Es lo que nos pide el pluriempleado Manuel Domínguez tras
haberse reunido con Cristóbal Montoro (ministro de las perras) este pasado lunes,
aprovechando que debe trasladarse a Madrid para asistir, con Australia Navarro
(y bien que lo publicitan ambos en las redes sociales para general regocijo de
quienes pagan sus sueldos en las islas), a las reuniones del Comité Ejecutivo
Nacional del PP. Eso dice él. Yo más bien creo que hayan intercambiado dos
palabras a modo de saludo y luego adornó el fugaz encuentro con una pinceladas
de optimismo y unas centésimas de imaginación para demandar lo que el titular
señala a todos los partidos políticos y
que se sumen al proyecto de los Presupuestos Generales del Estado, porque de no
ser así, los ayuntamientos verán cerradas las puertas a la inversión: asfaltado
de calles, mejora de las aceras, alumbrado público (¿no lo privatizaste?),
saneamiento, abastecimiento y distribución de aguas, recogida, eliminación y
tratamiento de residuos y un largo etcétera, declaró. Y lo mezcló todo, añado
yo.
Dejando al margen las alabanzas por el superávit conseguido
(ya ni me acuerdo del número de millones que ha guardado en el cochinito de oro),
se necesita tener cara para solicitar apoyos al gobierno de Mariano, cuando él
practica todo lo contrario en el consistorio. Comenzando por la casi nula entrega
que presta a su pagador. Por cierto, me fui al Portal de Transparencia del
sitio oficial del ayuntamiento, pinché en retribuciones netas de los cargos
públicos y me aparece una relación que data de octubre de 2015. Si un día lo
dedica al cargo de consejero del Cabildo, otros dos a los asuntos partidarios
como presidente insular popular y ahora debe estar los lunes en la capital del
reino porque debe codearse con The Beautiful People, ya me contarás qué tiempo
le queda para los asuntos domésticos realejeros. Si hasta las viejitas del
pueblo se quejan por la notoria disminución de besos y manos por arriba. Le
invito a que se esconda en la piscina municipal a primeras horas de la mañana.
Anda, es verdad, si está en la cola de la autopista.
Alturas de miras debería tener usted con quienes le abonamos
sus honorarios, según un acuerdo plenario que plasmaba el concepto de
dedicación exclusiva. ¿O ya no se acuerda?
Altura de miras debería tener usted para con sus compañeros
de viaje, aunque sean de la oposición, cuando presentan propuestas de mejoras
en el municipio y las rechaza sistemáticamente, para que a los seis meses (semana
arriba, semana abajo) las rescate como propias y las venda como éxito de su
gestión (foto incluida).
¿Sigo? No, por hoy basta. Que se encarguen mis lectores de
añadir guindas. Que luego anda diciendo por ahí que le tengo manía. Y todo por
exigirle que sea mi alcalde y no estar del tingo al tango. Mire que las visitas
de este blog es asunto que puede causarle preocupación y dolor de cabeza. El de
“Gorrones” subió al segundo puesto, detrás de Casimiro, con casi dos mil
visitas.
Como hoy es viernes, vamos con otros temas a modo de resumen
semanal. Pero con idéntica altura de miras:
Leí que “A los 155 desempleados registrados en marzo, se les
debe restar las 23 personas que se incorporan hoy a trabajar en el ayuntamiento,
lo que sitúa la cifra de parados en el municipio en torno a los 132
desempleados”. Omito el lugar. Eso, en torno a. Como el amigo gomero que
soltaba idéntica cantinela en cuanta ocasión numérica se le presentara.
Verbigracia, de Agulo a Vallehermoso hay, aproximativamente, 143 curvas. Si hoy
viviera añadiría el medio de Rajoy.
Carlos Alonso quiere vengarse de la derrota parlamentaria sufrida
en el tema de los hoyos de Güímar y firma, junto a otros cuatro presidentes de
cabildos, un manifiesto en contra de la modificación de la ley electoral. Acto
en el que se escucharon declaraciones que demuestran la gran altura de miras de
los susodichos. “Hasta aquí han gobernado los élites políticas y económicas de
las islas capitalinas” (Casimiro, La Gomera). Y pensó desde una almena de la
Torre del Conde: Ahora me toca a mí. “Un sistema que responde a la generosidad
de todas ellas” (Marcial Morales, Fuerteventura). “Agrandaría aún más el
desacompensado [sic] desarrollo que ha tenido Canarias” (Pedro San Ginés,
Lanzarote). La misma (generosidad) que CC ha demostrado con el voto de Ana
Oramas. Lo dicho, altura de miras.
Y, a colación, presume Rosa Dávila, consejera de Hacienda,
del incremento del porcentaje en la inversión estatal. Claro, a costa de
Andalucía, Asturias, Galicia, Castilla-León, Valencia… Me dan la cama en el
hospital de otro que mandaron para su casa a que muriera en la tranquilidad del
hogar. Patético, para nosotros. Para ellos, altura de miras. Como todo funciona
con medias aritméticas, tú yo yo nos vamos de tenderete, tú te mandas un pollo
asado y yo miro. Pagamos y… medio para cada uno.
Se ha mosqueado ese portento de diputado Rufián (nunca un
apellido hizo tanto honor) porque lo han llamado gilipollas. Me dio una pena. Menos
mal que Monedero no se le queda atrás, en exabruptos e improperios, con su
videoblog. La altura de miras de Podemos es directamente proporcional a la de
mi alcalde. Cada cual en su ámbito.
Y como lo titulé altura de miras, tengamos cuidado porque un
gigantesco asteroide (otro más, y van taytantos)
se acerca a la Tierra. Agáchense, por si acaso.
Sean felices. En Semana Santa, para variar, no me iré de
vacaciones.
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