Una vez resuelto el problema de Blogger (plataforma de
Google, creada por Pyra Labs que permite crear y publicar bitácoras –blogs– en
línea bajo el dominio blogspot.com), que nos dejó colgados durante el fin de
semana y buena parte de ayer lunes a todos los maniáticos que nos entretenemos
en boberías en vez de estar rompiendo cristales por ahí, retomamos la actividad
normal en esta peculiar aventura de escribir unos párrafos cada día con los que
matamos el gusanillo. O la jirivilla
(otra más en desuso por mor de la transculturación).
Me encantó la idea que plasmó el primer teniente de alcalde
realejero acerca de crear zonas verdes en el municipio. Y a las propuestas y
proyectos que ya deberá haber en el Consistorio, me gustaría añadir una que
rondó en la cabeza de algunos allá por los ochenta del siglo pasado, pero que,
por lazos de vete tú a saber, quedó relegada al baúl de los recuerdos. Y la
rescato junto a otra que ya plasmé en otro artículo. Aunque no se trate esta
segunda de un parque, sí que sería conveniente y oportuno encargar un estudio
que ponga de manifiesto si existe viabilidad para potenciar como recurso
turístico las visitas a la que denominábamos los jóvenes de cinco décadas atrás
como Cueva del Mármol, ubicada en el acantilado bajo la Romántica II, a la
altura de lo que fue el Charco de las Lisas. A ver si en esta segunda
oportunidad alguien se digna ponerse en contacto. Las fotos del lugar son
propiedad de Carmelo García Bencomo (Teo), quien suele ir a pescar por aquellos
contornos.
Ahora que hay dinero y medios para acometer obras que hace
años se antojaban puras entelequias, ¿por qué no un gran parque en los terrenos
que ocupan ambas márgenes del Barranco de Godínez desde La Charca hacia el Sur,
hacia la calle del mismo nombre? En bancales, con paseos, profusamente verde…
¿Otro jardín como Rambla de Castro? ¿Por qué no?
Como parten ambas proposiciones de un don nadie, que ni
demanda derechos ni placas, y no va al envío a través de una moción en sesión
plenaria, lo mismo los espías trasladan el parecer a las altas esferas y sale
el asunto entre cortado y cortado en cualquier cafetería de San Agustín… ¿por
qué no?
Mientras ellos van cavilando si aceptan o no los envites,
les cuento que me llamó la atención un titular periodístico, con vídeo
incluido, que aludía a una “brutal agresión a una mujer en un partido de fútbol
juvenil”. Y me acordé de lo que les conté hace unos días acerca de mi retirada,
como espectador, de los campos de fútbol. Sí, cuando las madres de los menudos
lanzaban piropos a uno vestido de negro. Porque le eché una visual a las
imágenes y agüita con la señora. Eso de que le dieron una cuerada, está por demostrar.
Yo no sé con qué luchadoras contamos en los terreros de las islas, pero el
correr de la susodicha detrás de los supuestos insultadores y los garrotazos
que soltaba la inocente, manda conejos en adobo. A la parienta la enseñan a encaderar, y ni Barbuzano en sus mejores
tiempos.
Bien la podría contratar IUC de Fuerteventura para que eche
al concejal que les metió tremendo desvío (sigo con la lucha canaria) con su
militancia en el PP. Que no me tomé nada raro. Así mismito lo leí. Chiquito
brinco se dio el nota sin darse de baja. Y los que lo ficharon debían estar
cogiendo brevas. Y me acordé de esta copla: Juana estaba engoruñada, debajo de linda higuera, la gavia se fue llenando,
¡madre mía, qué meada!
Brevas o higos nos están brindando los expertos designados
por los grupos parlamentarios para explicar en Teobaldo Power sus opiniones
para debatir la reforma de la ley electoral canaria. Y raro es que tan sesudos
analistas se hayan puesto de acuerdo para concluir que la solución pasa por
aumentar el número de diputados. A ninguno se le ha ocurrido comentar que ya
está bien de haber convertido una disposición transitoria del Estatuto de
Autonomía (1982) en dogma de fe. Jamás se ha visto en el mundo que una medida
provisional aguantara, y de qué manera, huracanes y marejadas. Y es que cuando
uno escucha a Linares (otro pluriempleado que no se iba a quedar atrás ante los
avances orgánicos de sus otros colegas del Valle) manifestar que el gobierno de
Clavijo no es débil, lógico será pensar que CC es otra amalgama temporal o
pasajera. Pero bajo la premisa de que se trata de una brevedad eterna,
inmortal, imperecedera. ¿Por qué no? Parece que retraté a Juan Dóniz. De Castro
Cordobez no digo nada, no sea que Jordi Hurtado se ponga celoso.
Mañana vuelvo. Mis escasas vacaciones comienzan el jueves.
Después de que soy clase pasiva, estoy de un activo perdido.
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