lunes, 27 de febrero de 2017

Soriasis

Dícese (que ponían antes los diccionarios) de la dermatosis generalmente crónica. Y eso tiene que escocer bastante. Es la enfermedad que padece desde hace mucho tiempo el exministro José Manuel. Como ya no sale tanto en la tele como antes, no sé si continúa con su tic nervioso a la altura del cogote. Me imagino que lo habrá cambiado por el típico rascón o rascado: acción de frotar fuertemente la piel con algo agudo o áspero, y por lo regular con las uñas.
Entiende nuestro personaje que la libertad de expresión y el derecho a opinar, sobre todo de personajes públicos, como lo ha sido él siempre hasta que por mentiroso se tuvo que largar, son puras entelequias y que son su imagen y su honor los únicos paraguas que entran en juego cuando de presentar informaciones acerca de sus andanzas se trata. Llegó a considerarse tan intocable que se ha fabricado tal entramado de mentiras, o medias verdades, que hasta el mismo se las creyó. Alcanza su prepotencia límites insospechados. Tanto que, perdida la sensatez, se embarca en cruzadas tan imposibles como temerarias. Pero nada se interpone ante este moderno Cid Campeador. Y a la mínima, llama a sus abogados (con uno no le basta) para que le acompañen en su guerra santa contra los periodistas que no le doran la píldora. Los leguleyos le advierten que hay misiones imposibles. Y él se pone muy serio: Oiga, mire usted, que yo pago…
La última, la sentencia 51/2017 del Juzgado de 1ª Instancia nº 99 de Madrid, dictada por el magistrado don Ramón Badiola Díez este pasado día 14. El señor Soria López interpuso una demanda porque en el periódico digital el diario.es/canariasahora se publicó la noticia de que había pasado unos días, siendo ministro de Industria, Energía y Turismo, en el hotel Breathlees Punta Cana Resort, invitado por el propietario del Grupo Martinón. A lo que el también expresidente del Partido Popular en Canarias, en vez de estarse calladito, porque mejor que él nadie sabía que había ido de gorra (como cuando fue a pescar salmones o cuando vivió en cierto chalé y vete tú a saber si levantamos la alfombra), denuncia a Carlos Sosa (a quien no puede ver ni en pinta, como tampoco a su pareja, Victoria Rosell; y a las andanzas judiciales anteriores me remito) y a Nacho Escolar, saltó como un quíquere y en el juzgado nos vemos porque los datos son falsos, yo pagué con tarjeta y se ha vulnerado mi derecho al honor con esta intromisión ilegítima.
Y chocaron los trenes. No me malinterpretes, me refiero a la colisión entre dos derechos fundamentales reconocidos en la Constitución Española: el citado derecho al honor y el de la libertad de información, en el que prevalece el segundo (sentencia del Tribunal Supremo de 6 de marzo de 2013) siempre que exista relevancia o interés general de la noticia y veracidad de la información.
De los Fundamentos de Derecho que argumenta el magistrado (apartado tercero), transcribo: El Sr. Soria era Ministro de Ministro de Industria, Energía y Turismo del Gobierno de España en la fecha de la publicación, y es evidente que a los ciudadanos no les puede resultar indiferente la noticia de que un miembro del Gobierno disfrute de unos días de vacaciones invitado por el propietario de un grupo hotelero. Debe además tenerse en cuenta que el Tribunal Constitucional ha reiterado que la ponderación entre ambos derechos debe hacerse más exigente cuando se trate de personas que ejerzan un cargo público o una profesión de notoriedad o proyección pública, como es el caso, pues los personajes públicos o dedicados a actividades que persiguen notoriedad pública aceptan voluntariamente el riesgo de que sus derechos subjetivos de personalidad resulten afectados por críticas, opiniones o revelaciones adversas y, por tanto, el derecho de información alcanza, en relación con ellos, su máximo nivel de eficacia legitimadora, en cuanto que su vida y conducta participan del interés general con una mayor intensidad que la de aquellas personas privadas que, sin vocación ni proyección pública, se ven circunstancialmente involucradas en asuntos de trascendencia pública, a las cuales hay que, por consiguiente, reconocer un ámbito superior de privacidad, que impide conceder trascendencia general a hechos o conductas que la tendrían de ser referidas a personajes públicos.
En el apartado quinto podemos leer: Consta acreditado en autos que por parte del informador y del medio que publicó la noticia se realizó una exhaustiva labor encaminada a contrastar la veracidad de la noticia, llegando incluso a desplazarse el Sr. Sosa al hotel en el que se alojó el Sr. Soria y comprobar "in situ" todos los extremos necesarios para comprobar que la noticia podía publicarse por ajustarse a la realidad. Consta probado asimismo en autos que el Sr. Soria no pagó la estancia en el hotel, y ello resulta evidente pues el único justificante que aportó se refiere al abono de costes extra, pues con la cantidad abonada es impensable que pueda pretenderse justificar el pago de la estancia en una suite de un hotel de lujo, por lo que hay una total evidencia de que el Sr. Soria efectivamente fue invitado por la propiedad del hotel, o lo que es lo mismo, no se le cobró el coste del alojamiento.
Y, obviamente, el siguiente fallo: Que desestimando la demanda interpuesta a instancia de don José Manuel Soria López contra don Carlos Ramón Sosa Báez, don Ignacio Arsenio Escolar García y la mercantil El Diario de Prensa Digital, S.L., absuelvo de los demandados de los pedimentos formulados en el suplico de la demanda, con expresa imposición de costas a la parte demandante.
Ni que decir tiene que el señor Mariano sigue sin saber nada. No le consta, como a Cristina. Y al currito protagonista de los hechos relatados le ha salido más caro el fregado en el que se metió por propio gusto que haber abonado la estancia en el hotel de la República Dominicana. Por enterado. Espero que no se abra una colecta en mi pueblo para sufragar los gastos extras del sufrido personaje público. Ni que al hermano se le ocurra solicitar un incremento por (des)atender el alumbrado público de la Villa de Viera. Aunque ahora todos escurrirán el bulto y alegarán que a ese señor no lo conocen de nada.
Déjalos, ellos van cayendo. La Justicia es terriblemente lenta, pero funciona. Y el fragmento del apartado tercero de la sentencia que he resaltado arriba en negrita, deberá servir de recordatorio a los correveidiles (coloquialmente, alcahuetes) de ciertos políticos locales y que reproducen estupideces para acallar voces críticas a la gestión de sus amos. Vano intento.

viernes, 24 de febrero de 2017

Cris

Asombrado quedeme el pasado domingo (bien le saqué jugo al festivo) con el artículo de Cristina Tavío, publicado en El Día y que llevaba por título Un equipo ganador en 2019. Y que no llegué a captar en profundidad porque los reiterados cantos de alabanza hacia su trayectoria de tantos años y su preparación para  seguir desempeñando puestos, me dieron a entender que debe mirarse la candidata a la presidencia popular en Canarias al mismo espejo que la persona que la sustituye en la Ejecutiva Nacional del PP. Al que muchos militantes han felicitado efusivamente en las redes sociales y no tuvieron el detalle de reconocerle a Cristina los servicios prestados, aunque no le remitiesen el escrito a través de la moto de tiempo atrás. Por lo que el equipo debe ser algo secundario en los planteamientos de cada cual. Me da. No sé. Lo mismo no estoy equivocado.
Claro, uno no alcanza, ni por asomo, la altísima cualificación de mentes tan privilegiadas. Debe ser por ello que no absorbí gran cosa cuando defendió que los sebadales de la costa sureña no tenían importancia alguna en el ecosistema marino y que lo más arañaban un fisco.
No solo se dan cuenta los populares de “nuestra maravillosa diversidad”, sino que “hay que poner en valor a esta generación tan preparada de canarios y canarias”. Se suman, incluso, al lenguaje diferenciador. Dentro de poco jugarán con la arroba. Y como propiciaron con sus políticas que los jóvenes (y jóvenas) sobradamente competentes emigraran en busca de un trabajo digno, ahora, al más puro estilo de nuevas hornadas, darán una vuelta de tuerca y permitirán que retornen a sus hogares porque el maná caerá de cualquier higuera para general regocijo de futuras generaciones.
“Corren tiempos de diálogo”. Qué bonito. Caerán dentro de bien poco, y nada existe en el horizonte que demuestre lo contrario, en las redes de Coalición Canaria y el “cambio del injusto y desproporcionado sistema electoral” será tema que Clavijo no permitirá se incluya en la adenda (palabreja que se nos cuela, como evento, en cuanto guiso pongamos al fuego), porque pingües beneficios han obtenido los seudonacionalistas durante tres décadas bien aupados al machito.
“He reflexionado sobre mi experiencia de más de veinte años dedicada al Partido Popular de Tenerife y de Canarias, once de ellos como presidenta insular y cuatro como vicesecretaria regional de Acción Sectorial. Con esta trayectoria, jalonada por puestos de responsabilidad en distintas instituciones, creo que ser candidata a la Presidencia de mi partido en Canarias ya no es una opción: es una obligación que no puedo ni debo eludir”.
Me alegro profundamente de que esta Cristina no sea como aquella que no sabe nada, que nada le consta. Cuenta con mi aval. Ese largo recorrido merece ser complementado (¿o implementado?; yo me trafullo todo) con otra etapa de al menos otras dos décadas. No podemos, en manera alguna, desperdiciar estos talentos. Máxime cuando se ha retirado a un segundo plano, más judicial, quien fuera amo y señor del cortijo. Ese que se atisba en la foto y dedicado en la actualidad a pagar las costas de los fregados en los que se mete. Por currito y enterado. Que ha sido, y parece que lo va a seguir siendo, la tónica general de los que no han localizado el timbre de la guagua para bajarse.
“Creo suficientemente acreditadas mi preparación y trayectoria […]. Mi candidatura representa la única oportunidad que ha tenido Tenerife en veinte años de aspirar a la Presidencia del Partido Popular en Canarias”. Y por si fuera poco destacar en mayúsculas la importancia de los juegos de tronos (cuídate de Domínguez, y el que avisa no es traidor) no solo se dirige a las bases de su formación política (justo y necesario es nuestro deber), sino que va más allá y lo hace, igualmente, “a cada mujer y a cada hombre del Archipiélago”. No esperaba menos de ti. Mañana mismo subo a mi coche al fotógrafo oficial y nos vamos, al más puro estilo Pedro Sánchez, a recorrer Canarias. En La Graciosa pediremos prestado el mismo jeep que usa algún parlamentario, como tú, en los veranos. Inundaremos redes y los caminos de la Internet se nos quedarán cortos. Haremos montajes, que te dedicaremos con mucho cariño. Porque no es lícito que un bagaje tal caiga en el olvido.
“El Partido Popular está preparado para que lo presida una mujer”. Amén. Y una apostilla: Perdona la familiaridad del trato, pero me dijo alguien de mi pueblo, que te aprecia mogollón, que lo hiciera así en el convencimiento de que te iba a gustar. Y donde manda capitán, ya se sabe. Atentamente.
¡Ah!, y tengan todos un muy feliz fin de semana.

jueves, 23 de febrero de 2017

Deterioro

Me tienes muy preocupado, Manolo, le dijo Adolfo durante el receso de su reunión semanal en el despacho de la alcaldía. He ampliado la foto que sacó Diario de Avisos el domingo pasado y casi me asusto: los ojos rojos, la nariz con las venas resaltadas, arrugas impensables para tu edad, una falta de afeitado que no concuerda con la autoridad que tienes conferida, unas patillas que ya no se estilan… Menos mal que yo te hice el nudo de la corbata.
Aconteció el encuentro justo después del debate organizado por el periódico que se dejó mencionado en la biblioteca municipal Tomás de Iriarte entre los tres alcaldes del Valle. Parece que  también se cursó invitación al de Santa Úrsula, pero no acudió aduciendo una indisposición momentánea tras enterarse que Grafcan había ubicado recientemente la cueva de Bencomo en el municipio villero; lo que le supuso tal descomposición que aún no puede alejarse demasiado y debe tener siempre a mano un baño al que ir a evacuar consultas.
Manolo cogió la foto objeto de la aparente discordia y la aumentó a todo lo que dio la pantalla del nuevo ordenador que lucía en su escritorio. Largo rato la estuvo observando mientras el teniente de alcalde se removía nervioso en la silla giratoria. En una de estas quedó con ambos pies en el aire y a punto estuvo de irse de mandoble al suelo si no es que en última instancia atinó a sujetar el zapato en la esquina de la mesa. Pero el alcalde seguía ensimismado contemplándose y ni se percató del percance.
Estuve hablando con Jesús el martes pasado y creo que debo darle la razón, porque tus múltiples ocupaciones no auguran nada bueno. Estás entrando en la edad peligrosa, en esa que los achaques suelen ser fulminantes y o te cuidas o te puedes ir al… ¡Uf!, pensé en carajo, pero mi educación no me lo permite, aunque sea vocablo recogido en el diccionario.
Como si se hubiese escapado un resorte del sillón que le hubiese atacado (trincado, mejor) en sus partes nobles, saltó Domínguez en un santiamén quedándose de pie, y en tono nada amigable, delante de las narices del segundo, al tiempo que elevando sus brazos al cielo, bramó:
Tú, tú, tú, tú… Y se echó la mano derecha al costado izquierdo del pecho. Al tiempo, tosió con tal profundidad que la secretaria hubo de acercarse a la puerta, aunque se limitó a poner la oreja. Transcurridos unos segundos volvió a su puesto de trabajo diciéndose para sus interiores íntimos de adentro: Otra falsa alarma. O se cuida o me quedo sin trabajo.
Sí, ya sé que te molesta que yo me vea con los que tú no tragas, pero yo leo sus comentarios a la escondida y no van descaminados. Tienes tantos calderos que atender que las chamusquinas ya te causan mella. Y como él sostiene, lo que está a la vista no requiere espejuelos. Te estás convirtiendo en una piltrafa por la dichosa ambición de querer demostrar tus altísimas capacidades, lo que más pronto que tarde ha dado lugar a un notable deterioro en tu físico. No me atrevo a asegurar que esa merma alcance tu intelecto pero ya me surgen dudas al respecto.
¡¡¡Adolfo!!!, te ordeno que no sigas. Es la segunda vez en pocos días que cuestionas mis andanzas y eso no te lo consiento. Bastante tuve con aguantar las moralinas de Linares y las nimiedades de Lope. Qué dos. Si este Valle tuviese ejemplares como nosotros –ves como yo a ti te trato bien–, un futuro de progreso y bienestar abriría horizontes de esperanza y coadyuvaría a nuestra política de creación de puestos de trabajo implementando sinergias en el contexto del erguido (¿ o era derecho?) consuetudinario…
Que no, Manolo, osó interrumpirle un desconocido subalterno, yo algo sé, asimismo, del manual. Estamos los dos al corriente de que es libro de cabecera y catecismo de obligado cumplimiento. No me vengas con las lecciones aprendidas que recitas como un Soria bis o como un Antona al menor tris. Oye, ¿te enteraste de que José Manuel no gana una en los juzgados? El Sosa y el Nacho le han zurrado con lo de Punta Cana.
Ese señor ya no es cargo relevante del partido. Además, no me desvíes la conversación. Tú me llamaste viejo y esa no te la perdono. Ya puedes ir buscando una excusa para presentarme la dimisión. Como ya fue el concurso, se les pasó la oportunidad a las murgas para te elijan como tema carnavalero. Yo te agradeceré los servicios prestados y te pondremos en algún consejo de administración para que por un tiempo no te mortifiques dando clases en cualquier instituto, que ya sabes que los chicos están difíciles y lidiarlos cuesta mucho más que tratar con las nuevas generaciones de nuestra bien ponderada organización.
¿Cómo? ¿Que yo me vaya? Tú ignoras el crédito que me ido ganando en el pueblo durante tus ausencias. Ve por cualquier bar o restaurante y pon la oreja atenta para que te cerciores de las alabanzas merecidísimas que el pueblo me brinda. Cuando eres tú el que debe dar un paso al lado y dedicarte de pleno al cargo para el que fuiste votado, gracias, entre tras cosas, al enorme apoyo hacia mi persona –¡¡no lo olvides, Manolito!!– que fui capaz de convencer a los desencantados asegurándoles que tú te irías a instancias superiores y yo me quedaría de alcalde…
Ya veo que Jesús te comió el coco bastante.
¿Y qué? Me parece que voy a seguir tus propias directrices, que son, por otra parte, las de Tavío, en lo que respecta a la preparación, dotes organizativas y unión empresarial –muy modestos que son todos–, y le hago caso a la propuesta que Quintero me hizo hace un montón de años y me afilio al partido en el que realmente debería haber militado y no en este donde se coarta mi libertad y no se me reconocen los derechos que como ser humano, y  no cosa, me merezco, y bla, bla, bla.
Cuando Adolfo acabó, y alzó los ojos esperando encontrarse con la mirada ‘asesina’ (lenguaje literario) del pluriempleado, se tropezó con un retrato, porque Manolo había desaparecido por la puerta de atrás desde hacía buen rato. En esos momentos ya se hallaba cruzando, por enésima vez, las lindes del pueblo, raudo y veloz (a pesar de la limitación de velocidad a 60 km/h), por la TF-320 a la altura de La Carajita. Ni un adiós a las reinas pepiadas de chuparse los dedos. Los loros de la Fundación algo comentaron entre ellos y el rabo de gato se meció con el viento que originó las turbulencias del Mercedes.

miércoles, 22 de febrero de 2017

Badajoz

En Olivenza se sueña / que nos queremos los dos, / niégalo tú, vida mía, / que también lo niego yo.
Cuando estudiaba Magisterio me correspondió interpretarla en el xilófono durante un festival que organizó la profesora de música. Y ahora me acordé, después de tantos años, porque se comenta que Iñaki Urdangarin podrá elegir la cárcel en la que quiere cumplir condena (que no es privilegio por ser quien es, sino que es derecho de cada reo, salvo los terroristas) y la familia sopesa la posibilidad de que lo haga en la de Badajoz, ubicada en la carretera de Olivenza, muy cerca de la frontera portuguesa. Porque Cristina y sus cuatro hijos fijarían su residencia en Lisboa, donde ella, eso leo, ya tiene trabajo. Y eso sí que es toda una franquicia en los tiempos que corren. Me imagino que irá de la mano de la entidad bancaria en la que yo tengo a buen recaudo los ahorros de toda una vida, incluyendo la generosa indemnización que obtuve en 1987 cuando me echaron del ayuntamiento, al decir de periodistas bien informados en las cloacas de cualquier emisario submarino.
Este centro penitenciario fue remodelado en 2014 por un montante económico de tres millones de euros. Se reformaron las instalaciones de aguas sanitarias y se mejoró la depuradora de aguas residuales. Ya en ese año era previsible que el ahora condenado intuyera que podía dar con sus huesos en alguna celda. Y como a uno le entra tremenda flojera cuando traspasa las pesadas puertas de una cárcel (ya te conté tiempo atrás que a mí me pasó cuando lo hice en Tenerife II), me imagino que la superioridad habrá estimado conveniente arreglar las cañerías por si se producían más evacuaciones de las estrictamente necesarias. Para que vean que en este país también somos previsores. Y ahí tenemos este coqueto recinto, con una capacidad de 500 presos, que viene a ser como un colegio de mediano porte.
Pero es que con anterioridad, junio de 2009, la obra social La Caixa presentó en ese mismo lugar el proyecto CiberCaixa Solidaria, dirigido a la enseñanza de informática a los internos. Y fue S.A.R. la Infanta doña Cristina, junto con otros ejecutivos bancarios, la que tuvo el honor de dar a conocer ese pionero plan de reinserción. Ahí la tienen en la foto haciendo el paseíllo triunfal. Como la causa que ahora nos tiene entretenidos se inició en 2005 cuando el PSOE denunció en el Parlamento de Baleares los pagos al Instituto Nóos, uno se pregunta si la monarquía fue tan previsora como para ir atando cabos por si el desenlace podría desembocar en males mayores.
Cuando redacto estas líneas (tarde lluviosa del domingo 19 de febrero; previsor que asimismo es uno) el fiscal, y principal defensor de la que no sabía nada,  aún no ha movido ficha para si envía al talego al Duque de Palma (¿o ya lo despojaron?). Puede que cuando este comentario vea la luz nuestro hombre se halle en camino hacia Extremadura, donde se encontrará un sinfín de cigüeñas en todo su apogeo de reconstrucción de nidos y cortejos previos a puestas y cuidados. O quizás no, que los vericuetos judiciales son difíciles y complicados.
Tengo la impresión de que sería conveniente una reforma en profundidad de la justicia en este país. Porque con tanta parafernalia olvidamos lo principal. No se trata, entiendo, de masificar cárceles para presumir de vagos o donde un muy alto porcentaje de reclusos sale, tras cumplir la condena, en peores condiciones de las que entró. Y con una sabiduría delictiva que supera con creces los escasos conocimientos que poseía cuando le cayó la sentencia. Vamos, que se doctora cum laude.
Se habla de reinsertar, pero me temo que no estamos consiguiendo los objetivos teóricos programados. En la mayoría de supuestos no nos enteramos si los dineros defraudados se recuperan, si lo robado es devuelto, si los atentados medioambientales se restituyen, si se ponen a realizar trabajos para el bienestar social a los que causan deterioros en la convivencia ciudadana. Medimos castigos única y exclusivamente por años de encierro. Y no abogo para que se vayan de rositas, pero que contribuyan con su esfuerzo a reparar daños, con los intereses correspondientes para que la amortización sea plena.
Y déjenlo así. No recurran al Supremo. Pues me temo que ni Badajoz ni Tahíche (ya que Castro estuvo en Arrecife). Y de nuevo Suiza.
En suma, nadie sabe nada, el programa en el que puede pasar de todo (Andreu Buenafuente y Berto Romero). Si hay que ir, se va, pero ir a ver el Guadiana, sin más… Sin dejar de reconocer que su trayecto extremeño es de película. Casi tan bello como el riachuelo en Las Mimbreras.

martes, 21 de febrero de 2017

Vertidos

Los periodistas, los periódicos (la prensa, en general), deberían cuidar algo más la manera de titular una información. Porque se hace con demasiada alegría y con la intención de enganchar al posible lector para que se sumerja en el desarrollo noticiable. Por lo que no duda en caer en flagrantes contradicciones, cuando no en errores de calado. Y puede que en muchas ocasiones propiciados por los propios gabinetes de prensa de la instituciones públicas. Lo que dice muy mucho del contraste.
En Los Realejos, por ejemplo, se ha multado a fulanito de tal por arrojar escombros en no sé qué lugar o se ha hecho lo propio con la empresa concesionaria de los aparcamientos municipales. Cuando en realidad lo que procedía comunicar a eso denominado opinión pública es que se había abierto un expediente sancionador por la comisión de una falta de carácter grave, o muy grave, cuya tramitación podría concluir en una multa de tantos o cuantos euros. No es en este caso sino una mera excusa para señalar al pueblo, tras varias denuncias o comentarios al respecto, que el ayuntamiento cumple con sus obligaciones, dando por hecho algo que, como decía la amiga, ya se verá.
Es lo que ha ocurrido en el Polígono Industrial del Valle de Güímar. Leo en un periódico tinerfeño que el Gobierno de Canarias multa con 30.000 euros a los ayuntamientos de Candelaria, Arafo y Güímar por vertidos contaminantes a través del emisario submarino. Noticia que se adorna con la consabida obsolescencia del colector de las materias que se suponen previamente depuradas y que ponen en peligro la fauna marina de los contornos.
Y nada más lejos de la realidad. Porque lo que ha sucedido es que la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural (Apmun) ha iniciado el trámite de incoación de pertinente expediente sancionador, que podrá concluir en la sanción que se propone, o no, vaya usted a saber. Porque en el trámite podrán surgir pliegos que desmonten la acusación y al juez que instruya el procedimiento no le quede más remedio que rebajar la petición inicial o, incluso, sobreseer el caso.
Constituye, no obstante, un buen detalle el que se vigilen estas maneras alegres de proceder y que se procure el mantenimiento adecuado y correcto del Medio Ambiente. Porque hace unos días caminaba yo por la TF-320 y un poco más allá de Las Arenas (dirección a San Nicolás) –sí, ya he mejorado bastante–, pasada la entrada a la Cooperativa de Taxis, Funeraria Carrillo y demás, existe un barranquillo (Salina, según me indica Google Maps), que luego se une un poco más abajo (hacia el acueducto) con el de Tafuriaste, por el que discurre un lindo chorrito que debe proceder del Polígono Industrial de San Jerónimo. Que convendría se sujete a la inspección pertinente, no sea que se utilicen esas aguas para que el cabrero de aquellos descampados elabore el queso bien fresco. Amén de sabroso. Y por sí algún año de estos se realiza la tan comentada salida directa del polígono antes mentado a la TF-5, no sea que se tropiecen con este otro inconveniente añadido.
De los vertidos del rabo de gato ya ni hablo, que los técnicos en la materia sabrán lo que hacen. Tampoco del material que despiden los perros por el tubo del escape y que tienen paseos y avenidas del colesterol de pena, penita, pena. Menos mal que aún voy despacio y siempre mirando al suelo. Me pierdo muchas bellezas naturales, pero gano en el apartado de contratiempos escatológicos. Y los tenis también me lo agradecen.
Como no soy pescador y llevo mucho tiempo sin transitar el litoral realejero, quiero suponer que los derrames a la costa que existían en las zonas habitadas (Románticas, por ejemplo) sean a estas alturas cosas del pasado. Así como la cascada permanente desde unos establecimientos hoteleros, allá en la linde con Puerto de la Cruz, que se podía contemplar nítidamente por los bañistas de la playa de Los Roques.
De los olores de la depuradora, que se quejen los loros. Y de la suciedad en los cauces de barrancos que podrían ocasionar un gravísimo problema, en caso de riadas y avenidas, supongo estarán al tanto los que más saben de esos temas. La naturaleza es imprevisible y los aluviones, dice la historia, no avisan, pero aparecen. El que siempre hemos conocido como El Barranquillo, que pasa por El Jardín y desemboca en la zona de la aludida playa de Los Roques, está de lástima a la altura de la finca de La Zamora, entrada a La Gorvorana y aledaños de la autoescuela La Guagua. Luego lo canalizaron por debajo de la variante de Toscal-Longuera. Que no vuelva jamás a llevar los caudales que uno vio de menudo. Seguro que el sillón que contemplé semanas atrás, amén de matos, palos y otros materiales a la mar no llegan. Más de un percance causarían por el camino.

