miércoles, 21 de diciembre de 2016

Duda aclarada

13 minutos, ni uno más ni uno menos. Para que luego lo llamen el número de la mala suerte. Médicos, psicólogos, enfermeros y terapeutas (un total de 50), miembros de la Sociedad para la Terapia y la Investigación Sexual, han sido encuestados por un equipo científico de la Universidad de Pensilvania para elaborar un estudio al ‘respecto’. Espera y no seas impaciente que ya te explicaré luego que significa ese respecto.
Han caído los mitos que hemos podido ‘disfrutar’ en películas cuyo principal argumento era el dalequetepego durante sesiones interminables, agotadoras. Tanto que finiquitaban en medio de unos sudores (espectadores y protagonistas) que rayaban el infarto. Menos mal que se nos ha ido quitando la fiebre.
Este medio centenar de profesionales encuestados pusieron en común sus experiencias (grandes, pequeñas y de todo color y tamaño) y aprovecharon para establecer una elevado número de opiniones sobre diferentes categorías, modalidades y formas. Teniendo en cuenta, además, que la asincronía (falta de coincidencia temporal en las vicisitudes) es la causa del exceso de trabajo, lo que provoca un desgaste innecesario y a todas luces insatisfactorio.
No es tanto culpa de los docentes, siempre en el candelero, sino del sistema educativo que solo explica la cuestión muy por arriba, muy por el aire, sin hacer hincapié en la posibilidad de que se puedan transmitir enfermedades, así como las posibles alternativas para la resolución de la problemática planteada.
El estudio de la Universidad de Pensilvania establece tres situaciones: adecuada (entre 3 y 7 minutos), deseable (entre 7 y 13) y demasiado larga (todo lo que exceda de ese límite, aludido al principio, de 13). Aspectos que deben tenerse en cuenta si no se quiera terminar padeciendo serios problemas de autoestima u otros que afecten a la manera de desenvolverse. Si uno se marca un objetivo demasiado ambicioso puede acabar con la insatisfacción de no haber cumplido las expectativas esperadas, con síntomas evidentes de frustración.
Por otra parte, el intento de retrasar el instante del desenlace, de la solución definitiva, provoca una respuesta fisiológica con resultados que no son, precisamente, deseables. Y como en todo pistón al uso, el prolongado bombeo termina por producir una falta de lubricación con el consiguiente peligro de un calentón inoportuno. Mucho más mental que fisiológico. Y es que todo exceso acaba por pagarse.
Como siempre se ha estilado, en el término medio está la virtud. Algo que es de sentido común. Y es que, en este particular, como en otras tantas facetas de la vida, y a pesar de la abundante literatura (mucha de ella con dibujos ilustrativos), nada está escrito. Y no hay manual de instrucciones que sirva de guía y modelo para todo bicho viviente.
Si el cuerpo pide guagua, que decía cierto individuo, hay que darle guagua. Y la cogía en La Dehesa y se iba hasta La Guancha. Allí no se bajaba siquiera, sino que esperaba tranquilamente sentado hasta el viaje de retorno. Pagaba y hacia el Puerto de nuevo.  Cuando fue a abonar el billete (el tique, que se decía) por tercera vez, el cobrador, intrigado, le preguntó el porqué de aquella actitud. A los que el viajero le respondió con suma parsimonia lo que al principio del párrafo quedó reseñado.
Así que, amigos, el tiempo es siempre relativo y convertir cualquier ejercicio en una competición. Y darle al reloj una capacidad de presión innecesaria, contraproducente.
Como presupongo adulto a todo el que echa una visual a este blog de pueblo (ya se sabe que en estos sitios somos más inocentes) concluyo con la reflexión de uno de los que participaron en el estudio: “El sexo consiste en mantener intimidad con alguien y no en intentar establecer un récord. Así que, menos presiones y más disfrute”.
Y para terminar, va la explicación del respecto que había quedado pendiente. El titular de El Periódico, que dio lugar al presente comentario, es el siguiente: “La ciencia ya sabe cuál es la duración ideal de un polvo”.
Sean felices, disfruten (moderadamente) y hasta mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario