Para el artículo de los viernes me suele ocurrir, con
bastante frecuencia, que echo mano de lo que yo considero un repaso semanal.
Que no es completamente cierto porque el comentario queda redactado en la tarde
del jueves y aún queda tela por cortar. Puede que tampoco sea lo que haya
trascendido con mayor incidencia en el mundo informativo, pero como de este
blog, con el permiso de todos ustedes, soy el único responsable, allá vamos con
este ramillete.
Me imagino que se acordarán todavía de un señor de Gran
Canaria, quien fuera ministro de uno de los gobiernos de Mariano, y que tuvo que
arrancar la caña por un turbio asunto de papeles relacionados con un país
atravesado por un canal. Pues el susodicho José Manuel Soria, dedicado ahora al
asesoramiento, sigue disfrutando de escolta policial, amén de sueldo de
consolación, incluso para sus viajes privados o de negocios. El último de ellos
a Lanzarote, tierra en la que se encuentra como pez en el agua, donde suele
pasar vacaciones en hoteles ilegales y a la que acude para gestionar, en
ayuntamientos que casualmente gobierna su partido, asuntos relacionados con
recalificaciones de terrenos. Da la impresión de que los populares pretenden
asegurar sus pertenencias antes de que el barco se hunda definitivamente.
No anda tampoco Coalición Canaria por este Norte muy sobrada.
Ya conocerán que en Puerto de la Cruz se disputaban Sandra y Juan Carlos el
honor de encabezar la candidatura para las elecciones de mayo de 2019. Los culpables
de la debacle de 2015 (pasaron de ocho a cuatro concejales) dilucidaban a cara
de perro –las declaraciones previas a esta cita denotaban el nivel de armonía
existente en el comité local– cuál de ellos sería el (in)feliz afortunado de
realizar el cuádruple salto mortal hacia atrás. La responsable política del feo
asunto de Lago Martiánez ha resultado ganadora en la lucha intestina. El
perdedor, para dar un poco de alegría a la alicaída parroquia, y nada más
conocerse el resultado, ha soltado la guinda de que con ella ni a misa. Y como
por mi pueblo Enrique lo tiene más negro que los sobacos de un grillo, pon tus
barbas a remojar, estimado Paco Linares, no sea que la Villa también se sume a
la fiesta subiéndose al carro de los despropósitos.
Se fue Cristina Cifuentes,
que vino a regenerar,
y se tuvo que largar
por asuntos malolientes.
Unos hechos evidentes,
aunque los tilde de errores,
causan al PP dolores,
ya en el borde del abismo,
y diarreas, asimismo,
con tremendos escozores.
Bien lozana, tersa y fresca,
Cifuentes ya dimitió,
al PP regeneró
añadiendo nueva muesca.
Con esa actitud chulesca,
con que vive el caradura,
dijo con total frescura
que la crema detectada
a su bolso fue enviada
por una extraña conjura.
Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) se están
convirtiendo en una vulgar subasta. Y en la misma, somos los pensionistas la
moneda de cambio. Aparece y desaparece el dinero con facilidad pasmosa. Espero
que seamos capaces los viejos de no volver a hacer el gilipollas y poner a
tantos mercaderes en su sitio. Porque nuestro derecho no es pelota de pimpón
con la que se juega alegremente. Así que ya saben, estimados mayores, abran
bien los ojos. Somos muchos millones y la balanza se inclinará a nuestra
conveniencia.
Las Fiestas de Mayo de la Villa de Viera, recientemente
presentadas en la Casa Municipal de la Cultura, estarán dedicadas al relevo
generacional. Eso leo. Y no lo entiendo. Espero que el alcalde me lo explique
con más detenimiento cuando nos tropecemos en cualquiera de las superficies
comerciales del pueblo. O deberé recurrir a alguno de sus voceros oficiales, de
esos que inundan las redes sociales con muchas fotos y escritos que merecen un
comentario de texto en las pruebas de acceso la universidad por su cuidado
estilo en la composición y por constituir un dechado de virtudes ortográficas.
Sigo esperando a que alguien (consejero, diputado o similar)
me explique el porqué existen estaciones de servicio en estas islas (Fuerteventura
puede ser un ejemplo significativo) en las que debes ser tú el que suministres
el combustible a tu vehículo. Uno no ha realizado curso alguno de preparación
al manejo de sustancias altamente peligrosas. Y puedo armar un desaguisado de imprevisibles
consecuencias. ¿O no?
¿La reforma electoral en Canarias o el rosario de la aurora?
Como no se ponen de acuerdo, y mucho menos aceptan que todo podría pasar por
una reducción del número actual, lanzo la enésima propuesta que consistiría en
elevar la cantidad de sillones a los que quepan en toda la manzana de Teobaldo
Power, aunque ello signifique expropiar cuantos edificios sean menester.
Siempre que el montante no sea inferior a doscientos cincuenta o trescientos. Y
si me apuran, trescientos cincuenta, porque no vamos a ser menos aquí que en
Madrid. Así podría Casimiro fletar el Benchijigua o, incluso, llevar a cabo una
sesión plenaria en cualquiera de los edificios que se encuentran en La Gomera
muertos de risa porque no se han usado jamás.
Disfruten del fin de semana, que abril va con la proa hacia
el marisco.
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