lunes, 20 de febrero de 2017

Dedazo

Hay una acepción en el DRAE, atribuida a ciertos países americanos de habla hispana, que nos indica que se trata de la designación de un candidato a un puesto público, de parte del poder ejecutivo, sin las formalidades de rigor. Y uno creía que tales procederes eran propios del Partido Popular. Donde, sin ir más lejos, el ungido dedo se ha utilizado desde sus inicios para colocar de manera directa y sin derecho a rechistar al cabeza visible. O cabezón, que también me vale. Aunque lo intenten disimular en Canarias con cuatro candidatos cuando harto sabido es que ya el sorteo está encaminado y las papeletas fueron compradas por un palmero que comenzó la andadura pública allá en el País Vasco en la época que cursaba aún la enseñanza primaria, y ahí está.
Pero en el giro copernicano habido en Podemos, el jefe, Pablo, el socialdemócrata, ha entendido que no todo es malo en los partidos tradicionales, en la casta al uso. Y así dispuso. A partir de ahora (bueno, desde hace un rato), y en otra vuelta de tuerca (¿o era tuerka?) nosotros también podemos. Como nuestro propio nombre indica. Utilizaremos lo seudópodos no solo para alimentarnos (fagocitosis; nuestros tentáculos citoplasmáticos rodean y engullen al enemigo) sino también para trasladarnos, para caminar por los vericuetos políticos. Yo, vuestro secretario general, ordeno y mando. A cierto sitio los círculos. Y que no nos mareen las mareas.
Íñigo, amigo, a pesar de lo que me has hecho sufrir en estos días pasados, y para que veas que no te guardo rencor, te voy a designar como candidato a la Comunidad de Madrid (Sûr que nous pouvons!). ¿Y los procesos internos de participación en los que la militancia deberá aportar…? Calla, calla, que agua pasada no mueve molinos. ¿Y Carmena? Quita, quita, nos basta con patentar Ganemos Madrid. Como experimento ya estuvo bien. Nos salió la jugada de la franquicia, o versión castellana, de Guanyem Barcelona (qué grande Ada Colau) y ahora toca remar placenteramente en El Retiro.
¿No crees que la gente va a pensar que me has desterrado, que me has dado el premio de consolación? Qué va, que no se te pase semejante ocurrencia por la cabeza. Tienes el 20% de la Ejecutiva. ¿Qué Ejecutiva? Aquí el único ejecutor eres tú. Pero, bueno, me imagino que me darás tiempo libre para irme promocionando, ya que me quitaste la portavocía en el Congreso. ¿Acaso bracea mejor que yo, Irene? Dejemos eso, niño, y sellemos la paz. Démonos un abrazo, y/o lo que proceda, y pelillos al Manzanares.
Yo no tengo claro que Manuela no quiera repetir y todavía aglutina a un gran colectivo, que no es nuestro, no lo olvides. Tranquilo, mi hombrecito, para eso designé a Meri Pita como secretaria de Plurinacionalidad y Diversidad Territorial. Su experiencia canaria en desfacer entuertos nos vendrá de perillas. Ha sabido resolver sin mayores traumas las disidencias y a los de Sí se puede (que vienen a ser como tú cuando te pones de mosca cojonera, pensó ocultando en la cinta de la coleta la mala uva destilada desde lo más profundo de sus sobacos) nos les queda otro remedio que integrarse o desintegrarse.
No sé, Pablo, sigo inquieto, nervioso, frenético, alterado. Antes era tu complemento. Ahora soy tu apéndice. Me da que tú me guardas rencor por haberte disputado la composición del órgano de gestión, pues ni siquiera osé poner en solfa tu indiscutible liderazgo. Es más, dije que te iba a votar. Estoy terriblemente confuso. Y nada más se conoció tu decisión, ya está Cifuentes metiéndose conmigo, me tiene tuiteado por completo.
Vamos a hacer una cosa, hablaré con Alberto y nos vamos este fin de semana a Tenerife. Nos pasaremos un día completo en el Loro Parque. Verás la armonía animal que existe en aquel recinto, qué sosiego, cuánta quietud, parece un congreso del PP. Además, los billetes nos salen gratis, paga el Congreso y sin necesidad de justificar nada… (A ver si lo puedo botar a la piscina de las orcas).
¿Te acuerdas cuando acampábamos en Sol?  
Qué pollabobas (versión canaria de gilipollas) éramos. Aunque engatusamos a tantos que mira lo alto que subimos. Tendré que sentar al tinerfeño junto a Montero. Ambos se desenvuelven bien con gestos y aspavientos. Y eso saca de quicio a Hernando. Lo nuestro es provocar y llamar la atención. Si no, no nos comemos un rosquete.
¿Cómo quedó el Rayo?
Ves, ya estás volviendo a tu tino. ¿Somos amigos de nuevo? Sí, bwana (señor, en suajili).
Tú a todo dile que sí, recordó Íñigo el sabio consejo de su madre, aunque por detrás ya se sabe, te clavan.
Es el exordio de una nueva novela. Hasta el epílogo, menudo recorrido. Aquí seguimos, en La Corona. Que es lo mismo que en la pericosa (o penicosa, según Marcial Morera). ¿Te acuerdas de esa palabra?

viernes, 17 de febrero de 2017

ABC

O abecé (conjunto de rudimentos o principios de una ciencia). Algo que deberían saber los ilustrados universitarios de Podemos. Quienes, con idénticos gestos, o peores, que los de aquellos de otras bancadas del mismo hemiciclo, se quejan amargamente de la portada de ayer que ilustra el presente comentario. Parecen olvidar sus señorías que la misma libertad que consagra el artículo 20 de la Constitución para que este realejero se alongue al blog a plasmar criterios, sujetos a pareceres que podrán o no estar de acuerdo con el pensamiento de un servidor, la poseen los medios de comunicación para fijar sus líneas editoriales. Y me extraña que tan sesudos politólogos no sepan a estas alturas de la vida de qué pata cojea cada cual. Tan listos para una cosa y tan torpes para otra.
En la que se denomina barra de marcadores de mi ordenador existe una pestaña bajo el título de periódicos. Y cuando la despliego me aparecen algo más de cuarenta cabeceras. Entre ellas, La Razón y ABC. Pero también El Mundo y El País. Así como Diario de Avisos y El Día. Y cuando me sumerjo en títulos, subtítulos, entradillas, sumarios y demás, soy consciente de que detrás de cada desarrollo informativo existe un director, un consejo editorial y un propietario. Quienes nos cuentan su versión de los hechos, su verdad. Como yo cuento la mía, ni más ni menos. O ustedes tergiversan la de otros, ni más ni menos otra vez. Cristales, ópticas, intereses.
En el Diario Podemita pude leer lo de la manipulación bochornosa en la portada de marras. “En lugar de basarse en lo acontecido ayer en el Congreso se dedican a pintar a Pablo Iglesias como un macarra”. Yo no vi pintura o caricatura alguna. Me limité a contemplar fotografías de distintos momentos en estelares intervenciones mediáticas. ¿O no están acostumbrados a ello? Pues tomen de la medicina que recetan. A lo peor les sabe mal. Y nos remiten un enlace a El Plural: Así es ‘Angelito’, el diputado que amenazó a Pablo Iglesias: “Tú, el sábado, tracatrá, y te quedas preñá”. ¿Y? ¿Todos iguales? ¿Violencia contra violencia? ¿Para facha tú, facha yo? ¿El fin justifica los medios? ¿Y nos quejamos los de estos lares de una tele ilegal? Pero si son retratos simétricos por mucho que se sitúen en ambas lindes del espectro. Los extremos se tocan, eso.
¿Y no será, estimados políticos, que se les podría aplicar la consabida expresión de que quien siembra vientos recoge tempestades? Son tantos los listones que colocaron en su particular batalla para contentar a los disgustados y ganar adeptos a la causa de la transgresión y los nuevos modos (incluidas camisas sudadas por los sobacos), que proliferan los tropiezos en esa adaptación subrepticia hacia los hábitos tradicionales que tanto pusieron en solfa. Y como se han percatado de que el viraje puede ocasionarles nefastas consecuencias al convertirse en un partido (socialdemócrata) al uso, solo les queda la escandalera para mantener cuotas de popularidad. Y han convertido el Congreso en un patio de vecinos mal avenidos, en la tasca de la esquina, cuando no en un circo con abundantes animales. Donde la bronca y la gesticulación, tan característicos de aquellos que con unas copas de más, cuando no con la ingesta de otras sustancias supuestamente dudosas, se apoderan del espacio que tiene encomendada, nada más y nada menos, que la representación del pueblo español. Y esas actitudes no son, en manera alguna, el retrato de la sociedad. Al menos de una inmensa mayoría. Yo no me siento, de ningún modo, señor fotografiado Iglesias, representado por el que le aplaudía a rabiar (sí, detrás de usted, y de fácil identificación, no tanto por su físico cuanto por el “interlocutar” de hace unos días) cuando, junto con la señorita Montero, jugaba a devolver besos y arrumacos.
No es mero capricho de este aficionado a juntar letras en un pueblo perdido, salvo cuando mi alcalde lo promociona en sus viajes. Ya su correligionario Errejón se percató del caminar de la perrita. Y entendió que el Congreso de los Diputados no era el circo donde cada cual montaba su espectáculo, porque quien lo hace corre el peligro de convertirse en payaso de ferias. Y a fe que los hay. Y no se combate el hambre con la necesidad. Armen la bronca si les apetece, si entienden que obtendrán rédito con ello. Que los gestos y reproches, cuando no la pendencia, se constituyan en moneda de cambio. Baja, no sube tú. Tócame la oreja, si te atreves.
Qué pena de cómo está el PSOE, que no dejen de mirarse el ombligo de una maldita vez. Cuánta lástima de que IU no despierte y se dé cuenta de que con estos compañeros de viaje no llegarán a destino alguno sino que los irán arrojando por la ventanilla sin necesidad de empujarlos muy fuerte.
Con redentores tales… Con seguidores que ni saben lo que cuelgan en Facebook… A peor la mejoría.
Feliz fin de semana.

