viernes, 29 de mayo de 2020

Epílogo

Hoy, 29 de mayo, viernes, acabamos la singladura con la e de esperanza. Es la entrada vigésima en el blog con la particularidad reseñada durante este periodo atípico. Y como el lunes ya estaremos en junio, creo que lo de epílogo queda meridianamente claro.

Después de unos días en los que Manuel Domínguez volvió a ser mi fuente de inspiración –más que un chorrito es ya como las cascadas del Monasterio de Piedra (Zaragoza)– cerramos el mes con los buenos datos que dan a entender que esta pandemia del coronavirus va quedando atrás.  En estas islas, donde tuvimos el triste honor de ser pioneros, y en todo el país. Pero como vivimos en una aldea global, los peligros siguen siendo más que evidentes. Extrememos, pues, las precauciones y no vayamos a echar por tierra los esfuerzos realizados.

Mientras las felicitaciones por cómo nos hemos enfrentado al bicho nos llegan desde el exterior, algunos partidos políticos, desde dentro, aprovechan la ocasión para intentar ganar lo que en las urnas no pudieron. Dicen los versados en esto que en política vale todo. Y como yo entiendo que no, queda demostrado que el porvenir, o la permanencia, de un servidor en la cosa pública no pasaría en la actualidad de dos semanas. Así que, Ángel Víctor, si estás buscando sustitutos para las consejerías vacantes, haz el favor de mirar para otro lado. Con mis ocupaciones de jubilado voy servido. Con la campaña de concienciación ciudadana, que ejecuto a través del blog, para que Los Realejos despierte de un profundo sueño causado por unos polvitos mágicos, que alguien lanzó desde un parapente cuando se trasladaba a la capital de la isla, tengo para rato.

Hace un par de días, echando una visual a la información institucional de la Villa de Viera, vine a enterarme de la creación de una app (como esto es algo moderno, si se escribe con mayúscula, ya sabes, cámbialo tú), que se traduce en una aplicación informática para móviles y que ha sido bautizada como Línea Verde (esa plataforma, que yo sepa, está inventada desde mucho antes de que yo negociara con Movistar la compra de cierto artilugio).

Sirve la susodicha para comunicar incidencias en la vía pública y nos la venden como un canal de comunicación directa, inmediata y con posibilidad de seguimiento de la resolución. Y tú te preguntarás, como lo hago yo, qué razón existe entonces para tanto concejal liberado, si al final vamos a ser nosotros los que hacemos el trabajo. Eso sí, mientras tanto ellos seguirán cobrando y tú deberás conformarte con las gracias, si acaso.

Si desde mucho tiempo atrás vengo sosteniendo que si Realserv tiene sus encargados en la plantilla, amén del gerente, con lo que no es necesario el contar con tanto chiringuito para colocar a los quince, más otros allegados, ahora me lo ponen a huevo para volver a demandar mayor racionalidad y poner coto a tanto despilfarro. Pero, claro, a lo peor estoy pidiendo peras al olmo, porque ¿servirán para otra cosa que no sea la papa suave? ¿Sí? Pues a sus trabajos y liberen las arcas municipales, que hay urgencias en el pueblo por atender.

Ahora que se ha puesto de manifiesto el gravísimo problema de tráfico por el derrumbe habido, ¿seremos capaces de reconocer en nuestro pueblo que urge se acometa la solución del Callejón de los Cuartos, un desahogo directo a la autopista desde el Polígono Industrial, una entrada por Los Barros con fundamento, soterramiento que evite el colapso en las rotondas de El Castillo y Alteza amén de otras que ahora se me escapan? Porque cargar todas las culpas a otras instituciones por las colas de estas últimas semanas, se traduce en limpiar nuestra basura para echarla debajo de la alfombra de otros. Recurso fácil, por supuesto. Y dejo en el aire: ¿Son susceptibles estas sugerencias de ser incluidas en la app de marras? Puede que sí. Y estos pequeñísimos detalles que observamos casi todos, ¿quedan ocultos a los ojos de los miembros del equipo de gobierno o vuelan también en parapente como Manolo? Tiene bemoles la cosa.

Disfruten del fin de semana.

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