lunes, 9 de abril de 2018

Estación depuradora comarcal

El grupo municipal socialista presentó una moción en la última sesión plenaria del ayuntamiento realejero para instar al Gobierno de España a que declarara la nueva estación depuradora de aguas residuales para el Valle de La Orotava (EDAR) como obra de interés general. La actual, ubicada en Punta Brava, justo al lado del Hotel Maritim, como todos sabemos, ya da sus últimos coletazos (tras las muchas peripecias habidas en el pasado) y en unos pocos años quedará completamente obsoleta, no solo por sus dimensiones y capacidad, sino por el avance de las nuevas tecnologías al respecto. Para la nueva, cuyo importe rondaría los 17 millones de euros, el Plan Hidrológico de Tenerife contempla el suelo necesario, calificado como rústico de protección de infraestructuras hidráulicas, completamente disponible y abarca la superficie de la actual junto a los terrenos aledaños, desde el costado norte de donde se ubica el campo de béisbol, para entendernos y situarnos.
Mientras los consistorios villero y portuense adoptan acuerdo UNÁNIME para elevar tal solicitud –la trascendencia e importancia del tratamiento de las aguas (enormes cantidades de metros cúbicos van al subsuelo, cuando no directamente a la mar) no podía esperar otra respuesta de las corporaciones (incluidos los concejales del PP)–, el nuestro, el de la Muy Noble e Histórica Villa de Viera, por obra y gracia de los ‘tres mosqueteros’ que ilustran el encabezado de este artículo de opinión (el resto del equipo de gobierno va detrás sin decir ni pío), en otro arranque de prepotencia y soberbia, decide que no toca debatir el asunto. “Es un tema que no nos afecta”, se descuelga el señor alcalde en otra demostración de que este PP, el de aquí, es diferente al PP de allá, el nacional. Cinismo e impudor a la enésina, o más. Y como estamos escribiendo de asuntos que pueden producir malos olores si no se asisten adecuadamente, permítame usted, don Manuel Domínguez, que le espete: C´est la merde!
Ya tuve la oportunidad, tiempo atrás, de escribir otros dos comentarios acerca de sus arrancadas plenarias. Esas que demuestran que Los Realejos no se merece un alcalde que cobra, y bien, por estar más fuera que dentro (ya lo tenemos calado con sus sesiones fotográficas semanales) y al que le está quedando muy ancho el cargo con las salidas de tono, cuando no desprecio absoluto hacia quienes son tan representantes del pueblo como lo pueda ser usted, por mor de una mayoría absoluta (prestada por la debacle de Coalición Canaria) que se le subió a la cabeza (y como la suele tener en otro lado, deriva absoluta). Aquí les dejo los enlaces, por si alguno necesita recordar cualquier aspecto:
Sus tics le delatan de manera significativa. Dijo, no ha tanto, que no se tenía que definir en asuntos de índole internacional. Tampoco es la primera vez que suelta la lindeza de que en cuestiones de Madrid (como si no acudiese a la capital, en su calidad de vocal de la ejecutiva nacional, cada tres por dos para aplaudir con las orejas a Cristina Cifuentes, verbigracia) no debe posicionarse. Ahora baja otro escalón para deleitarnos con la no afección de los desechos de treinta y seis mil finales de los aparatos digestivo y urinario. O en román paladino, que cagadas y meadas (con los aditivos de rigor y efectos colaterales subyacentes) de toda la población de nuestro municipio le importan un pimiento, que ya nos encargaremos en un futuro de enviar la porquería por correo certificado, eso sí, sin acuse de recibo. Estos morros suyos no son los que brinda en las asociaciones de mayores cuando organiza el tenderete de turno. ¡Ah!, las dos caras.
¿Está en sus cabales o la cabeza comienza con las descompensaciones surgidas de su permanente desdoble de personalidad? ¿En su calidad de presidente insular ya llamó la atención a sus concejales en Puerto de la Cruz y La Orotava por llevar la contraria en los flujos migratorios de sustancias de color marrón (qué casualidad)? ¿Cómo va a vender ahora esta disparidad de criterios? O, a contrario sensu, ¿ya le tiró de las orejas Lope Afonso, como superior jerárquico en el organigrama regional popular, por su salida de tono, máxime cuando la mierda se la va a tragar él (perdón por el acento tan directo, pero enormemente gráfico)? ¿Se acuerda cuando hizo caso omiso a otra propuesta relacionada con el 8 de marzo y luego se fue a La Orotava a sacarse una foto en la escalera de acceso al ayuntamiento para firmar un manifiesto, dentro de la Red de Municipios por la Igualdad, en el que, entre otros aspectos, se contempla lo de “optimizar recursos” y “mutuo asesoramiento”? Es usted falso de toda falsedad. Ni siquiera puedo perdonarle, o disculparle, en esta oportunidad la enfermedad que padece por sus linderos de naciente (La Carajita) y poniente (Barranco de Ruiz). Como mi alcalde que es, me veo en la obligación de reprocharle el que me haya utilizado para demostrar a los vecinos que somos un pueblo insolidario y mal avenido. Y de eso nada. Los realejeros somos nobles y participamos en las causas que requieren compromiso, a pesar de contar con un equipo de gobierno al que cada vez se le sube más el ego, engordado a su imagen y semejanza.
Estos contenidos de especial trascendencia son los que no se comunican. Para ello no se ponen en marcha los medios de comunicación que tan bien utilizan y dominan para sus campañas de venta de humo en frascos pequeños. Pues quiero que sepa una cosa. Desde ya estoy solicitando a los amigos que compartan y difundan el contenido de la presente. Por redes sociales y en la conversa del bar de la esquina. Porque usted, en mi nombre, no puede seguir campando a sus anchas, tomando decisiones que ponen en entredicho mi relación con los familiares que habitan en este maravilloso Valle de la Orotava. Lo voy a contar a todo aquel con el que me tropiece en los días venideros, en la piscina municipal y en los kilómetros que pueda patear cada mañana. Me va a tener a su lado en aquellas iniciativas que redunden en nuestra calidad de mi vida, pero va a tropezar con una pared en decisiones como esta que nos concita hoy en el post bloguero. Voy a etiquetar (ya sabe, y si no se lo digo, que el enlace –ya sé que utiliza link por sus antecedentes anglosajones; yo soy más platanero– a Facebook y Twitter es automático) a los concejales de la oposición por dos motivos fundamentales: Se merecen apoyo ante tanto desagravio institucional, de una parte, y alcanzaremos un mayor número de lectores que, a buen seguro, despertarán de ese letargo en el que siguen sumidos por sus cantos de sirena, de otra.
Ya saben que no es mi estilo el autobombo, pero en este, sin que sirva de precedente, los animo a que hagan todo lo posible para difundir esta ignominia por cuanto medio tengan a su alcance. Aunque sea leyéndolo en voz alta en la azotea de la casa. Favor que agradeceré eternamente. Y saben los seguidores jóvenes que aún existe un colectivo bastante amplio, un sector mayor de la población, al que debemos informar. Es nuestra obligación como ciudadanos comprometidos. Que mañana nadie nos espete que ni en nuestras idas al baño somos copartícipes. Y que arriba remitimos los paquetes con nocturnidad y alevosía.
Turbio argumento, Manolo. Te juro que iba a terminar con un expresivo la has cagado, pero lo dejaré, por si se tercia, para otra ocasión. Atentamente.

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