miércoles, 16 de octubre de 2019

Qué vida más sacrificada

La del jubilado. Me tienen ocupado para todo. Desde chófer a chico –qué ilusión– de los recados. Y agente de bolsa, ni te cuento: la basura, el pan, la verdura… Por eso ayer no tuve tiempo de subir a La Corona y alongarme un fisco al Valle. De pintor toda la mañana. De compras después de comer. Y para rematar el día, no solo reubicar lo que hubo que desalojar de la habitación acicalada, sino que me correspondió colocar barra y riel nuevos para las cortinas. Y eso supone taladro, tacos, tornillos, regla (nivel no tenía), escalera… En fin, qué contarte.

Y como no me quedó tiempo, hoy se van a ir de rositas los políticos, los periodistas y la madre de la botifarra amb mongetes. También los qataríes Xavi y Guardiola, porque no insulta quien quiere sino quien puede. Entreténganse con otras pelotas y dejen las mías en paz. Y en esta mañana de miércoles me toca la revisión anual del urólogo. Como me haga aquello que te estás imaginando, lo mismo me enfado.

Así que hasta mañana, si es que estoy más descansado. Chacho, me voy a tener que desjubilar.

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