jueves, 16 de febrero de 2017

Dietas

Interesante la propuesta en el Parlamento de Canarias para debatir este controvertido tema. Pero con una gran carga de falsedad, cuando no ir echando balones fuera hasta que amaine la borrasca. De todos, porque en el asunto se habla mucho con la boca chica. Lo comparo con las declaraciones del Papa Francisco, quien da en la diana de los problemas que asolan la faz de la Tierra pero no concreta soluciones para su resolución. O medidas específicas con las que la Iglesia Católica se convierta en adalid de la regeneración. Lo que no se diferencia gran cosa de las propuestas que hacemos muchos en los pueblos de Canarias sin que puedan llevarse a la práctica porque los que ostentan el poder decisorio no están por la labor. Cómo van a hacer caso sus eminencias a ignorantes de tomo y lomo.
La profesionalización política ha alcanzado tan elevadas cotas que cuesta un calvario bajarse de la guagua (en la que el tique, arriba, no les cuesta nada) para volver a caminar con y como el resto de ciudadanos. Lo de participar en una convocatoria electoral y cumplir con las obligaciones contraídas en el periodo de cuatro años estipulado ha pasado a ser historia. Es necesario para consumar los proyectos programados, suele ser la excusa perfecta─ que los intervalos ocupen decenios. Por ello no debe extrañarnos que el grupo de gobierno del ayuntamiento realejero nos venda como importante logro el haber reducido la deuda financiera en el lapso de 6 años. Hombre, Manolo, ¿y por qué obvias los cuatro que fuiste concejal de Hacienda cuando el pacto con Oswaldo? Que ya llevarás 16 cuando acabe el presente mandato y tú presumiendo de pibito. Además, para un presupuesto de 28 millones de euros, el que se haya disminuido cinco millones y medio la carga del debe con un aporte, según me sale la división, de unos setenta y siete mil euros al mes, tampoco es para presumir con bengalas de colores. Piensa en los que pagan una hipoteca y establece la comparación de rigor. O te lo pongo más fácil ya que posees los datos a mano: Retrocede a los primeros años de los ochenta con aquel puñado de pesetas y dime cómo salió el pueblo para adelante no teniéndote a ti al frente de la alcancía (lo de hucha es más tardío).
Pero volvamos a Teobaldo Power. A la presidenta se le ha ocurrido solicitar a los servicios de la cámara –no quiero imaginarme que sean esos donde sus señorías van a hacer sus necesidades– que consulten con otras instituciones de similar o parecido rango para establecer el paralelismo oportuno. Y mira tú que a este ingenuo se le ocurre que a lo peor salen ganando. Puesto que si se comprueba, con datos en la mano, que en Canarias los dispendios no son tan generosos como los mal pensados contribuyentes creemos, en el próximo ejercicio económico hay que incrementar la partida para transporte, manutención y alojamiento. Además, Carolina ha demandado más personal para poder analizar facturas, vales, billetes, resguardos, recibos y cuantos documentos deba entregar el interesado para que se le abonen los gastos que demande y concuerden con las directrices aprobadas. Pues ha dejado pasar la máxima autoridad del legislativo canario una magnífica oportunidad para demostrar que no basta con manifestar que se es socialista, sino expresarlo con hechos, pues los ahorros que puedan derivarse de los privilegios que disfrutan los cargos públicos (sí, ya sé que les duele, pero pónganse en lugar de un jubilado al que le descuentan el IRPF) constituirían la nueva partida presupuestaria de la que se nutrirían los empleados contratados para el menester de la revisión y control. Todo ello contando que hoy estoy de buenas, que si no pondría un horario reglado a los parlamentarios, como cualquier otro trabajador, y se les acabaría el chollo de compatibilizar las acciones por las que percibe una remuneración, con DEDICACIÓN EXCLUSIVA, y otros asuntos, casi siempre relacionados con el partido en el que militan. Algo así como si en mi pueblo revisáramos la situación de nuestro alcalde o suprimiéramos el puesto del enchufado bien pagado, lo que supondría aumentar al menos tres plazas de la policía local, que buena falta está haciendo.
Y analicemos, asimismo, las declaraciones de algunos de los representantes de la soberanía popular acerca del particular. Antona, el presidente interino del PP (al decir de sus tres contrincantes para tal puesto en el próximo congreso; por cierto, tanto parabién para Domínguez y ni un agradecimiento por los servicios prestados a Tavío), está por que se revise el sistema de dietas (postura del bien quedar), aunque añade: “No es que yo no me gane esas dietas, porque mi labor como diputado por estar en todas las islas es considerable”. ¿Como diputado o como cargo orgánico? O piensas que los realejeros somos tontos si tenemos un ejemplo (de tu propia mesnada) que nos tiene hasta los mismísimos con tanto garbeo. Y a partir de la próxima semana, agárrate que vienen curvas. No sean cínicos, que yo tengo mi tino (Calero dixit).
Tienen miga, igualmente, los de Podemos. Con aquello de que “el dineral” que perciben lo donan a  proyectos entienden purgadas sus culpas. También se financian públicamente los medios de comunicación de la Conferencia Episcopal para mantener a Marhuenda y compañía. ¡Ah!, que no hay comparancia. Aquí lo importante es lo que sale de las arcas públicas. Luego, que cada cual haga con el capital lo que mejor crea conveniente, que es, por otra parte, lo que hacemos todos con nuestro sueldo. Lo malo es que el del común de los mortales, para las necesidades perentorias y poco más.
Elena Luis, exalcaldesa de La Guancha y portavoz adjunta de CC, después de muchos años ordeñando la teta pública, se ha percatado de que “la sociedad ha sido víctima de la crisis” y que va a esperar el resultado del estudio.
El dicharachero Román Rodríguez, tan dado a hablar por los codos, ha sido bastante escueto al respecto. Debe ser que el Mencey le ha venido resultando cómodo. Qué suerte la mía que me lo tropiezo cada vez que voy al urólogo.
Y así todos, tal para cual. Entre fijas y variables, y sin control de ningún tipo, de buenos bolsillos disponen esas prendas. Como la tela de la ropa de la lucha canaria. Sin embargo, mucho más laxa que ciertas pieles. Para no llamarlos directamente caraduras, que estaría mal visto.

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