Como cambié la foto de portada en Facebook y puse una de lo
que conocimos como el corredor en la Casona de La Gorvorana (hoy traigo otra
para ilustrar este comentario), me acordé de aquella pomposa rueda de prensa en
la que Manuel Domínguez, hace ya cinco años, nos comunicaba que un grupo de
estudiantes de la Universidad Europea de Canarias, sita en Inocencio García, 1,
de La Orotava, privada toda ella, se hacía cargo del estudio correspondiente
para que este emblemático entorno de la Villa de Viera pasara a engrosar la
larga lista de edificios felizmente restaurados y convertidos en envidia de
nuestros visitantes, como, por ejemplo, la casa natal del viajero ilustre, la
elevación de Gordejuela, la de Agustín Espinosa, el Cine Viera, los molinos de
Realejo Bajo y sigue tú porque a mí me da risa. Lo que demuestra, bien a las
claras, que merece la pena tener tantos concejales liberados, porque los
realejeros podemos disfrutar de los frutos de una gestión con fundamento.
Los precitados estudiantes debieron sumergirse tanto en
viejos legajos que perecieron ahogados. Mejor, asfixiados. O, lo más probable,
ya finalizaron sus estudios y se hallan a la espera de que el alcalde realejero
los nombre asesores con idéntico sueldo al del jefe de seguridad y emergencias.
Sí, hombre, ese que ves cada día haciendo el mismo recorrido y con el móvil en
la oreja. Aunque no te lo creas, va calculando el mejor sistema de evacuación
del pueblo en el hipotético supuesto de que El Teide se ponga a escupir.
En serio, ¿tú sabes algo del anteproyecto? Que luego debería
pasar a ser proyecto. Y aprobarlo. Y buscar financiación para llevarlo a cabo.
Y… ¿cuántos años me dijiste que habían pasado ya desde que se dio a conocer la
buena nueva? No, por nada, es para hacer un cálculo aproximado de si mis
tataranietos podrían ser algunos de los afortunados testigos de la colocación
de la primera piedra con la foto de quien tú sabes.
Bien podría el ayuntamiento encargar un estudio detallado de
la historia de La Gorvorana desde los remotos tiempos en que se hicieron los
repartimientos tras la conquista, a saber, desde Francisco de Gorvalán. Peritos
en la materia, bastantes en el pueblo. Y sin necesidad de recurrir a
estudiantes privados.
Un servidor, como simple husmeador de periódicos viejos,
aporta pinceladas con las que se va tropezando. Simples granos de una prolija
montaña. Y como allí viví unos cuantos diciembres, me quedo anonadado por haber
compartido paredes con personajes de tan altas alcurnias. Que volverían a
estirar la pata si por un casual pudiesen atisbar cómo se encuentra en la
actualidad lo que fuera su hacienda. Lo mismo no votaban por el encargado (o
mayordomo) de la propiedad actual: el ayuntamiento, más preocupado de su ego
que de viejas historias.
Va una primera reseña que se relaciona, a tenor de lo que se
expresa en el edicto del juzgado, con la otra parte occidental de La Gorvorana,
propiedad de los herederos de los hermanos de la Cruz Chauvet (Juan y Antonio), conectados, asimismo, con el negocio cinematográfico. En fin, Manolo, si se enlaza
una cosa con la otra, y a la viceversa, cuánto trabajo pendiente para tus
concejales de patrimonio. Sí, dos, pero a tenor de lo visto, a precio de saldo
‘ambos dos’.
Comenzamos con el Boletín Oficial de la Provincia de
Canarias, 14 de enero de 1910 (viernes), número 6, páginas 3 y 4.
“Juzgado de Partido. Orotava.
Don Aurelio Pérez y Laredo, Juez de primera instancia de
esta Villa y su partido. Por el presente hago saber: Que en este Juzgado se ha
promovido expediente por parte de los hermanos, Dª. María de los Dolores, D.
Manuel y D Agustín Espinosa y Suárez vecinos los primeros, del Puerto de la
Cruz, y del Realejo alto el tercero, á fin de que se declare á favor de la Dª.
María de los Dolores el dominio de una casa de tres plantas, señalada con el
número cuatro de la calle de Iriarte, antes de Venus, del citado Puerto de la
Cruz, cuyo solar mide novecientos setenta y un metro cuadrados y linda por Este
ó izquierda entrando, con la plazuela Concejil y casa de los herederos de D.
Francisco Gervasio de Ventoso; por la espalda ó Sur con otra casa que fué de D.
Luis Marinas y Lavaggi y hoy pertenece á D. Francisco Renshaw y Peroso; por la
derecha queda al Oeste con el salón bodega que luego se describirá, y por el
Norte ó frontis la expresada calle de Iriarte; y al de los otros dos hermanos
D. Manuel y D. Agustín, por mitad y proindiviso, el de la otra finca urbana
constituida por un salón bodega, situado en la misma calle de Iriarte, sin
número de gobierno, cuyo solar mide ciento setenta y nueve metros cuadrados y
linda al Este ó izquierda, con la casa descrita anteriormente, y por la derecha
y espalda ó sea Oeste y Sur, con casa que perteneció á Dª. Ana y Dª. María
Grijalba, en la actualidad á D. Gustavo y D. Guillermo Wildpredt y Duque.
(seguimos mañana)
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