miércoles, 19 de abril de 2017

El testigo

Como dicen los de allá, se puso morrúo. Arrancó la caña el señor Hernández Bento, ha presentado la dimisión y se viene a pasar unas vacaciones a mi pueblo. Se alojará, como lo hicieron The Beatles en su día, en los alrededores de El Monasterio. Restañará las heridas en la cima del volcán y quedará abierto a las propuestas que le lleguen con el alisio. Ahora que se han ido los calores y el viento procede del norte, el aire húmedo del océano le refrescará el hocico. Ya que Antona no lo quiere, incursionará por la carretera de El Jardín por si Raúl le lanza un anzuelo ‘ciudadano’. No entra en sus cálculos bajar hasta La Higuerita no sea que se cruce con el que diariamente sale de la villa.
Aquí, señores, el que vale, vale, y el que no, pa´maestro de escuela. Se buscan acomodos con una facilidad pasmosa. Ni el mercado de fichajes en los clubes de postín. En su tesitura, mejor que contacte con Román, porque a la hora de recoger es todo un experto. Y lo mismo lo convence para que otro pluriempleado, Quevedo, le eche una mano a Mariano (vaya rima más tonta) y le ayude a sacar adelante los presupuestos. Y la agenda canaria, que nos traerá cientos de millones para comprar millares de camiones de piche. A falta de telurio, que no haya fallo mecánico. Como al ‘tramabús’ de Iglesias, que no de Errejón.
Tenía la foto de Enrique preparada. Pero la envié a la papelera de reciclaje. A ver si con una par de centrifugados logro que la tónica cambie. Me temo que no, pero es mi obligación intentarlo. Como hice ayer ante el evidente peligro de una dolencia irreversible. Algo que no entendió uno de Candelaria en cuyo muro colgué el enlace del post en cuestión. Muy ojeado, todo sea dicho de paso, ya que ha superado con creces el millar de visitas. Funciona aún la censura en amplio sector de la grey política y si no pinchas en los iconos del bien quedar, tijeras al canto. No han salido aún del cascarón (llámalo nuevas generaciones, cachorros, pupilos o correveidiles) y ya manejan la motosierra a la perfección. Ni pensarlo quiero cuando le dan un curso de caza. Así que inserto esta del Roque Chico y La Poyata que me hizo llegar el amigo Alfredo, lugar con encanto y bastante ‘popular’ entre las gentes de Toscal-Longuera (incluyo La Ladera, no sea que Rubén, gran conocedor del entorno, se me enfade) y quedamos todos más relajados.
Mucha tinta corrió ayer para poner de manifiesto el que Mariano Rajoy deberá explicar al juez la presunta financiación irregular del Partido Popular. Compadezco a su señoría. Vaya mal trago tendrá que pasar. Y soportar. No es el gallego un testigo cualquiera. Por mucho que se haya puesto énfasis en sus relevantes cargos. Y adelantos idiomáticos.
Él no ha estado, ni está ni se le espera. No ha sabido, ni sabe ni lo comprenderá jamás. El magistrado se va a enterar de una vez por todas de la importancia de un vaso. Y de cómo se elige a un alcalde. Y de que España es una gran nación toda llena de españoles. ¿Gürtel? No me consta de que haya hablado con ese señor. Y en el supuesto de haberlo hecho, todo lo que se refiere a mí no es cierto, salvo alguna cosa.
Esos, y no otros, son los mimbres del partido que gana las elecciones en este país. Mientras, el PSOE sigue buscando desesperadamente, y a la greña, un líder. Los de Podemos andan a la caza y captura de una identidad aún perdida. Ahora en guagua, a la que se le fastidia el embrague. Los Ciudadanos no acaban de encontrar el asiento de comodín…
Yo, bien, gracias. Cobro la pensión puntualmente. Hacienda me devolvió lo que era mío. Sigo yendo a la piscina municipal tres días a la semana. De continuar así, Benito me hará entrega de una metopa. Menos la pasada que estuvieron arreglando el techo. Intento caminar la menos una hora al día. Me tomo las pastillas para la tensión. Echo en falta unos euros para viajar. Tengo abandonada la fotografía porque no puedo brincar por esos parajes con fundamento. Casi se me queman las hortensias de Las Abiertas con los calores de estos días.
¿Ya no escribes?, me preguntan de vez en cuando. ¿Se dan cuenta de que cuando expongo que todavía existen muchas personas que no saben lo que es Internet, hecho que pongo en conocimiento de los amigos que ocupan cargos públicos, no voy muy descarriado? Cuando sea rico, recopilaré centenares de artículos, los publicaré y regalaré libros a mansalva. Hasta luego.

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