Fue presentado el pasado septiembre a bombo y platillo. Sí,
el bono de residente canario. Las fotos dan fe. Las hemerotecas, también. Y
todo ha quedado en un cachondeo, en otra solemne burla a quienes entienden que
la solución a los gravísimos problemas de tráfico en estos peñascos pasa por
potenciar el transporte público.
Viene a resultar que dos meses después de los posados y los
despliegues propagandísticos habidos, la consejera de Hacienda del Gobierno de
Canarias, Rosa Dávila (también presente en el acto que daba cuenta de la (in)feliz
iniciativa en la isla de Tenerife), se ha venido a dar cuenta de que los
millones que iba a inyectar el Ejecutivo Autonómico –creo que diez millones–
para este proyecto no están contemplados en los presupuestos de este ejercicio
económico y habrá que esperar a que se incluya la partida en los de 2019.
Uno, ingenuo e ignorantón, se pregunta si este particular no
lo sabía cuando, junto al consejero de Obras Públicas y Transportes, amén de los
otros representantes políticos presentes, se prestó a posar ante las cámaras, y
es ahora cuando se ha venido a percatar del fallo. ¿Qué puede uno pensar ante
tal desaguisado? Se me ocurren dos planteamientos: O nos toman el pelo
miserablemente o son tan ineptos que no merecen sino que los botemos a la marea
en estos días de olas de seis metros.
Coalición Canaria está necesitada, urgentemente, de una cura
de humildad. Que debe pasar por una temporada más o menos larga en la
oposición. Porque ha demostrado en estos años de llevar las riendas de Canarias,
que su corto alumbrado no ha sido capaz de resolver las cuestiones perentorias
del archipiélago. Y el mentado consejero, Pablo Rodríguez, más preocupado en
salvar los muebles en Gran Canaria, apoyándose en Bravo de Laguna (el del
pijama londinense) y Bernarda Barrios (ay, lo que decían de ella hace unos años
los jóvenes nacionalistas canarios), que ha sido cuestionado, incluso, por
Carlos Alonso, se ha retratado como un nefasto gestor. Y es que CC se debe al pago de cuotas por islas y pone al
frente de las naves a pilotos tan inexpertos como aciagos. Ahí tienen, y es
otra guinda, a su portavoz, que ni siquiera hace gala de su condición de herreño
y habla tan atropelladamente que ni se le entiende. A lo peor lo eligieron,
precisamente, por tal cualidad. Quizás les convenga un desastre como el habido
en mi pueblo y poder así demostrar que son capaces de resurgir de las cenizas.
O, en caso contrario, indicar que solo sirven para permanecer agarrados a la
teta del poder. Y sobreviven solo si la susodicha da buenas raciones de leche.
Y ahora, para continuar con el cachondeo, vamos con otros
breves:
¿Quién soporta una retransmisión de un partido de fútbol por
la Televisión Canaria con un comentarista chillón, más útil para cantar barreno
en cualquier cantera de las islas que de ponerse delante de un micro a cumplir
con el cometido de no romper los tímpanos de los sufridos espectadores? Chacho,
baja el labio.
La bajada generalizada de impuestos en todos los
ayuntamientos, hecho que se pone de manifiesto en la elaboración de los
presupuestos, ¿es debida a que hay elecciones en mayo de 2019? No, mera
curiosidad.
He leído tantas veces en cierto digital que el aeropuerto de
El Hierro crece en no sé qué tanto por ciento, que me pregunto si los núcleos
de El Tamaduste y La Caleta sigue existiendo o han quedado sepultados ante el
avance incontenible de la citada instalación.
La composición escrita –y el uso de la coma, en particular–
del encargado de redactar los comunicados de San Juan de la Rambla Somos Todos
merece un desarrollo curricular específico. Si se trata de quien sospecho,
tardando está en quitarse la etiqueta de periodista que adquirió en la tómbola
de ciertas fiestas marineras. Y si de camino convence a quienes le acompañan en
componendas de dudoso gusto…
Serán los mayores presupuestos de la historia, cantan al
unísono los concejales de hacienda y los alcaldes de casi todos los municipios.
¿Acaso podría esperarse otra cosa?
¿Servía o no el muro de San Telmo (Puerto de la Cruz) a la
vista de lo acontecido con la mar en la noche del pasado sábado? Técnicos,
políticos, ¿algo que declarar?
Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, tuvo
que abandonar repentinamente la rueda de prensa celebrada el pasado jueves con
motivo de la séptima cumbre entre Sudáfrica y la Unión Europea. Ante la marcha
con cierta dificultad y paso cansino del dirigente, los medios de comunicación
especularon con un resfriado que arrastraba el pobre hombre. Otros fueron más
lejos y se aventuraron en vislumbrar que sus zapatos eran de color diferente. Y
añado yo que si caminaba con problemas sería debido a que uno le quedaba
estrecho. Vamos a ver, ¿a ti no te ha dado un buen retortiño de barriga en
lugar inadecuado? ¿Cómo se te queda el cuerpo? ¿Puedes caminar o vas con sumo
tacto, no sea que se te salga la mercancía durante el trayecto hasta el baño
más cercano? Pues ya está, el hombre iba aguantando para no echar a perder el
acto, ni el atril, ni ensuciarse los zapatos… Vete tú a saber si el que vieron
canelo… Ya está.
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