Saben que de vez en cuando solemos hacer un somero examen de
la actualidad en la jornada de los viernes. Después de que me volví gandul y no
trabajo los fines de semana, aprovecho este día para intentar sacarle el jugo a
todo lo que se cuece por ahí. Aunque bien pude haber hecho un esfuerzo y
comentar con mayor detenimiento la deriva del Tribunal Supremo. ¿O era
esperpento? Pero como ayer entendí que debía hacerlo de la asociación de
vecinos de mi barrio, dejemos que sea La Barca la que navegue por mares
placenteros y no haya desvío del rumbo establecido por parte de la nave.
La foto corresponde a la vecina ciudad portuense. Donde se
ha originado en estas últimas jornadas tremenda polvareda –polvacera (¿o va con
ese?), decíamos antes cuando éramos más de campo– con respecto a la ubicación
en la zona del muelle de una imagen de la Virgen del Carmen. Y se levantó la
liebre por el “fanatismo ateo de Podemos”, a decir de Don Manuel Domínguez,
responsable máximo del PP tinerfeño, y en sus escasos ratos libres, como ya
hemos argumentado en repetidas ocasiones, alcalde de mi pueblo. Se ha
denunciado el establecimiento en tal lugar por carecer de los permisos
necesarios. Vamos, como si tú colocas un camión de revuelto en la calle, y
delante de tu casa, y mandas a la porra al policía que viene a llamarte la
atención. Y uno entiende que ningún sentimiento religioso puede estar por
arriba del cumplimiento de las ordenanzas municipales o de la ley. Es de una
obviedad total. Menos para ciertos cargos públicos que ahora, eso alegan, están
dando pasos para legalizar la situación. Es decir, que tú, ciudadano de a pie,
debes tener todos los papeles en regla para mover una piedra, y ellos, los
encargados de velar por la observancia del orden establecido, se saltan a la
torera todos los preceptos y colocan la estatua donde les salga de allí. Vaya
ejemplo. Escrito lo cual, con todos los respetos a creencias, fes y dogmas, y
siempre que se sujeten a las normas que todos nos hemos dado, como si la
quieren poner en El Penitente. Y el enésimo consejo al señor Domínguez: Mejor
dejar los fanatismos en paz. Y atienda al caldero que le guisa sus garbanzos.
“Un alga provoca la espuma y el mal olor en el lago de la
plaza de España en Santa Cruz”. Qué finos nos hemos vuelto. Antes se decía que
aquello está lleno de mierda y nos entendíamos todos. Me recuerda a los
maestros de hace un siglo, o más, cuando protestaban al ayuntamiento para que
se les arreglara el retrete de aquellas escuelas de mala muerte y argumentaban
en sus solicitudes que los “miasmas deletéreos” no dejaban concentrarse a los
alumnos. Como no cobraban (recuerda lo de pasas más hambre que un maestro), yo
creo que la falta de alimentación les provocaba estas salidas literarias en sus
composiciones escritas.
Hace dos días se quejaron los artistas que participaron el
pasado año en la Noche en Blanco lagunera porque no habían visto un duro de lo
firmado en el contrato. Ayer leí que ya empezaron a pagarles. Y me acordé de
aquel estupendo Festival Internacional de Folclore, Arautápala. Que Linares,
actual alcalde villero, se cargó con la excusa de la crisis. Y que se “vendía”
a otros municipios mediante la intervención de los grupos invitados en los
actos que el ayuntamiento respectivo considerase oportuno. Pues se llegó a dar
la situación, en Puerto de la Cruz, de que el entonces concejal de fiestas, ahora
de urbanismo (el que sabe, sabe; y el que no pa´maestro de escuela), señor
Marrero, llegó a apuntarse a una determinada edición sin haber abonado la
cantidad estipulada de la anterior. Procederes que parecen no haber cambiado, y
a los alquileres de los desalojados en la calle Tegueste, de Punta Brava, me
remito. ¿O no, Juan Carlos?
Pierden los clientes, sostienen casi todos. Y me decanto por
el casi, porque yo soy uno que mantiene la teoría de que eso lo hacemos todos
los días ante muy diversas (malas) compañías: electricidad, telefonía,
aseguradoras… Y no solo frente a la todopoderosa, y parece que intocable, banca.
Aquí ha habido un único y claro perdedor: el estamento judicial, que ha quedado
a la altura del betún. Máxime cuando su credibilidad ya dejaba bastante que
desear. Porque una cosa es hacer el ridículo, como lo han hecho, y otra bien
distinta el socavar el propio estado de derecho, haciendo tambalear uno de los
pilares que lo sustenta. Bien harían los magistrados con irse a casa a meditar
una larga temporada. Se harían, y nos harían, un gran favor. Jolines, más 'harían' me salieron.
Y la última ocurrencia de la Agrupación Herreña
Independiente. Como casi siempre la tienen en fechas cercanas a las citas
electorales. En boca de su máxima dirigente, Belén Allende: “Es una ‘posibilidad
muy posible’ que AHI concurra sola a las elecciones”. Vaya descubrimiento.
Vienen a ser para CC algo así como Foro Asturias o Unión de Pueblo Navarro para
el PP. O en óptica más cercana, también para CC, la AIS de San Juan de la
Rambla. Ojalá la bajada de topes electorales que se contempla en el renovado
Estatuto de Autonomía, sin ser la panacea, venga a poner algo de cordura en
estos dislates que han permitido a los falsos nacionalistas mantenerse en la
poltrona desde aquella puñalada trapera de Manuel Hermoso. Espero y deseo que
la posibilidad muy posible de la dirigente herreña se trastoque en la pérdida de
hegemonía de un puñado de votos. Y que la mancha se extienda, asimismo, por La
Gomera.
Bueno, hasta el lunes, si no me fugo por San Diego.
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