jueves, 16 de febrero de 2017

Dietas

Interesante la propuesta en el Parlamento de Canarias para debatir este controvertido tema. Pero con una gran carga de falsedad, cuando no ir echando balones fuera hasta que amaine la borrasca. De todos, porque en el asunto se habla mucho con la boca chica. Lo comparo con las declaraciones del Papa Francisco, quien da en la diana de los problemas que asolan la faz de la Tierra pero no concreta soluciones para su resolución. O medidas específicas con las que la Iglesia Católica se convierta en adalid de la regeneración. Lo que no se diferencia gran cosa de las propuestas que hacemos muchos en los pueblos de Canarias sin que puedan llevarse a la práctica porque los que ostentan el poder decisorio no están por la labor. Cómo van a hacer caso sus eminencias a ignorantes de tomo y lomo.
La profesionalización política ha alcanzado tan elevadas cotas que cuesta un calvario bajarse de la guagua (en la que el tique, arriba, no les cuesta nada) para volver a caminar con y como el resto de ciudadanos. Lo de participar en una convocatoria electoral y cumplir con las obligaciones contraídas en el periodo de cuatro años estipulado ha pasado a ser historia. Es necesario para consumar los proyectos programados, suele ser la excusa perfecta─ que los intervalos ocupen decenios. Por ello no debe extrañarnos que el grupo de gobierno del ayuntamiento realejero nos venda como importante logro el haber reducido la deuda financiera en el lapso de 6 años. Hombre, Manolo, ¿y por qué obvias los cuatro que fuiste concejal de Hacienda cuando el pacto con Oswaldo? Que ya llevarás 16 cuando acabe el presente mandato y tú presumiendo de pibito. Además, para un presupuesto de 28 millones de euros, el que se haya disminuido cinco millones y medio la carga del debe con un aporte, según me sale la división, de unos setenta y siete mil euros al mes, tampoco es para presumir con bengalas de colores. Piensa en los que pagan una hipoteca y establece la comparación de rigor. O te lo pongo más fácil ya que posees los datos a mano: Retrocede a los primeros años de los ochenta con aquel puñado de pesetas y dime cómo salió el pueblo para adelante no teniéndote a ti al frente de la alcancía (lo de hucha es más tardío).
Pero volvamos a Teobaldo Power. A la presidenta se le ha ocurrido solicitar a los servicios de la cámara –no quiero imaginarme que sean esos donde sus señorías van a hacer sus necesidades– que consulten con otras instituciones de similar o parecido rango para establecer el paralelismo oportuno. Y mira tú que a este ingenuo se le ocurre que a lo peor salen ganando. Puesto que si se comprueba, con datos en la mano, que en Canarias los dispendios no son tan generosos como los mal pensados contribuyentes creemos, en el próximo ejercicio económico hay que incrementar la partida para transporte, manutención y alojamiento. Además, Carolina ha demandado más personal para poder analizar facturas, vales, billetes, resguardos, recibos y cuantos documentos deba entregar el interesado para que se le abonen los gastos que demande y concuerden con las directrices aprobadas. Pues ha dejado pasar la máxima autoridad del legislativo canario una magnífica oportunidad para demostrar que no basta con manifestar que se es socialista, sino expresarlo con hechos, pues los ahorros que puedan derivarse de los privilegios que disfrutan los cargos públicos (sí, ya sé que les duele, pero pónganse en lugar de un jubilado al que le descuentan el IRPF) constituirían la nueva partida presupuestaria de la que se nutrirían los empleados contratados para el menester de la revisión y control. Todo ello contando que hoy estoy de buenas, que si no pondría un horario reglado a los parlamentarios, como cualquier otro trabajador, y se les acabaría el chollo de compatibilizar las acciones por las que percibe una remuneración, con DEDICACIÓN EXCLUSIVA, y otros asuntos, casi siempre relacionados con el partido en el que militan. Algo así como si en mi pueblo revisáramos la situación de nuestro alcalde o suprimiéramos el puesto del enchufado bien pagado, lo que supondría aumentar al menos tres plazas de la policía local, que buena falta está haciendo.
Y analicemos, asimismo, las declaraciones de algunos de los representantes de la soberanía popular acerca del particular. Antona, el presidente interino del PP (al decir de sus tres contrincantes para tal puesto en el próximo congreso; por cierto, tanto parabién para Domínguez y ni un agradecimiento por los servicios prestados a Tavío), está por que se revise el sistema de dietas (postura del bien quedar), aunque añade: “No es que yo no me gane esas dietas, porque mi labor como diputado por estar en todas las islas es considerable”. ¿Como diputado o como cargo orgánico? O piensas que los realejeros somos tontos si tenemos un ejemplo (de tu propia mesnada) que nos tiene hasta los mismísimos con tanto garbeo. Y a partir de la próxima semana, agárrate que vienen curvas. No sean cínicos, que yo tengo mi tino (Calero dixit).
Tienen miga, igualmente, los de Podemos. Con aquello de que “el dineral” que perciben lo donan a  proyectos entienden purgadas sus culpas. También se financian públicamente los medios de comunicación de la Conferencia Episcopal para mantener a Marhuenda y compañía. ¡Ah!, que no hay comparancia. Aquí lo importante es lo que sale de las arcas públicas. Luego, que cada cual haga con el capital lo que mejor crea conveniente, que es, por otra parte, lo que hacemos todos con nuestro sueldo. Lo malo es que el del común de los mortales, para las necesidades perentorias y poco más.
Elena Luis, exalcaldesa de La Guancha y portavoz adjunta de CC, después de muchos años ordeñando la teta pública, se ha percatado de que “la sociedad ha sido víctima de la crisis” y que va a esperar el resultado del estudio.
El dicharachero Román Rodríguez, tan dado a hablar por los codos, ha sido bastante escueto al respecto. Debe ser que el Mencey le ha venido resultando cómodo. Qué suerte la mía que me lo tropiezo cada vez que voy al urólogo.
Y así todos, tal para cual. Entre fijas y variables, y sin control de ningún tipo, de buenos bolsillos disponen esas prendas. Como la tela de la ropa de la lucha canaria. Sin embargo, mucho más laxa que ciertas pieles. Para no llamarlos directamente caraduras, que estaría mal visto.

miércoles, 15 de febrero de 2017

Luchada en La Orotava

En un rato libre que me quedó ayer por la tarde –quien diga que los jubilados se rascan el ombligo es que no ha llegado aún a dicha situación– me puse a echar una visual a unas pocas de las muchas fotocopias de prensa de años idos que obran en mi poder, producto de largas estancias en la biblioteca de La Orotava (que cuenta con una excelente colección de periódicos, hoy, afortunadamente, digitalizada; en aquel entonces, mejor no contarte), cuando a uno se le ocurrió matricularse de nuevo en la universidad lagunera. Y como ese uno también participó activamente en los comienzos del Club de Luchas Atlante, del barrio realejero de Toscal-Longuera –al menos alcancé unos buenos leñazos hasta que dije que aquello no era lo mío y me retiré a otros menesteres menos sacrificados (cuando la foto ya me había echado a un lado)–, mientras ojeaba asuntos relacionados con la entonces denominada instrucción pública, me tropezaba con otros temas que despertaban mi interés. Y entre ellos, unas cuantas notas del vernáculo deporte. Que en la actualidad no pasa por su mejor momento porque poderoso caballero don dinero ha hecho acto de presencia en los terreros y se necesitan respaldos económicos tan fuertes que han hecho desaparecer equipos de gran tradición y solera. Como el Punta Brava, por ejemplo. Sin perder la esperanza de su reaparición, como me dijo hace unos días Juan Yanes.
En el número 19 del periódico portuense El Teide (ubicado en la calle Iriarte, 30, y cuyo primer director fue Manuel García, más conocido por Tinguaro –muchos artículos existen de este maestro tacorontero– y que se publicaba los miércoles y sábados de cada semana, viendo la luz su primer ejemplar el 1 de septiembre de 1908), de fecha 7 de noviembre de 1908, páginas 1 y 2, hallamos, bajo el epígrafe Revista, una crónica de un encuentro celebrado en La Villa, y que es del tenor literal siguiente:
“Bandos. Norte contra Sur; dividido entre el partido de la Laguna y Tegueste. Eran dirigidos por los afamados luchadores Emilio Rivero y Juan Capitán; el primero dirigía el del Norte y el segundo el del Sur. ¡Soberbio partido!
1ª luchada. Salió al terrero por el Norte el teguestero Francisco Ramos, y por el Sur Juan Barreto; el primero prendió por el muslo, siendo derribado por su contrincante por una atravesada de pierna.
2ª. Salió por caída Cipriano Pérez que, por la misma lucha y en la misma forma, jugó igual suerte. El vencedor se retira por cansancio.
3ª. Pisó las tablas el teguestero Juan Díaz, conocido por el Taladro: éste es de cuerpo nervudo y con bastante fibra, derribó á Fortunato Barreto que era el otro contendiente, pues al intentar el último sacarlo por su remolino midió el suelo con las costillas por un cango por fuera.
4ª. Salió á vengar á su compañero vencido, Cristóbal Henriquez, y en efecto que lo vengó, pues después de estar á gran elevación por una fuerte levantada del Taladro, logró trabar la pierna derecha y al ser tirado, resultó ir debajo del contrincante. Hubo muchos aplausos.
5ª. El vencedor lagunero agarra otra vez mano al calzón con Domingo García, cayendo el último por un juego de soltura.
6ª. Allá va al terrero Indalecio, el de los remolinos, con su pasito lento. Después de igualar hombros y tirar las manos á las espaldas, Indalecio prende por el muslo. Cristóbal traba un garabato pero inútilmente, porque el de los remolinos, con fina maestría, lo retuerce á la izquierda y lo deja sentado. ¡Vaya un luchador!
7ª. Salió al terrero el célebre Eutiquito Valencia, que según se vió, su intención era la primera entrada, pero Indalecio que es bastante experto en las reglas de la lucha, lo esperó tranquilo, y al ser tirado por la favorita de Valencia, le suelta su remolino y dio en tierra con Valencia. Grandes palmas llevó el de los remolinos por ser la primera vez que ha luchado en este pueblo. Y el que simpatizó en el público.
8ª.  Brincó al terrero otro Valencia para vengar á su hermano; pegaron con alma, pero al intentar Valencia encaderar cayó de sopapo por un cango por fuera. Indalecio se retira por cansancio.
9ª. Sale por el Sur José Serpa y sustituye á Indalecio Severiano Jiménez, el cual cayó por una cadera sin desquite del primero.
10ª. Francisco Jiménez, de temperamento nervioso, saltó con presteza remangándose el calzón, pero su suerte fue mala; al primer impulso de una media cadera del Serpa fue de mandoble al suelo.
11ª. Solo queda Rivero que luchar, y por fuerza y á petición del público se lanza al terrero. Después de algunos momentos que tardaron para poderse agarrar por ser éstos de alguna malicia para mejorarse, cayó José Serpa por una cadera de bocas piernas.
12ª. Sale por caída José Guzmán; es llegado el momento de descubrirse ante estos dos ágiles maestros de la escuela tinerfeña. Serios, ajotos y enérgicos, sin perder de un segundo en las lides, son estos dos luchadores. Atraen el respeto y simpatía del público en general. Después de varios ataques entre ambos, cayó Guzmán; Rivero le prendió por cadera y no hubo desquite alguno. Rivero se retira para descansar, siendo sustituido por el de los remolinos.
13ª. ¡Ya está en el terrero el Capitán, se espera la derrota del partido del Norte! No tardó nada Indalecio para salir, y enseguida agarran calzón arriba: el público admira á estos dos forsudos, y luchadores de nombradía, en sus acometidas y desquites. Después de lidiar largo rato, Indalecio quiere jugar su suerte; toca una palmada para atrás al Capitán y éste con su habitual elegancia lo monta en el cuadril, y, pin, al suelo Indalecio.
14ª. Salió Rivero y de pronto Capitán intenta coger el muslo, pero Rivero no se lo da; hubo unos momentos de asecha y Rivero en uno de ellos encadera y Capitán se la devuelve, pero al devolverla se encontró encangado sin tener otro recurso que medir el suelo con las costillas. ¡Las palmas son muchas!
Terminó la lucha con la derrota del partido Sur, y aseguramos que luchas como estas traerán mucha gente á esta Villa de todos los pueblos del Norte, pues ambos partidos se portaron como buenos, quedando el público complacido de la cordura y modestia que demostró el público del atento Tegueste”.
No olvides que es transcripción literal. La ortografía presentaba tremendos fallos. En los tiempos del plomo, las composiciones dejaban bastante que desear. No había televisión, pero el cronista (no aparece firmada la información) supo dibujar la situación.
Vaya este recuerdo de hace casi ciento diez años para todos aquellos que de una u otra manera han tenido relación a lo largo de su vida con el deporte de la lucha canaria. A los que tengo de amigos en Facebook serán debidamente etiquetados.

