lunes, 18 de mayo de 2020

Escusado

Si te digo la verdad, como realejero preocupado por lo que ocurre en su pueblo, no me extrañó demasiado su nueva ausencia. Porque si hubiese sido la primera, se disculpa. En el supuesto de que fuese la segunda, tercera, cuarta o quinta, vale, porque un tropiezo lo puede tener cualquiera y no siempre disponemos de un parapente para poder trasladarnos al lugar de la cita. Pero lo de Manuel Domínguez ya raya la desfachatez.

Hace mucho tiempo declaró que era partidario de ejercer como máximo dos mandatos por cargo. Dejó bien claro esta coletilla (la del cargo) para disponer de la posibilidad de ir dando saltos hasta perpetuarse en la cosa pública. Lo que no manifestó fue lo de simultanear. Como ahora, cuyo puesto de diputado regional le debe estar gustando más (no olvidemos que cobra como parlamentario), ya que se ha dado cuenta de que sale más por la tele. Y eso para él es parecido a lo del bobo y la tiza.

Tuvo lugar, el jueves pasado, una reunión en la que responsables del Cabildo de Tenerife pusieron en conocimiento de las autoridades de los pueblos afectados por el derrumbe habido en la TF-5, a la altura de La Grimona, qué trabajos se vienen realizando para una pronta solución al grave problema de tráfico planteado.

Se dieron cita en la misma los siguientes cargos: Pedro Martín, presidente del Cabildo tinerfeño; Enrique Arriaga, vicepresidente y consejero del área de Carreteras; Tomás Félix García, director insular del área en cuestión; Fidela Velázquez, alcaldesa de San Juan de la Rambla; Román Martín, alcalde de El Tanque; Macarena Fuentes, de Los Silos; Francisco González, de Icod de los Vinos; Antonio González, de Buenavista del Norte; Antonio Hernández, de La Guancha; José Heriberto González, de Garachico y Laura Lima, concejala de Urbanismo de Los Realejos.

De la colaboración del Ejército, de la prohibición para que circulen ciclistas y vehículos pesados entre las 7 y 10 de la mañana por la vía alternativa (TF-342, de Los Realejos a La Guancha por Icod el Alto), del auxilio de helicópteros y otras medidas, disponen ustedes de la suficiente información en los medios de comunicación tradicionales. ¡Ah!, también fui uno  los muchos afectados por la avería del camión a la altura de la Madre Juana el pasado viernes.

Estoy convencido de que a los habitantes de esta Villa de Viera (menos a los aduladores y chupatintas varios) no les habrá sorprendido la presencia de Laura Lima (concejal de Hacienda en el mandato anterior y de Urbanismo en el presente; el que vale, vale, y el que no pa´ maestro de escuela) en la reunión de marras. A los alcaldes, y alcaldesas, de los otros municipios, me da que tampoco. Puede que ya estén, como nosotros, acostumbrados. El señor Domínguez no puede estar para estas nimiedades. Bastante tendrá después, cuando surja algún problema en el pavimento de la Avenida de Canarias, por ejemplo, para llegar en plan salvador a echar culpas a diestro y siniestro. Mientras tanto, él envía a los subalternos. A los que repetirán sus consignas como fieles súbditos. A esa hora él debía lucir palmito en Teobaldo Power. Para demostrar ante las cámaras que ni siquiera saber manejar la mascarilla.

Manuel Domínguez no estaba escusado (también excusado), es decir, exento, porque es más de las otras acepciones del vocablo: reservado, preservado o separado del uso común (que ni pintada le viene); o de esta otra: que no hay necesidad de hacer o decir (¿acaso iban a entender sus palabras las máximas autoridades de esas pequeñas poblaciones?) Y como lo vi por la tele en Santa Cruz, tampoco estaba en el escusado (retrete).

De sus altas capacidades ya ha presumido en diversas ocasiones para intentar justificar sus múltiples cargos (incluyan, asimismo, los orgánicos). Pero el hecho bien patente es que los realejeros (y mucho más las realejeras que han visto cercenadas sus posibilidades del saludo de contacto por el virus traicionero) comienzan a darse cuenta de que no era oro todo lo que relucía. Me consta, incluso, el incipiente malestar en algunas concejalías por no haber capacidad de respuesta inmediata ante cualquier problemática, pues se debe estar a la espera de la autorización “parlamentaria”. Y tú me entiendes.

¿Tenemos lo que nos merecemos? Seguro. Las elecciones dictan sentencia. Lo malo es que los ídolos también se desgorrifan. Y sin son de barro –pura fachada– se convierten en lodo muy fácilmente. Que se olvide el resto de alcaldes de Manuel Domínguez, hágase frente común ante las administraciones de mayor rango y luchen por una pronta solución al cierre del anillo insular entre El Castillo y Buen Paso. Sé que las comparaciones son odiosas, pero qué lejos quedan los tiempos de las obras de la Comarca de Acción Especial Taoro Oeste, que adecentaron las pésimas, cuando no nulas, infraestructuras de las zonas deprimidas de los altos de Los Realejos, San Juan de la Rambla y La Guancha. Tranquilo, Manolo, tú no tuviste esos quebraderos de cabeza porque no todos disponen de la suerte de nacer con una talega de pan bajo el brazo. En esa época ni siquiera tenías edad para matricularte en Wyoming. Ni de que las palmeras de rigor te pusieran en el pedestal, pues como tú, ninguno. Ni San Isidro. Manda huevos (con todas las letras). O es muy atrevida la ignorancia o la Historia está… para olvidarla.

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