Estaba cerca la cita electoral de 2011. Y “Los Realejos
merece un cambio y mirar hacia adelante”. Fue el lema del candidato a la
alcaldía por el PP. Quien obtuvo la mayoría absoluta (11 concejales) porque la
debacle del PSOE (pasó de seis a tres en su representación municipal), junto al
ya premonitorio descenso de Coalición Canaria, propició que el voto se
decantara por la figura de Manuel Domínguez. Quien sostenía que “si los vecinos
me dan su confianza dedicaré todo mi tiempo y mi esfuerzo a Los Realejos. Este
es mi compromiso”. Era en aquel entonces diputado en el Congreso. Y aunque
renunció al cargo madrileño, pronto olvidó que “lo escrito tiene memoria” y lo
de dedicar todo su tiempo pasó a ser pura entelequia. Esperaban otras
ocupaciones orgánicas e institucionales y las promesas volaron con el viento.
En la actualidad, como es notorio, cualquier parecido con lo plasmado en la revista
número 11 –de la que hoy nos ocupamos– es mera coincidencia. Si el alcalde
releyera, como ha hecho un servidor, el pasaje de que “Los Realejos necesita de
dedicación y de tiempo suficientes como para poder conducir el timón de un
municipio”, a lo peor se olvidaría de inmediato... con otra de sus sesiones
fotográficas.
“Todos los realejeros coincidimos en una cosa: nuestra
primera preocupación y más importante tarea por resolver es combatir las
preocupantes cifras del paro en nuestro pueblo”. Pues sí, muy ‘preocupado’
parecía el señor Domínguez cuando cifraba la población en 40.000 habitantes y
unos 5.000 desempleados. El municipio, siete años después, ronda los 36.000
habitantes con unas cifras de paro todavía superior a las 4.000 personas. Si se
ha disminuido cuatro millares el padrón municipal (se han traslado al Sur de la
isla o a otros destinos en busca del sustento) y las cifras del desempleo solo
lo han hecho en algo más de mil, mucho debe estar fallando. Aunque ahora don
Manuel se escuda en que no es de su competencia tal menester. Y lo de “agilizar
la inversión pública y privada para el mantenimiento, creación e implantación
de nuevas empresas que reactiven la economía local y generen riqueza” parece
que no ha surtido demasiado efecto. Se achacaba a los anteriores mandatarios la
“huida de personas y empresas”, algo que (no olviden que la publicación aludida
es de solo uno o dos meses antes de las
elecciones) en estos siete años que lleva de gobierno el Partido Popular no ha
sabido atajar.
“Por una cripta en condiciones en La Montaña”, porque
alguien se olvidó de aquel núcleo poblacional. Amén de pasos de peatones
elevados (a petición de los vecinos, se aclara; muestra inequívoca de lo que entienden
por participación ciudadana). ¿Se halla el tanatorio mentado ya en las debidas
condiciones y se adapta a la normativa legal vigente? ¡Ah!, claro, del dicho al
hecho.
“Por la Travesía del Pino transitan a diario muchos de sus
vecinos. La carencia de acera y una escasa visibilidad lo convierten en un
lugar de notable peligro. El PP propone proyectar finalmente una alternativa
segura y viable para darle una solución”. Me alegro. Ahora está que da gusto
verlo. A lo peor es que un concejal, con industria cercana, pasa solo en coche y
no ve peligrar los tobillos.
“Muchos vecinos se sorprenden cuando descubren que hay determinados
lugares en nuestro pueblo que carecen a día de hoy de alumbrado público. Seguiremos
exigiendo unos servicios básicos para todos”. Y llegó la privatización. Y
aumentaron los lugares de sombra. Eso, a peor la mejoría.
“Hemos exigido la apertura, de una vez por todas, de la
Guardería Pública y una mayor presencia de los cuerpos de seguridad y
vigilancia”. En Icod el Alto, concretamente. La guardería fue abierta hace un
par de meses. Las velocidades son diferentes según donde se sitúe cada cual. Lo
de la seguridad se ha conseguido con el aumento notable del número de policías.
Ya saben que el 'despido' de Marrón ha posibilitado que se cubra íntegramente la
plantilla.
El Vivero de Empresas, salta a la vista, ha generado tal cúmulo
de actividad que… Ya está. Con los garbanzos de la gente yo no juego.
¿Una ludoteca en la zona de La Puntilla (La Longuera), la
Casona de La Gorvorana…? “Corre, corre, que vienen las elecciones”. Si estás
desconfiado, te presto la revista, por si la perdiste o la arrojaste a la
basura.
Dar una solución al Callejón de los Cuartos. ¿Cuándo? Estamos
en ello.
Propuestas en positivo: Casa de Agustín Espinosa,
rehabilitación del Cine Viera, segunda piscina para todos, con baños accesibles
y fisioterapeuta…
Reglamento de participación ciudadana: “El acceso a la
información y la falta de respuesta por parte de los políticos en muchos casos
causan malestar y desasosiego en quienes esperan de la administración una
relación más cercana y directa. Los Realejos necesita un nuevo reglamento con
el fin de abrirlo al conocimiento y a la participación de todos”. Y jamás se
hizo la luz. Eso de que la gente hable y exponga pareceres escuece sobremanera.
Menos mal que me queda el blog. Hasta que decidan expulsarme de La Corona.
Concluyo con el “derroche de publicidad” que El PP –insisto:
año 2011– echaba en cara al gobierno de CC. Espero y deseo que ningún concejal
del grupo de gobierno actual se vea obligado a repasar el contenido de las dos
revistas que dieron lugar a los artículos de ayer y hoy. No es mi intención hacerles
pasar por tarea tan ardua, porque, a lo peor, alguno despierta y descubre que
el camino de rosas que Manuel Domínguez vende en cada comparecencia no es tal.
Y lo mismo se asusta.
En resumen, desde ha bastante han sido excelentes vendedores
de humo. Sigo a la espera de que se equivoquen en el envasado y pongan dentro
del recipiente aromas extraños que puedan provocar alergias en un pueblo que
aún sigue creyendo en pajaritos preñados.
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