martes, 28 de enero de 2020

Asociación de la Prensa de Tenerife (2)

UNIÓN CONSERVADORA, que ha acogido en sus columnas cuantas ideas ha creído hermosas y, bienhechoras, que se ha hecho eco de cuantos proyectos ha considerado conducentes al bien general del pueblo tinerfeño, hoy con doble motivo aplaude y apoya el pensamiento de Gente Nueva, ─pues beneficia á Tenerife, y á la Prensa─; y hacemos votos por su realización, dispuestos á contribuir en la medida de nuestras fuerzas al acto más trascendental que había de llevar á efecto la prensa de Canarias”.

En el ejemplar de Gente Nueva correspondiente al 22 de enero de 1900, página 4, se publica un artículo de Manuel Delgado Barreto, quien fuera su director en una etapa del semanario (en Wikipedia, por ejemplo, puedes acceder a la información de su trayectoria periodística y política), en el que aboga por la creación de la Asociación de la Prensa Canaria.

Como se deja entrever en las líneas precedentes, esa era la intención, pero los derroteros políticos ya se encaminaban claramente hacia la división. Y así, te adelanto que el 31 de diciembre de 1900 se constituye la Asociación de la Prensa de Las Palmas y la de Tenerife lo haría casi dos años más tarde, el 24 de octubre de 1902.

Pero vamos con el artículo precitado:

“Por la unión

DIGNIFIQUÉMONOS

No, no más tiranía, no más servilismo, no más humillación. Pedimos la libertad porque nos pertenece; exigimos que nos sea respetada porque para ello nos autoriza la constitución del Estado.

Ya estamos cansados de vejaciones, de ridículas denuncias, de atropellos mortificantes. Ya nuestra paciencia, la de los que nos dedicamos honradamente á ejercer esta sagrada misión del periodismo, ha sufrido bastantes pruebas. Somos prudentes, excesivamente prudentes, pero la prudencia tiene también sus límites.

Aquí todo el mundo ha tomado á la prensa por blanco de sus iras. Cualquier imbécil ó cualquier zascandil, así que cree descubiertos su imbecilidad ó su rebajamiento, no vacila en llevar ante los tribunales de Justicia, á honrados periodistas, aunque solo consiga con ello proporcionarles molestias y perjuicios.

De poco tiempo á esta parte, puede formarse una lista respetable de queridos compañeros procesados. Aquí los periodistas lo pagan todo; los periodistas son los únicos calumniadores, los únicos delincuentes, los únicos que injurian, los iniciadores de todo lo malo, los que deben purgar en la cárcel los enormes delitos de arrancar al pueblo la venda que le impide ver claro, de ametrallar á la granujería, de pedir la revisión de sumarios erróneos, de protestar contra las inmoralidades y descubrir sin temores los abusos, las estafas, el pillaje.

En cambio andan por ahí muchos ladrones sin grilletes, muchos chupadores de la sangre del pueblo sin castigo y no pocos curtidores de honras sin mordaza.

Cuidado con hablar del Ejército, á la Marina que no la toquen, los encargados de hacer justicia son infalibles, á los curas no hay que nombrarlos, los caciques pueden despacharse á su antojo, la gestión de los administradores de la cosa pública es infiscalizable... Aquí todos tienen derechos, todos son sagrados, todos libres, todos... ¡menos los periodistas!

¿Y esto por qué? Porque la prensa canaria no se ha unido para hacerse fuerte, empuñar con vigorosa mano el látigo y, cruzando con él rostros de estafados y farsantes, trabar reñida lucha hasta vencer á los opresores ó caer honrada y dignamente en la refriega.

Nuestra misión es defender la verdad y los intereses del pueblo. Poco importa lo demás: quien caiga, si puede reivindicarse que lo haga en buen hora, sino.... nadie le tiene culpa de sus ruindades y sus miserias.

Ya es hora de que nos defendamos todos unidos, como soldados de un mismo ejército. Ya es tiempo de que la prensa canaria se dignifique.

Libertad, pidamos la libertad de que gozan los periodistas fuera de Canarias y si nadie nos escucha, tomémonosla por nuestra cuenta.

Asi, todos unidos, todos asociados, seremos fuertes. Y ya de ese modo, lluevan denuncias, inténtense atropellos, á ver si de una vez dejamos sin prensa á la provincia, sin voz al pueblo.

Compañeros, olvidad por un momento la diferencia de ideas: precisa que formemos una muralla inexpugnable para, desde ella, ametrallar al enemigo, barrer todo lo encanallado, destruir todo lo podrido.

¡Trabajemos por la Asociación de la Prensa Canaria!”.

En Diario de Tenerife, que dirigiera Patricio Estévanez Murphy, hallamos el 24 de enero de 1900, página 2, este suelto:

“Desde Gente Nueva se viene propagando la idea de establecer una Asociación de la Prensa. El pensamiento es bueno, aunque se nos figura que de difícil realización. Madúrelo, sin embargo, y trabájelo el colega con los entusiasmos propios de la juventud, que son los llamados á vencer los obstáculos del egoísmo y la rutina, que aquí se oponen á todo, y cuente desde luego con nuestro modesto concurso”.

Días después (27 de enero, página 1), y en La Opinión, periódico liberal-conservador, también se informa del asunto y junto con los párrafos que transcribimos a continuación, se reproduce el artículo de Manuel Delgado Barreto, publicado el día 22 en Gente Nueva, como antes se indicó:

“De verdadera importancia para los que nos dedicamos en Canarias á esta penosa tarea del periodismo es el proyecto con tanto calor defendido por nuestro apreciable colega Gente Nueva. En el artículo Un escándalo más, que escribimos con motivo de las denuncias formuladas contra nuestros distinguidos compañeros de Arrecife D. Domingo Ferrer y D. Antonio Mª. Manrique, exponíamos la idea de que, si las cosas no cambiaban, es decir, si no nos uníamos todos para defendernos, era preferible que ni un solo periódico se publicara en las islas, único medio de que no se nos molestara á cada instante con denuncias ridiculas ó con atropellos escandalosos. Gente Nueva, con la resolución y el entusiasmo que tantas simpatías le han conquistado, hallóle solución al conflicto, haciendo un llamamiento á los colegas para constituir la tan deseada «Asociación de la Prensa canaria.» Muchos han respondido ya á él y no permanecerán seguramente sordos á esas excitaciones los que aún no han hecho pública su adhesión, puesto que todos, unos hoy y otros mañana, tendremos necesidad del mutuo apoyo que se proporciona con la Asociación de referencia. Asunto es este que no debe echarse en olvido y que es necesario tratar con preferencia. Por nuestra parte dispuestos estamos á trabajar lo que sea preciso, hasta ver realizada la idea que en varias ocasiones ha sido objeto de nuestra atención. Bastante pudiéramos decir en apoyo y defensa del proyecto, pero creemos más oportuno dejar esa labor a Gente Nueva, reproduciendo á continuación, como ya lo han hecho varios colegas de esta Capital y del resto de la isla, el valiente artículo que aquel simpático semanario publica en su último número”.

(Continuará mañana)

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