hacia un sector de
suma trascendencia en la economía canaria. Puede que otro día comentemos algo
al respecto. Por hoy, reproduzco de nuevo la fotografía publicada hace unas
semanas, en la que estamos señalizados “ambos dos”.
Sin más dilación,
vamos al asunto que nos concierne en esta entrada. Y que es una muy buena
noticia. La inminente construcción de 30 nuevas viviendas de promoción social
en la zona realejera de Los Príncipes. Cuenta esta promoción con un montante
económico importante, aprobado en el marco del Plan Estatal de Vivienda
2018-2021.
En
la nota de prensa del Consistorio se reseña: “La inversión inicial acordada
para el desarrollo del proyecto de obra asciende a un total de 2.776.600,00
euros, de los cuales 471.280 euros aporta el ayuntamiento realejero, 555.320
euros Cabildo de Tenerife, 686.160 Gobierno de Canarias y 1.063.840 euros
Ministerio de Fomento. Dicha actuación se ejecutará en las parcelas 1 y 2 de la
prolongación de la calle Alfonso García Ramos sobre una superficie de 1.071
metros cuadrados”.
Me
alegra que el grupo de gobierno municipal vaya entrando en razones y explique
bien a la ciudadanía cuándo las obras ejecutadas cuentan con financiación externa
a los presupuestos locales. Algo que no se hizo, o muy de tapadillo, durante la
ejecución de las de la Avenida de Canarias y el acceso a Longuera-Toscal (pondría
Toscal-Longuera si viniera desde El Burgado) por El Castillo.
Como
mero observador de la realidad cotidiana y cuentadante del acontecer ciudadano,
me gustaría, no obstante, y para que la felicidad sea completa, que desde el
gabinete de prensa se tuviesen en cuenta los esfuerzos económicos de las
diferentes administraciones, para que la relación vaya siempre en consonancia
con los euros aportados. Porque sería más lógico que el orden se estableciese
de la siguiente manera: Ministerio de Fomento, Gobierno de Canarias, Cabildo de
Tenerife y Ayuntamiento de Los Realejos.
Ya
saltará el quisquilloso acusándome de buscarle tres pies al gato. Pero no
parece muy lógico que el ayuntamiento adquiera el mayor protagonismo –foto incluida–
a tenor de las cantidades que se dejan consignadas. De todas maneras, algo es
algo y bienvenido sea el cambio de postura. Que persista. Que no sea flor de un
día. Y que no haya retrasos, que ya se ha esperado demasiado tiempo. A lo mejor
si hubiésemos tenido un alcalde a tiempo completo…
Hasta
mañana.
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