martes, 14 de febrero de 2017

Hoy

Hoy es el día de San Valentín. Cuyos fundamentos históricos, por lo que leo, nada tienen de románticos. Y sospecho (no poseo datos para constatarlo) que en la actualidad guarda más relación con el montaje comercial que con las flechas del amor que nos cantara Karina cuando la televisión, en blanco y negro, era espectáculo del fin de semana en casa de Carmelina, en El Toscal, con el único receptor de los contornos, que según ella le enviaron de Venezuela, y que se podía ver con la corriente que suministraba aquel ruidoso motor porque la luz eléctrica aún no había llegado al barrio. Sí, pues parece que los electrodomésticos son inventos de siempre y los de mi edad no olvidamos que pasamos toda la época de la escuela y del colegio San Agustín con velas, quinqués y mucho más tarde el enorme adelanto de la marca Campingaz. Ese invento maravilloso de pellizcar en la pared y encenderse una bombilla en el techo llegó a La Gorvorana cuando la década de los sesenta del pasado siglo casi se despedía. Así que hagan el favor de no hablarme de penurias y de estarse lamentando cada tres por dos. Pero éramos felices y comíamos productos que venían directamente de la huerta sin el recurso de publicidad alguna. Sin necesidad de que hablara el hombre del campo para decir sí.
Hoy todo ha cambiado, como es fácil deducir. Y si aún guardas razonables dudas, te invito a releer Pepillo y Juanillo (el libro, no el blog). Hemos progresado en comodidades. Es tal la cantidad de aparatos existentes en el hogar que constituye una tragedia el que falle la energía. Y se puede dar la paradoja, si te hallas en cualquier comercio, que no es lo peor quedarse a oscuras, sino que se plantee un serio problema para que te cobren, porque quien maneja la caja registradora olvidó que el cálculo mental era ejercicio de mentes despiertas. Las calculadoras, también en desuso por la proliferación de otras tecnologías, no leen códigos de barras. Son las que yo denomino servidumbres o esclavitudes.  Supuestos de los que no entendía aquel ventero analfabeto que con trazos, dibujos y garabatos no dejaba escapar un céntimo en la cuenta. Y te despachaba un cuarto kilo de azúcar o un vaso de vino blanco. Que Siña Frasca se lo echaba a un pan y se lo ‘mandaba’ con más regusto que una reina pepiada de ahora mismo.
Hoy somos más inteligentes porque tenemos de todo. Echamos mano de esa linterna que aparece en los anuncios y la hacemos funcionar en cualquiera de sus cinco funciones: elevado, medio, bajo, estroboscópico (esto tuve que buscarlo en el diccionario) y SOS. El no va más. Ahí es nada. Regalamos al infante ese flamante coche de la foto (modelo que imita al que se encontraba en el garaje de Ana Mato), que, merced al impulso de dos pilas de petaca (6 voltios cada una) y media docena de las grandes cilíndricas (de 1,5 V cada ejemplar), es capaz de realizar cualquier función para envidia del mismísimo Fernando Alonso, y el pequeño al poco rato juega con la caja que lo contenía, mientras corre como un descosido por la casa imitando ruidos de cambios de marcha con los sonidos de toda la vida. Y cómo renquea cuando llega a una cuesta. En primera y refuerzo.
Hoy, en cambio, a pesar de tanto avance, seguimos en la más supina ignorancia. Cuestión que uno creía problema congénito de la realeza (cosa de Borbones, para entendernos). Pero se ha contagiado hasta tal punto que la defensa de yo no sabía nada que esgrimió la Infanta Cristina ante quienes le cuestionaban ciertos ingresos de su marido, ya es argumento válido para más asuntos turbios. La exministra mentada en el párrafo anterior, verbigracia, es también de corta memoria. Bajaba al garaje de su casa a buscar unas papas para el potaje y ni se percataba de que allí, debidamente aparcados, cohabitaban bajo su mismo techo unos elegantes vehículos. Cosas de mi marido, pensaba cada vez que tropezaba con el carrito de la compra.
Hoy (por ayer; mariconada –ya estoy tan lúcido como Reverte– que vemos en los periódicos de cuando en vez) te invita tu hija al cumpleaños sorpresa y ni te sonrojas ante aquel maravilloso espectáculo de música y luces de colores que haría envidiar al mismísimo Rey León, aquellos regalos impresionantes que dejarían en la penumbra a cualquier estancia en los Disney al uso… Cosas de mi ex. Que es lo que mola. Cuando la mujer se reivindica en todos los foros, llegan estas toletas a desmontar logros y avances. Yo no sabía nada es defensa ante jueces y fiscales. O, de lo contrario, el silencio más cómplice. Como el del PP. El que calla, otorga. ¿O ya no?
Hoy he tenido la oportunidad de leer el contenido de la conferencia impartida en la Universidad de Navarra por el director del Washington Post, Marty Baron, bajo el título de Periodismo para tiempos nuevos y turbulentos. Muy interesante, te la recomiendo: http://www.huffingtonpost.es/marty-baron/periodismo-en-los-tiempos_b_14634232.html?utm_hp_ref=spain. Mucho nos queda por aprender. Sobre todo para cubrir las informaciones de las que denigran el rol femenino con el yo no sabía nada. Expresión que también pudo valer como titular del presente.
Hoy debemos estar preparados porque Rajoy, tras el baño de multitudes, ha declarado que no convocará elecciones –sería un disparate, sentenció– aunque no se aprueben los presupuestos. Fiel seguidor de que las reglas se inventan para no ser cumplidas, otra promesa que añadir al extenso capítulo. ¿Otro otoño caliente? No lo pongo en duda.
Hoy siguen muchos realejeros bailando una isa en cadena por el nuevo cargo de  nuestro alcalde. Se me ocurre recomendarles para cuando despierten del sueño de los me gusta y de los me encanta, que no se rasguen las vestiduras cuando la cruda realidad les meta fuerte estampido y no se les ocurra mejor salida que argumentar el fracaso con el consabido no sabía nada.
Y hoy acabo con el infinito reconocimiento a los que siguen y comparten mis locuras, que son producto de concienzudas observaciones en el retiro de La Corona, porque sin ustedes, sin sus ánimos, este blog sería un rotundo fracaso. Y creo que con modestia vamos avanzando. Diecinueve mil visitas en cuarenta y cinco artículos suponen una media de cuatrocientas veintitantas ojeadas, muchas de las cuales se habrán traducido en lecturas. Para ser comentarios políticos, en su mayoría, voy servido. Satisfecho y agradecido.

