miércoles, 21 de marzo de 2018

Debate de la inutilidad (canaria)

Qué tiempo tan mal perdido. Qué dinero tan mal gastado. Qué cuerpos más desaprovechados para ir a coger papas, o para un corte de piñas. Qué pena más grande este despilfarro. Qué falta de (in)formación. Qué insulto a la ciudadanía. Qué vergüenza. Como diría Cantinflas: cuánta falta de ignorancia.
Ni aplazando el otro pleno, el que debía renovar los órganos dependientes de la Cámara (Diputado del Común, Audiencia de Cuentas y Consejo Consultivo), son capaces sus (muy de ellos) señorías de hacer ver al común de los mortales (un servidor, verbigracia) que son dignos acreedores del sueldo que les pagamos religiosamente cada mes, sin retrasos, sin congelaciones y otros. Limpito de polvo y paja.
Manifestó Jerónimo Saavedra hace apenas unas horas no entender cómo sigue gobernando Coalición Canaria con un apoyo parlamentario tan raquítico. La edad no perdona, compañero. Porque los otros 39 dan pena. Los de ASG sufren desviaciones permanentes. Si Malta, 35 años después, acusa a España de haberse drogado con limones cuando aquel resultado futbolístico de escándalo, yo creo que los diputados canarios, en un exceso de canariedad, esnifan demasiado gofio en polvo.
Nos largó Clavijo ayer por la mañana su tercer discurso en el otrora llamado Debate sobre el estado de la Nacionalidad. Y que se ha convertido, lenta pero inexorable, en el de la inutilidad total. Basta contemplar la foto que ilustra este comentario y que rula por la Internet. No es que ya no se crea el rollo que está largando. Es que se duerme como el bebé que su madre le hace escuchar el sonajero. Porque no me dirás que entró en éxtasis cuando habló de las mejoras habidas en estos territorios periféricos en aspectos trascendentales como el paro, la dependencia o la situación de los hospitales.
Redacto estos párrafos cuando se estrena la primavera. Y ya el polen debe estar provocando las consabidas alergias. Tanto que le escuché al señor presidente hacer mención a la política lingüística. Que deberá ser la continuación de la que Paulino Rivero esgrimió durante las dos legislaturas que estuvo al frente del Ejecutivo y que supondrá la incorporación a las escuelas de idiomas de los mayores de 90 años, único sector de la población que aún no se ha acogido a la medida que ha posibilitado el despegue filológico del archipiélago.
Pero a los otros les valen las notas que ya traen preparadas de casa. Como les sirvieron para los dos años anteriores y guardarán eficacia para los cuarenta siguientes. Y siempre idéntica escenografía: uno habla y el resto asiente con la cabeza. No tardará demasiado que los esguinces (o dieciséis) del esternocleidomastoideo comiencen a pasar factura. A no ser que antes la clavícula salte hecha añicos. O el esternón, que también sufre los embates de estas pantomimas parlamentarias.
Toda la oposición (a los de Casimiro hay que echarles almogrote aparte en la zona recreativa de Las Nieves) coincide en que fue un discurso de vaguedades, generalidades, de fin de ciclo, de un gobierno en minoría, antiguo, caduco. ¿Y qué, genios de la diplomacia? ¿No se dan cuenta todavía de que les toma el pelo al derecho y al revés? ¿Hacen ustedes algo para poner coto a tanto desmán? Contéstame tú, Román, que lo tildaste de viejo.
A los que se dicen representantes del pueblo parece solo importarles que hacer oposición es menos comprometido. Basta con el no por delante. Máxime cuando los ingresos en la cuenta corriente acuden puntuales. Pasarán a la historia de la Comunidad como los mayores inútiles que ha tenido Canarias en su trayectoria autonómica. Porque permitir que CC siga en el machito (¿cuánto llevan ya?) con 18 diputados (y ahora sin novia, manda jinca de carnero), nada aporta a la sección de méritos. El panorama sería bien diferente si ese abnegado sacrificio parlamentario no conllevara asignación económica alguna. Porque es muy fácil alegar las cuatro boberías de siempre (calcos que se reproducen miméticamente), soltar las parrafadas de rigor ante alcachofas y móviles y… vamos a echarnos algo. Pon otro medio ahí. Váyanse a freír chuchangas.
Y remata la función el despliegue de la televisión pública. Sí, la banda de Trinidad. Más de cincuenta profesionales para cubrir la información del magno acontecer. Otro desagüe más de los dineros tuyos y míos. Qué digo, de ellos. Para tal menester sí hay fondos suficientes. Vaya capítulo de despropósitos.
Mientras tú lees estas líneas, el debate de la inutilidad continúa. Al final, unas propuestas, unas conclusiones y que todo siga igual. CC continuará manejando los hilos del resto de marionetas. Antes eran PP y PSOE. Se han sumado Podemos y Nueva Canarias. Casi rodean al manipulador, al titiritero. Pero este se escabulle en los momentos difíciles porque han contratado un buen maestro que echa una mano. O las dos. Basta un simple silbido.
Qué espectáculo. Qué circo. Qué lástima. Qué inútiles. Qué cabreo tengo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario