Cuando redacto estas líneas –mediodía del jueves 12– estoy
turbio perdido. No sé si es que me dura el cabreo que cogí la noche anterior
cuando Cristiano Ronaldo me echó a perder una décima que tenía preparada (el
Madrid perdía en ese entonces por la misma diferencia de goles que traía de
renta desde Italia) para que los del Barcelona no pensaran que solo se las
dedico a ellos, o que necesito unas vacaciones urgentes porque el estrés me
sobrepasa. Así que no respondo del presente, y si al final concluyes que este
rebujato no vale un céntimo no seré yo quien te quite la razón.
Comienzo con la promesa (si quieres también te lo puedo
jurar) de que no he cursado máster alguno en mi vida. Si por un casual
localizaras en mi currículum reseña al respecto, será porque alguien del PP
quiere fastidiarme. Sí, no te creas que voy descarriado porque más de uno me
tiene enfilado. Y han cursado órdenes a sus voceros para que pongan el
ventilador en marcha. Como a los realejeros, eso manifiesta el alcalde, no nos
afecta la depuradora comarcal, ve tú a saber si los miasmas deletéreos que se
propagan por el aire no nos producen escozores mentales. Y no son piojos. ¿O sí?
“El PP niega que haya decidido que Cifuentes tenga que
dimitir”. La mayoría de medios de comunicación se hicieron eco del asunto. Por
consiguiente, que diría Felipe, adiós, Cristina, adiós. Tú, mejor que nadie,
sabes que esa es la antesala de la decisión final. No me extrañaría que pueda
quedar desfasado y cuando leas este párrafo –a partir del minuto uno del día
13– ya le hayan agradecido a la presidenta de la Comunidad de Madrid los servicios
prestados, con el aviso de que pase por Génova a firmar el finiquito. Cómo se
nos chafa la vida por un máster de nada.
En la vecina ciudad portuense siguen revueltas las aguas del
Lago. Y no es que la mancha canela que observamos en Punta Brava se haya
trasladado hacia el naciente. Sigue coleando lo del robo de cierto material.
Leí que han sido varios los expedientes que en estos últimos tiempos se han
abierto en Pamarsa. Desde aquel lejano 30 de marzo de 1989, la sociedad mixta
Parque Marítimo, S.A. (y desde 1992, Empresa Pública Municipal) se ha visto
envuelta en demasiadas controversias. Y bastante turbias. Pero como el alcalde,
Lope Afonso, no demasiado popular pero destacado dirigente del PP, es de la
línea del laissez faire, laissez passer
(dejen hacer, dejen pasar), me temo que una vez más –y van…– no habrá cargo
político que asuma cualquier tipo de responsabilidad. Y como en CC están más
preocupados en posicionarse de cara a mayo de 2019, ¿qué importa una raya más
para un tigre? A vivir, que son dos días.
Como Mahou San Miguel ha adquirido algo más de la mitad de
las acciones de la empresa que comercializa una botella (con agua) que se puede
ver cada semana sobre una mesa ubicada en los aledaños del Barranco de San
Felipe, me imagino que si cambia la bebida a cerveza, se incrementarán los
grados dialécticos. Es un mero suponer.
Dijo mi alcalde que “ya estaba bien de shows mediáticos”. Y
no se refería a él mismo mismamente, como seguro que tú pensaste, y yo también.
No, era por una reunión de alcaldes en la Isla Baja. Y al día siguiente, para
demostrar que él no se dedica a esas cuestiones, se fue a Realejo Bajo –en la
foto de Diario de Avisos tienes la muestra– para convertirse en protagonista de
“Érase 2018: La Ciudad del Cuento y la Palabra”. Porque los que aparecen en la
instantánea deben ser todos unos excelentes cuentacuentos. Bueno, lo son, y a
los hechos me remito. Los que se curran la organización previa y luego ponen en
escena el amplísimo elenco de actividades debían estar en el lado desde donde
el fotógrafo disparó. Espero que otro ilustre, Antonio Alarcó, recapacite un
fisco antes de lanzarse a la aventura de criticar a CC por, eso sostiene,
gobernar desde las redes sociales. Aunque, pensándolo mejor, estos postureos
deben ser “un ejercicio de participación ciudadana colectiva”, en palabras de
cierta concejala. ¡Ah!, me reitero en lo argumentado en ocasiones anteriores:
yo suprimiría lo de ciudad y abogaría por villa. El éxito, como en años precedentes,
está más que garantizado. Prueben en 2019 a no sacarse la foto y verán que sigo
teniendo razón. ¿Qué escribiste? Ni se te ocurra volver a hacerlo; esa acción
del posado es, es, es…
A perdonar si no he sabido reburujar adecuadamente.
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