La foto no está muy allá. Pero no quise ubicar otra que
diera norte del lugar desde el cual escribo mis crónicas (Desde La Corona;
aparte de algunas propias, guardo un par de ellas que me envió Isidro Felipe
para la cabecera del blog), sino que tomé esta del periódico en el que leí la
noticia de que el Cabildo ha sacado a concurso el acondicionamiento de la pista
de Anocheza, en la ladera de Güímar, utilizada habitualmente como punto de despegue
de los vuelos en parapente. El arreglo saldrá por 118.000 euros.
Parece que nadie de los que componen la redacción del citado
diario debe ser del Norte. Porque ilustrar la información con una vista del
Valle de la Orotava, y, sobre todo, de mi pueblo realejero, choca un poco; o un
mucho. Me viene a la memoria cierto trabajo que realicé años atrás sobre las
fotografías que ilustraban las informaciones en Canarias. Y constaté que una
del antiguo vertedero de Mendo (La Palma), el viejo horno reconvertido a
mirador de las estrellas, estuvo apareciendo durante años sin que alguien
reparara en que cada vez que surgía cualquier cuestión relacionada con la
basura en la Isla Bonita, allí se estampaba la misma imagen.
Como me picó la curiosidad, eché una visual a todo el texto
y tomé estas notas: “El 56,2% del turismo que visita la isla realiza alguna
actividad turística durante su visita”. De cajón, ¿no? Como el deportista hace
actividad deportiva, y el que bebe empina el vaso, y si te da un retortiño vas
al cuarto de baño.
Y sigo: “La repercusión económica por la práctica de estas
actividades (parapente, senderismo, rutas a caballo, barranquismo…) es muy
relevante, en torno a los 250 millones de euros”. Vamos a ver, ¿Solo en Güímar?
¿En la isla de Tenerife? ¿En toda Canarias? Creo que se necesitaba una
aclaración, porque entre los millones de ayer y esta nueva inyección, ¿cómo es
posible tanta precariedad laboral? Deberíamos nadar en la abundancia, salvo que
los cálculos matemáticos hayan cambiado desde mi época de estudiante.
Al periodista se le debió pegar algo del comportamiento de la
alcaldesa. La que pinta rayas azules en el Polígono Industrial, la que se va de
gira con los vecinos a ‘Sálvame’ y la que hace payasadas durante la presentación
del cartel de las fiestas de San Pedro. Y luego nos quejamos de los gestos de
un tal Trump. Al que cierto empresario mexicano ha estampado en una nueva marca
de papel higiénico bajo el lema de “suavidad sin fronteras”. Le dio por todo el
tubo de escape.
De vuelta, parada en La Laguna. Donde 64 operarios, de los
que se sacan del paro merced a los convenios entre los ayuntamientos y el
Servicio Canario de Empleo, llevan desde finales de abril mano sobre mano
porque no tienen uniforme para realizar los quehaceres para los que fueron
contratados. Como el que compra un coche y lo deja en el garaje por falta de
gasolina. Consultado el correspondiente (ir)responsable municipal acerca del
asunto, este alega que mientras tanto han recibido charlas informativas sobre
seguridad. Pues estarán hasta los mismísimos de tanta perorata. Y a lo peor no
tenían tampoco bolígrafo para tomar apuntes. Manda aquello.
A la altura de Tacoronte escuché por la radio que el PP no
había contactado aún con CC para posibles pactos. Nadie lo diría por las
declaraciones del palmero Antona. O la grancanaria Navarro. El tinerfeño
Domínguez está muy ocupado buscando el foco de los dípteros. Entiendo que se necesita
mucha gente para gestionar unos desconocidos presupuestos. Y nadie mejor que un
partido que está plagado de ejemplos de buena gestión.
Cuando divisé el Valle desde la Cuesta de la Villa y contemplé
las plataneras que aún salpican este territorio, me acordé –ya circulaba por San
Pablo, donde estaba el empaquetado que tantas veces visité acompañando a mi padre–
del mal de Panamá, la enfermedad que atacaba la platanera por la acción del
hongo fusarium oxysporum (esto lo
consulté en la Wikipedia). Ahora este mal se ha
extendido a la raza humana y ya embiste con violencia a ministros del
PP, a fiscales y empresarios varios. Puede que también esté afectando a Rajoy,
a tenor de sus últimas equivocaciones. Ya no distingue bien los botones.
Circunstancia que debe aprovechar Podemos y seguir adelante con la moción de censura,
porque lo mismo Mariano la vota a favor.
Espero que les haya entretenido en el paseo. Este fin de
semana me toca folclore en La Villa con los amigos de Higa y el próximo me iré
a Los Cristianos, donde los ‘jubiletas’ de la promoción de Magisterio tendremos
la cita anual. Y que el pasado año me perdí por un aterrizaje forzoso en Las
Abiertas.
Disfruten, y nos vemos el lunes.
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