La Agrupación Oportunista,
uy, perdón, Socialista Gomera, qué digo, osado de mí, Casimiro Curbelo ha
firmado también el apoyo a los presupuestos de Canarias para 2019. Y ha negado,
por activa y por pasiva, privilegios para su isla. El Gobierno no nos ha comprado
a cambio de cosas, ha manifestado ante la pregunta de un periodista atrevido.
Eso sí, se van a atender algunas carencias, lo que se traduce en un auxilio
para las carreteras porque tenemos un retraso secular, sentenció.
Curbelo mete en el baúl de los recuerdos la incalculable
cantidad de millones que ha sepultado en obras en toda La Gomera, hitos que jalonan
aquella isla y que permanecen cerradas a cal y canto como prueba fehaciente de
un desaforado despilfarro y que ponen de manifiesto un espíritu megalómano sin
límites, al tiempo que reclama más piche, aunque se lleve por delante algún
ejemplar botánico, e importándosele un pimiento la etiqueta de Reserva Mundial
de la Biosfera.
Todos aquellos que nos damos un salto de vez en cuando y
comparamos el estado de las vías de aquí con las de allá, no entendemos los
discursos trasnochados de quienes son capaces de empichar kilómetros de
trazados sin aparente utilidad y al tiempo nos sermonean con arengas, y
encíclicas dominicales, para exigir mejoras sociales, que bien pudieron ser
cubiertas si existiese una planificación seria y rigurosa y no una mera campaña
electoral permanente, una apuesta reiterada por mantener el voto cautivo y
subsidiado.
Por eso no quieren reformar la ley electoral ni los unos ni
los otros. Al PP hay que echarle de comer aparte. CC y ASG se hallan
perfectamente acomodados para gestionar los dineros públicos a su antojo. En un
manejo obsceno de los fondos de la Comunidad con los que contentan estómagos
agradecidos. Y la matraquilla de los superávits ya se pasa de castaño oscuro.
Que si nos autoriza Madrid, invertiremos en aquellas demandas sociales de
verdadera enjundia y que nunca ha sido capaces de resolver en tiempo y forma,
es decir, ejecutando las partidas presupuestadas en el ejercicio económico
pertinente.
Y luego el IGIC. Como indicamos ayer, a tabla rasa. Con lo
que las brechas se incrementan. Y añade el que tiene la sartén por el mango –o,
mejor, bien sujetas las protuberancias– que la rebaja no afectará a cabildos y
ayuntamientos, pues será el Gobierno el que asuma los casi 100 millones de
pérdida de recaudación. Lo más seguro es que el tuyo no, pero los de las otras
islas, que tanto dices tú defender, me apuesto los consabidos 50 céntimos que
saltarán como quíqueres a las primeras de cambio.
Fernando Clavijo se sumó igualmente a la fiesta alegando que
siempre ha contado con la lealtad, apoyo, colaboración y complicidad del
gomero. Complicidad, desde luego, ya que el diccionario me muestra unos sinónimos
muy explícitos: connivencia, complot, confabulación. Chiquito fundamento, como
convinimos ayer con cierto amigo en amena charla mientras conducíamos el
carrito en un establecimiento de alimentación.
Recordarán ustedes aquellas estrambóticas explicaciones de
Leire Pajín cuando la confluencia entre Zapatero y Obama iba a producir una alineación
interplanetaria que sería recordada hasta más allá de la eternidad. Pues, bien,
no íbamos a ser menos aquí en estas ínsulas. Le he escuchado a Guadalupe
González Taño y a Rosa Dávila que estamos ante una semana histórica. La aprobación del nuevo Estatuto de Autonomía
(REF incluido) va a significar el despegue definitivo del archipiélago.
Agarraremos una velocidad de crucero que nos va a permitir subir muchos
peldaños en esas vergonzosas escalas que nos ubican en los últimos puestos de
casi todo. Ya no tendremos dependientes, ni colas en las autopistas, ni listas
de espera en la sanidad, escolarizados los críos desde el día anterior al parto,
habrá retorno inmediato de todos los que tuvieron que emigrar en busca de curro…
Todo ello con unos presupuestos de menor cuantía económica.
Pero como en los meses que restan hasta mayo las bombillas (led, por supuesto)
obrarán milagros en las distancias cortas, seremos felices y comeremos perdices.
Me temo que esto no lo arregla ni la Virgen de Guadalupe.
Que está entretenida en Alajeró antes de recalar en Chipude. ¿Habrá tenido algo
que ver la mano todopoderosa en el conflicto del traslado desde La Villa? No me
extrañaría, que allá no se mueve un lagarto sin permiso de la autoridad.
¿Lloverá?
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