Aunque no entiendo lo de la mayúscula, que leo en todas
partes, así lo dejo. Debe ser para destacar el que se trata de un asunto
importante. Y como llevamos unos días de total mareo con diplomas y fotos,
entiendo que bueno sería aclarar algunos conceptos al respecto.
Dentro de la web municipal (sitio oficial, que también se
menta) el ayuntamiento de Los Realejos “pone a disposición de los ciudadanos
información sobre su gestión y actuaciones, con el fin de mejorar el buen
gobierno, la calidad de los servicios y la eficiencia municipal”. Y para ello
nos traslada una serie de ítems (artículos o capítulos de un escrito) que guarda
relación con el quehacer de los siguientes apartados: Ayuntamiento de Los
Realejos, Gerencia de Urbanismo, Realserv, Aquare, Vivire (en fase de
liquidación), Radio Realejos y Funcanorte.
Todo ello deriva del cumplimiento de la Ley 19/2013, de 9 de
diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno.
La transparencia, que vendría a equivaler al término anglosajón “accountability”
(esto lo consulté), debería suponer la apertura de Gobiernos y Administraciones
al escrutinio público, ya que el acto de colocar la información en una vitrina
pública, para que la norma cumpla con el objetivo trazado, implicaría,
necesariamente, la posibilidad de análisis, revisión y crítica. Y escribo, aposta,
debería, porque en el caso de la Villa de Viera, tan cacareado por los
sobresalientes obtenidos, la participación ciudadana brilla por su ausencia. Es
más, las voces discordantes se silencian, amordazan, o, directamente, se
machacan. Comenzando por algo tan básico como es el respeto a la labor de los
concejales de la oposición. Basta para ello un ligero repaso a lo acontecido en
las sesiones plenarias y a la apropiación indebida por parte del grupo de
gobierno de propuestas rechazadas y utilizadas, a posteriori, para beneficio
propio. Algo incorrecto, cuando no indigno de quien se jacta de transparente.
Pero voy más lejos. Es este portal, obviamente, una
herramienta que no está todavía al alcance de un porcentaje elevadísimo de la
población. Reto a cualquiera de mis lectores a que me indiquen cuántas veces
han accedido a consultar algo. Aunque presumamos de móviles de última
generación, utilizados mayormente para publicar tonterías en las redes sociales.
Y a mis seguidores –que los tengo– les concedo siempre la etiqueta de
sobradamente preparados. ¿Los otros? Si no son capaces de leer estos cuatro o
cinco párrafos… Sigue tú, que a mí me da vergüenza.
No seré yo quien sostenga que la iniciativa sea mala. Pero
hace falta algo más, mucho más. Ocurre aquí lo mismo que en las campañas
electorales. No basta con Internet. El trato directo surte más efecto que todos
los reclamos virtuales juntos. Y no estamos capacitados. Amén de que, en el
supuesto de estarlo y ser capaces de navegar por los procelosos mares de los
bytes, somos gandules por naturaleza. Y profundizar, analizar, debatir y sacar
conclusiones no entra en los cálculos cotidianos.
Estoy plenamente convencido de que más de uno de los
retratados en los accesos al Parlamento no ha entrado jamás en el portal
mencionado. Digo más, puede que ni sepa de qué va la película. Y ahí los
tienen, diploma en ristre. Pues que los encuadernen. ¿Cómo vamos, entonces, a
pensar que los realejeros estamos dispuestos para llevar a cabo semejante
sacrificio? Por cierto, el concejal que recibió el diploma de la empresa de
servicios, bien pudo colocar antes de la foto esa piedra suelta junto al primer
escalón. Y de los comentarios leídos en redes sociales, colijo que los asiduos (sí, siempre son los mismos) saben tanto del particular (Portal de Transparencia) como yo de Teología.
¿Se acuerdan del Reglamento de Participación Ciudadana? Fue
aprobado con los votos del grupo popular y el mismo recogió lo que a Manolo
convino. No seas exagerado, que reunieron previamente a las denominadas mesas
comunitarias. Sí, para que asintieran con la cabeza las órdenes de la
superioridad. ¿Que están manipuladas, sostienes? No, lo siguiente. Felicidades
por el ‘pograma’.
A Jesús, este mago de La Gorvorana y rebenque de la
platanera, al que la vida le ha brindado la posibilidad de incrementar su
bagaje formativo a base de esfuerzos y sacrificios, que es ya capaz de
alongarse a este mundo informático, aunque sea con dos dedos, y hacer sus pinitos
en el mundo digital de los ceros y los unos, le resulta pesado asimilar las
informaciones de los organismos oficiales. Y transitar por el Portal de Transparencia,
lo aseguro, no es tarea sencilla. ¿Estás dando a entender, entonces, que…? Un
sí rotundo. La vacuidad a la enésima sigue campando por sus respetos. ¿Hoy
duro, no? Pues no, realista. Y la solución a muy largo plazo, pues priman las
boberías. Es, deber ser, la rentabilidad a corto plazo.
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