jueves, 18 de mayo de 2017

Canarias, territorio de oportunidades

Cogió su mochila don Fernando Clavijo y se fue a Cataluña. No en un viaje privado sino como representante de todos los canarios. Porque ese ‘cómodo’ número de diputados que su formación política (CC) posee en el parlamento, hace posible que gobiernen aquellos que ocuparon el tercer puesto en número de votos en esta franja que ocupa este archipiélago atlántico y aguas territoriales aledañas. Es la ley electoral de la cuádruple paridad. Añade a lo consabido el hecho de que Coalición Canaria sea siempre la que ordeñe, haya o no cabra a la que estrujarle las tetas.
En Barcelona, concretamente en el Círculo Ecuestre (qué mejor lugar para una burrada de tal porte), disertó acerca de las ventajas de invertir en las islas. Invitó a los presentes a instalar negocios y montar chiringuitos en las zonas habilitadas al efecto. Bien merece la pena, añadió, porque los costes laborales son muy bajos. Y se quedó tan pancho. Puede que se haya sentido Guerra en ese instante supremo y creyó contar otra más de las peripecias del gran Pepe Monagas.
Sí, es Canarias, al sentir de nuestro presidente, un territorio de oportunidades. Y no se le cayó la cara de vergüenza cuando reconoce allende nuestras fronteras que somos un país (o nacionalidad) de miseria, de sueldos desdichados. Puede que el subconsciente le haya jugado una mala pasada cuando estimuló a los catalanes para que se vengan a África, que la mano de obra no supone inconveniente añadido.
Ha pasado tal cuestión, que se me antoja de una gravísima trascendencia, casi  de puntillas. El resto de partidos políticos puede que tengan sus particulares problemillas que resolver. Y de los sindicatos (salvo el parecer de uno que atisbé ayer en un digital), qué contarte. Porque desde ya el señor Clavijo debería estar en casa dedicado a cuestiones de contenido menor. O no da para más, y el cargo le viene anchísimo, o nos toma el pelo al derecho y al revés.
Somos, pues, un territorio de posibilidades. Y los negociantes catalanes, avispados en el comercio y trafulleros en temas (también futbolísticos) de todo para casa, habrán quedado encantados de las ofertas del nuevo mensajero madrileño. Sí, ata cabos y, al final, todo se reduce a intercambios de cromos. Se barajan millones en las altas esferas mientras el pueblo pasa hambre con salarios de infortunio. Y de tal desgracia se congratula el embajador y lo convierte en virtud inversora.
Puede que los componentes de Abubukaka (un cuarteto de amigos a los que les gusta hacer el idiota juntos) ya preparen la parodia para sus próximas actuaciones. En Mueca 2017 no dio tiempo. Y como me han informado de los comentarios vertidos por cierto (des)informador católico, apostólico y asiduo penitente, que sigue al pie de la letra los pasajes bíblicos del amor fraterno y poner la otra mejilla, puede que sea conveniente aderezar el remedo con más crucifixiones. A ver si los calificativos del que debe ser colgado en sentido inverso, surgen al compás de una nueva pieza musical (marcha procesional): “Lamento de huevos trincados”. Para que predique con conocimiento de causa.
Si Fernando supiera lo que vale una mochila actuaría como Dora. Esa sí que es una exploradora. Que sabe en cada instante cómo salir de un apuro con ayuda de un simple mapa. Sin GPS ni otras tecnologías modernas. Entre ella y Pocoyó, cuánto conflicto se resuelve. Enviaré un mensaje a Carolina para que amenice Teobaldo Power con unos capítulos ilustrativos. Y si debo ir de asesor, ahí estaré. Al tercer nieto, ya uno es todo un veterano en dibujos animados. Algunas señorías, también.
Para que nunca jamás mi tierra se vea vilipendiada con tan grosero proceder. Mucho peor que el lance haya tenido lugar en el mes de mayo. En ese periodo de tiempo en el que las proclamas institucionales nos brindan canariedad por doquier. Y este personaje nos vende al mejor postor alabando la precariedad laboral. Sin cortarse.
Me adueño de un corte de la nota de prensa de mi alcalde en la que da cuenta de la sanción (o expediente sancionador, que es bien diferente) a uno que dejó un coche abandonado: Residuo contaminante y peligroso. En eso se está convirtiendo, usted, don Fernando. Especula con nuestras indigencias, con miles de paisanos que se amontonan en las listas del paro o que perciben cuatro perras por jornadas laborales de esclavitud. Nos ha pintado bien de negro. Por mucho menos que eso en Europa se dimite. Pero al costado del continente africano es muy diferente. Es, deber ser, lo que traslada el ya barón Linares cuando manifiesta que hay que trabajar como si estuvieran en campaña electoral. Márchese, señor Clavijo.
La foto no es actual, pero la mochila es la misma. Aunque le queda ancha.

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