lunes, 13 de febrero de 2017

Autocomplacencia

Ha celebrado el PP en Madrid su 18 Congreso Nacional bajo el lema España, Adelante! Lo único que me ha quedado claro, según las excelentes referencias feisbuccianas del cronista oficial del partido en la Muy Noble e Histórica Villa de Viera, es que no hacía maldita falta este montaje (con un gasto que no debieron cubrir los condenados valencianos de la Gürtel, ¿o sí?) para decidir el futuro político de la pluriempleada Dolores. Viene todo esta parafernalia a ratificarnos que Spain is different.
Como te iba contando, este chiquillo (o, quizás, no tanto, aunque inocente, cándido, y puede que gilipollas –ver DRAE–), que ‘bebe los vientos’ por todo lo azulado (y cada cual es libre de elegir el color que más le convenga), me tuvo debidamente informado. Un gran despliegue fotográfico, como bien gusta al que es olfateado con sumo deleite (consulta en Internet el significado de la expresión entrecomillada y comprobarás que no hay connotación negativa alguna en lo olido, husmeado, rastreado, en suma, olfateado), nos confirmó que entre selfies y sesiones retratistas se lo pasaron chachi piruli. Vamos, como si en los salones hubiesen cubierto las paredes con espejos. Ni los chicos guapos de Ciudadanos, la marca blanca, lo habrían hecho mejor. Hasta pude atisbar a Mariano con unas gafas de traducción simultánea y que se las puso cuando alguien le insinuó lo del relevo generacional. El interlocutor de Trump ante la mal denominada América Latina es así de ingenuo. Por eso tiene tanto predicamento en cierto sector de mi pueblo que pudo haber pasado por las aulas, pero que estas no produjeron mella alguna, no obraron el fin que se les presupone, de lo que, como docente, me lamentaré eternamente. Cada vez que me acuerdo, me doy cabezazos contra la pared. Aunque después medito y dígome que vaya relajo; empalagoso hasta decir basta.
De un verdadero ejercicio de autocomplacencia pudimos ser testigos este pasado fin de semana. Salvo las honrosas excepciones. La de aquellos dos que denunciaron un pucherazo en el recuento de los votos que permitieron a Cospedal seguir aupada a sus machitos. Y dimitieron. O fueron invitados al atraque en algún puerto de Castilla-La Mancha.
Pero yo quiero venirme más cerca. A un municipio del norte de Tenerife llamado Los Realejos. En el que manda (gobernar es otra cosa bien diferente que no se contempla en su manual de instrucciones) con una comodísima mayoría absoluta un Partido Popular, que se vio beneficiado por la debacle electoral de una Coalición Canaria que le dio la espalda a su propia candidatura por las peleas no tan internas de su organización y cuyos votantes optaron por prestarle el voto a Domínguez, aunque ya lo lamentan públicamente. Y no les va a quedar más remedio que esperar a 2019, porque ni en el fastuoso Reglamento de Participación Ciudadana van a tener la opción de elevar quejas, ya que ha sido redactado para que el tutelaje gubernamental sea condición sine qua non. Estaremos al tanto de las sugerencias de las entidades vecinales y otros grupos políticos.
Don Manuel Domínguez ha sido designado por el dedo todopoderoso vocal del Comité Ejecutivo del PP nacional. Y algo que, como realejero, debería llenarme de satisfacción, me ha provocado un nuevo quebradero de cabeza. Si ya la presidencia insular de su formación política causaba notorias ausencias traducidas en decretos para delegar la alcaldía en el segundo de la nave, échale ahora guindas al pavo. Si la condición de consejero en el Cabildo Insular de Tenerife añadía desapariciones del puesto por el que nuestra villa le abona catorce espléndidas pagas en el año, arráyale otro millo a la partida. Si sus aficiones cinegéticas también suscitaban deserciones para irse detrás de los conejos, manda podencos desaparecidos. Y las que desconozco de sus habilidades empresariales. El que vale, vale, carajo, y el que no, pa´ maestro de escuela.
En resumen, si de los cinco días laborables, tres no estaba en la Avenida de Canarias (salvo si el protocolo exigía una sesión fotográfica), a partir de la próxima semana tendrá que irse cada siete días a la capital del reino. Y lo mismo no le da con las 24 horas. Nuestros impuestos seguirán nutriendo la caja de la que se llevará  a cabo la transferencia bancaria. Será nuestro alcalde como aquel funcionario que cobraba sin dar un palo al agua y cuyo singular proceder conocimos por las redes sociales. Esta nueva guinda será puesta en valor por los tenientes de alcalde cuando sigan sosteniendo que estas infidelidades para con el cargo de máximo responsable de un municipio que pierde población, y asolado por un paro que desciende porque la gente emigra, nos vienen de maravilla por las ingentes cantidades de dinero que nos trae el otro pluriempleado en maletines llenos de 500 euros con los que… seguir pagando las reuniones mensuales de los concejales no liberados del grupo de gobierno y algún que otro marrón.
Tardando está Manolo para redimirnos de la carga económica. Sería todo un detalle por su parte que renunciara al sueldo de alcalde. Que le pague el partido. Con lo que seguiremos siendo los contribuyentes los que apoquinemos la pasta, pero quedaría como un caballero. Aunque me temo que mi gozo en un pozo (My joy in a well, por si me lee Rajoy). Tendría derecho, por supuesto, a que los fines de semana coronara todas las reinas de las infinitas fiestas que disfrutamos. Actos a los que le acompañará, faltaría más, mi cronista, fotógrafo, mánager y recogepelotas.
No, yo no me alegro de tener un vocal en Madrid. Demasiadas incompatibilidades para desarrollar una buena gestión en MI pueblo. “El que mucho abraca, poco atraca”, refrán adecuado y pertinente. A no ser que deje paso y se dedique plenamente a sus legítimas aspiraciones orgánicas para los ascensos que tenga en mente. Por todo ello, y no es poco, me negué a poner un Me gusta en Facebook.
Y con esto me afucho, y hasta mañana.

viernes, 10 de febrero de 2017

Ordenando cajones

Fui uno de los estudiantes que hicimos la mili a través de la extinta IPS (Instrucción Premilitar Superior). La última de sus hornadas, precisamente, porque después fue sustituida por la IMEC (Instrucción Militar, Escala de Complemento). Estuve dos veranos en las instalaciones de Los Rodeos, a pesar de que a los estudiantes de Magisterio en aquel entonces les pertenecía El Talarn (Lérida), de donde salían con el grado de cabo primero. Pero a quien estas líneas suscribe le cupo el inmenso honor de haber ocupado el primer lugar (ay, si escribiera mis memorias pondría en un brete a mi alcalde, pues le gusta tanto entregar metopas y distinciones) tras las oportunas pruebas físicas y psicotécnicas realizadas, con lo que me concedieron el ‘premio’ de quedarme en la isla, junto a otro compañero de Las Palmas.
Tras los meses reglamentados en los dos veranos precitados, había un cupo de alféreces y el resto de sargentos. De los casi trescientos cadetes de la compañía, cuando me enviaron la carta para que fuera a coger el nombramiento, con el que luego debería solicitar la realización de las prácticas en el acuartelamiento que hubiese plazas vacantes, el teniente que me atendió me señaló que me había recaído el número 43. Y vino a resultar que ese número marcaba el último alférez, ya que el siguiente, el 44, era el primero de los sargentos, hasta el último, claro.
Cuando con toda la ingenuidad de la juventud le señalé que mientras yo tendría más dificultades para pedir destino, el siguiente iba a tener todas las ventajas para su demanda. Pretendía un servidor hacer la conversa más distendida porque vi al hombre (el teniente; chusquero, o no de academia, por más señas) algo serio. Casi me mata (metafóricamente escribiendo), que si yo no tenía espíritu militar, que cómo carajo iba a ser lo mismo un oficial que un suboficial… Chacho, me vine para el pueblo medio chungo, con la moral castrense por los tobillos.
Bueno, abreviemos. En el mes de septiembre de 1973 me hallaba en Hoya Fría dispuesto a poner en práctica todas mis aptitudes. En una de las fotografías, de guapo, el día que, junto a otros compañeros, volvíamos a la vida civil (enero de 1974), a dar clases en la Barriada de San Antonio (La Orotava). En la otra, con la tropa del 4º llamamiento del 73 (4ª compañía). Buen capitán aquel. Me aconsejó que me quedara. Y se me fue el pensamiento a cuando el maestro me dijo si quería ir al seminario. Cuántos oficios se me han quedado por el camino.
Y como no se trata de contar anécdotas –que las hubo, y muchas– ni batallitas (entre las que deberé mencionar la ‘voladura’ de Carrero Blanco), te diré que en la primera guardia que me correspondió, y en uno de esos muchos ratos muertos de esas larguísimas 24 horas, me puse a confrontar los datos de los estadillos (que le había firmado en la mañana al oficial de guardia saliente) en los que se recogían las cantidades del material existente en las dependencias ubicadas en ‘El arco’ de la entrada al recinto cuartelario, y pude percatarme de que lo plasmado en los papeles no coincidía en nada con la realidad que veía a mi alrededor. Y como tuve la santa paciencia de contar hasta la munición, aquella diferencia brutal entre lo que había ante mis ojos y lo escrito en el papelito de marras me tuvo en vilo el resto de la jornada. ¿Qué hago?, me dije. Después de meditar no largo tiempo, valoré que lo conveniente sería hacer un inventario de fundamento y quedar a la espera de que a ningún superior se le ocurriera lo que a mí, es decir, comparar el mío con el anterior. Y así debió ser, porque nadie me envió aquel fatídico sobre con los caracteres rojos, en mayúscula, de CONFIDENCIAL, con el que era obsequiado todo el que metiese la pata y debía encerrarse los días de retiro obligatorio que el coronel estimase en la denominada sala de banderas. Lo que sí le aconteció al bueno de Manolo Santaella (q.e.p.d.) cuando se le escapó un arrestado y tuvo que venir a buscarlo a Punta Brava.
Me acordé de este pasaje cuando ayer en la lectura de rigor me entero de que un inspector de policía, mientras ordenaba cajones (o gavetas), tropezó con un pendrive  de 8 GB que contenía información de la familia Pujol, esa congregación catalana que vivía en Barcelona pero que viajaba hasta Andorra con frecuencia a resolver asuntos relacionados con sobres y maletines. Parece mentira que se conozca a esta unidad como Brigada Central de Blanqueo y Anticorrupción y luego tenga las gavetas tan desordenadas que se les extravía un dispositivo de memoria externa con tanta facilidad. Deberían encargar a uno de ellos para que mantenga el orden y la limpieza. Siempre habrá quien ostente el sambenito (arriba el recochineo) de la pulcritud o, al menor, de tener el don de poner las cosas en su sitio y saber el lugar exacto de su ubicación cuando se le reclame tal o cual expediente. Como cuando entras en un juzgado, por ejemplo, y son tantos los montones de legajos y carpetas que ni siquiera el que te atiende sabe dónde demonios se localiza el que busca con denuedo (aparente).
Yo creo haber sido ordenado en mi época de funcionario. Ahora me abandono un fisco más porque las obligaciones no son tantas. No me ha pasado lo que al PP con su gaviota. Pues transcurridos casi treinta años desde que cambiaron desde la Alianza Popular de Fraga, ha venido el artífice de su logo, Fernando Martínez Vidal, a indicar que se trata de un charrán, que es ave del mismo género pero no tan carroñera. Y piensa que esa puede ser la causa de todos los casos de corrupción que los salpica. Vamos, que ni parecido con Juan Salvador (Gaviota).
Aprovechemos, pues, este fin de semana, máxime cuando va a estar pasado por agua, y dediquémonos todos a ordenar papeles. Lo mismo encontramos los podencos. Y, a lo peor, unos cartuchos.

