Puede que el titular no sea demasiado correcto. Porque
cuando acabes de leer el comentario de hoy, lo mismo me achacas que lo he
utilizado como una excusa. Y no te quitaré la razón, pues bien pudo haber sido mentado
como el paseo, o pateo, diario. El hecho es que sí que pasé por la vía citada y
me surgieron unas dudas a manera de un par de cuestiones que, con tu permiso,
dejaré para el final, a los postres.
Aparqué el fotingo (que deberé vender en 2040) en Los Barros, a la altura del local de
la Asociación de Vecinos Cañaveral (La Carrera), cogí el paraguas (por si) y
comencé a calentar la pata (ya sabes que la derecha se pone boba a veces). A la
altura de El Castillo ya estaba tibia. TF-820 adelante, pasito tun-tun, llegué
a Las Arenas. Por la mar, grandes columnas (las brumas cogiendo agua, ¿te
acuerdas?) amenazaban con posible sorpresa.
Te habrás enterado de que abrieron HiperDino en la zona de
Puerto de la Cruz. Cerca de Lidl. Para tenerlo todo a mano, como en La Gañanía
realejera. Y cuando atravesé aquella zona, madre mía, cuánta mierda. Plásticos,
ni te cuento. Te invito a que te des una vuelta y camines desde la gasolinera
hasta San Nicolás. Así te echas un cortado en Miniño. Vaya imagen más cochina
la que brindamos. Aquí quedaría bien lo de ‘al que nos visita’. Pero entiendo
que también a los que acudimos a dichos establecimientos, porque la fotografía
es guarra de solemnidad. A ver si poniéndolo clarito, con todas las letras, se
digna cualquier autoridad a darse un salto por los alrededores. Dejaré unos
días y pasaré la próxima semana. A ver.
Atravesé San Jerónimo en sentido oeste-este y me fijé que hay
al menos dos lugares en los que determinadas empresas del mundo del espectáculo
y de la publicidad colocan su cartelería. ¿Nadie ha visto cómo está aquello?
Cada vez que uno llega a rellenar los espacios (sí, uno al lado de Leroy
Merlin), quita todos los que estaban pegados con anterioridad, o se cayeron con
las lluvias últimas, y el suelo está de lástima. Los que se volaron, ve tú a
saber dónde recalaron.
En la que yo llamo rotonda de Ambrosio (la que era luminosa
y con unos lindos chorros de agua, ¿te acuerdas?) empezó a llover con ganas. Y
lo estuvo haciendo hasta que alcancé la zona de el Parque de la Higuerita.
Menos mal que el paraguas era grande. Y en el tramo de la carretera general por
La Vera (desde la FAST hasta la farmacia, margen izquierda en dirección a Los Realejos),
todas las casas tienen los desagües de sus azoteas hacia la acera. Y está este
viejito como para ir dando saltos. ¿No ha habido tiempo en alguna de las remodelaciones,
a las que son tan aficionados los ayuntamientos, para poner un tubo que
canalice esas aguas hacia cualquier alcantarilla? Vamos, digo yo.
Y ahora te cuento lo de la Avenida de Canarias. Obra en la
que el Cabildo aporta el 80% del presupuesto. Con un plazo de ejecución de 10
meses. Que se cumple en estos días. Pero que se alargará tanto como la ley
permita para poder inaugurarla a las puertas de las elecciones municipales de
mayo de 2019. Para lo que habrá cachetones a la hora de salir en la foto. Dado
que la tarea se ha dividido en 21 fases (para todos los detalles, puedes pinchar
en este enlace: https://losrealejos.es/avenidadecanarias/),
y a fin de evitar malentendidos entre Domínguez y Alonso, o sus respectivos
protocolos, siempre y cuando ninguna Virgen quiera estar presente en el corte
de cinta, propongo cinco ceremonias, cuatro para Carlos y una para Manolo (en
proporción al dinero apoquinado). Por ejemplo, la podemos dividir en tres
tramos y dos rotondas. Y como el Cabildo se va a lucir más, deberá dejar escoger
al ayuntamiento realejero qué acto del quinteto prefiere. Se pondrá como
condición el que no habrá interferencias. Así que cuando le corresponda al PP
(los demás grupos no podrán acudir porque lo haremos por la mañana y los
concejales opositores se encuentran en sus respectivos trabajos: ajo y agua),
solo podrá estar presente el grupo de gobierno en la Villa de Viera. Y en las
cuatro ocasiones en que deba acudir el pacto cabildero (CC-PSOE), Manolo,
Adolfo, Noelia (que en las próximas quiere dar el salto al palacete insular) y
resto de la tropa desaparecerán del pueblo o guardarán la debida distancia
prudencial (dos kilómetros en línea recta) para no ser captados por las cámaras.
Y los que hablan boberías de la vía que solucionó durante
varias décadas el tráfico en Los Realejos (¿está mejor ahora?), señalarles que
cuando se proyectó la calle Doctor González –antes de las primeras elecciones
democráticas– ya se había desviado el cauce del barranco afectado hacia el de
Godínez. Infraestructura que nunca ha presentado anomalías por lo que es
rotundamente falso que se aluda a las aguas del barranco como las causantes del
hundimiento de la Avenida de Canarias. Acháquenlo, en todo caso, a las fugas de
aguas residuales de los pozos de saneamiento de los edificios colindantes. Hecho
que acabó por reblandecer el terreno. Y llamo la atención de que se siguen
llevando a cabo reformas sin que se acometa de una vez por todas con los
acoples necesarios a la red de saneamiento, por lo que se continúa vertiendo
mierda (¿y qué quieres que ponga?) al subsuelo de manera incontrolada. Y
ejemplos significativos los encontramos en las denominadas zonas comerciales
abiertas. Lo de Toscal-Longuera es paradigmático. Muchas construcciones utilizan
aún el obsoleto sistema de pozos. Cuando se llenen, habrá que volver a romper
aceras. Son las planificaciones que desde aquí se reclaman a otros. Ay, los saltimbanquis
de a salto de mata.
Y que se equivoquen los meteorólogos en las previsiones para
estos días. Por esta calzada, por la piscina y por el flamante piche de Los
Cuartos. Amén.
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