viernes, 16 de noviembre de 2018

Unas boberías apenas

Y qué otro título podría poner si uno no tiene luces para más. Es lo que sostienen aquellos que se han sentido en alguna ocasión dianas de mis dardos. Y que, normalmente, son casi tan cortos como un servidor. Además, hoy es viernes y toca repaso. Vamos allá:
Pablo Casado acusa a Pedro Sánchez de “disociación de personalidad”. Como hace tiempo invité al ahora Presidente del Gobierno a un pateo por La Gomera, me veo en la obligación de cursar atenta misiva al dirigente popular para que me acompañe a echar una visual desde La Corona. Seguro que desde tan privilegiado enclave podremos observar el comportamiento de su delfín tinerfeño según lo vislumbremos antes o después de pasar la raya de La Higuerita. Y a lo mejor se cerciora de lo que es un desdoble en toda regla. Porque el hombre con tanto tumbo parece no tener muy claras las ideas aún. Salvo el de seguir una línea retrógrada y carca en sus posiciones con respecto a todo lo que suponga progreso. Vaya con la juventud (in)suficientemente preparada.
Las goteras en el pabellón Manolo Santaella, que imposibilitan los entrenamientos en cuanto caen cuatro lloviznas, me hace recordar la piscina municipal realejera. Que no se va a arreglar porque los gobernantes tienen en mente hacer otra. Y han convocado un concurso de ideas porque las suyas propias se cortocircuitaron desde el mismo instante que cobraron el primer sueldo. Creo que se construirá junto al hipódromo. Pero volvamos al Puerto. Dice el concejal de deportes que las grietas de la calle Tegueste –qué buena excusa para un roto y un descosido– han ocupado hasta tal extremo a los funcionarios de la oficina técnica, que se ha tenido que paralizar el arreglo de las múltiples deficiencias que la ciudad presenta. Se agarran de cualquier clavo para ir dejando pasar el tiempo. Y mientras le vecinos contemplan cómo el pueblo sigue en marcha atrás, de culo y sin frenos. Y Lope, como Manolo en Los Realejos, a otras bolas partidarias.
El Príncipe Carlos ha cumplido 70 años. Y está mucho más viejo que su madre, la reina Isabel II. ¿O tú no ves las fotos? Te inserto dos instantáneas unidas. Fíjate bien. ¿Quién tiene más arrugas? Debe ser muy testaruda la matriarca, porque ya podría dejar que el chico conduzca un fisquito. Pero ella agarró el volante y no lo suelta ni de coña. Bien tiesa que va la señora luciendo palmito con la colección de sombreros. Y por la izquierda. Tiene más paciencia el aspirante que todos aquellos que conforman la lista de espera en la sanidad canaria. Mientras, la duquesa de Cornualles (¿será premonitorio el título de marras?), Camilla Parker, necesitada también de un buen lifting (estiramiento) facial, espera pacientemente por si se produce algún milagro. Una pena que el pasado año en que estuve de paseo londinense no coincidiera con la pareja para dejarle unas cáscaras de plátanos que son buenas para las arrugas. Otra vez será, si antes alguno no estira la pata. Que lo otro (la piel, ¿o en qué pensabas?), va a ser que no. Los años no perdonan. ¿Acaso a ti sí?
El faraón Merneptah, hijo de Ramsés II, dicen los historiadores, entabló batalla con los libios, a los que venció y masacró sin miramientos. Ni prisioneros de guerra ni ocho cuartos. Les cortó el pene y se quedó tan contento. Se han contabilizado unos trece mil de ellos como trofeo de sus cacerías. Era tal práctica, según leo, una manera de asegurarse que no tendrían descendencia. Muerto el perro, se acabó la rabia. También me recuerda aquel chiste del espadachín que quiso acabar con la vida de un molesto mosquito que le zumbaba las orejas y no lo dejaba dormir. Tras una estocada digna de película, se echaba unas risas su mujer al comprobar que el susodicho animalito seguía volando en la habitación. A lo que sentenció el de la esgrima: Volar, volará, pero ese no vuelve a ser padre en su vida. Eso es puntería y lo demás leche machanga. Parece que este faraón fue el que persiguió a Moisés cuando huía de Egipto. Y menos mal que este fue capaz de separar las aguas del Mar Rojo, que si no hubiese llegado a la tierra prometida sin su apéndice más importante.
Y concluimos con unos breves con interrogación:
¿Quién asesora o le escribe los comunicados a Somos Todos, esa reencarnación ramblera que ha saltado al ruedo político en el pueblo vecino como elefante en una cacharrería? Recuerden aquel pasaje de cierta canción: echar la vista atrás es bueno a veces.
¿Cuánto tardará el PP en indicarle la puerta de salida a su flamante presidente nacional, empeñado en avanzar dando pasos hacia atrás y demostrando que una regeneración requiere algo más que juventud?
¿Por qué ahora, Noelia González, la colocación de nuevos elementos en los parques infantiles si han tenido siete años para hacerlo? ¿No les basta con la utilización descarada de las Asociaciones de Mayores –Sandra Pérez sabe algo del particular–, que ya comienzan, asimismo, con la captación del gremio infantil?
¿Pediría disculpas el PP al supuesto cocinero Tezanos (CIS) si el resultado en Andalucía confirmase el batacazo popular?
¿Por qué es tan normal que existan dimisiones por Europa –leer lo que ocurre en Gran Bretaña con el Brexit– y aquí no renuncia ni Dios?
¿Por qué llevo casi setenta años con el mismo móvil y mis amigos lo cambian cada tres por dos?
¿Otra ayuda popular al pequeño comercio realejero de la zona de San Agustín –incluyo a Almacenes Siverio– con la apertura de cierta multinacional en El Puente?
¿Sabías que el próximo 23 de los corrientes, a eso de las 19 horas, y en Viña María (gracias, amigo Luis), tendrá lugar el II Encuentro Intergeneracional Socialista “Castañas y Vino”? ¿Te animas? De invitaciones, nada, cada cual apoquina lo suyo. De uno en uno, por favor. Y por privado, que Manolo tiene espías; estilo La Gomera.
Feliz fin de semana. Y no se mojen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario