miércoles, 11 de abril de 2018

96º aniversario

Allí estuvimos en horas del mediodía del pasado domingo (8 de abril). Y se palpaba ilusión. Aspecto que estuvo perdido durante muchos años. Había bastado unos cepillos y bastantes ganas para la metamorfosis. En el techo, las huellas del abandono se dibujaban aún. Pero ya se impermeabilizó la azotea, me indican. Y en las paredes se observan hendiduras para nuevas canalizaciones de luz y agua. El mueble biblioteca de la entrada ya presentaba aspecto diferente a como lo pudimos contemplar el pasado mes de enero. En fin, se vuelve a empujar en la dirección adecuada.
Antes de dar buena cuenta de la surtida muestra gastronómica que sobre las mesas habían depositado los organizadores, hizo uso de la palabra el señor presidente, Domingo García, para agradecer la presencia de la nutrida concurrencia y hacer un llamamiento a la colaboración, encareciendo el aspecto de la captación de socios, razón de ser de la Sociedad Valle de Taoro. En representación del ayuntamiento portuense, el concejal del barrio, Pedro González, animó a los presentes a seguir en la senda iniciada hace unos meses para intentar superar el tremendo bache habido y destacando los valores que siempre han distinguido este señero Casino, al que ni ideologías, ni siquiera la mal denominada guerra civil, han podido cortar la trayectoria de una entidad que se encamina decidida al centenario. Al tiempo, animó a la directiva a que soliciten del consistorio toda la ayuda necesaria para que regrese la actividad cultural a sus dependencias y vuelva a ser el referente que siempre fue en el entorno. Este aprendiz de cronista espera que el olvido no haga acto de presencia.
Mientras en los platos iba disminuyendo el volumen de sus contenidos y se inició el riego de los gaznates, las conversas de rigor, que en todo ágape que se precie son característica destacada, afloraron. Se amontonaron recuerdos de años idos, de épocas de esplendor, pero, asimismo, de desidias y abandonos. Porque es menester recordar pasajes de tinieblas, aunque sea para no repetirlos.
Los cuadros de los presidentes colgados en la pared del poniente daban fe del camino recorrido. Hasta ellos requieren un buen remozado. Amén de alguna ausencia –otra broma distendida para uno de ellos allí presente–, parece conveniente establecer criterios de uniformidad a la hora del recordatorio de sus periodos de mandato.
Y en más de una ocasión surgió, entre las muchas contingencias que se abren ante la nueva singladura, la posibilidad de que fuese una mujer –tradicionalmente soslayada su presencia en estas nueve décadas– la que ocupase la presidencia, amén de otros cargos en el equipo de gobierno, cuando en el año 2022 traspasemos el umbral que nos conducirá a dar los primeros pasos en la segunda centuria. Sería muestra inequívoca de un gran adelanto social y el retrato de una normalización estatutaria. Por cierto, que habrá que dar un buen repaso a los mismos (Estatutos, o Reglamento, como lo denominaban aquellos que pusieron los cimientos) por si han quedado desfasados.
A los postres –¿se dice así, no?–, una parranda (¿Los almendros?), que viene furrungueando (sigamos poniendo de moda los canarismos) cuerdas desde hace unos meses en el barrio, amenizó la velada con varios temas, que en más de una ocasión fueron acompañados con los coros de rigor por los asistentes al acto. También el cumpleaños feliz, por supuesto.
Las transformaciones no surgen de manera espontánea. Tampoco se fabrican de la noche a la mañana. Es menester paciencia. Mucho tiempo y arrimar el hombro. Cada cual en lo que pueda aportar. Si me dan una cuchara de albañil lo mismo hago una muy fuerte chapuza. Pero aquí estoy con lo que creo pueda ser mi grano. Dar a conocer cómo otros cogen la picareta, pasan la fregona o hacen una tortilla para matar un jilorio. Y pasito a pasito, despacito pero sin pausa, seguiremos marcado hitos, colocando mojones en el itinerario.
Hagamos honor y brindemos por quienes tuvieron la feliz idea aquel sábado, 8 de abril de 1922, en que se dio el pistoletazo de salida. En la actualidad los entretenimientos son muchos, pero debemos animar a quienes han decidido no seguir parados viéndolas venir. Corramos tupido velo a la negra etapa reciente y miremos el futuro con optimismo. Si todos arrimamos el hombro, la nave seguirá bogando.

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