lunes, 23 de enero de 2017

Sí hay dinero

Cansadito estoy de los lamentos desde que los yanquis eligieron como presidente a cierto magnate apellidado Trump. Muchos de ellos provenientes de los que en su día depositaron en la urna una papeleta con el logo de una gaviota y que puso a un tal Rajoy en La Moncloa por segunda vez. Después de habernos engañado, cuando no recortado, por arriba, por abajo, por la izquierda y por su derecha. Ni noto diferencia alguna ni me extraña que los estadounidenses hayan ubicado en la Casa Blanca a uno de sus ejemplares más típicos. No le demos más vueltas porque sería necesaria una transformación total y ponernos en el pellejo del vaquero farruco, bravucón e insolente. Seguiremos sin comprenderlo mientras persistamos en nuestro planteamientos europeos. Ellos son ellos, sin circunstancias pero con pistolas. Aliémonos con los chinos y apretémosles las clavijas. Que no solo de hamburguesas se puede vivir.
Pero vayamos a lo que hoy nos concitaba: Clavijo, Curbelo y la tele canaria. Ahí los tienen, en la foto, en plan bomberos. El uno, con la mochila, como Dora. El otro, como director, que experiencia le sobra. Y de incendios, con muchas hectáreas a sus espaldas.
El primero se me parece cada vez más con Rivero. Debe ser que el cargo se les sube a la cabeza. Los vuelve curritos. No tanto como el americano, pero están en ello. Fernando habría superado el trámite parlamentario de la pasada semana aunque no se hubiese levantado del sillón. Son tan previsibles los discursos que bien podrían ahorrarse unos bastantes euros. Y este humilde opinador, doctor en nada e ignorante de todo, cuestiona el papel de los portavoces, incluyan al presidente, salvo el del incombustible Casimiro.
El gomero que leyó la novela Iballa cuando estudiaba Filosofía y Letras en la Universidad de La Laguna y díjose que debía reencarnarse en el mismísimo Amalahuige. Pero con el ánimo de no cometer errores del pasado: no confiaría en extranjeros (entendiendo por tal todo aquel individuo que no habitara las tierras de Junonia), no dividiría sus predios y reclamaría cuantos fondos entendiera necesarios para mantener entretenidos a sus súbditos. Y en el empeño continúa. Porque el Conde no es satélite, ni siquiera planeta, es toda una estrella, el centro del universo. Él jamás dio una clase ni tuvo trabajo alguno, pero trata a los demás como párvulos que brincan alegremente en jardines de infancia. Una trayectoria, que va para cuatro décadas, avala el importante incremento… patrimonial.
Hace apenas unos meses se percató de que había construido un hospital en La Villa. Y le ocurrió lo que a otros dirigentes con el de Icod de los Vinos. ¿Por dónde llegamos, cómo acudirán los enfermos, y personal sanitario? Y no tenemos helicóptero con base permanente. Aunque le estamos echando el ojo al que se halla en La Guancha. Aprovechémonos de la debilidad clavijera, disfrutemos de una ley electoral que con un puñado de votos nos hace imprescindibles y pidamos 19 millones de euros para un tramo entre la vía de ronda y el centro médico. Apenas un kilómetro por el barranco, pero presumiremos de tener el trecho más caro del mundo. Porque lo merecemos. Y considérense, resto de canarios, afortunados por no habérsele ocurrido edificarlo en Enchereda, se le escuchó decir en el Benchijigua echándose el cuarto medio güisqui. Ya puestos, añado yo, con otros diez millones llegamos a El Molinito, que lo llevan ‘jodido’ desde… ni me acuerdo.
Cuando se está en pleno debate del asunto de las cláusulas suelo, cuando nos invitan al ahorro y la moderación porque llegó la primavera con sus brotes (si aún no me han comunicado los euros que voy a cobrar de más este año), uno contempla que no son capaces de establecer un verdadero orden de prioridades y que hay mucho gasto perfectamente descartable. Además, parece que seguimos en épocas de vacas gordas, cuando llevar a cabo una obra (mastodóntica también), y pasado el tiempo percatarse de que no servía para nada, no implica dimisión alguna ni mucho menos responsabilidad económica. ¿Quién revierte al bolsillo ciudadano el importe del mamotreto de Las Teresitas, la embotelladora de Taguluche o el turbio manejo de Tindaya, donde los millones se volatizaron? Nadie. Pelillos a la mar. Y sus bolsillos con doble fondo para resistir el peso o pagar en efectivo entrada a saunas o establecimientos de dudoso proceder.
Y cada vez que se anuncia un nuevo programa en la tele autonómica, vaya fraude, vaya desfalco. Son auténticos atracos a mano armada. Los dirigentes de la cosa necesitan mucho más que un foco. Que les salió fundido desde el pitido inicial. Venga autobombo para estos resultados. Es que con tanto magacín, nos han tomado por idiotas. Si esta es la prueba de lo que somos capaces en Canarias, péguense un tiro de gofio en polvo  y cómprense una buena linterna. Los mismos patrones (esquemas) de siempre. Entrevistas a los mismos por parte de los mismos. Y cuando se dan cuenta de que no siempre se puede estar llevando al político de turno, que es adulado hasta decir basta por el periodista de turno, se inventan una novelería, con una pléyade de cronistas jóvenes pero adictos al régimen ‘atinómico’, quienes se lanzan en ‘coalición’ a despertar morbos con sutiles operaciones de chapa y pintura. Cuando no damos las buenas tardes a este territorio atlántico con dieciocho mil copias, y pegas, (llámalo refrito, si prefieres) que rayan el ridículo más bochornoso, cuando no casposo. Que se publicitó, asimismo, como el retorno, el desembarco, la rentrée del añorado… Pincha en este enlace y sonríe, qué menos: http://www.elbaifoilustrado.com/el-tribunal-penal-de-la-haya-dicta-orden-de-busca-y-captura-contra-roberto-kamphoff/.
Leí hace unos días un artículo al respecto. Y la autora del mismo defendía que lo único válido de la tele canaria eran los informativos. Difiero totalmente. Te invito (bueno, lo reitero) a que veas los tres que emiten diariamente. Se escapa el buen hacer de los presentadores. Los contenidos son los mismos en todas las ocasiones. Esa redacción de informativos vale menos que un cortado. Es lamentable la selección de lo noticiable. Priman sucesos y accidentes. Matan la misma cabra en un barranco cualquiera unas cincuenta veces. Y el animal, por extraño sortilegio, resucita. Y vuelve a caer en las redes de los intrépidos redactores. Acaba como una cabra, la pobre.
El mejor servicio que nos pueden prestar es que la cierren para siempre jamás. Están poniendo el nivel cultural de las islas al nivel del talón (o tacón) de cualquier zapato. Si malo era Willy, peor nos salió Negrín. Priman intereses empresariales ante lo verdaderamente importante, que debería ser la función periodística de un ente público. Así está el gremio. Y las asociaciones profesionales, tirándose de los pelos.
Si vuelvo a escuchar que no hay dinero, lo mismo me pierdo y nombro… Hasta mañana.

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