Vaya comienzo de semana más folclórico que llevo. Aunque
hoy, menos. Porque el cambio de titular (originalmente, noche de taifas) ya
lleva la connotación de que no es oro todo lo que reluce. Y es que la
Televisión Canaria se ha empeñado en considerar tontos e imbéciles a todos los
que de vez en cuando nos alongamos a la ventana (des)informativa. Creo que ni
Paco Moreno va a ser capaz de poner orden en una programación de tan bajo
nivel, que un día de estos se ahoga con sus propios resoplidos.
Programas dedicados al folclore y la música tradicional de
las islas que parecen olvidar raíces etimológicas, cuando no de sentido común,
y fabrican bodrios donde cabe de todo. Porque en la propia web de la televisión
autonómica podemos leer en referencia al programa de marras: Un espacio donde
cantadores, bailadores, parrandas, grupos… hacen vibrar al público canario con
lo rico y variado del cancionero tradicional y popular isleño.
Saludé el pasado día 6 a Manolo Pérez, quien fuera conductor
de un programa (creo que Taifa y Candil) encaminado a dar a conocer nuestro
folclore, ahondar en nuestras raíces y divulgar tradiciones. Crítico donde los
haya con inventos y parafernalias y defensor a ultranza de esa “canariedad” que
otros se arrogan sin rubor alguno. Y menos mal que aún no había salido Falete
poniendo el contrapunto a Magdalena, la
pimienta. Y bien que el chillón presentador (ya se pasa ocho pueblos en sus
intervenciones) intentó esmerarse en buscar la manera de disimular la presencia
del protagonista de la noche. Descubrió la pólvora con su explicación acerca de
la procedencia de isas, folías y malagueñas. Eché en falta que el andaluz (o
andaluza, que esto del lenguaje exclusivo entraña sus peligros) se arrancara
con el Cabra loca, de Néstor Álamo, para que mi felicidad rayara el éxtasis. La
cara de alguno de los componentes de la Agrupación Folclórica San Borondón
venía a demostrar el flagrante fuera de juego en el que se había incurrido.
Meamos por fuera de la bacinilla y ni colorados nos ponemos.
Sentí ganas de rescatar cierto trabajo realizado años atrás cuando uno era
estudiante y que titulé Turismo y Folclore. Pero como está a libre disposición
de quien quiera echar una visual retrospectiva en mi otro blog (Pepillo y
Juanillo), me aguanté. Estuve tentado, asimismo, por repasar pretéritos
artículos en los que ya esbozaba la deriva observada en emisiones televisivas
que desvirtúan la propia filosofía trazada en la exposición de motivos.
Todo tiempo pasado fue… peor, sin duda, pero Tenderete (de
otra cadena) ya no es lo que era y este que aquí comentamos está necesitado de
un profundo análisis, cuando no de un intervalo amplio de reposo para el
intercambio de pareceres que se impone. Yo tengo mis conjeturas al respecto.
Que pasan, ineluctablemente, por quitar esa falsa pátina con que nos impregnó
Coalición Canaria en sus muchísimos años de gobierno en estas islas. Dándonos a
entender que lo canario era sinónimo de superfluo y vacuo. Así se inventaron claves
de ja (con añadidos de otras claves), novelerías varias, azoteas, debates
fútiles (siempre opinan los mismos) y vuelos con personajes a los que les falta
un agua. Porque lo trascendente es reírse de aquel que presente un defecto físico (y si es psíquico, mejor),
hacer moda del pobre desgraciado y, en suma, ponernos ante el mundo como un
pueblo servil y borrego. Lo mismo lo somos, y yo sin darme cuenta.
Pues sí, amigos, Falete me llenó la cachimba con su
intervención estelar en Noche de Taifas (¿o era de baifas?). Ni las
explicaciones de Elvis Sanfiel, en plan GPS (Pirámide de Periodismo incluida), para indicarnos la ubicación exacta
de Finca España (¿o era Valle Tabares? ¿O La Higuerita? ¿O Valle Vinagre?) me sacaron del estupor. Ya está
bien de rizar el rizo. Si lo que consideran folclore (los tres aires mentados
más arriba, amén de seguidillas, saltonas, sorondongos, polcas, valses, mazurcas
y un cortísimo etcétera) no da para más, cierren el grifo y a otra cosa,
mariposa. Pero no alarguen la agonía creyendo que el muerto va a resucitar. Y
dejen de guiarse por los cuatro aduladores que pinchan los me gusta en las
redes sociales.
Voy a rogar a cualquier diputado del Parlamento de Canarias
que en la próxima comparecencia de Francisco Moreno, administrador único de
RTVC, le eleve el siguiente ruego: Haga el favor de tragarse toda la
programación semanal del ente y luego venga a Teobaldo Power, si no murió en el
intento, a contarnos cómo se le quedó el cuerpo.
Como yo no adulo y si lo veo blanco… señalado y vetado. Con
su pan se lo coman.
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