viernes, 20 de julio de 2018

Como niños

Uno pensaba puede que sea motivado por la edad que los asuntos relacionados con la justicia siempre venían con la etiqueta de seriedad adherida. Pero las andanzas peculiares del magistrado de la foto, Salvador Alba, tan controvertidas como originales, me hacen cambiar de opinión.
Hay comportamientos a los que uno no le queda más remedio que calificar como cosas de niños, o como mejor solemos decir por estas ínsulas, cosas de chicos. Y me lo viene a confirmar que la baja médica al citado juez –para que se permitiera el lujo de un garbeo por Maldivas─ se la expidió un pediatra. Así que no debo ir muy descarriado en el planteamiento.
Cuando se halla pendiente el fallo del denominado Caso Faycán (hecho que no entiendo cómo pudo ser presidido el tribunal por alguien imputado por prevaricación, cohecho, falsedad y revelación de secretos, para lo que ya se ha dictado apertura de juicio oral), y para demostrar que la lentitud de los procesos judiciales se debe a múltiples causas, el enemigo público de Victoria Rosell, cuando esta era diputada de Podemos, se tomó unas vacaciones allende los mares. Quizás para perfilar los últimos considerandos de la sentencia antes aludida o para dilatar la suspensión cautelar de sus funciones. La Audiencia Provincial de Las Palmas, amén de la suspensión precitada, ha exigido que se arbitren alternativas y propone que el fallo pendiente se dé a conocer ya, con o sin Alba.
Aquellos que afortunadamente vivimos tranquilos, sin meternos en berenjenales de mayor porte, contemplamos atónitos cómo los que deben dar ejemplo se comportan cual escolares de primaria que dirimen diferencias tocándose la oreja en el patio de recreo. Y los que ya tenemos unas cuantas décadas a nuestras espaldas, es decir, podemos presumir de cargar con algo de experiencia, no sin cierto rubor pensamos que en manos de quién estamos.
Si renquea uno de los tres poderes del Estado, el judicial, no se vislumbran mejores perspectivas en los otros dos. Ahora mismo estamos enfrascados los canarios en si el 75% que se debe aplicar a los billetes para el transporte debe hacerse sobre la tarifa regular o la bonificable. La inmensa mayoría no sabemos qué significa la una y la otra, pero nos subimos al carro de las discusiones y olvidamos, al menos por unas semanas, las urgencias sanitarias, las colas en la autopista, el muelle del Puerto, los dineros enterrados en unos semáforos para las monjas de La Montaña… Parece que no existe solución para tanta ineptitud. Menos mal que Fernando Clavijo ya lo ha reconocido. Aspecto que le honraría si al mismo tiempo hubiese presentado su dimisión.
A la par, el exministro Soria, una vez resueltos sus papeles de Panamá, comienza de nuevo a alongarse al ruedo político. Y se va a Madrid para apoyar, junto a otros ex, al prototipo de la regeneración, Pablo Casado. Con apoyos de tal guisa, que me guarde un cachorro el clon de Alberto Rivera. Aunque en mi pueblo ya estamos acostumbrados a corderitos. O lobos disfrazados, mejor.
Y como es fin de semana, y en periodo vacacional, disfruten ustedes todo lo que puedan. Vayan a la playa (el tiempo está excelente en este Norte), jueguen en la arena, hagan castillos (también en el aire), recojan conchas y admiren los paisajes. Pero, sobre todo, retocen como niños.

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