─Espera un
instante, Loli, que me reclaman por la otra línea… sí, ¿cómo?, claro que soy
Pablo, o acaso ya no sabes qué número marcaste… ¿tú vas a estar disponible en
un rato, Cospe? Vale, te doy un toque luego, déjame decirle cuatro cosas al
Asier.
─Ños, ya
podrías disimular un fisco y tapar el teléfono con la mano, más que sea.
─Lo que te voy a
taponar es la boca, vendido. Tú eres el presidente del PP canario y no deberías
haber tomado partido por nadie. Al menos públicamente. Casi se te cae la baba con
la Soraya. La estáis engrandeciendo con tanta alabanza.
─¿Estás enfadado?
Te noto tenso.
─¿Vas a seguir
con el cachondeo? Mira que se me está llenado la pipa.
─Por estos lares
decimos cachimba.
─Menos mal que me
busqué una disculpa para no darme otro salto a esas islas traicioneras. Todo se
quedó en buenas palabras cuando os visité a finales de junio. Y ahora me pagáis
así.
─Pero Pablo, bien
sabes que Soria dejó el listón cambado y con la ayuda de Manolo…
─Bueno está ese
también. ¿No estará ahí contigo?
─Pues sí,
aprovechamos una de sus giras a la capital y me acompaña en el paseo mañanero
por el García Sanabria. ¿Te acuerdas de este parque, no?
─Capto una pizca
de ironía en tu acento palmero-bilbaíno…
─Sin faltar;
compañeros, sí, pero no te pases.
─Dile a Manolo
que se ponga.
─Sí, ¿quién es?
─¿Que quién soy?
Tú eres idiota o juegas aún a las canicas en los estíos.
─¡Ah!, coño,
Pablo, pensé que era Soraya.
─Atiende bien a
lo que te voy a decir. Si los compromisarios depositan en mí su confianza, como
espero y deseo por la regeneración y todos sus efectos colaterales, me
encuentro en la obligación de comunicarte que me llegan comentarios desde tu
misma agrupación local…
─Favorables, por
supuesto. Eso es que Adolfo desea mi ascenso…
─Claro que fue
él. Sabes que ningún otro está autorizado para contactar con la superioridad si
no es por el conducto reglamentario.
─Sí, el número se
lo di yo, pero le dije que era un secreto. Me va a oír.
─No, el que me
vas a escuchar eres tú. Y abre bien los oídos. Ya no es solo uno medio loco y
obsesionado que publica cosas en un blog, sino que tu propio grupo municipal ha
comenzado a sublevarse por tus permanentes huidas. La prueba es que ahora mismo
tendrías que estar en tu pueblo, que es el que te paga religiosamente.
─Ese tema está
superado. Mi gancho, mi saber estar, mi atractivo, mi feeling, en suma, compensa, y con creces, esas ausencias en las que
yo vuelco mi saber, mi experiencia y mis dotes de mando en los asuntos
partidarios.
─Es más bobo tieso de lo que yo pensaba…
─Joder, Pablo, se
te escuchó todo, aunque lo disimularas bajando la voz.
─Menos mal a mi
gran capacidad de aguante, si no ya lo hubiese abandonado. Es que sois la hostia,
leches. Y lo más importante…
─¿Daré, por fin,
el salto a Madrid? Echo tanto en falta el roce con la cúpula.
─Me parece que
vas a tener que conformarte con el copón de la Avenida de Canarias. Sí, la que
está en obras y que gracias al Cabildo, o a Carlos, donde hubo siempre queda…
─Se te nota
tenso, Pablo.
─Se copian hasta las respuestas estos dos
angelitos.
─Esos prontos tuyos
son los que nos han decantado por Santamaría.
─A la que
vosotros no conocéis bien. La teniente O´Neil se le queda corta, y ya es decir.
─¿Algo más,
Casadín?
─Ya que estás de
gracioso, queda lo más importante. Y ya se lo pasé por e-mail a Soraya. Para
que te cerciores de que estoy bien informado. En Puerto de la Cruz, a donde
fuiste a darte tono en la procesión, no permitieron el desfile de las
candidatas a reina de las fiestas en bañador. Dile a tu concejala de Igualdad
que tome ejemplo, pues las fotos en el programa creo que han hecho que la
Virgen del Carmen se mostrara reacia a la hora de bajarla de su camarín. ¿O
pretendéis, acaso, que os crezcan los enanos?
─En mi pueblo
innovamos. Somos así de originales. Lo mismo pintamos un banco con la bandera
arcoíris que impedimos debatir cuestiones relacionadas con el matrimonio
homosexual…
─Es más bobo tieso de lo que yo pensaba…
Y colgó.
─¿Qué te dijo?
–preguntó Asier.
─Nada, las
tonterías de siempre. Tenemos que promocionarnos más porque solo gente como
nosotros se encuentra capacitada para tomar las riendas del partido.
Y casi concluido
el footing y el running, a la altura de la “tetuda”, una paloma ignorante cagó a
destiempo. Me da un no sé qué indicar dónde cayó el regalo.
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