jueves, 1 de junio de 2017

Millones

Ayer tuvimos la oportunidad de escribir unas líneas para comentar algo del acuerdo firmado entre Román y Mariano (un hermanamiento de La Aldea con Amadores) y por el que la lluvia de millones va a ser de tal órdago que nadaremos en la abundancia para siempre jamás. Esta tierra se va a convertir en un paraíso de verdad, sin necesidad de recurrir a lemas trasnochados de belleza sin par y jardín siempre en flor. De almendros, lavas y  salitres ya no toca hasta el próximo 30 de mayo.
Yo entiendo el cabreo que tiene CC por no salir en la foto. Aunque, de puertas afuera, no les haya quedado más remedio que subirse al carro del optimismo y, eso sí, añadir sus logros. Que lo mío es mío, por mucho que deba disimular con las sumas.
En estos días hemos escuchado muchos cantos de alabanza. Tanto de Clavijo como de Barragán: es más lo que nos une que lo que nos separa. Es urgente que el volcán existente entre Gran Canaria y Tenerife crezca de una vez para que nos valga de pilar y que la conexión de las hipotéticas TF-10 y GC-10 sea una pronta realidad. Y dejemos de tropezar con anuncios en Internet que te brindan rutas por carretera entre las dos capitales, Santa Cruz y Las Palmas. Pero dejemos autopistas en la mar y vayamos al grano:
El secretario general de Coalición Canaria se ha mostrado satisfecho por los 452 millones de euros más que en 2016 contemplarán los Presupuestos Generales del Estado: 220 que proceden de la desvinculación del REF de la financiación autonómica (Fondo de Competitividad). Los 232 restantes llegarán vía convenios bilaterales (carreteras, viviendas, costas, infraestructuras turísticas…). Pero no se vayan todavía, que José Miguel Barragán continúa: Si sumamos los 888 millones de inversiones estatales (recibidas en 2016 y que se mantienen para 2017) habremos alcanzado la bonita cifra de 1340 millones de euros. El mérito –esto lo añado yo– es de doña Ana Oramas.
Según Quevedo, el otro nacionalista, merced a sus denodados esfuerzos, con la rúbrica del pasado día 30, se han conseguido unos 200 más. No descarta, sin embargo, que se alcancen los 300 con los rascas de la letra menuda. Serán los denominados flecos. Estimaba unos 450 pero nadie gana por 10 a 0 en una negociación. Y se quedó más contento que un concejal de turismo. ¿Cuántos van ya?
Debo reconocer que ya me perdí. Como me saquen de la cuantía de la pensión, los números se me trafullan. Para relajarme me fui, mentalmente, a La Gomera y me enteré de que se va a invertir 600.000 euros para plantar forraje endémico. No va a quedar animal en la isla que no se zampe sus buenos kilos. Y si les sienta mal y estiran las patas, sin problema, ya saben que allí los entierros son gratis.
Di un salto a La Palma y 20 millones más para los telescopios Cherenkov. De vuelta me entero de que Amancio Ortega, con cargo a los 320 millones que le sobraban para inyectarlos en la sanidad pública, nos tocan 17, con los que se va a comprar equipamiento de tratamientos oncológicos. Cómo me gustaría ser como el dueño del grupo Inditex y poder mostrar mi absoluta generosidad. Sin embargo, de haber ejercido yo cargo de responsabilidad en la Comunidad Autónoma, como Rosa Dávila, hubiese declinado el ofrecimiento en favor de los territorios peninsulares que saldrán perjudicados en los repartos presupuestarios. Hay que ser solidarios y cooperar con el más necesitado, y si los euros, a porrillo, volarán este ejercicio económico a Canarias, qué menos que acordarnos de aquellos a los que se los debimos quitar.
¿Estarán ya incluidos en las partidas reseñadas los montantes del Fdcan (Fondo de desarrollo de Canarias) o es otra cantidad a incrementar? ¿Tú quieres ver cómo nos va a sobrar? Lo que resta del anillo insular en Tenerife y, de paso, culminar el tramo desde Mogán hasta Agaete, va a ser cuestión de meses. Compraremos cuatro o cinco tuneladoras –la Big Bertha, la más grande del mundo– y de El Tanque a Santiago del Teide, tres semanas, a lo sumo.
Dado que la factura hotelera se ha acrecentado un 14% (y los sueldos siguen siendo atractivos para el inversor foráneo), los rodajes de las películas que nos tienen el territorio inundado de dólares y algún tsunami que hará descender el número de jubilados del Imserso que se tumban en las playas desde la mañana hasta la noche (con todas las ventajas que la ‘catástrofe’ supondría para aliviar las arcas públicas, hucha de las pensiones, verbigracia), la coyuntura no puede ser más favorable. El grito de Guerra (no lo va a conocer ni la madre que la parió) será a lo largo de 2017 mera anécdota en el archipiélago canario.
Yo estoy que bailo sobre una pata sola (la buena), porque como bajo poco a El Socorro (playa) no corro peligro de que sea uno de los afectados por el aludido tsunami, con lo que mi pensión no solo desaparecerá sino que se verá aumentada en unos cientos de euros y tendré, además, una cartera más amplia de viajes, culturales o no.
¿Tú quieres ver cómo antes de finalizar este año ya nos estaremos quejando porque Rajoy, vía plasma, nos comunicará que no se pueden cumplir cuatro o cinco de los seis puntos firmados en los acuerdos? ¿Pesimista yo? Qué va, son cosas de la edad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario