martes, 18 de septiembre de 2018

Sin respuesta, me imagino

¿Cómo es posible que con todas las inyecciones económicas que recibe Casimiro Curbelo a cambio del voto de los tres diputados de ASG, el paro siga incrementándose de forma notable en La Gomera?
¿Interesa más el subsidio de la Administración (normalmente, papá Cabildo) durante seis meses –luego paro, cáncamos y demás parafernalia– con lo que se garantiza el voto cautivo y no se alcanzan tasas decentes de empleo estable?
¿Teme, acaso, el encargado general, con mando en plaza, que, de estabilizarse el personal currante, acabe por darle la espalda al tiempo que recita aquello de más alto subió la palma?
¿Qué peregrinas posturas defenderán Partido Popular y Ciudadanos ante el anuncio de reforma constitucional, dado a conocer ayer por la mañana, para acabar con los aforamientos?
¿Por qué algunos movimientos feministas deben recurrir a descubrirse el torso para elevar sus protestas? ¿Se miden los reparos en función de volumen, peso o forma? ¿Para cuándo los argumentos en consonancia con las altas capacidades neuronales de toda mujer que se precie?
¿Se van a desempolvar archivos en la Carrera de San Jerónimo dado que el 11% del arco parlamentario en el Congreso de los Diputados es doctor y el 22% ha cursado algún máster?
¿No morirán atragantados, por un ictus verbal, muchos de los que ven pajas en ojo ajeno y no vigas en el propio?
¿Para cuándo un cambio sustancial en la política de viajes del Imserso que permita a aquellos pensionistas de rentas exiguas poder acceder al menos a un traslado en la temporada, aunque haya que dejárselo gratis, cargando esos importes a los que disfrutan de rentas más elevadas y que son los que, de manera sistemática, acaparan los paquetes vacacionales?
¿Por qué deben felicitarme algunos realejeros por escribir lo que escribo, sin tapujos, y califican este derecho constitucional (artículo 20, apartado a) como un ejercicio de valentía?
¿Qué diferencia existe entre los Sálvames de Telecinco y las intervenciones de Inda y Marhuenda en La Sexta?
¿Cuál es el motivo por el que el corrector ortográfico de Word, tras escribir unas dieciocho mil veces el adjetivo realejeros, se empeña en no reconocer a los ilustres hijos de la Muy Noble e Histórica Villa de Viera y me sugiere cambiarlo por realojaros o relojeros?
¿Ya habrá encontrado Ciudadanos la persona dispuesta a encabezar la candidatura a las elecciones municipales en mi pueblo?
¿Por qué corre el runrún de que un sector de Izquierda Unida de Los Realejos está llevando a cabo negociaciones conducentes a que la formación liderada por Alberto Garzón disponga de los dos primeros puestos, alegando que en la actualidad tienen dos concejales, si no ha tanto se me porfió que no habría candidatura conjunta con Podemos?
¿Cómo se retractarían, entonces, de planteamientos anteriores de que no es no? ¿Actuarían con idéntica contundencia al reproche habido a Borrell, tema en el que no les quito la razón, por sus declaraciones armamentísticas, obviando la postura de Kichi, alcalde gaditano, quien avala el contrato sin reservas?
Sean benévolos con este bloguero rural y contesten a las interrogaciones sin acritud. Pausadamente. Con reflexión, tino y buenas maneras, a pesar del título. Aunque estoy dispuesto a renunciar a esta actividad (opino de todo, y de todos) de las jornadas laborales (lunes a viernes), si los buenos amigos que puedan sentirse aludidos se comprometen a formar parte de la plancha que tengo entre ceja y ceja. Habilito de siete a ocho de la mañana del próximo domingo para perfilar detalles, que no serán discutidos en las redes sociales por prescripción médica.
Feliz martes, y hasta mañana.

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