Redacto estas líneas en la lluviosa mañana del sábado (17 de
diciembre), pendiente de si el próximo lunes, cuando el presente se publique, seguirá
vivo el pacto. Estoy preocupado porque cualquier ruptura supone un grave
problema para todos aquellos que no tienen sitio donde cobijarse. Porque son
demasiados los que entraron a servir en la cosa pública desde tan jóvenes que
no les dio tiempo de buscar trabajo. Y ahora cuando deben soltar el asidero,
sin haber dado un palo al agua en su vida (ni en bajada), cuando la
recuperación económica aún no permite encontrar el curro a la vuelta de la
esquina, cualquier retorno se antoja complicado.
No es el caso de los dos personajes en los que hoy centro mi
comentario, ambos de la isla de enfrente. Para que vean los de aquí que cuando
sea necesario dar el salto, encantado. Además, es Las Palmas ciudad que me
gusta. Y un paseo por Las Canteras, por ejemplo, es siempre agradable. Lo recorrí
varias veces el pasado mes de julio, en silla de ruedas aún.
Pedro Quevedo Iturbe es diputado nacional. Recuerden que su
formación política, Nueva Canarias, firmó un pacto con el PSOE para ir de la
mano. Y si te sumerges en el sitio oficial del ayuntamiento de Las Palmas de Gran
Canaria y echas una visual a la cantidad de encomiendas que tiene este también
concejal de aquel consistorio, no te quedará más remedio que preguntarte cuáles
son los calderos que deja quemar en primer lugar. Debe ostentar el récord de
chamusquinas.
Esta supuesta gran capacidad de trabajo choca frontalmente
con sus últimas declaraciones: “A mí no me gusta demasiado estar todo el día ocupado
con trabajo, ya sea a nivel local o nacional”. Se ha retratado el señor Quevedo
con tal sentencia. Pero como su partido le pide aguantar un poco más porque el
tripartito de gobierno es complejo, él hace todo lo posible por mantener el
equilibrio.
Perdóneme usted, señor diputado y concejal, pero qué peligro
implica eso de mantener el equilibrio. Aquellos que tenemos, porque la naturaleza
nos lo dictó de tal guisa, el rostro algo colorado, deberíamos abstenernos
(verbo escrito a conciencia) de mencionar todo aquello que pueda guardar
relación con falsas interpretaciones no sea que cualquier traspiés dé al traste
con toda una carrera.
“Hay puntos estratégicos encima de la mesa que hay que dejar
orientados. Cuando uno adquiere cierto nivel de notoriedad y responsabilidad,
hay cosas que interesan a la organización y uno tiene que estar a lo que se
diga”. Qué bien. Tengo una duda: ¿La entrevista concedida a Canarias Ahora fue
en directo o le entregaron previamente el cuestionario? De haber sido con la primera
modalidad, no creo que se haya puesto nervioso después de tantas batallas y
tanto codearse con altas personalidades, incluyendo los reyes de España. Y de
haber sido enviadas las respuestas por escrito, no se le ocurra premiar al
asesor que las remitió al digital. Pudo su madre de usted haberle puesto el
nombre de Modesto, le hubiese encajado mejor a su forma de ser y proceder.
Ante la interpelación de cuándo va a dejar el cargo de
concejal para dedicarse de pleno al Congreso de los Diputados, señala: “A mí me
gustaría que fuese en un tiempo moderadamente corto, en el que todo estuviese
bien encaminado como para poder tomar una decisión como esa sin que saltase
ningún plomo. Pero eso es algo que se construye todos los días”. Puede que el
apellido Indispensable le hubiese cuadrado mejor que los que tiene ahora.
Aunque sería bueno que recordara –claro, lleva tanto tiempo atendiendo fuegos–
que lo de los plomos ya pasó a la historia. En la actualidad, aprendiz de
electricista, y mucho más en su caso particular con tanto electrodoméstico enchufado
al mismo tiempo, saltaría el ICP (Interruptor de Control de Potencia).
Enrique Hernández Bento, no por algo más joven se queda
atrás en su extensa biografía. Algo que le viene de saga familiar. Su último
cargo, en sustitución de su hermana, fue el de Delegado del Gobierno en
Canarias. Del que fue cesado este pasado viernes en la reunión mañanera del
Consejo de Ministros.
No debió gustarle al hombre tal hecho. Arremetió contra el
presidente regional del PP, Asier Antona, y María Australia Navarro, secretaria
general. No se quedó al margen de sus dardos quien pasa a sustituirle en el
cargo, Mercedes Roldós. Si echas una visual a la trayectoria de todos ellos, te
entra un complejo de inferioridad de tal calibre que te metes debajo de una piedra
para siempre jamás. Cuánto tonelaje neuronal el de esta gente.
Enrique manifestó hace poco que no descartaría el
presentarse para el puesto de presidente del partido cuando se convoque el
congreso (tras el nacional del mes de febrero). Porque, según él, Asier está de
prestado, puesto ahí por Cospedal para que sustituyera a Soria, su padrino. “Me
ven como un rival y eso es una prueba de la debilidad de Antona”. En fin, una
purga en un partido en el que hace falta libertad, añade. Cómo cambia la
película.
Otro que se verá obligado a comprar en tiendas de bajo coste
en este periodo de reflexión que se va a tomar. Me imagino que no se
incorporará de manera inmediata a su puesto de funcionario, sino que tendrá
derecho a unas buenas vacaciones para compensar los sinsabores. Movimiento orquestales
en la oscuridad. O a lo peor no.
Y Manolo callado. Pero de aquí no toca. Voy a intentar armar
el Pyraminx que me regaló mi hija ayer, porque mis nietos lo desordenaron. Como
cada vez que agarran el cubo de Rubik. Les encanta tenerme entretenido.
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