viernes, 25 de mayo de 2018

Tres eran tres

Y no Juan, Periquito y Andrés. Sino los asuntos que siguen ocupando espacios en los medios de comunicación. Y en las redes sociales, una epidemia (pandemia me parece exagerado). En mi opinión, oiga. Al grano:
Señala el DRAE que nacido, aparte de que vive o que vivió, es sinónimo de forúnculo. Y varios son los que se han reproducido en la piel popular, casi siempre en ese lugar de la anatomía corporal que uno deposita en el asiento. Como dice la copla popular: vaya racha, compañero. Solo falta que se les pique el vino. Menos mal que “esos señores de los que usted me habla” ya no forman parte del colectivo. Grupo, por otra parte, que a este paso se va a quedar equiparado al conjunto vacío por razones judiciales obvias.
Cuando seguían los registros en los inmuebles de Zaplana –el que hizo acopio de rayos uva hasta en el lugar que antes te indiqué como el idóneo para los nacidos o forúnculos– la Audiencia Nacional da a conocer la sentencia (número 20/2018) de la denominada trama Gürtel (Época I). Porque el particular suma y sigue. En el fallo se da por probado que el Partido Popular se benefició de la actividad delictiva (partícipes a título lucrativo) en unos 250.000 euros, redondeando. No me extiendo en el resto porque, a buen seguro, te hallarás debidamente informado.
De manera casi inmediata, los populares alegan que no comparten el planteamiento del tribunal porque ellos no sabían nada. El PP, fiel seguidor de las tesis de Rajoy, e incluso nadando en el fango más repugnante y sumergido hasta el cogote en el lodazal más inmundo, demuestra que la democracia le queda bastante ancha, que no es traje a su medida. Cuando en cualquier país de los contornos, hechos como los que salpican esta formación política hubiesen supuesto la dimisión de toda la cúpula que rige los destinos orgánicos, aquí, en el territorio folclórico de la España de castañuelas, nos cobijamos en las excusas más peregrinas.
Como no soy adivino, desconozco qué podrá ocurrir en los próximos días. Pero me da que volveremos a tapar vergüenzas. Como lo llevan a cabo, al más puro estilo de esa casta que tanto vilipendiaron, los inscritos (parece que les sigue doliendo en calificarse como militantes) en Podemos. Quienes recurren a un acto populista, el plebiscito, para sacarle las castañas del fuego al señor Iglesias, sin medir las consecuencias en el posible daño a causar en la propia formación. Les basta con matar al mensajero. O recurrir al consabido y tú más. Y te conminan, más que invitan, a la supuesta obligación que tenemos los que escribimos artículos de opinión de tratar otras compras de inmuebles, como si con ello se pudiera minimizar los efectos de una patente falta de coherencia.
El conglomerado asambleario de sus inicios ha derivado hacia el ordeno y mando de manera pasmosa. Porque la pareja compradora (y que cada cual haga con su dinero lo que mejor crea conveniente), ante la evidente y masiva contestación social, carga en las bases del partido la responsabilidad que solo a ellos atañe. Y lo venden como un guiño democrático de gran calado y enormes dosis de valentía para asirse al cargo. Claro, hay que pagar la hipoteca. Da la impresión de que se ha aprendido bastante de los desvíos de atención a los que tan dado es el mismísimo Mariano. Y cuando hay fundadas sospechas del funcionamiento de la aplicación informática que contabiliza los votos (solo vale el último), la formalidad, respeto y ecuanimidad saltan por los aires.
El manual de operaciones dicta procederes. Y se inunda el espectro informativo con las consignas de rigor. No han robado ni se han prestado a componendas raras para adquirir el chalé. Cuánta pobreza de espíritu el recurrir a esos aspectos mundanos. Claro que han sisado el bien primordial que originó el movimiento: la ilusión. ¿Les parece argumento de poca monta?
Lo de Coalición Canaria en el Puerto va a terminar como la guerra habida años atrás en el Realejo. Si por estos lares aquellas disputas posibilitaron bajar de seis a uno (y Manolo pescó sin necesidad de lanzar la caña en El Guindaste), a los cuatro sillones actuales en el Penitente se le mueven las patas que es un disgusto contemplarlos. Sigue coleando la trama del Lago, y a río revuelto, ya se sabe. El PP portuense, con la ayuda inestimable de los que gobiernan en mi pueblo (que han puesto a disposición todos los “medios” a su alcance), tras un mandato que se barniza con proyectos cabilderos, ha tropezado con un filón increíble. Ese afer, que bordea los ámbitos privado y público de quien ha sido designada para encabezar la candidatura en 2019, está brindando posibilidades a diestro y siniestro. Hasta en La Villa (que no en Alcampo) se ha abierto un periodo de consultas. A Linares se le ha visto en varias ocasiones por la zona de El Calvario. En los mentideros se comenta  que son visitas a Valencia, quien todavía baila muy bien el trompo. No te extrañe, es método tan válido como el del pulpo del mundial de fútbol. Según para donde caiga dentro de la candonga, indicará el devenir de Sandra o Juan Carlos. A no ser que la superioridad encuentre dos mirlos blancos. Sí, dos, aunque con estos reborujos ya tiemblan en Benijos. Qué malos tragos, en definitiva.

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