martes, 22 de octubre de 2019

Al detalle, por favor

El presidente del Parlamento de Canarias, Gustavo Matos, ha declarado que para el ejercicio económico de 2020 la cámara autonómica tendrá un presupuesto menor que el de año anteriores. En concreto, una disminución de 470.000 euros. Hizo especial énfasis en el hecho de que todo ello a pesar de contar en esta legislatura con diez diputados más (se ha pasado de sesenta a setenta) y un nuevo grupo parlamentario, el de Casimiro (una de las servidumbres a pagar por su apoyo al Ejecutivo de Ángel Víctor).

Uno se pregunta que como tal circunstancia no es normal, sería conveniente que el señor Matos descendiera al detalle. Y nos contara, con pelos y señales, qué partida de la asignación recibida de los presupuestos generales de Canarias va a sufrir esos recortes. Porque si con menos gente se gastaba más dinero, uno –yo– de los que contribuyó a rellenar la caja, exige conocer en qué se despilfarraban mis impuestos, que es lo que deduzco tras conocer sus palabras. Razonamiento de cajón, por otra parte, sin que se me haya caído el pelo –más aún– por dicha circunstancia.

¿Viajaban, acaso, los diputados isleños más de la cuenta? En caso de que la respuesta fuese afirmativa, ¿se controlan las razones que motivan dichas excursiones? Y en el supuesto de no ser así, ¿dietas, manutención, gastos de representación…?

Tardando está, señor presidente, en satisfacer mi curiosidad, que coincide con la de miles de canarios que estamos hasta las narices de que las crisis cíclicas que nos han tocado vivir siempre recaigan en los que sostenemos el andamiaje económico. No conozco a político alguno, salvo la cínica de Esperanza Aguirre, que se queje por no llegar a fin de mes o verse en apuros para pagar la hipoteca.

No vaya a pensar que me siento molesto por anunciar ese ahorro. Ni de que haya podido especular con la supresión del servicio de peluquería que tenía Carolina. Líbreme el demonio de tan malos pensamientos.  Al contrario, pero una cosa me lleva a la otra. Y si había gato encerrado en las cuentas anteriores, exíjanse responsabilidades a los despilfarradores. Porque estará conmigo en que no cuadra la situación.

Lo que más me extraña es la rara suerte que tienen ustedes, los dirigentes, con los periodistas que cubren la información en estos peñascos. Porque el que no se le haya ocurrido a ninguno el planteamiento que aquí sostengo es, como mínimo, sospechoso. ¿O se beneficiaban, quizás, de alguna merienda con cargo a las arcas públicas? No quisiera pensarlo, pues todos se deben a supremos códigos deontológicos y no caerían en tentaciones de tal porte. Los tengo por estupendos profesionales, aunque algo –o mucho– acomodaticios. Puede que el ser incisivos les cause dolores de cabeza. A ellos o a los empresarios del ramo.

Me temo que me vaya a quedar con las ganas. A no ser que cambie yo mis costumbres y me traslade a La Laguna cada vez que deban tomarme el pelo. Lo mismo coincido con don Gustavo e intercambiamos pareceres mientras nos dan una loción de Varón Dandy. ¿O ya no se estila esa fragancia? Creo que me estoy quedando anticuado.

En las próximas haré todo lo posible para que algún partido me incluya en sus listas. Si pueden otros, ¿por qué no yo? Por cierto, ¿cómo quedó el Tenerife?

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