jueves, 9 de febrero de 2017

Los Rostros

Si yo debo dar crédito a todo lo que publicó la prensa en el día de ayer acerca de la conversación telefónica habida entre Trump y Rajoy, ustedes podrán coincidir conmigo en que lo único cierto es que el norteamericano se pasó todo el tiempo que duró la llamada intentando explicar al gallego cómo debía pronunciar su apellido. Y fuente dignas de todo crédito me señalan desde Madrid que fue intento vano. Ya saben que el presidente de EEUU es testarudo como una mula, pero en la presente ocasión tuvo que colgar el aparato –no es la primera vez– ante la imposibilidad de que Mariano saliera del guion establecido en su “It´s very difficult todo esto”.
Así que, estimados amigos, no presten atención alguna a la infinidad de cuestiones que, según las diferentes versiones periodísticas, se trataron en los escasos quince minutos del intercambio. La única conclusión que se obtuvo fue el aporte de más dinero español para los gastos de defensa porque las bases de la OTAN están suponiendo al militarismo yanqui mayores quebraderos de cabeza que el tristemente famoso muro mejicano. Por ello, y no por otra causa, los pensionistas veremos, al menos hasta 2022, que nuestros abonos mensuales no se verán incrementados más allá del 0,25%. Ya que formamos parte de la reserva (los que fuimos al cuartel sabemos lo que eso significa) y no podemos agarrar un mosquetón, contribuiremos, como en otros tantos aspectos recortables, rascándonos el bolsillo unos años más. Y si el IPC sube, como ya lo está haciendo, más allá de ese porcentaje, con darnos un par de puntos en la boca para comer menos, asunto resuelto.
Otros que también están sufriendo problemas monetarios son los empleados del ayuntamiento portuense. Su cuesta de enero se ha prolongado un par de semanas y no han percibido la paga correspondiente. La información sindical no nos aclara si alcalde y concejales se hallan en idéntica situación o ellos constituyen capítulo aparte. La responsable de Recursos Humanos del consistorio, la popular Antonia María Domínguez (en la foto), se excusa porque las dos personas que se encargan de las nóminas están de baja laboral (una por maternidad y la otra por intervención quirúrgica). Y se quedó más ancha que el mismísimo Donald cuando le espetó a los vecinos del sur que pagaran ellos la pared de la controversia. Esperemos que los trabajadores municipales no deban esperar hasta dentro de cinco años, como nosotros los viejitos, para ver cumplidas sus legítimas aspiraciones: cobrar a fin de mes en tiempo y forma. Y con la teoría de la concejala, si se avería un camión o se accidenta un operario, lícito es ver la ciudad llena de basura. Y si a un par de policías se le rompen las botas, aparquemos en las aceras que no hay posibilidad de multa. Y así.
Mientras debemos buscar dinero a toda costa, parece ser que el exconsejero delegado en Turismo del Cabildo de Tenerife, Miguel Ángel Santos (creo que ahora anda de gestor de dicha área en La Palma; contrólale la Visa, Pestana, por si se llevó para allá la mala costumbre), se dilapidó unos 700.000 euros entre 2012 y 2015 con sus tarjetas de crédito. Tan a pecho se tomó el cargo el supuesto manirroto que hizo turismo del bueno. Puede que nuestro hombre haya aprendido en Adeje a viajar, comer y relacionarse cual jeque árabe. Negras, opacas o canelas, que viva el plástico.
Aunque bien podrías pensar que el título del presente artículo se debe a la caradura de aquellos que piensan que todo el monte es orégano y se pueden malgastar los dineros públicos a compuertas, resulta que Los Rostros es un lugar de Yaiza (Lanzarote) donde el ínclito condenado Dimas Martín, pasándose disposiciones legales y normas urbanísticas por el forro del móvil (por ser educado), construyó unas habitaciones apenas, una piscinita, unas terrazas y unos lindos muros de piedra que ocultara la ampliación del ‘cuarto de aperos’. Porque él, y a las conversaciones telefónicas intervenidas judicialmente me remito, hizo y deshizo a su antojo cuanto le vino en gana, y más con todo bicho a sus pies. Las paredes del centro penitenciario de Tahíche saben mucho del particular. Y en este nuevo proceso por el que se le juzga en la actualidad, se ha negado contestar a las preguntas del fiscal. Derecho que le asiste el de no declarar, pero ha sido tanta la chulería del conejero que la presidencia del tribunal le ha tenido que llamar la atención.
Es rico semánticamente el vocablo rostro. Basta una excursión por el diccionario (y no como las giras del dilapidador de tarjetas; pobres palmeros) para salir de dudas. Me quedo con la acepción coloquial que la equipara a desfachatez (¡Qué rostro tiene ese individuo!). Al final debo resignarme con el triste epílogo de que hay mucho energúmeno es esto de la cosa pública. Aquellos que combaten su manifiesto complejo de inferioridad con unas ínfulas (vanidad pretenciosa) tales que entienden las instituciones como una propiedad. Y en los que yo denomino chiringuitos, demuestran sus verdaderos rostros de autócratas. Suelen comenzar los primeros atisbos cuando con demasiada frecuencia utilizan el verbo mandar. Y de ahí a otro nuevo complejo, el de amo, un paso. Vaya rostros. Amén.

miércoles, 8 de febrero de 2017

Mitos

Leí ayer en El Confidencial (hay que husmear en todas partes y quedarte con el estribillo que te interese) un extenso reportaje que abordaba los mitos más recurrentes del turismo en España. Y destaca el amplio informe del Centro de Estudios EY que, a pesar del notorio incremento habido en el pasado 2016, España aún no ha sido capaz de atraer sino el 1% de los viajes que realizan los turistas de los principales mercados emisores lejanos, con un enorme potencial de crecimiento y que efectúan los mayores desembolsos en sus estancias. El alto “starling”, que proclamara a los cuatro vientos un concejal de mi pueblo años atrás. Analicemos algunos pasajes:
Somos un destino líder en volumen (y buena prueba la hallamos aquí en Canarias, donde presumimos de millones de visitantes) pero no en rentabilidad, ya que nos superan en ingresos, y de manera significativa, Estados Unidos y China. Y son muchas las voces que escuchamos en este archipiélago al respecto. Porque los políticos presumen de ingentes cantidades de visitantes, hecho que no se traduce en mejoras salariales o en disminución proporcional de la lista del paro.
A pesar de la enorme riqueza de recursos (clima, costas, variedad orográfica, patrimonio cultural, monumental e histórico), el estudio pone el dedo en la llaga al incidir en la carencia de una estrategia adecuada de comunicación del destino, porque la duplicidad de Administraciones no permite la unificación del mensaje. Y aquí no me quedó más remedio que recordar cómo desde cada institución pública (ayuntamiento, cabildo, diputación, comunidad autónoma) se lanzan –nos lanzamos– a la aventura de vender cada cual su mercancía en cuanta feria se vislumbre en el horizonte. Si quieres te pongo el ejemplo de Fitur, donde el recinto ferial ya está a tope antes de que entre el primer potencial cliente.
Ha habido, no obstante, un importante repunte en ese apartado de otros mercados, aunque ese tan codiciado turista de alto poder adquisitivo sigue siendo asignatura pendiente. A pesar de que es eterna cantinela que venimos escuchando en estas islas desde hace bastantes décadas. Lo que conlleva de manera inequívoca al planteamiento de hasta cuándo puede el territorio soportar la avalancha, máxime cuando no se atisban progresos en el mecanismo productivo. En 2017 la tasa de desempleo sigue por las nubes y se sigue demandando, por ejemplo, personal cualificado. Algo chirría, pues.
El turismo de lujo –ese que en París o Londres se deja un pastón– no solo tiene cabida, sino que es menester ampliar la oferta. Porque si bien es cierto que somos un destino conocido, aún debe reforzarse la marca de cara a ese nuevo motor que es necesario montar en la maquinaria. Y no me refiero al hipódromo de ayer en el aeropuerto de La Gomera.
No se concibe que la capital francesa cuadruplique el número de conexiones semanales con China si aspiramos a que esta actividad económica siga tirando del carro, ya que ha sido el sector que mejor ha resistido la crisis, representando un alto porcentaje (13%) de los puestos de trabajo en el país. En Canarias, superior el treinta por ciento, lo que significa una de cada tres ocupaciones.
Hemos mejorado, sin duda, pero hay que seguir cuidando cuestiones básicas: seguridad, limpieza, servicios de información. Y en este último apartado, la gandulería crónica de los idiomas. Nadie nos gana en ese aspecto al lenguaje de los signos, somos especialistas en el habla corporal, con gestos somos capaces de indicar el lugar exacto de cualquier duda planteada. Lo malo es que no estamos seguros de los éxitos obtenidos. O lo que es lo mismo, si el interpelante llegó al Loro Parque, como nos demandaba, o apareció en la Hijuela del Botánico buscando orcas, pingüinos y guacamayos. Y lo mismo se tropezó con Linares.
Disfrutamos de una relación calidad-precio muy superior a la de otros países europeos, mas en necesario profundizar en la oferta complementaria, que sea lo suficientemente atractiva como para llamar al que contribuya con divisas. Que apoquine la guita, para entendernos. Que es, por otra parte, el mensaje de todo cargo público que se precie sin que, como contrapartida, aporte algo más que la letra de una ranchera al estilo Pepe Benavente. Desde que salí de aquella vieja escuela de La Longuera, que regentaba don Andrés Caballo Real y me fui al Colegio San Agustín, mientras otros chicos optaron por recalar en los primeros hoteles de Puerto de la Cruz, vengo oyendo idéntico discurso. Y por lo que se ve, la preparación (lingüística, sobre todo) sigue brillando por su ausencia.
Así que no presumamos de cantidad y hagamos lo posible por mejorar la calidad. Si dos son capaces de gastar más que tres, ya puede el tercero ahorrarse el viaje. Lo malo es que hasta Jerónimo Saavedra está diciendo que peligra el Festival de Música de Canarias. Y él de aspectos armónicos sabe más que yo. Como de aquí a Lima. Y el campo de golf de Buenavista se muere de asco. Y eso. Ojalá tengamos la tarea hecha cuando el Mediterráneo se tranquilice.